Faltar al respeto

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Faltar al respeto consiste en decirle a usted que es un hijo de perra, pero no se altere, es sólo un ejemplo práctico porque más que un hijo de perra, usted es un hijo de la gran puta. Otra vez, es una forma de hablar para que usted comprenda mejor el concepto. Y descuide, le daremos los ejemplos que necesite hasta que esa cabezota hueca lo asimile.

Mire su correo, a lo mejor tiene una carta esperándole.

Historia

Suba al coche y pídale a su madre que le explique el concepto de faltar el respeto.

Seguramente usted es un ignorante o algo mucho peor, tal vez usted crea que esto es Wikipedia y que un artículo de este tipo no debería existir. Pues está equivocado, puede que tarde una hora en leer este artículo o si tiene suerte, puede que alguien se lo lea en voz alta por usted, por lo que no se preocupe porque va a ser muy corto, como su coeficiente intelectual.

Básicamente, un señor de la antiguedad se dio cuenta de que no se tenía porque tratar respetuosamente a todo el mundo. Está bien compartir con el vecino la yesca y el pedernal, ayudarle a sacrificar al ganado y si se precia, regalarle algo para su cumpleaños. Pero, y siempre hay un pero, existían vecinos que creían que era mucho mejor prenderle fuego al monte para tenerlo siempre a mano, agenciarse el ganado ajeno por error u olvidarse de los cumpleaños de los demás. Ante la aparición de estos indeseables —como es su caso— se vio la necesidad de propinarles el mayor cúmulo de descalificaciones posibles. E incluso, pensaron que más que descalificaciones, algunos merecerían la muertecomo cierto lector que no vamos a mencionar...—, otros una simple paliza, que los dejara en coma unos meses, para que los demás pudieran descansarán de su inmensa estupidez.

Más tarde, con la invención de la imprenta moderna por parte de Johannes Gutenberg propició que se le pudiera faltar el respeto a la gente en masa. Que su mejor amigo vaya diciendo que a usted le huele mal el aliento —¡Oh, por favor! No se acerce tanto al monitor— no tiene demasiada importancia, ahora bien, que se gasta 60.000 escudos de oro para editar cinco mil ejemplares de un libro lleno de descalficaciones sobre su persona traducidas a varios idiomas y los reparta por todo el continente, sinceramente, puede que a algunos les parezca que se les haya faltado al respeto. En su caso, no tenemos porque gastarnos nada ya que decirlo por Internet es prácticamente gratis.

Modos de faltar el respeto

Señalando los defectos físicos

El modo más primitivo de faltar al respeto. Seguro que lo usa cuando tiene delante suya a alguien más horrible que usted o cuando pasea enfrente de un espejo. Se basa en el principio de que todos los seres humanos se quieren a sí mismos, incluso usted. Por lo que si el querido lector de este artículo es gordo y se le llama gordo a su cara se estaría menoscabando a su persona por los defectos físicos. Por cierto, gordo de mierda, haga un poco de ejercicio.

Recordando algún fallo cometido

Hay quien se falta el respeto a sí mismo.

¿Recuerda aquel día que cometió un fallo en público y todo el mundo estuvo meses riéndose cada vez que lo recordaba alguien? ¿Aún cree que se olvidaron? Craso error. Justo en estos instantes unas sonoras carcajadas se escuchan a su espalda. Son ellos y se están riendo de usted junto a los autores de este artículo. Una forma mucho más sofisticada consiste en grabarle cometiendo esa tontería (como una caída en picado aterrizando con los incisivos) y subirlo a Youtube.

Insultar la nación

Insultar el país de alguien es una de las maneras más fáciles y divertidas de faltarle el respeto a alguien. Explotando los estereotipos se puede llegar a hacer mucho daño. Las francesas son peludas, los italianos son todos clones de Mario. Y el país de <inserta tu nombre aquí> seguro que es una república corrupta y decadente llena de feos y gordos imbéciles. Eso sí, procure no hacerlo en el mismo país, porque puede que hasta la policía ayude a lincharle.

Menosprecio racial o étnico

El ser humano puede visualizar una paleta de colores de más de 16 millones de tonalidades. Esta capacidad de discriminación visual nos ha servido durante milenios para desarrollar un odio hacia la gente que no comparte nuestros mismos porcentajes de melanina en la dermis. Pero también habría que añadir la capacidad humana de asimilación cultural del grupo como algo propio, tachando lo externo como malo, peor o muy deficiente. No se preocupe, desconocemos a que raza pertenece usted, incluso desconocemos su grupo étnico o la religión que profesa. Pero sea cual sea, usted es inferior, sus creencias son falsas, y su cultura es primitiva.

¿Sabía qué...

  • ...los autores de este artículo también son unos idiotas aunque algo menos que usted?
  • ...los autores de este artículo en ningún momento quisieron ofenderle porque en realidad lo que buscaban era que se enojase?
  • ...los autores de este artículo se sienten muy tristes por haberle insultado?
  • ...usted es realmente idiota si se piensa que lo anterior era verdad?
  • ...usted no es que sea realmente idiota sino que es sumamente idiota si cree que todo esto va en serio?

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