Vergüenza

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La Vergüenza es esa sensación que tienes cuando se te pasa el efecto de los somníferos y te das cuenta de que estás completamente desnudo en medio de la Plaza de San Pedro en la noche de Navidad, y que le estás quitando todo el protagonismo al Papa. Esto conlleva un sentimiento de desgracia (Dado que en Navidad en Italia hace mucho frío, y estando desnudo te puedes pescar un resfrío), humillación (Al ver que todos se burlan de tu miniatura), y condena (Eres excomulgado por depravado).

Descripción

No hay manera de describir la vergüenza, ¿Acaso tú alguna vez la has visto? ¿La has olido? ¿La has manoseado descaradamente en público mientras un hilo de baba escapaba de tus labios? Si es así, entonces la habrás sentido, a lo sumo.

Este tío no la tiene.

No es fácil definir a la ignominia (De ahora en adelante la llamaremos así porque cansa mucho buscar constantemente el ü) ya que la misma en sí no existe (No sería la primera vez que Inciclopedia hace un artículo sobre algo que no existe) sino que existen persones que sufren la ignominia. La misma se expresa en nuestro cuerpo mediante diversos síntomas físicos, como ser:

  • Enrojecimiento de la piel debido a... bueno, debido a eso.
  • Sensación de calor, causada por el aumento de la temperatura.
  • Alivio al saber que ya no vas a tener que andar preocupándote más porque tu familia y tus amigos no sepan que eres gay, pues lo acaban de descubrir (En serio, no dejen el facebook abierto en cualquier lado)
  • Dolor al saber que todo el mundo sabe que te gusta Metal Machine Music.

Formas de tener vergüenza

Hay varias formas de llegar a tener esta hermosa sensación que nos hace más humanos. Pero hay algunas que son más directas o eficaces, a saber:

  • Entras al autobús de foráneos, te acomodas en tu mullido asiento, sacas el celular o la tablet, los auriculares, abres tu biblioteca de canciones, te quedas dudando un rato entre las canciones de Barney el Dinosaurio, Los Teletubbies, Las Papitas, y el último disco de Justin Bieber. Escoges este último, insertas el enchufe de los auriculares y te pones a escuchar Heartbreaker a un volumen que haría temblar a Ozzy Osbourne, meneando la cabeza hacia todos los costados. De repente, una mujer de unos treinta años se te acerca y te toca el hombro, te sacas los auriculares para poder escuchar lo que ella te quiere decir pero cuando te los quitas de las orejas no es necesario escucharla para conocer su mensaje: Insertaste mal el enchufe del auricular (Le metiste apenas sólo la puntita) y anduviste "deleitando" a todos los pasajeros con tu sarnosa música... Bueno, al menos agradece que no te sucedió con un video porno (Mentira, si hubiera sido una porno hubieras pasado mucha menos vergüenza).
  • Ser fan del Canal de las Estrellas, el Fox o el MTV.
  • Escribir una tesìs universitaria, o peór a ún, un artículo de la Inciclopedia con faltas de ortografia.
    Estos dos tampoco.
  • Una amiga se va de vacaciones, te pide que le cuides el perrito mientras se va unos días a Miami (Ella, no el perrito) y tú, como buen amigo responsable que eres, vas todos los días a la casa, esperando quedar bien con ella le compras al animal carne cruda, pescado e incluso le convidas algunos chocolates que te sobraron, sin saber en absoluto que esos alimentos le causan al can diarreas, vómitos y convulsiones que pueden llegar a ocasionarle la muerte. Por eso, te sorprende mucho verlo tan inactivo, tirado, ahí en el suelo, echando espumita blanca por el hocico, siendo que el solía ser tan hiperactivo. Tras constatar algunas horas después que el pichicho esta muerto desde la noche anterior te desesperas, te agarra un ataque de pánico, el cual se transforma en tendencia suicida cuando recuerdas que al día siguiente vuelve tu amiga. Tratas de controlar la situación, vas a la tienda de mascotas, mas cercana, llevando el animal muerto en brazos con el fin de comprar uno idéntico. La vergüenza sucede cuando al salir de la casa con el cadáver en brazos te encuentras con tu amiga que decidió llegar un día antes para darte la gran sorpresa (Al final, tú le terminaste dando la sorpresa) Obviamente, después de aquel episodio, de sexo, ni hablar.
  • Ser brony (Mentira, los bronys no tienen vergüenza de ser lo que son).
  • Ir a un concierto de Beethoven con una camiseta de Tchaikovsky.
  • Que el viagra te abandone justo cuando más lo necesitas.
  • No puedes aguantar la risa en el funeral de un cuñado tuyo.
  • Tienes que darle la noticia a unos derrumbados padres de que su hija de diez años finalmente sucumbió a la leucemia. Te acercas al banco donde están sentados, abrazados, ella al borde de las lágrimas, ambos temblando.

