"Estamos sin sistema"
"Estamos sin sistema" es una tradición corporativa y la vez acervo cultural y empresarial de tal profundidad que no puede explicarse en pocas líneas su significado e impacto. Su aporte al subdesarrollo de las naciones es tanto o más importante que la minería extractiva, la industria de exportación y el redibujado de neumático.
Historia
Según la historiografía actual, la primera vez que se utilizó el "Estamos sin sistema" fue durante las Cruzadas de la Edad Media, cuando se cortó la cuerda de una catapulta. A los soldados no les quedó más remedio que decir a sus superiores que estaban sin sistema, quedándose todos tranquilos, minutos antes de que una horda de moros los asaltase por la retaguardia para usurpar sus bienes más preciados.
A pesar del turbulento resultado, ninguna cultura ha logrado darle un atajo eficiente a esta contingencia, de modo que se traspasó rápidamente a los países de América una vez descubiertos, quedando como cuna de esta doctrina los países escandinavos España.
Causas
Si Santo Tomás de Aquino hubiese vivido en tiempos modernos, habría dado aún más sólidos argumentos a su teología, pues se suele citar a la causa de estar sin sistema al misterio de la existencia de Dios, por lo que filósofos han propuesto que la solución a este problema no está en la técnica sino en la fe.
Atendiendo a la experiencia informática, la razón de estar sin sistema es normalmente responsabilidad de otro, informando habitualmente que hay un problema en un nodo del cable transaltántico, que se cayó la fibra óptica del proveedor o que los servidores entraron en "modo seguro" y que se está viendo el problema con los fabricantes chinos del hardware.
Ámbito de aplicación
"Estamos sin sistema" es frecuentemente utilizado en empresas de servicios por el personal de atención de público con objetivos tan variados como tener tiempo suficiente para acabar una partida de Tetris o cortarse las uñas debajo del mesón, por nombrar sólo algunas de las actividades gravitantes de las operaciones de cualquier organización.
Lo paradójico de esta sentencia es que no es relevante que haya o no sistema disponible. Sólo el hecho de enunciarla produce un efecto significativo en el comportamiento organizacional. El departamento de informática puede avisar al gerente general que "no hay sistema" y éste, aparte de hacer una mueca, decidirá ir a una reunión (marcharse a casa) o volver al hogar con anticipación. El empleado común y silvestre, que no tiene las facilidades del gerente, se verá obligado a jugar a los naipes (de verdad) o bien navegar detrás de un proxy por internet (porque como ya dijimos "no hay sistema" implica que "no hay sistema" aunque lo haya).
Universidad
En el ámbito universitario, "estamos sin sistema" produce la felicidad del alumnado, al transformar en un mosaico incompleto la toma de ramos o materias (con un horario lleno de "ventanas" partiendo a las 8.00 de la mañana y terminando pasadas las 9 de la noche), mientras que algunos se orinarán al no poder ver sus notas creyendo que repetirán (una vez más). Cuando los servicios higiénicos son computarizados, no queda más remedio que irse a casa temprano o bien quedarse tomando cerveza en el patio.
Contabilidad
En lo que respecta al apasionante y vertiginoso mundo de la contabilidad, "estamos sin sistema" detiene todo el movimiento de orbis nostra, dado que el único sonido que existe en esos departamentos es el de los teclados numéricos (los funcionarios de esta especialidad son mudos la mayoría de las veces). Estar sin sistema puede producir un agujero negro en el centro de la organización, la cual por efecto de la física cuántica puede retroceder hasta la Edad Media al cabo de unas pocas horas.
Diseño
"Estamos sin sistema" puede ser la némesis del diseñador, que hace ya aproximadamente 1500 años perdió la habilidad de dibujar a mano alzada. Normalmente al aplicar esta sentencia el diseñador obtiene tiempo para ir a un bar a beber (a cualquier hora) o desordenar más aún la oficina. Si "estamos sin sistema" tiene a infinito se puede producir tal desorden que es esperable una reencarnación de Diógenes de Sinope y la consecuente clausura de la oficina por la autoridad incompetente.
Área Legal
Los abogados no tienen sistema y cuando los crean nunca funcionan, de modo que siempre están "sin sistema" y mejor pasemos al punto siguiente.
Política y sociedad
En materia político social, estar sin sistema es el ideal anárquico perseguido por hackers, algunos intelectuales sin ingresos y según cierto grupo comunistas flojos. Sin embargo, la gravitación del sistema es tal que incluso cuando "estamos sin sistema" esta condición impide la realización de las ideas anarquistas porque no hay cómo comprar pintura en spray, pasamontañas, no se pueden fabricar chapitas con el líder de moda ni nada, por lo que los grupos antisistema se deben sentar en la calle a llorar si se corta la luz o la fibra óptica.
Riesgos
Muchos riesgos implica la presencia de este flagelo. Por regla general, una agudización de estar sin sistema puede producir la muerte, por ejemplo, en el caso de un hospital. También puede producir la muerte, más probablemente, por aburrimiento. Otros problemas menores que se han documentado son pequeñas lesiones musculares de tanto jugar solitario con los naipes, afonía, y problemas de esfínteres (en el caso de baños computarizados).
¿Cómo solucionarlo?
Es muy simple. Existen dos métodos alternativos que permiten soslayar las dificultades propias de esta situación. Cuidado, porque aunque aparentemente pueden utilizarse de modo simultáneo, se puede producir una implosión a nivel galáctico de impredecibles consecuencias.
Vía departamento de informática
La clave está en informar de la situación apenas sea detectada, para que el departamento de informática pueda asignar los recursos en menos de seis horas, luego del desayuno. Es esencial ser muy claro en la identificación del problema, para que los profesionales trabajen en lo que efectivamente deben resolver en vez de estropear algo que funcione perfectamente.
Luego de algunas muchas horas de trabajo, los usuarios volverán a contar con el sistema en pleno funcionamiento, salvo algunas aplicaciones (que normalmente son las más utilizadas).
Métodos de gestión alternativos
El líder avezado identificará los métodos de gestión que puedan utilizarse en esta contingencia, e instruirá a su equipo en su correcta aplicación. Salvo en subterráneos, prefiérase las señales de humo o sistema de semáforos, para lo cual será de gran beneficio tener colaboradores que hayan sido scouts. En otros casos resultará más adecuado el papel escrito a mano, para lo cual se deben preferir los trabajadores que hayan obtenido buenas notas en la caligrafía del colegio. Salvo en iglesias y bibliotecas, también se puede optar por el muy eficiente método de gritarse, en cuyo caso se debe evitar a trabajadores mudos o afónicos. Estudiosos del desarrollo organizacional afirman que este último recurso sirve con o sin sistema de modo muy efectivo, sobre todo en cárceles y canchas de fútbol.
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