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Canal de Suez
El canal de Suez (no confundir con canal de Suecia) es un corte transversal limpio de 163 km practicado con una daga de 345m de grosor sobre la península del Sinaí. Es, formalmente, la división entre los continentes de África y Asia, aunque eso es muy discutido dado que por su culpa ahora África es una enorme isla perteneciente al continente asiático.[1] Fue cortado por los franceses del siglo XIX por la curiosidad de ver qué pasaba si lo hacían. Spoiler: salió mal.
Historia
Antecedentes
Ya desde la época de los faraones se planeaba el unir el mar Mediterráneo y el mar Rojo por todos los beneficios de hacerlo. Se dice que ya en las épocas de Ramsés II el afamado mandatario tenía un plan para ello: dinamitar todo el Sinaí con todos los judíos dentro. No contaba con que la dinamita no existía aún, y como los judíos no iban a estar esperando hasta que se invente, se escaparon. No se pudo poner en marcha el plan y el Antiguo Egipto murió sin poder matar a todos los judíos. Y sin abrir el canal de Suez, claro.
Construcción
Las obras para construir el canal empezaron recién en 1859, un par de años después de Ramsés. Esto fue promovido por el segundo imperio de Napoleón III, concretamente por su sockpuppet Ferdinand de Lesseps. Al principio la realización del corte era algo muy difícil de realizar, pues la gente de ese tiempo no era tan brillante como antes y su plan era darle a los obreros una daga gigante para que intentasen cortar el istmo ellos solos.
Sobra decir que todos morían en el intento, hasta que decidieron reemplazar a los humanos por robots (que existían en la época como resultado de la incipiente revolución industrial), que probaron ser muchísimo más efectivos dado que estos no podían morir aplastados. En solo dos años terminaron el corte (había partes difíciles de cortar porque tenían mucha gente en medio), terminando diez años después de el inicio de la obra, de los cuales ocho habían sido desperdiciados en cavar con cucharas.
Se inauguró en febrero de 1867, pero ante el hundimiento del barco que abrió el canal decidieron retrasar el evento hasta noviembre de 1869, contando con la presencia de la emperatriz de Francia como amuleto de buena suerte.
En 1875 el canal fue comprado por la reina Victoria, aprovechando que Egipto vendía sus acciones y aprovechando también que era Navidad y en vez de comprar las acciones, las recibieron de regalo por fiestas.
Diversos bloqueos del canal
Todo iba bien con los británicos y su benevolencia administrativa de cobrar un dólar menos de peaje a los barcos egipcios, hasta que en 1956 el presidente de Egipto Gamal Abdel Nasser[2] en un acto de extremo egoísmo, decidió nacionalizar el canal para quedarse con los peajes de todos (incluyendo los egipcios). Eso obviamente enojó muchísimo a los británicos, antaño dueños del canal, y a los franceses, que no peleaban desde la Segunda Guerra y estaban aburridos de tanta paz; por lo que junto a una coalición internacional de países que odiaban a Egipto entraron en la guerra del Sinaí, que culminó un año después con todos cabizbajos aceptando los impuestos.
Fue desde entonces administrado por Egipto hasta 1967 que estalló otra guerra más en la zona, la guerra de los Seis Días, que se volvió a cerrar el canal por culpa del gobierno israelí que quería venganza por lo de Ramsés. Tras la guerra, los egipcios tuvieron mucha flojera de reabrirlo hasta que se dieron cuenta que mientras más tiempo estaba abierto el canal, más dinero ganaban, reabriéndolo en 1975.
Todo siguió bien hasta la llegada del fatídico 2021, en el que un portaaviones chino disfrazado de carguero enviado por el canal de Suez para atacar a Francia se vio brutalmente atacado por una maligna ráfaga de aire que lo encalló en el canal, bloqueándolo por completo. Después de un par de días en los que Egipto perdió 10 dólares por día (arruinando su ya frágil economía totalmente), se puso en marcha el plan original de Ramsés y se dinamitó el espacio que ocupaba el barco, hundiéndolo y así liberando el canal.
Capacidad
El canal permite el paso de todo tipo de barcos, independientemente de su tamaño. Claro, a menos que tengan más de 20 metros de calado y una altura máxima de 68 metros sobre el nivel del mar. Si un barco más grande trata de pasar le cobran el doble de impuestos y lo hunden para que no interrumpa el paso (a menos que pague el triple, ahí pasa normal). A pesar de que se podría pensar que es muy restrictivo, lo es mucho menos que el canal de Panamá, por el que solo pueden pasar botes de 3x3x3 y pagando dos ojos de la cara, lo que ha hecho que el canal de Suez sea una opción más popular entre los que les gusta el sentido de la vista.
Impacto ambiental
Ninguno, el canal es perfecto así como está y claro que no ha introducido nuevas especies que no deberían estar ahí al mar Mediterráneo y jamás ha cambiado la salinidad de este último afectando su ecosistema. ¡God save the queen, vive la France y todo lo demás! Ya lo dije, baja eso.
Zona económica del canal de Suez
También llamada zona libre de impuestos o contrabando legal, es una zona que rodea al canal en la que no hay impuestos y todo lo relacionado al comercio está permitido (algo así como la zona roja de Ámsterdam). Fue impulsado por el gobierno de Egipto para mantener al Reino Unido feliz y que no les vuelva a declarar la guerra. Ocupa 666km² en los que varios comerciantes han aprovechado y han establecido tiendas o incluso casas, aprovechando que no pagan impuesto a la vivienda. Incluye además tres enclaves israelíes puestos ahí por orden del tío Sam en un intento de favorecer el comercio entre Israel y sus no tan amigos de Medio Oriente, aunque falló estrepitosamente dado que todos los comerciantes y barcos árabes que pasan por la zona los miran feo. Les compran y favorecen el comercio, sí, pero también los miran feo y ¿que es peor?