-Doctor, ¿Nuestra hija está bien?- pregunta él. Tú te quedas quieto, unos instantes, mirando nervioso tu delantal abierto sobre tu camisa amarilla y tu corbata color café. Miras tu tarjeta plástica que te acredita como Doctor Jefe de la División de Enfermedades Congénitas de la clínica más prestigiosa del país. Cuando abres la boca para dar la fatídica noticia, te despiertas. Era todo un sueño, y estás desnudo a tan sólo dos metros de la kaaba, en medio de la muchedumbre que hace el peregrinaje del hajj, en la meca, y a punto de ser linchado por más de un millón de musulmanes furibundos porque profanaste su lugar más sagrado (Eso, más que vergonzoso, es desesperante)

  • Estar escribiendo un artículo de la Inciclopedia y no saber que escribir para mantener la gracia (O peor aún, escribir algo que no es gracioso, e incluso malsonante) Esta es la razón por la cual este artículo se clasifica en Autoreferente.
  • Rogar en la sección "Formas en las cuales no pasas vergüenza" que voten para que este artículo sea destacado.

Formas en las cuales no pasas vergüenza

  • Estás en un boliche, la música a todo volumen y los colores danzando de un lugar a otro. Te acercas a un chica, la invitas unas copas, bailas un rato con ella, se terminan yendo a la cama y... sí, adivinaste, la chica era Britney Spears, deseosa de mezclarse un poco con la gente. A partir de entonces tienes su número de cel y una bonita sífilis también
  • Eres Hitler, finaliza la segunda guerra mundial, escapas en un submarino hasta la Patagonia, te estableces en un pequeño pueblito donde te dedicas a atender una panadería (Se ve que no puedes dejar tu obsesión con los hornos) y un buen día, cuarenta años más tarde, un periodista te descubre, te denuncia, eres llevado a la corte judicial en Nueva York, pero todos tus delitos ya prescribieron, así que lo único a lo que pueden condenarte es a una multa de dos dólares por llevar bigote pasado de moda. A la salida de la corte, una multitud te está repudiando e insultando, y un montón de periodistas te acosan, preguntándote si no estas arrepentido de haber hecho todo lo que hiciste. Tú sólo respondes: Es que... fue sólo un experimento social. (El equivalente inciclopédico de decir: Lo hice por diversión.)
  • Golpear gente en la calle (Siempre y cuando sea sólo en el GTA).
  • Asistir a un Séder de Pésaj o a una celebración de Rosh Hashana disfrazado de Hitler. Cualquier cosa, dí que era un experimento social para ver cómo reaccionaban los feligreses. Y ya sabes, tú no me conoces.
  • Salir a la calle disfrazado de Hitler (Puntos extra si es en Israel) Si alguien te insulta o te dice algo, dile: -Está bien, tú lo quisiste- y acto seguido, desnúdate.
  • Besarse con otra persona de tu mismo sexo en la vía pública, siempre y cuando estén los dos desnudos, con la cabeza rapada, haciendo el saludo nazi en alto por sobre encima del hombro del otro y con sendas cruces esvásticas tatuadas en sus respectivas nalgas izquierdas (Reserven la derecha para la hoz y el martillo) Postearía fotos, pero nuestras políticas no permiten mostrar fotos de personas con la cabeza rapada.
  • Escribir cualquier insulto a la persona que odias (O aunque no la odies) colocar cochinadas a tus amigos y amigas y enviarles mensajes describiéndoles tus más perversas fantasías. Total, siempre puedes decir que te hackearon.
  • Ir a un ciber y, aprovechando que nadie puede rastrear tu dirección IP, dar rienda suelte a tus más oscuras fantasías cibernéticas.
  • Embarazar a una chica ebria. Cierto, existen los exámenes de ADN. Bueno, también existe LAN Airlines, verdad?
  • Votar para que este artículo sea destacado (Por favor, necesito aumentar mi autoestima)
    Este japonés siguió nuestro consejo, y ahora ya no sufre más vergüenza por el diminuto tamaño de su cosita.

