PLR

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Del latín "patádum las rajae" o PLR: acción ejecutada por un sujeto con efecto inmediato sobre otro sujeto, consistente en dirigir violentamente una de las extremidades inferiores del cuerpo comúnmente forrada en cuero o gamuza, que para acortar llamaremos "pie" (uno solo de ellos porque de lo contrario quien lo mueve podría caerse), hacia la parte inferior de la zona lumbar que divide la espalda en el antes y el después, que también para abreviar y en este caso llamaremos "raja".

PLR resulta entonces ser la abreviación de Patada en el trasero o para decirlo en buen chileno Patá'n la raja.

Presencia de la PLR en la historia

Según el herético libro conocido como la Biblia, los primeros en recibir una PLR fueron Adán y Eva por haber comido el Fruto del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal. Se dieron cuenta de que estaban desnudos y lo primero que hicieron fue cubrirse la raja con unas hojas de higuera.

Al darse cuenta de esto, el Dios que fundó el Resort del Edén les aplicó la medida, no sin antes advertir a Adán que tendría que trabajar para comer y a Eva que la desobediencia se la pagaría en sangre... pero en cómodas cuotas menstruales.

Más adelante, la PLR fue aplicada por Caín a su hermano Abel, pero se le pasó la mano (o el pie para ser más precisos) y Abel Q.E.P.D. Caín también recibió una divina PLR. Luego fue hora de lavar, vino un diluvio y Noé tuvo que subir a los animales al Arca a punta de PLR.

Según los libros aztecas, el primero en aplicar la PLR fue Quetzalcóatl, pero quien la aplicó con severidad fue Hernán Cortés que había aprendido la técnica en su España natal, al igual que el resto de los conquistadores que lograron dominar a los indígenas, no por el uso de las armas como falsamente cree el vulgo sino que fue a punta de PLR.

El mismísimo Leonardo da Vinci se fue de PLR cuando se le ocurrió hacerle cosquillas con el pincel a la Mona Lisa para que sonriera un poquito.

Este micifuz se fue de PLR por reírse de Bush.

El afamado Galileo Galilei recibió tal PLR por parte de la Inquisición que después de tres horas de aplicada la medida dijo: Epur si muove, refiriéndose a su maltratado cuarto trasero. Isaac Newton estuvo a punto de recibir una PLR, pero se salvó gracias a la intervención de un vendedor de manzanas que pasaba por el lugar.

George Washington recibió una PLR cuando se le ocurrió cortar el cerezo de marras; lo malo es que el padre de Washington era tan bruto que en vez de dársela en el culo se la pegó en la cara volándole la dentadura a George, el cual tuvo que hacerse una dentadura entera con la madera del cerezo…

Augusto Pinochet fue un gran aficionado a la PLR hasta que el 5 de octubre de 1988 la recibió él. En cambio, la única que le pudo aplicar una PLR a Francisco Franco fue la Muerte, a la que por algo se le llama "estirar la pata".

Como vemos, la PLR ha sido crucial en momentos vitales de la Historia Universal, y a más de alguno le ha salvado el pellejo.

Técnicas de aplicación de una buena PLR

Estos consejos fueron extraídos del libro Los Secretos para una PLR Perfecta, del doctor Leandro Gao.

La resignada

Quien va a recibir la PLR sabe que la merece y ha aceptado recibirla, por lo cual adopta una posición llamada "tronco incline", colocándose en posición decúbito dorsal doblando el cuerpo en 90 grados. Quien va a aplicarla debe flectar el pie hasta lograr una curvatura con el empeine de unos 40 grados.

Luego, tomará impulso (optativo) y apuntará hacia la zona central de las nalgas (precisamente, la raja), descargando la patada en el lugar indicado. Por lo general, el dolor físico es bastante menor a otras modalidades, aunque la humillación sufrida es el costo a pagar para que quien la recibe no sea objeto de burlas durante el resto de la semana.

Aquí hay un sujeto que le aplica a la técnica.

El colocado

Es parecida al resignado, con la diferencia que quien la recibe coloca el cuerpo en posición tronco incline sin requerimiento previo (es decir, por distraído). En este caso, un oportunista le aplicará la PLR y antes de que el receptor reclame le dirá la consabida sentencia "Colocado Muere Callado" (en realidad, "colocao muere callao") o también llamado "Colocado es meo Aweonao" que invalida cualquier reclamo ulterior.

La maletera

Llamada así por ser pegada "a la maleta" (a traición), solamente se utiliza en caso de extrema bronca contra el receptor. Se le llama PLR por la acción principal, pero generalmente suele ser depositada en lugares cercanos a la raja pero no en la raja misma (las nalgas, la espalda y, en casos muy desafortunados, las huevas).

En la cara

Modalidad efectiva para aplicar PLR a un "huevón cara de raja". También se le llama "patanlocico".

El callejón oscuro

Es una modalidad muy ocupada en los colegios de Chile. Consiste en que varios aplicantes formen dos hileras paralelas y estas perpendiculares a un acceso (preferiblemente una puerta) por el cual entrará o saldrá la (o las) indefensa(s) victima(s), las cuales deberan valerse de su tren inferior para evitar que sus nalgas (o algo más sensible) sean brutalmente masacradas por una banda de mal intencionados estudiantes del mismo curso o uno mayor (si fuera por un curso menor seria una vergüenza total). Se ha se practicar sin piedad pero con precaución (especialmente por los profesores o el peor enemigo del alumno: El Inspector)

Efectos colaterales

• Dolor en las nalgas del que la recibe.
• Hueveo que duele más que las nalgas.
• Satisfacción en el aplicante (pero pequeña) igual que el de mula.
• Dolor en el empeine del aplicante si el que la recibe es duro de raja.
• Sabañones y hongos en el pie del aplicante si el que la recibe es un fresco de raja.

Enlaces relacionados

• Patá en los cojones: una variante, otro estilo.

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