Amor cortés

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Cita3.pngHoy en día todo es mucho más fácil. Maldigo mi tiempo, me pasé cinco años rondando a una preciosa damisela llamada Eva, para cuando pude probar bocado resultó ser Evaristo. Eso sí, besaba de puta madreCita4.png
Giovanni Boccaccio sobre el amor descortés
Cita3.pngSe queja de vicio muchacho. Yo me pasé diez añosCita4.png
Dante Alighieri sobre la juventud

El amor cortés es una filosofía de amor. Ha sido descrito como un sofisticado método de cortejo equiparado a un arte y donde la estética es lo más importante.

Las justas medievales fueron el método usado por los hombres para liberar las tensiones sexuales producidas por el amor cortés.

Orígenes

En el siglo XI, los provenzanos, gente ociosa por naturaleza, no contentos con las cruzadas, se dedicaron a cultivar otros quehaceres igualmente anodinos. Entre estos entretenimientos se contaban el golf de mesa, la diana turca y por supuesto el amor cortés. Pero no es nada cacorro.

Esta variante de amar era un proceso largo y laborioso. Incomprensiblemente tuvo mucho éxito en su tiempo. Los guerreros más rudos acababan sometidos cual perritos falderos de la noble dama de turno, a ser posible casada. Se le solicitaba un amor recíproco y para ello se ofrecía a cumplir todas aquellas peticiones por muy absurdas o peligrosas que resultasen. Cuanto más cruel y humillante fuera la prueba a la que se sometía al solicitante, más amor irradiaba esa relación y por lo tanto, más envidias levantaba el afortunado entre sus colegas. Todos los caballeros de Europa rivalizaban por cortejar a las mujeres más bellas.

Pasos a seguir

En la plaza del pueblo siempre hay damiselas encantadoras.

Como todo el mundo ya sabe de sobra la Edad media no es como los productores de cine nos quieren hacer creer. La gente era muy limpia y gastaba grandes sumas de dinero en el vestir. Con las cruzada comenzó un intercambio de ideas entre los diseñadores cristianos y los musulmanes. Ya no bastaba con tener unas buenas tierras ni un título nobiliario para ligar, ahora se hacía necesario además ser romántico. Para ilustrar los pasos que un aspirante al amor cortés debía de seguir utilizaremos como ejemplo al joven Jean, el hijo de un rico comerciante de París.

Fenhedor

Nuestro amigo Jean lo primero que debe hacer sería acudir a la plaza del pueblo en busca de una mujer casada. ¿Por qué una mujer casada? No sé sabe a ciencia cierta, tal vez para ahorrarse el mantenimiento de los hijos fruto del sexo no seguro. En segundo lugar debe ganarse la amistad de su dama de compañía, yacer con ella y por medio de dádivas conseguir una entrevista con su señora mediante mensajes picantes a su móvil.

Precador

Cuando se llega a esta fase de precador es porque la dama se digna a atender los ruegos del enamorado y decide mantener una conversación para conocer de primera mano cuales son sus intenciones. Hay una serie de frases hechas que se debían obviar para no quedar en ridículo. Las que en ningún caso debería utilizar Jean:

Vamos por buen camino. La damisela le acepta como entendedor.
  • «¿Con qué se afeita? Lo digo porque casi no se le nota el bigotazo.»
  • «¿Es usted ama de casa o simplemente puta?»
  • «Es usted más hermosa que un cerdo bien cebado. Ay, me está poniendo burro.»
  • «¿Hay antecedentes de gonorrea en su familia?»
  • «¿Se depila el sobaco?»
  • «Hmmm... Huele a hembra como a mí me gusta.»

Defenitivamente estas frases no le llevará a ningún sitio, pero menos mal que los trovadores de la época daban trucos y consejos. A continuación los más significativos:

  • «Soy inmensamente rico.»
  • «Tengo una renta de 5.000 leros anuales y puedo comprarle cualquier cosa.»
  • «Mi alabarda es más grande que la de sus esposo.»
  • «O se acuesta conmigo o la denuncio a la Inquisición por bruja.»
  • «Si se usan las cuatro el éxito está asegurado en un 99%.»

Entendedor

Esta fase del proceso es una mierda. Sólo hay derecho a roce y por encima de la ropa. Ni se puede mojar el pizarrín. Un asco total si tenemos en cuenta que las mujeres en aquella época llevan más de diez capas de ropa por encima. En caso de pasar mucho tiempo en esta fase nuestro amigo Jean puede llegar a sufrir un derrame cerebral por exceso de riego sanguíneo en las partes. El tiempo máximo que se puede durar de entendedor está fijado por el récord que obtuvo Ricardo Páncreas de León, que se sepa nunca tocó a sus amantes y eso que eran muchas.

Drut

Es el estado final o éxtasis únicamente conseguido por el uno por ciento de los entendedores. Es un término proveniente del occitano que significa duro, tieso, erguido, estulticia o más comunmente, triunfador uterino. El amante consigue el derecho de conocer la alcoba de la dama. Después del acto sexual se quedará dormido y no contestará más sus llamadas telefónicas. Más tarde se confesará para liberarse de los pecados y de paso para que pueda presumir delante de su confesor.

Máximas a observar

Para un caballero de verdad la belleza física es algo secundario. Lo importante es apuntarse una conquista.

Tras leerse de un tirón más de doscientas obras literarias de la época, el medievalista Ildefonso Vega Fernández, llegó a la conclusión de que en todas ellas se repetían unos elementos que hacían del amor cortés un fascinante, por no decir angustioso sistema de ligar con mujeres casadas. Lo comprenderemos mejor atendiendo a las palabras que dejó escritas; "En efecto. Debo de atacar Castilla. Esos malandrines aun me deben cuatro arrobas de patatas a mi antepasado, Estoy casi seguro de que se piensan que me he olvidado de la deuda. Pues no es así. ¡Juro por Santiago Moorskiller que me los cargo!". A continuación el decálogo amorensis:

  1. Nobleza del hombre y de la mujer en su linaje y conducta, excepto en la cama, allí la mujer debe comportarse como una ninfómana, eso sí, dentro de los valores cristianos. Por lo que postura del misionero y a oscuras.
  2. La fuerza del amor presenta a la amada como admirable y engendra virtud en el amante, entre otras cosas.
  3. Normalmente, ambos amantes llevan medias.
  4. El único objetivo del amante es lograr el trato sexual. ¿Es qué acaso se creía la amada que un bruto caballero medio analfabeto se dedicaría a componer poemas e incluso se llegaría a lavar por el simple amor cortés?
  5. Solían imaginarse a sus amadas con la virtud de San Juán Bautista o la belleza de Santa Teresa de Jesús.
  6. Se debe llorar mucho, pero muchísimo, incluso aunque se esté en medio del acto sexual.
  7. El amante reconoce su inferioridad con respecto a la dama, pero sólo de boquilla.
  8. Es escasa la correspondencia de la dama al amor del caballero. Se hacían las duras para conseguir el mayor número de regalos.
  9. Los amantes tratan de encubrir su amor, único precepto lógico de todo el decálogo.

Practicantes reconocidos del amor cortés

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Los rumores sugieren que sus autores fueron instruidos
por el mismísimo Miguel de Cervantes.