Minifalda
La minifalda, es un cono truncado de tela que se usa para cubrir, en teoría, la zona genital, las posaderas y, si alcanza, parte de los muslos. Viene a ser como el eslabón perdido entre la falda y el cinturón. Sus linderos suelen ubicarse sosteniéndose en la cintura o caderas y cubrir como máximo hasta la mitad del fémur. En ese sentido se presentan variables dependiendo de diversos factores como el tipo de minifalda, las pretensiones de la usuaria, la presencias de viento y/o el ángulo de la cámara visión del observador.
Sirve como recurso visual de las hembras humanas mayormente para simplemente presumir los muslos entre sus congéneres o también para intentar llamar la atención de algún macho de su especie. Por lo que mayormente mujeres jóvenes en estado de búsqueda las usarán como arma de guerra.
Historia
Las minifaldas son casi tan antiguas como la humanidad. Uno de los registros más antiguos de la historia muestra a Vilma Picapiedra como usuaria regular de la minifalda. Popularizándose aún más en la edad vieja, incluso en América pre-colombina, donde múltiples grabados muestran lo difundido que estaba el uso de esta prenda. Se sabe que los incas, a falta de un servicio confiable de internet, se valían de la mensajería vía chasqui. Estos eran unos velocistas que les llevaban el spam y las cartas cadenas del soberano a todos los rincones del imperio. Y como no podía ser de otro modo enganchaban la atención de los destinatarios gracias a sus sexys minifaldas. Las mismas que generaban el "fanservice" de rigor cada vez que había viento o corrían las tardes de otoño.
Únicamente durante la época oscura del dominio del Vaticano es que se victimó el uso de la minifalda hasta la llegada de la reforma y el descubrimiento de América.
En el amanecer del protestantismo la minifalda fue casi una bandera enarbolada en varios árboles bajo los cuales retozaban ex-curas y ex-monjas haciendo cositas que no les dejaban en su antiguo trabajo. En aquel furor por el conocimiento las sotanas, hábitos y sobrepellices eran raídas hasta convertirse en minifaldas estilo punk mucho más cómodas de usar, frescas y cómodas de quitar, o remangar, haciendo más rápido el acceso a la zona divertida.
Algunas congregaciones luteranas de hoy en día conservan el uso de minifalda como prenda habitual para asistir a la iglesia, bautizos, velorios, cumpleaños, fiestas infantiles y entierros. Sobre todo estos últimos.
En la época victoriana, la reina Victoria, conocida como la rica Vicky por sus cercanos, intentó popularizar las minifaldas con miriñaque y corsé. A esto le sumaba su látigo de equitación y el consabido bramido "llámame reina" que la convirtieron en una soberana muy respetada, temida y a la vez amada.
Durante la segunda guerra mundial se intentó promover el uso de minifalda para levantar la moral de las tropas alemanas, aunque modificada como falda-pantalón para al mismo tiempo no perder el apoyo del Vaticano. La falda-pantalón alemana fue un icono que revolucionó la mentalidad de aquella época de crisis y redefinió los términos del buen gusto.
Sin embargo la existencia de las minifaldas se vio en peligro en USA durante los años 60 ya que las hippies preferían ir por la vida como Eva; sin noción de pecado, rodeada de hierba y, de vez en cuando, animales. Pero gracias a la intervención divina, las minifaldas volvieron en los 70's fungiendo como anuncio de libertad, alegría y recordatorio de lo corta que es la vida.
Siendo un artilugio tan popular en ocasiones ha sido usado por celebridades como Kirk Douglas, Víctor Von Doom y Brad Pitt.
Ya en los 80's su uso fue promovido entre la teleaudiencia impresionable por medio de personajes de dibujos animados como Jem, She-Ra, y Mumm-Ra el inmortal quienes se lucían al borde de la indecencia en producciones para niños. En los 90's no mejoró la cosa imponiéndose como la prenda oficial de las animadoras de shows para niños en vivo, aunque los papases eran los más animados para estar en primera fila al pie del altillo cuando los eventos públicos. Eran tiempos terribles, donde todos querían ver a la Xuxa. Aunque esa costumbre persiste hasta hoy.
Usos y costumbres
Según se cree la minifalda es una prenda ahorrativa, ya que requiere menos materia prima para su confección y eso es bueno para la tierra. Irónicamente resulta más costosa que las otras faldas, y su precio de venta suele ser inversamente proporcional al largo de la misma. Aunque algunas lo consideran una inversión, que luego revierte en ganancias ya que hace más vistoso algún anuncio de "culo en alquiler".
En lunfardo es llamada "pollerita", poniendo en evidencia su propósito de convocar pollas, por lo que en Buenos Aires también la usan hombres[4].
Otras minifaldas
- Microfalda.- Es como una minifalda, pero con un micrófono de la CIA pegado.
- Minivestido.- Es una minifalda pegada a un top.
- Falda escocesa.- Es el uniforme reglamentario en las escuelas católicas, su uso fue impuesto ejemplarmente por Mel Gibson.
Diversas opiniones
- Los maxifalderos, también conocidos como curas, monjes y esa ralea, opinan que la minifalda es básicamente un anuncio llamando violadores. Los mismos son libres de culpa, ya que son víctimas de provocación alevosa.
- Los talibanes y otros grupos musulmanes consideran que la minifalda es aquella que deja ver los tobillos. Si es más alta que eso, sólo preguntan a la usuaria cuánto cobran por un pete.
- Los esquimales opinan que la minifalda es bastante útil como cogotera o chalina, para conservar el calor del cuello.
- Las monjas aseguran que si fuera optativo como uniforme de trabajo no dudarían en usarlo, sobre todo en verano, ya que su actual uniforme les deja frustradas y con la entrepierna
húmedasudada.
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Aclaraciones
- ↑ Y usar el móvil en la calle...
- ↑ ...justifica el robo de celulares
- ↑ Es decir, encima de él.
- ↑ Andaaaaaa!