Ser
El ser es la excusa que usan los filósofos para fumar del bueno y no trabajarle ni un peso a nadie. Suele asociarsele con las palabras entidad o ente pero en la práctica es lo mismo que cosa, o sea si tú estudias al ser, estarás estudiando las cosas en cuanto cosas, por ende estarás estudiando cosología, que es lo mismo que perder el tiempo y contarle a tus padres que haces algo importante cuando en realiadad no haces nada. Por lo tanto, tú no estudias el ser, sino la nada, pedazo de vago. De cierto modo ello indica que eres una persona más inteligente y despierta que el resto, porque logras que otros te den dinero por hacer algo que no reporta ningún beneficio y además dar la excusa de fumar marihuana y beber grandes cantidades de alcohol siendo respetado por todos.
Eso sí, si no hacer nada el ser no te consume, hay veces en que el estudio del ser provoca perdida constante de felicitasio y por ende amargamiento de vida y frunción del ceño. Tu vida finalizará en un cuarto mohoso sin ser cuidado por nadie, seguramente padeciendo terribles enfermedades venéreas y recordado después de muerto cuando no puedas disfrutar de los beneficios de haber sido un gran cosólogo.
Cómo se estudia el ser
Para obtener éxito en el estudio del ser hay que dejar la universidad o el trabajo, pero no manifestar alegría por la disponibilidad de tiempo libre ni nada de eso: en reemplazo se debe llevar una cara de preocupación. Los pensadores profesionales han llegado a hacerse una cirugía plástica para parecer como si estuvieran a punto de llorar mientras por dentro se van cagando de la risa (de hecho se cagan de la risa del resto que está en la universidad o en la oficina, pero la gracia es que no se note).
Cuanto más viejo se sea en esta reflexión más profundas serán las conclusiones. Es por eso que los jóvenes que buscan triunfar en la aulas de filosofía deben teñirse el pelo blanco y llevar más arrugas que el senador Palpatine, para lo cual pueden dormir con la cara apoyada en una malla tipo gallinero o sobre acero diamantado. Al llegar a los 100 años la profundidad de los razonamientos será tal que hay que ponerse un arnés cuando se está cerca del sabio de turno para evitar caer en tan abismal agujero. Luego al morir, tales reflexiones se acaban porque se ha alcanzado la profundidad total, el ser trasciende o dicho mucho más claramente: la trascendencia del ser se patentiza en el estar-ahí del Espíritu históricamente desplegado en sí y para sí, y de pronto nos podemos ver reencarnados en las antípodas. Es en ese momento que se obtiene el estado prístino de la levedad conocido como cosología absoluta.
Dudas producto del ser
El ser, eso sí, nos provoca varias dudas al respecto: ¿por qué en español hay que aprender esa palabra además de la de estar, siendo que en los idiomas civilizados en griego también el ser y el estar están juntos? (to be, zein, esse, desu, etc).
Grandes estudiosos del ser
- Parménides
- Aristóteles
- Santo Tomás
- Heidegger