Moondog

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Moondog
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MoondogFirme.jpg
Un día normal en la oficina.
Personal
Nacimiento Defunción La sexta avenida. Luego en Alemania, entre comedores de choucrut.
Estado actual En el Valhalla.
Lugar de residencia
Sobrenombres El diz-que-vikingo.
Su obra
Se dedica a Compositor. Falso sin techo. Falso vikingo.
Origen Una escandinavia ficticia imaginada por él.
Hazañas logradas Haber vivido como le salió de las pelotas. Mis respetos.
Relaciones Arturo Toscanini, Karlheinz Stockhausen, Leonard Bernstein, Klaus Keppen De Jo.
Enemigos ¿Cómo un tipo así de cool iba a tener enemigos?


Poderes Una capacidad auditiva inversamente proporcional a su agudeza visual.
Objetos Casco con cuernos, como los que los vikingos jamás llevaron.

Louis Thomas Hardin, más conocido como Moondog (26 de mayo de 1916 – 8 de septiembre de 1999), fue un compositor, músico, intérprete, teórico musical, modisto, pseudovikingo, falso sin techo, poeta e inventor de instrumentos musicales estrafalarios estadounidense. Como compositor estudió "en la universidad de la vida" y llevó a cabo una prolífica obra que sintetizó y sincretizó música clásica, jazz, música de nativos americanos, latineos varios y la última cosa que hubiera escuchado. Sus piezas y arreglos, de ritmos repetitivos y descacharrantes y no menos desopilantes contrapuntos influyeron en compositores como Steve Reich y, por desgracia, también en Philip Glass.

Ciego y con una filosofía de vida, digamos, muy personal, vivió durante tres décadas en las calles de Nueva York donde vestía túnica y un yelmo con cuernos en lo que él pretendía que era un traje de inspiración vikinga elaborado por el mismo. Como no veía, debía pensar que todo el mundo vestía de esta guisa. En las calles a veces hacía música, otras veces estaba ahí plantado y callado. Tal vez reflexionando sobre algo, tal vez acordándose de algún chiste que alguien le había contado, tal vez haciendo introspección para evitar defecar en la vía pública. Los transeúntes le tenían por un individuo pintoresco, pero si intentaban darle limosna se remontaba todo, porque él era muy digno y no aceptaba caridad de nadie.

Biografía

Esperaba hidromiel, pero le dieron lo que había: Coca-Cola.

Hardin nació en Marysville (Kansas), uno de tantos lugares de Estados Unidos que se caracterizan por la sinceridad y espontaneidad de sus gentes. Su padre, llamado casualmente igual que él, Louis Thomas Hardin, era ministro episcopaliano. Esto no quiere decir que tuviera un cargo importante, sino que era un predicador de una de estas religiones protestantes de baja estofa intelectual que proliferan por norteamérica. Su madre, Norma Alves... pues cuando no estaba maldiciendo su propia vida era ella misma, que bastante tenía con eso. Hardin empezó a tocar a los cinco años una batería que fabricó con una caja de cartón, a raíz de lo cual su familia se trasladó a Wyoming (donde su padre encontró un trabajo de verdad) pero por más que intentaron dejarlo atrás, él se fue con ellos. Resignado por la pasión del infante por las percusiones, su padre le llevó a contemplar la Danza del Sol Arapaho, con la esperanza de que se hiciera indio, pero aunque la música de éstos le impresionó, siguió estudiando en el instituto donde —oh, qué sorpresa— tocaba la batería. Esto incidió muy favorablemente en su expediente académico, pues sus profesores le pasaban los cursos sin chistar, a ver si se largaba con la música a otra parte.

Una adolescencia explosiva

Con 16 añitos y estando de vacaciones en la granja del encantador y sofisticado Hurley (Missouri) se encontró con una cápsula de dinamita sin detonar en un campo donde se habían realizado voladuras porque les daba pereza arar la tierra por los métodos convencionales. Hardin se puso a abrir la cápsula con un destornillador porque quería ver cómo funcionaba. No vio eso ni nada más en toda su vida. La explosión redujo sus ojos al recuerdo y le hizo una cara y unas manos nuevas. Llevado al hospital de Springfield el doctor Nick Riviera certificó que, no habiendo ojos ya en su rostro, la pérdida de visión se antojaba irreversible.

A partir de ese momento, le dio por aprender braille (los musicólogos por lo general dan por sentado algo tendría que ver la ceguera en esa decisión) y también desarrolló una memoria y percepción auditivas mucho mayores que las que tenía cuando podía optar por guiarse por sus ojos. Aprovechando estos nuevos poderes adquiridos, estudió también música de forma autodidacta y decidió vivir también de forma autodidacta, pues ya no tenía dos ojos pero tenía un par. O al menos eso contaba él, pero en realidad había un poco de fanfarroneo, pues asistió a varias escuelas de música para ciegos, lo cual consideraba muy elitista, como un club donde no podían estudiar los normies videntes (por videntes nos referimos a los que tienen vista en sentido convencional, no los que se dedican a la adivinación). Mucho más adelante diría "La ceguera fue lo mejor que me pudo haber pasado. Me salvó de una vida mediocre y me abrió las puertas a un universo de sonidos que de otro modo nunca habría explorado" y aunque quizá el lector esté pensando que quien no se consuela es porque no quiere, debiera el lector considerar si, a diferencia de Hardin, alguien se acuerda de él para crear una entrada propia en esta enciclopedia en línea o incluso en alguna otra peor.

