Muzzy

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Muzzy saludando a los niños

Muzzy es una criatura verde y con mucho pelo. Nació de un día que Jesús Gil se comió una alcachofa en mal estado. Tras causar grandes daños a la sociedad, fue exiliada en Alcorcón.

Muzzy en una orgía en grupo

Historia

Nacimiento

Un día de verano de 1986, Jesús Gil estaba teniendo una cena vegetariana de régimen: 30.000 alcachofas fritas con aceitazo y pan para mojar. Desafortunadamente, una de las alcachofas había estado cerca de un pantano en el que habían arrojado residuos radioactivos y que estaba construido sobre un antiguo cementerio indio. La alcachofa le causó graves retortijones a Gil, que se pasó la noche en el retrete. A la mañana siguiente, con la faena concluída, Jesús Gil salió del baño tan tranquilo. Dos minutos después, salió Muzzy, listo para destruir el mundo.

Primeros Ataques

Muzzy intentó primero comerse a los gatos que pasaban por las calles de Marbella, pero ya se le había adelantado Alf, con lo que tuvo que comerse a los perros. Dijo que estaban mucho más ricos, por lo que se comió a todos los perros de España. No contento con eso, decidió comerse a los franceses, a los ingleses, a los chinos... lo que le permitió aprender multitud de idiomas. Decidió usar este conocimiento para cazar a su segundo objetivo: los niños.

Segundos Ataques

Con sus nuevos conocimientos linguísticos, Muzzy creó una academia de idiomas para que los niños fueran a las clases y poder comérselos. Pero no contó con que los niños en grupo eran inaguantables, insoportables... en fin, un asco.

Entonces Muzzy decidió cambiar de estrategia y empezó a vender vídeos de produccion casera que contenían mensajes subliminales que volvían a los niños tontos. La jugada fue un éxito, y por eso la juventud de ahora es asombrosamente tonta del culo.

Muzzy por fín era libre de comerse a los niños. Pero cuando mordió uno, descubrió que sabían asquerosos. Sin embargo, sus esfuerzos no cayeron en saco roto y descubrió el sabor exquisito de los relojes digitales. Así, ni corto ni perezoso, decidió hacerse con todos los relojes del mundo y parte del extranjero.

Últimos Ataques

Cuando no te aprendes la lección, Muzzy se cabrea una barbaridad.

Muzzy utilizó sus vídeos para convencer a los niños de que enviaran todos los relojes de su casa a sus oficinas centrales, situadas en Llorshtaun, para convertirlos en superrelojes que podrían acerelar, ralentizar, parar o rebobinar el tiempo como si de un DVD se tratara. En realidad, Muzzy se comía todos los relojes que le llegaban.

Esto causó un caos tremendo, ya que nadie sabía que hora era, la gente llegaba tarde al trabajo, los novios a las citas, los aviones no salían a sus horas y los límites de entrega de proyectos se perdieron en la lejanía del tiempo.

Pero un tipo avispado, que decía llamarse Gregorio Casa, descubrió que todo era obra de Muzzy. Formó un grupo de asalto y atacó al bicho verde peludo, que se rindió sin oponer resistencia, porque minutos antes ya había pasado S.M. San Pedro Farré a cantarle las cuarenta por un reloj que "había dejado de percibir".

Debido al atroz crimen de zampa de relojes, Muzzy fue exiliado a Alcorcón, provincia de Guantánamo. Ahí reside en la actualidad, donde intenta comerse todo lo que tenga números (mandos de la tele, teclados de ordenador, posturas sexuales...).