Incilibros/Cómo Torturar

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No salgas de casa sin uno de estos

Hacer sufrir a los demás produce placer... Es algo inevitable, es un sentimiento inhumano y anormal que no debe avergonzarnos. Admitámoslo: alguna vez hemos imaginado al rival, al enemigo o al traidor en la antesala de la hoguera, por lo menos lo hemos practicado en nuestros sueños de venganza. Sí, desde épocas remotas se ha practicado el digno oficio de verdugo; así que, si desde siempre se ha torturado ¿porqué actualmente prolifera ese pensamiento irracional que alega que torturar es inmoral? ¿Por qué no puede uno desahogarse del vecino que pone la música a tope a las 2 de la mañana? Exacto, esos seres deben ser torturados, por mucho que diga la gente. Si usted es de las pocas personas cuerdas que creen que las torturas deben aplicarse siempre y cuando sea necesario, siga leyendo pues le mostraremos Cómo torturar al ser que usted más odie o al primero que vea, o al que se te pege la jodida gana.

Torturas Físicas y Psicológicas

Primero que nada, definamos bien estos dos tipos de tortura, pues su conocimiento previo puede abrirte las puertas a mejores opciones de sufrimiento, pues recuerda que no siempre se sufre más por el cuerpo...

Tortura Física

Es la más común, pues es sus efectos son los más obvios y visibles, además de que es la más fácil de realizar. Esta tortura es realmente divertida y sencilla, solo haz que sangre y que grite, la cantidad de diferentes objetos que pueden utilizarse y las zonas de cuerpo en las cuales se puede actuar le dan un toque más variado y menos monótono. Tu decides cómo, cuándo y en qué grado torturar, así como el periodo que se prolongue la tortura (Es decir, tener prisionera a la víctima y torturarla cada día). Un método muy divertido es clavar agujas debajo de las uñas de tu victima, hazlo y disfruta como se retuerce de dolor.

Tortura Psicológica

Recordamos: no siempre la tortura física es la más dolorosa. La tortura psicológica es aquella en la que el individuo en cuestión no es agredido físicamente, pero es intimidado, amenazado y recluido en una sala pequeña, donde se retiene hasta la locura. En realidad es bastante entretenido ver cómo le infundes el terror al torturado, cómo grita sin control y cómo van apareciendo otros síntomas de la inminente LOCURA... Sí, es divertido. Aún así es extremadamente difícil y sobre todo caro llevar esto a cabo pues el individuo ha de ser alimentado y eso, cuesta sus leros. Sin embargo, vale la pena intentarlo y es bonito ver a alguien encerrado en una habitación acolchada pegándose golpes contra las paredes intentando, en vano, destrozarse el cráneo... sí, ni el arco iris supera tal belleza.

Empecemos...

Antes de nada, es necesario poseer alguna vida humana para poder torturarla hasta que desee la muerte, si usted no posee a nadie en cuerpo y alma, siempre puede secuestrarlo y llevárselo... ¿a dónde? pues usted necesita un establecimiento en el que llevar a cabo las macabras torturas. Si no posee ninguno, utilice su habitación, eso sí, ¡que tenga pestillo!

Si ya posee una habitación con pestillo llega el momento de escoger a la víctima. Dicha víctima no debe de ser un familiar (a excepción de suegras). La víctima ha de ser alguien al que odie hasta el punto de la locura, por ejemplo alguien que se le haya colado en la fila del supermercado, alguien que le ha mirado de reojo mientras pasa por la calle o ¿por qué no? alguien que se ha respirado su aire. Si tiene elegida ya la víctima asegúrese de que no es del sexo por el cual usted tiene atracción, pues una noche de tortura podría acabar convertida en una noche de sexo (Síndrome de Estocolmo) (recuerde: las suegras no cuentan).

Métodos de tortura

Damos por hecho que usted ya posee una vida humana encerrada en su habitación y que desea por encima de todo hacerla sufrir hasta que desee la muerte. Antes que nada, ha de equiparse con los artilugios necesarios de tortura. Aún así, si no posee dichos artilugios y no le da la gana irlos a comprar al super, citaremos también algunas torturas que no requieren artilugios extraños como un cuchillo o un tenedor, y bastará con tener una prensa o un láser.

Extracción de ojos y posterior meada en sus cuencas

Si el baño está ocupado ¡no desespere! Aún le queda un lugar en donde hacerlo...

Ah... la clásica tortura... la más utilizada en las películas de terror y la más temida por cualquier nena. Aplicarla sobre una víctima es fácil y solo se requieren un par de cucharas y muchos litros de agua (para que se le afloje la vejiga).