Entre que aprendió braille y no, y más adelante también cuando le daba pereza hacerlo él mismo, su hermana le leía todo tipo de cosas. Allí comenzó a formar ese amasijo pseudointelectual de mitos, ciencia mal entendida y filosofía de andar por casa que configurarían su manera de estar en el mundo. Un libro en particular, Teo toca el violín, le inspiró para abrir su campo musical y no solo aporrear instrumentos de percusión, sino convertirse en compositor.

Tras moverse por un par de Estados de esos que están habitados por gente atrabiliaria y donde siempre ganan los republicanos y estudiar en un par de escuelas más o menos irrelevantes que para él nunca tuvieron importancia frente a sus propios oídos, decidió trasladarse a Nueva York en busca de nuevos paisajes sonoros.

New York, New York

A cat over a Moondog

Una vez allí, conoció por fin a músicos de verdad como Leonard Bernstein, Arturo Toscanini, Charlie Parker y Benny Goodman que vieron algo en él (cosa que no pudo pasar a la inversa) ya que le trataban con respeto y le tomaban en serio. Fue por entonces cuando tenía un perro que aullaba fuertemente a la Luna (o tal vez a los kinkis que intentaban robar a Hardin por las calles, pero él pensaba en cualquier caso que era a la Luna). Esta fue la razón por la que decidió llamar a su perro Moondog, pero como el nombre le hacía gracia y su perro era su mejor amigo, pues decidió llamarse como él y se cambió su nombre legal a Moondog. Para su padre fue un disgusto que su hijo hubiera cambiado el nombre que ambos compartían por el de su perro, pero cuando Moondog -el músico, no el perro- le propuso que él -el padre, no el perro- también se llamara Moondog, como que no lo vio claro -el padre, no el ciego-. Este evento coincidió con la transformación física de Moondog, quien comenzó a dejarse crecer la barba hasta que le llegara a los genitales, a vestir con sus trajes de vikingo históricamente mal informados y a pasarse el día en la calle. Sus nuevos amigos, lejos de interpretar todos estos signos externos como un descenso a la locura total, siguieron teniéndole en buena consideración, demostrando así una apertura mental a prueba de bombas.

Pero a pesar de las apariencias, Moondog no era un sin techo. Con sus actividades se sacaba lo suficiente para tener un apartamento muy cuco en el alto Manhattan e incluso una casita de campo (en la que había puesto un altarcito al dios Thor). ¿Qué actividades eran esas? Pues vendía sus cosas: poesías que hacía sobre la marcha, partituras, discos que grababa sobre la marcha o incluso su filosofía (que también hacía sobre la marcha). Se declaraba panteísta, animista, animalista, rechazaba el cristianismo que su buen padre había intentado inculcarle más o menos a la fuerza y creía en el ciclo cósmico vikingo y que algún día el Ragnarök se nos iba a llevar a todos por delante de una buena vez.

También, aunque sorprenda, ligaba bastante. En su etapa neoyorkina se casó primero con una tal Virgina Sledge. No duró, pues en cuanto empezó él se cambió el nombre, empezó a vestirse raro y pasarse el día en la calle, ella salió por piernas a pedir los papeles del divorcio. Más adelante una tal Mary Suzuko se quedó sulibeyada con la bizarra figura de Moondog, así como a él le fascinó su voz y pecular acento que asociaba a los dioses arios (ella era, en realidad, medio japonesa, pero qué mas da). Con ella formó su segundo matrimonio y tuvo su única (o no tan única) hija June. Esto es porque tras divorciarse de esta segunda esposa tuvo otra relación muy cercana con una fan que le había tomado por un mendigo (cada uno tiene sus gustos que no vamos a juzgar aquí) de la que nació otra hija. Esta segunda hija no quiere que se la relacione demasiado con su excéntrico padre y prefiere mantener un perfil bajo, llevando incluso una bolsa de cartón en la cabeza si es necesario para pasar desapercibida.

Pero no todo fue felicidad en su vida neoyorkina, ya que hubo de litigar contra Alan Freed, un DJ que se había convertido en una estrella de radio, que osaba hacerse llamar Moondog también y que a nuestro Moondog, el bueno, le parecía un auténtico hortera (que tiene narices la cosa). Moondog le demandó por infracción de marca registrada y daños a su reputación como compositor. El propio Arturo Toscanini testificó a favor de Moondog (el diz-que-vikingo, no el otro) declarando que a pesar de ser un hombre francamente ridículo era un músico serio y a tener en cuenta. Esto convenció al juez quien falló a favor del protagonista del presente artículo, y cometió un fallo según la parte demandada, que tuvo que aguantarse y usar otro nombre en lo sucesivo (se hizo llamar Rock and Roll Party, así que sí que era hortera).

