Un descenso al Maelström

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Un descenso al Maelström, es un cuento algo largo o tal vez un libro chiquito escrito por el hombre macabro y color sepia Edgar Allan Poe, en el cual relata la historia de un pescador que cae en un vórtice sobrenatural en medio del mar, parecido al inodoro gigante del planeta tierra en las costas de Noruega, y en este logra ver monstruosidades inexplicables y sale de este siendo un anciano. Similar al relato de El Viejo y el Mar de Ernest Hemingway pero con algo de más violencia incluída.


Relato

Los caminos de dios en la naturaleza, no son como los nuestros, no son lo que yo pensaba, ya no es lo que era, ya no es lo que era...
O algo ási iba el dicho...


Cuando el viejo es viejo

La historia inicia cunado ciertos hombres exploradores provenientes de los Estados Unidos terminan de escalar la grande y tenebrosa montaña "Helseggen" en el oeste de la costa noruega. Junto con un montón de bacalao apestoso y sus cascos vikingos hechos para turistas, viene un anciano nativo, que sirve de su guía y su mula en tan trepidante y cansado viaje. El poner a un anciano como guía turístico podría resultar una completa estafa y una cierta crueldad contra la venerable y senil población, pero este anciano conoce los rumbos mejor que nadie. El anciano durante el ascenso les va contando a los hombres una historia acerca de que no siempre fue un anciano, cosa poco rara en los ancianos, ya que lógicamente no todos nacen ancianos, pero el anciano otorga la culpa de su biología actual a lo que estarán a punto de ver.

A lo lejos el anciano y los exploradores alcanzan ver la costa, aunque los segundos esperaban ver playas nudistas llenas de nórdicas cachondas, lo que divisan sus ojos es casi igual de impresionante. En la extensión oceánica alcanza a verse un remolino, oscuro y tenebroso que gira tan rápido como los tornados de Oklahoma y destruye montones de cosas a su paso como las bombas del Área 51. Los exploradores que asombrados y asustados con aquella manifestación de la naturaleza producida por el habitual encabronamiento de Dios, con ello, el anciano relata que aquella bestia en el mar, famosamente llamada Maelström, pero llamada por sus cojones como Moskoeström[1], fue la culpable de su infortunio unos pocos años atrás.


El mar tiene una fuerza inmensurable y secretos indescriptibles.


Cuando el viejo no es viejo

El viejo relata su historia de cuando era un vivaz pescador reconocido por todos en el país, aunque no sé realmente quién demonios quiera reconocer a un pescador. El hombre conocía bien el mar de las islas Lofoten, donde se encuentra el Maelström, y debido a su naturaleza audaz y aventurera, conocía mejores lugares de pesca aunque estos fueran potencialmente mortales, pero bien es sabido que la gente de esa naturaleza siempre termina sucumbiendo ante su propio juego o en manicomio, por lo que pronto su historia se tornaría funesta. Un día que simulaba ser bueno para pescar, el joven que ahora es viejo pero era joven en ese entonces se embarca junto con sus dos hermanos en busca de aventuras y de algo de pesca para evitar la común inanición del hermoso siglo XIX.

Los tres chiflados tienen una tarde llena de diversión y escorbuto navegando, pero es tiempo de regresar, y el día sigue pintando bien, pero como se sabe, a Dios no le gusta que le toquen las bolas y si él no se divierte, esos jodidos pescadores tampoco, por lo que poco a poco el mar comienza a embravecerse, comienza a llover y poco a poco todo se jode. El barco se mueve como un toro mecánico y los tres hermanos salen volando como tales campiranos o tías gordas que sufren la ira de este. Cuando el joven que ahora es anciano se recobra, presencia lo inevitable, una obra dantesca o un chiste cruel de 4chan se forma ante sus ojos, el Maelström está frente a él y está a punto de caer por él.


El hombre estará a punto de presenciar el horror de los horrores.


El barco con el hombre de vueltas y vueltas una y otra vez. El hombre, al parecer habiendo aceptado su muerte y habiendo hecho las paces con Satanás, disfruta la caída en el vórtice, y en ello, experimenta una maravillosa reconciliación y místico reencuentro con las fuerzas omnipotentes de la naturaleza del planeta, una danza poderosa y de gran hermosura que solo con una fuerte apoplejía o con muchas drogas podría lograr verse.


Moraleja: Nunca jugar con la fuerza onmipotente de dios y todas sus bellas creaciones, o no meter la cara al escusado.

El Maelström

"Carajo..."

El Maelström parece habido ser creado por la retorcida y gótica mente de Poe en una de sus muchas noches de depresión y de oler cadáveres de aves pequeñas, así como lo son corazones que hablan y cuervos que incitan a desarrollar matanzas masivas, pero no, el Maelström es completamente real y está vivito y coleando por ahí aunque solo sea un agujero de agua. Aquel monstruo antagónico hecho de puro mar si que existe en la costa de Noruega, también muy cerca de las islas Lofoten, pero en contra de los malintencionados rumores que a creado este cuento y los idiotas que no comprenden la lieratura dramática, el Maelström y sus alrededores han adquirido fama de ser el culo del mundo donde todo lo malo y todo el infortunio y la mierda de los drenajes del mundo van a parar.

En realidad el Maelström se llama Moskstraumen, posiblemente derivado al "trauma de una mosca" [2], y en vez de tener el diámetro del tamaño de todo un valle, un fiordo o del sistema solar como dicen los chismosos, puede que no sea más grande que el remolino que se forma en su lavadora si es que usted llega a lavar su ropa, o del culo de su madre [3]. El Moskstraumen actualmente es un gran destino turístico que ofrece una gran variedad de actividades de recreación y un gran paisaje natural, pero aún así no se le recomienda ir y lanzarse en el remolino, no vaya a ser que entre de 20 y salga de 80 de aquel fenómeno.

Véase también


Referencias

  1. Y por los cojones de todos los noruegos.
  2. Pobrecilla :c
  3. Comprobado por toda la comunidad científica.