Para empezar siente al humano en una silla para que sus piernas y su torso hagan un ángulo de 90º, ni más ni menos. Áte a la persona de forma que no pueda mover la cabeza (ni los brazos no sea que le pegue un puñetazo). Una vez inmobilizado proceda a quitarle los ojos con sumo cuidado para dejar bien limpitas las cuencas. No guarde los ojos, no los va a volver a necesitar. Si se le rompe la cuchara siempre puede coger la otra de reserva, que para algo la ha cogido. Haga caso omiso a los chillidos de dolor de su víctima o, como mucho, ría malvadamente para que se sienta humillado. Una vez vacías las cuencas es el momento de proceder a la verdadera tortura. Colóquese a una altura superior a la de la cabeza de la víctima e ingiera veinte litros de agua. Cuando note que ha llegado el momento saquéesela y haga puntería: ha de acertar en sus cuencas. Procure que queden ambas llenas del todo de su líquido vital. Ahora regocíjese al ver a la víctima implorando clemencia y deseando la muerte al notar en sus vacías cuencas un líquido extraño. Si hace falta usted puede decirle de que se trata. Acuérdese de renovar el líquido cuando sea necesario y ¡listo!

Cosquillas en los pies

Se sabe de algunos padres que maltratan a sus hijos, pero algunos han superado ya los límites de maldad y perversión.

Seguro que alguna vez le han hecho cosquillas en los pies. Entonces debería saber lo molesto que es. Imagínese ese sentimiento en los pies pero que, al contrario que las cosquillas tradicionales, no tenga fin. El dolor y el sufrimiento debe ser horrible. Es por eso que lo hemos seleccionado como uno de los métodos de tortura.

Lo primero que ha de hacer es colocar al futuro torturado sobre una cama y atarlo de forma que no pueda mover ni un músculo. Péguelo con superglue si es necesario, pero que no se mueva. Una vez esté bien sujeto colóquese en la parte inferior de la cama y siéntese en una silla bien cómoda, pues estará muchas horas sentado. Proceda a coger una pluma bien larga y peluda. Si no posee ninguna siempre puede birlársela al loro de la vecina de encima. Coja la pluma y proceda a torturar cruelmente a la víctima hasta que se canse o que le entre hambre. Si no le apetece tirarse toda su vida haciendo cosquillas a alguien siempre puede contratar a un chino para que lo haga por usted, las posibilidades son ilimitadas a continuación te daremos unas muestras en imágenes dado que nos queríamos evitar la fatiga.

Además, busque diferentes maneras de hacer cosquillas en los pies... es decir...con las manos. Ate a la victima lo mas fuerte posible y ¡hágale cosquillas hasta que desee la muerte! las cosquillas en lo pies son muy frecuentes pero y si el torturado no tiene cosquillas en los pies? siempre se le pueden atar las manos a una cama coger una pluma bien peluda y proceder a hacer cosquillas en las axilas sera algo molesto e incomodo y no pare hasta q dese la muerte

Lamida de ojos

Más que claro

Lamer los ojos, es y ha sido siempre una de las mayores putadas de la historia de la humanidad. Si usted quiere hacer sufrir con sus propias manos (en este caso con su propia lengua) a la persona que más odia éste es uno de los métodos más eficientes y sencillos que hay.

Si quiere proceder a torturar al afortunado con este método, colóquelo sobre una silla y ate su torso al respaldo de la misma. Átele también las piernas pues si no es posible que le propine una buena patada en los cojones y eso duele. Una vez sujeto explíquele a la víctima cual es su intención y haga que llore y caiga en la locura por saberlo. Después de que lo llame loco y demás irracionalidades colóquese de pie sobre sus muslos y cójalo fuertemente de la cabeza. Saque la lengua y empiece a lamer como nunca lo ha hecho. Si le resulta incómodo tener que mantenerle los ojos abiertos con los dedos siempre puede utilizar un par de grapas para hacerlo, le será más fácil. Ahora regocíjese al ver a su mayor enemigo retorciéndose de escozor implorando clemencia, por supuesto, no sea clemente con él, se lo merece, y si le desagrada esta idea para eso existen los limones y la sal, muahahhahhah.

Masturbación con chinchetas

Ella puede convertirse en la mayor tortura de todas.

Si usted es de esas personas que piensan que pensar da pereza y que prefiere que las cosas las hagan los demás ¡no desespere! también hay un hueco en la bella arte de la tortura para usted. Esta tortura es tremendamente efectiva pero requiere de paciencia extrema, pues es posible que el dolor empiece después de un rato.

