Incijuegos:La llamada de Cthulhu:El juego de rol/666

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So let´s go

Vamos, es por ahí Xylliha-cómo-mierda-te-llames

El mapa del señor O'Realy está algo gastado y es bastante impreciso, pero logran llegar al lugar señalado con la X roja tras tres horas de viaje, dos visitas a la gasolinera y ocho paradas a girar la maldita manivela del T. El lugar es algo siniestro, pero la compañía de tu amigo tentacular es reconfortante, más que nada por el hecho de que puede ser tan fuerte como Hulk, aunque puede ser tan debilucho como un friki peleando en un callejón. Caminan por un bosque de árboles que parecen mirarlos a cada paso que dan, el aire se torna insoportablemente denso, y la sensación de que algo está por pasar es inminente. El camino del bosque da a una casa tétricamente iluminada con velas. Palpas tus bolsillos y encuentras la Glock 9 mm que te dio el señor O'Realy a cambio de regatear mucho y un fajo de 300 dólares. La observas y sientes el poder que fluye por tu mano desde el resto del cuerpo. Estás totalmente preparado para lo que llegues a encontrar allí, aunque sea pelusa de ombligo del tamaño de un camión.

Misteriosas voces te traen el viento, y una y otra vez escuchan una fórmula parecida: "Ph´nglui mglw´nafh Cthulhu R´lyeh wgafff... ¡La puta madre!" Una y otra vez, alguna veces más corta, otras más larga, pero parece que siempre se equivoca al querer recitarla la única voz del recinto, que no hay que ser un genio para adivinar quién es. Entran sigilosamente en la casa, y el espectáculo que presencian allí está cerca de conducirte a la locura más insana. Está todo completamente desordenado, lleno de polvo y cosas tiradas por el piso. No hay nada excepcionalmente macabro, excepto las velas negras, pero tal suciedad y desorden pueden volver loco a uno. El chico está apoyado sobre una pared mirándoos con los ojos totalmente inyectados en sangre. Una risa diabólica se forma en su cara e inunda todo el lugar como la ola de un tsunami. No tienes tiempo que perder, el momento de actuar y dejar de masturbarte mirando el techo acabó.

¿Qué haces?

  • Intentas detener al chico con la ayuda del tentáculo parlante. Pulsa aquí
  • Te vas a tu casa a dormir y dejas que el chico diga la fórmula correcta. Que otro salve al puto mundo. Pulsa aquí