Métodos para sobrellevar la vergüenza

Existen asimismo formas de que no te sientas tan afectado por una situación vergonzante que hallas podido pasar. Después de todo, todos cometemos errores. (Espero que no te enojes por hacerte perder cinco valiosos minutos de tu vida leyendo esta bazofia de artículo) El más efectivo es el harakiri, que es un poco complejo de hacer. Pero recuerda: No tener coraje para hacer lo que debes hacer implica aún más vergüenza, así que hazlo. Si necesitas ayuda, Inciclopedia te va a ayudar.

Otra forma es matar a la persona que sabe eso que te avergüenza, lo cual se complica un poco cuando dicha persona es toda tu familia, tus amigos, tus vecinos del barrio, o incluso la sociedad entera. Para eso pueden ser útiles estos dos incilibros: Incilibros/Cómo exterminar a la Humanidad y Incilibros/Cómo esconder un cadáver.

La cuestión es que simplemente no hay que decir estupideces. O aunque sean verdades, hay momentos en las que hay que decirlas. Veámoslo con el siguiente ejemplo:

  • Te desubicaste mucho cuando anoche le dijiste a la sobrinita de tu novia que Papá Noel y los Reyes Magos no existen. La manera en que te miró todo el mundo, sobre todo tu suegro, como con ganas de matarte... Para colmo de males, encima antes ya venías muy mal cuando te equivocaste de regalos y si bien tu novia te agradeció el muñequito de Twilight Sparkle (Aunque lo consideró bastante cursi) la nena de tan sólo seis años se quedó confundida mirando el tremendo dildo de veinticinco centímetros de longitud que estaba dentro del paquete que tú le entregaste. Afortunadamente tus cada vez menos futuros suegros se lo quitaron de la mano y todo se resolvió rápido. Está bien que quieras quedar bien con la familia de tu cónyuge, pero la próxima vez (Si la hay) trata de usar un envoltorio distinto para dos cajas de similar forma y tamaño. Y como si no fuera suficiente, encima después violaste a la niña cuando todos hicieron un minuto de silencio para recordar el quinto aniversario del fallecimiento de la nona, largaste una sonora flatulencia que terminó de arruinar la festividad. En serio, te desubicaste bastante, ¿No lo podías aguantar aunque fuese dos minutos más?

En un caso tan embarazoso como éste, lo mejor que es que todo te importe un c*rajo. Sip, no puedes matar a la verguenza, o en su defecto, la mejor forma de hacerlo es aceptar que ya pasó, si se puede solucionar se soluciona, y sino no. Es así de sencillo. Ahora no dudes más, termina de instalar la bomba bajo el asiento del Audi de tu ex-suegro y sal pitando de ahí, no sea cosa que te vea y te comas algunos años por intento de homicidio.

Esa es otra buena: Ir a la cárcel. Porque cuando sales, ¡Ya no te puede avergonzar nada mas!

Pero, la mejor forma de evitar pasar verguenza y no salir mal parado en el intento es acostarse, de esta manera nuestro cuerpo no podrá estar estar mal parado, dado que ni siquiera estará parado (¿Ven? Ahora sigo el consejo que puse más arriba, y sinceramente no me importará haber hecho ese mal chiste, aun cuando soy consciente de que es malísimo y aún estoy a tiempo de borrarlo, pero no lo haré porque todo esto no es sino un macabro experimento social).