Mucho tuvo que ver con el final de esta etapa su breve trato con Klaus Keppen De Jo, quien movido por la admiración que tenía a un músico tan apasionado por las cosas nórdicas se acerca a Nueva York y, no teniendo donde instalarse, logra que Moondog lo acoja temporalmente en su casa (la cosa iba a ser para un fin de semana, pero seis meses que estuvo ahí el tío). Las fricciones no se hicieron esperar. Moondog, refractario a las drogas, desprecia la politoxicomanía de Keppen De Jo, y por otra parte Keppen De Jo considera que Moondog no es del todo sincero con él: "Justo el otro día descubro que es ciego ¿por qué no me lo había dicho antes?", lamentó pocos días antes de abandonar el apartamento de Moondog una vez éste le puso la maleta en la puerta al grito de "¡Para ciego el que tú llevas siempre!".

Alemania

Busto funerario de Moondog creado con las cenizas del propio Moondog.

Quizá por estar más cerca de la tierra originaria del culto a sus adorados dioses ancestrales, quizá por un deseo de poner tierra de por medio con Klaus Keppen De Jo, Moondog emigró a Alemania. Allí fue él quien se instaló temporalmente en casa de una familia, los Keppen (fans de Moondog y primos lejanos de Keppen De Jo, que renegaban fuertemente de su pariente). Trabó amistad con una joven estudiante, Ilona Goebel, con quien parece ser que no hubo coyunda a pesar de todos los rumores que corrieron al respecto. En este momento vital Moondog no buscaba romanticismos ni concupiscencias, sino una eficiente secretaria, albacea y enfermera ocasional. Encontró todo esto en Ilona y se fue a vivir con ella, estableciendo una relación paternofilial que nunca tuvo con sus hijas, ni con la legítima ni con la no tan legítima. Así él creó numerosas y más densas composiciones durante este tiempo mientras ella las transcribía del braille a una notación normal y, también a través de ella conoció a Karlheinz Stockhausen, quien opinó de Moondog que éste era un excéntrico, sentimiento que fue mutuo, por lo que simpatizaron.

A la muerte de Moondog, Ilona quiso organizarle un funeral vikingo. Pero como no obtuvo permiso para quemar el cadáver de Moondog en un drakkar, tuvo que contentarse con pegar fuego a algunos de sus efectos personales en la bañera. Luego, liberada de la carga, se casó con un tipo y por ahí sigue.

Inventos

Jugando con sus cacharritos.

Moondog, además de componer música, inventó varios intrumentos musicales, los cuales aparecen en sus discos y prácticamente en ningún sitio más. Al final eran variantes de arpas, violines y tambores, pero más raros y estrafalarios. Su instrumento más conocido es la trimba, que es una mezcla de maracas, cajón flamenco, temple block y antena parabólica.

Música

Su música es un sincretismo imposible entre multitud de influencias. Desde la polifonía medieval a las músicas de nativos americanos cuyas danzas presenció en su juventud y en las que participó, sin que nadie pudiera impedirlo, ya de adulto. A todo esto fue agregando el bebop, el swing, la música contemporánea, los madrigales, la rumba... y menos mal que se murió, que si no habría añadido la cumbia y el reguetón. Su música se caracteriza por la superposición de sorprendentes líneas melódicas y ritmos despatarrantes, que llamaba snaketime (mejor no preguntemos por qué). "No voy a morir en compás de 4/4", había declarado, si bien Ilona Goebel no ha confirmado ni desmentido si pudo cumplir con este deseo. A todo esto añadió el paisaje sonoro neoyorquino: sonidos de coches, trenes metropolitanos, gañidos de transeuntes y amenazas y gritos de atracadores.

Algunos álbumes

  • 1953 Moondog and His Friends, Epic Fail Records
  • 1956 Snaketime Fap Series, Moondog Self Produced Records
  • 1956 Moondog, Prestige Oil Ship
  • 1956 More Moondog, Prestige Oil Ship Damaged
  • 1957 The Story of Moondog, Prestige Oil Ship Sunk
  • 1969 Moondog (not the same as the 1956 LP), Columbia White Dust
  • 1971 Moondog 2: Moondog's Renaissance Madrigals travelling across the time with a Delorean, Columbia White Dust
  • 1977 Moondog in Europe, Cof, cof.
  • 1978 H'art Songs, Cof, cof, cof by Cannabis.
  • 1978 Moondog: Instrumental Music by Louis Hardin before being named after his dog by himself, Musical Refused Heritage Society
  • 1995 Moondog's Trimba and Moondog's Poker Timba, Cacaphone