Mii
Especie de características aparentemente similares a las humanas pero con enormes diferencias. Su descubrimiento es reciente: son públicamente consideradas especie desde 2006. Sin embargo, numerosas teorías afirman que la raza era conocida desde antes, pero que se mantuvo su existencia en secreto, ya que entraría en conflicto con la teoría cristiana de que el hombre es la criatura más... más... más la polla, vamos.
Hábitat
Los Miis habitan en un confortable mundo conocido como el MiiWorld, donde la hierba cubre el suelo como una alfombra plana, las copas de los árboles son esféricas, y todos son felices eternamente. Sin embargo, desde la aparición de la Nintendo Wii (instrumento de opresión creado exclusivamente para domiinarlos como esclavos y disfrutar a su costa) muchos viven atrapados en una horrible cárcel conocida como Canal Mii, hasta que son obligados a obedecer a sus dueños con afán lúdico hasta el agotamiiento.
Características de la especie
Los Miis son una especie con un enorme potencial. Son asexuales, su única distinción entre individuos masculinos y femeninos es el hecho de que su torso termiine o no en una especie de falda. Además son incapaces de hablar, sin embargo pueden transmiitir sus ideas por gestos o por bocadillos en morse. Su estructura corporal es tan compleja que son capaces de particionarse y librarse de sus brazos (dejando sus manos unidas a su cuerpo mediante fuerzas magnéticas) o de quedarse sin piernas y flotar por el aire.
Sus rasgos son simiilares a los humanos por lo general, sin embargo existen casos de Miis deformes con los rasgos faciales desordenados (por ejemplo, la boca entre los ojos y la nariz). Además pueden ajustar su altura y gordura para adaptarse a la tarea que van a realizar.
Además de todo esto, los Miis poseen increíbles capacidades innatas, algo simiilar al ki, que en raras ocasiones demuestran.
Esclavitud de la especie
Hace unos años, la malvada empresa Nintendo irrumpió en el MiiWorld. Observando el enorme poder de las criaturas que allí habitaban, decidieron aprovecharse de ellos. Atraparon a los Miis, los analizaron y descubrieron su código genético. Decidieron utilizar su nueva adquisición para obtener beneficios económiicos, y crearon una especie de dispositivo que permiitía encarcelar a los miis, alterarlos genéticamente, y además emplearlos como mano de obra al miismo tiempo: la Wii (O la Wii U).
Se diseñó una cárcel específica en este dispositivo, conocido como el Canal Mii, en el que los Miis prisioneros se dedican a deambular eternamente hasta que son brutalmente recogidos con La Mano (herramiienta de relación entre amo y esclavo) para darles un trabajo. Estos trabajos varían desde enfrentarlos entre ellos en deportes, soltarlos en una carretera para provocar accidentes de tráfico, o enfrentarlos contra profesionales empleando su ki.
Además, en el Canal Mii su cruel amo puede introducirlos a través de una ranura en una máquina de manipulación genética para alterar sus rasgos e incluso su sexo, y en el caso de que el experimento salga mal, introducirlos por el miismo sistema en otra máquina, en la que muchos Miis entran... pero ninguno sale.
Greenpeace ya ha denunciado su actual situación, pero los resultados han sido escasos.
Habilidades de un Mii
Los Miis cuentan con numerosas capacidades que les han permiitido realizar grandes proezas, hazañas tales como derrotar a Sonic en una carrera, o hacer estallar un scouter a base de aumentar su fuerza de combate.
- Miientras conserve su cabeza el Mii seguirá vivo. Su cuerpo es totalmente regenerable.
- Campo gravitacional propio. Cualquier parte de su cuerpo que se divida del miismo podrá orbitar a cierta distancia del Mii, y seguirá bajo su control.
- Levitación. Esto les permiite flotar sin necesidad de piernas.
- Un Mii puede canalizar parte de su ki en sus manos para, por ejemplo, golpear una pelota de tenis de forma que perfore una pared, o arrojar sus puños contra sus enemiigos (al estilo Mazinger Z), también es capaz de hacerlo en todo su cuerpo hacer un mate casi imparable en el pimpón.
- Los Miis saben estornudar, aunque por el momento se desconoce su utilidad.