Si ha elegido esta tortura como su preferida proceda a sentar a la víctima en una silla. Esta vez solo será necesario atar las piernas a la silla de forma que no pueda huir. Proceda a coger un frasco de superglue y empezarle a pegar chinchetas en las manos, de forma que cualquier cosa que coja o toque se pinche. Sé que parece un poco extraño pero usted siga haciéndolo y verá verá. Una vez forradas las manos de chinchetas colóquelo delante del ordenador y póngale una película porno en la que participen Jessica Alba, Bellucci o alguna de estas. Creo que empieza a entenderlo. Siéntese en una silla y espere a que la víctima siga los dictados de su naturaleza, no podrá resistirse y finalmente lo hará. El dolor será horrible y los lagrimones caerán por sus mejillas a la par que sus maldiciones caerán sobre ti. Misión cumplida.

Acupuntura penal

Como todos sabemos las cosas venidas de oriente son todas buenas, por mucho que duelan. Así pues la acupultura es buena y beneficiosa para la salud... siempre y cuando no estemos hablando de acupuntura penal. Ahora en serio ¿se imaginan lo que debe doler tener un montón de agujas clavadas en la punta del capullo? El dolor debe ser horrible debe ser... perfecto para nuestro malévolo propósito.

Si usted ha decidido utilizar este método de tortura tan sumamente cruel disponga a la víctima sobre una silla y átela fuertemente de forma que solo pueda mover la cabeza. Vaya al chino de la esquina y cómase veinticinco raciones de lo que sea que vendan allí y tráigase consigo los palillos chinos. Lo sé, no es con eso con lo que se hace la acupuntura, pero seguro que jode aún más. Colóquese a una distancia prudencial y bajele los pantalones a la víctima. Es el momento de proceder a clavarle los palillos chinos en la punta de la poya. Si se queda sin, siempre puede volver al chino a comer un poco más, que nunca viene mal. Ahora disfrute mientras su víctima se retuerce de dolor e implora clemencia.

Nota: Si usted nota o intuye que la vejiga de su víctima está llena y lista para evacuar aléjese a una distancia prudencial, por razones obvias.

Extracción de las uñas con martillo y escarpa

Sabemos lo que está pensando y tiene usted toda la razón: ¡Au! Esta tortura es tremendamente dolorosa pero exige fuerza, sangre (de la víctima) y materiales varios. Así es, sin un martillo y una escarpa no se pueden extraer las uñas con un martillo y una escarpa.

Si ya posee estos materiales y está dispuesto a hacer sufrir a una víctima como nunca dispóngala en una silla atada de pies y manos con las manos sobre el reposabrazos (asegúrese antes de que la víctima tenga uñas o, por lo menos, que no se las coma sino podría resultar un tanto inútil la tortura). Coja la escarpa y colóquela entre la uña y la piel del dedo. Coja fuertemente el martillo... a la de una... a la de dos... ¡ZAS! Repita este proceso tantas veces como uñas haya y si después de las manos aún tiene ganas de juerga puede pasar a las de los pies que pueden llegar a ser igual de dolorosas. Si al acabar se aburre dedíquese a pegarle martillazos, la creatividad es la mejor arma que tiene (además del martillo).

Apagado de cigarrillos en los ojos

Esta dolorosa tortura es una de las más fáciles de realizar pues puede usted estar torturando a la víctima mientras se encuentra tranquilamente sentado en el sofá viendo un buen partido de fútbol. Es sencilla de realizar y tremendamente efectiva con el único inconveniente de que los cigarrillos no son gratis por lo que tendrá que apañárselas para robar unos cuantos paquetes o comprarlos en el estanco como un buen pringado.

Si ha elegido esta tortura corra al estanco y llévese consigo (legal o ilegalmente como prefiera) unos cuantos paquetes de cigarrillos y, si se atreve, también puede comprar puros, aunque hay que decir que son más fuertes y puede que no le sienten bien (si se ha preocupado por la víctima, tranquilo, técnicamente duelen lo mismo). El día ideal para realizar esta tortura es el domingo (por razones obvias) pero asegúrese de comprar antes los cigarrillos si no pueden darle por culo y tendrá que utilizar otra tortura. Siéntese en el sofá y siente a su lado a la víctima, si quiere puede drogarla un poco para que se muestre más participativa y colaborativa, lo dejamos a su elección. Áte lo justo a la víctima para que no pueda huir y ábrale los ojos pegándole los párpados a la frente con celo. Una vez preparados, encienda la tele, encienda un cigarrillo y disfrute del partido mientras su víctima arde en terror al comprobar que no hay cenicero.

Depilación del vello capilar con cera

Los resultados pueden ser inmejorables.

¡Dolor, dolor, dolor, dolor! Eso y nada más resume esta tortura de la mejor de las formas. Sin embargo no se deje llevar por el placer del inaguantable dolor que provoca que te depilen el pelo con cera pues exige mucha fuerza, paciencia y sobretodo dedicación a la causa. Esta tortura es solo apta para aquellos torturadores profesionales que son capaces de hacer sufrir a sus víctimas a cualquier costa.

Si ha elegido esta tortura es usted un degenerado ha de poseer las herramientas de tortura necesarias que constan de:

  • Cera.

Una vez posea dichas herramientas, proceda a atar a la víctima en una camilla. Asegúrese primero de hacerla sudar mucho para que así la cera duela aún más. Para ello puede subir la calefacción o... Cuando ya se encuentre sudando y mucho asegúrese de que está bien sujeta a la camilla y entonces proceda a aplicar la cera sobre el pelo y a tirar, aplique y tire, aplique y tire y así sucesivamente hasta que se desmaye de dolor.

Nota: Asegúrese antes que nada de que su víctima posee pelo y de que no es calva, de lo contrario podría estar usted haciendo el imbécil.


Rasurar la retina

Tome a la victima y átela a lo mas estable que encuentre, tome su rastrillo para rasurar (este puede ser nuevo, estar oxidado, recién usado o ya sin filo, esto ya es decisión personal según se sienta mas a gusto). Abra el ojo a rasurar de su victima, esto puede ser difícil, por lo que se sugiere utilizar la técnica de engrapado o si se es mas dedicado se puede coser con nylon para que no se cierre el parpado.

Tome su rastrillo suave pero firmemente y colóquelo en la parte superior de la retina. Presione finamente y deslice lentamente (muy lentamente) el rastrillo. Vaya eliminando su retina, puede conservarla y dársela de recuerdo a la victima al finalizar.

Como complemento extra puede colocar una cámara de video, para que lo vea con el ojo restante mientras le aplica esta tortura.

Helada en los cojones

De solo pensarlo me rio. Tome a su pobre víctima (si es un regaytonero, de pobre no tiene nada) acuéstela en una cama (mientras más dura e incomoda mejor), átela a esta con cuerdas (no voy a insistir en la SuperGlue) y vaya a por sus materiales. Solo necesitará hielos, simples cubos sólidos de H2O, para causar un sufrimiento y unos gritos de piedad terribles. Una vez tenga sus preciosos hielos vaya a ver a su víctima y quítele los pantalones (solo los pantalones) e ignore los gritos y exclamaciones que hablan de lo dudosa que se encuentra su cordura y su sexualidad. Cuando la víctima se aburra de gritar y sus quejas se reduzcan a debiles gemidos es momento de proceder. La víctima, que se encuentra en calzoncillos, recibirá una carga de hielos más helados que la mismísima Antártida en sus preciados cojones, y las quejas que escuchará serán la envidia de todos sus vecinos. Es necesario que la víctima se encuentre en calzoncillos para que esta prenda de tela sostenga los hielos y los mantenga bien agarrados y apretujados contra los genitales de la víctima. Frote los hielos si es necesario, aunque esto sea de ámbito un poco gay. El uso prolongado de la malvada técnica puede acabar en impotenia de su víctima, pero así mejor ¿no?.

Para terminar...

Ha llegado el momento de despedirse, venga va hombre no llore, siempre puede torturar a otro.
Librotachado.jpg
Afortunadamente WikiHow (aún) no nos plagió el manual sobre Cómo torturar..

Si ya ha hecho sufrir a su víctima hasta la saciedad, si su víctima ya se ha quedado sin lágrimas para llorar de dolor y si ya ha hecho todas las torturas aquí citadas y unas cuantas más inventadas ha llegado el momento de replantearse el hecho de dejar de hacer sufrir a la víctima. Si, sé que es algo difícil. Lleva mucho tiempo con su víctima, habéis pasado muchas cosas juntos, penas, cosas buenas... y ha llegado a quererla como a su propio hijo, pero ha de asumirlo, ya lleva demasiados años encerrada en su habitación sufriendo día tras día.

Ha llegado el momento de liberar a la víctima de sus penas y de su prisión corpórea ¡acabe con ella de una vez por todas! Para ello siempre puede leerse nuestro otro manual Cómo matar a alguien que le dará ideas sobre como matarlo sin hacerlo sufrir más que unos pocos minutos, nada comparado con las anteriores torturas de este manual. Pero si quiere mi consejo péguele un tiro en la cabeza y acabe con su sufrimiento, usted también tiene sentimientos y no es un desalmado, no querrá hacerlo sufrir.

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