Entre los dos hacen dos
| Compositor | Hans Jürgen von Streber |
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| Libretista | Coronel Federico Müller-López Sáenz de Heredia |
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| Tipo | Ópera bufa |
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| Actos | 3 actos y un epílogo |
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| Idioma | Español |
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| Basado en | Entrevista de Hendaya (23 de octubre de 1940) |
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| Fecha de estreno | 1942 |
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| Lugar de estreno | Teatro de Cámara de la Bauhaus Hispánica, Madrid |
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| Personajes | * Adolf Hitler (barítono bufo) * Francisco Franco (contratenor) * Ramón Serrano Súñer (tenor ligero) * Traductor (tenor cómico) * Camarera Vasca (soprano coloratura) |
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| Duración | Más que un día sin pan. |
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"Entre los dos hacen dos" es una ópera bufa en tres actos y un epílogo que parodia la reunión histórica entre Adolf Hitler y Francisco Franco en la estación de Hendaya en octubre de 1940. La obra es notable tanto por su contenido satírico como por el trágico destino de sus creadores.
Historia de la obra
La ópera fue concebida en 1941 por el coronel falangista Federico Müller-López Sáenz de Heredia y el compositor alemán Hans Jürgen von Streber, ambos profundamente decepcionados por el fracaso de la reunión de Hendaya y la consiguiente falta de alianza hispano-alemana. Quisieron así protestar contra sus dos líderes, a quienes consideraban tibios y poco comprometidos con las causas nacionalsindicalista y nacionalsocialista por no haber sido capaces de llegar a un único acuerdo y por actuar como dos, sin alcanzar la unicidad.
En palabras del musicólogo Hernán Gran Besada, especialista en música española de posguerra, la ópera fue compuesta con tanto entusiasmo y celeridad que "...cualquiera diría que Von Streber y Müller-López eran dos, pero hacían cuatro".
El estreno en 1942 en el Teatro de Cámara de la Bauhaus Hispánica provocó un inmediato escándalo. La sátira, originalmente concebida como una crítica interna a la "debilidad" de ambos líderes, fue interpretada como una afrenta a ambos regímenes:
- El libretista Müller-López fue detenido por la policía franquista. En el interrogatorio al que fue sometido dijo que su única intención era hacer reaccionar a ambos líderes. Tras "pasar por la piedra" fue enviado al Campo de concentración de Miranda de Ebro, donde falleció en 1943 mientras, preso del cólera, con sus últimas fuerzas garabateaba un poema escatológico en la puerta de la infame letrina en la que defecaba.
- El compositor Von Streber fue reclamado por las autoridades nazis. Frente a las SS manifestó que el propósito de su música no era otro que exortar al Führer a ser un Überführer. Se le envió temporalmente a Auschwitz para que el doctor Josef Mengele le auscultara. Éste le realizó un par de mejoras para alejarlo de su condición oficial de untermensch, entre ellas la extirpación de un testículo que, según Albert Speer, Mengele se ofreció a injertar en el cuerpo dle propio Führer, quien rechazó la oferta con desdén. Von Streber fue enviado a un batallón de castigo en el Frente del Este, donde coincidió brevemente con otro compositor, Ruud Keppen De Jo quien, en su papel de cabo, abusaba continuamente de su autoridad para destrozar la moral de Von Streber, con quien la había tomado. Von Streber fue finalmente capturado por los soviéticos cuando cantaba una de las arias de la ópera, tremendamente pegadiza y que no podía sacarse de la cabeza. Pereció en un gulag en 1945.
- El director, el italiano Alfio Battuto, hizo protestas de que él solamente había movido un palo durante la función, fue deportado a Italia, donde sus explicaciones hicieron mucha gracia a Mussolini (quien barajó reestrenar la ópera en el Teatro Alla Scala como prueba de su dual superioridad frente a sus homólogos, sin embargo el Conde Ciano y otros altos cargos de la diplomacia italiana le convencieron de que dejara enfriar la idea).
- El resto del reparto, según Serrano Súñer (el auténtico) no fue represaliado. Pasaron de trabajar en artes escénicas a trabajos de cantería y construcción en el valle de Cuelgamuros.
La obra permaneció prohibida hasta su redescubrimiento en 1979. El reestreno estaba preparándose unos años después, una vez se había superado el Golpe de Tejero y se veía afianzada la democracia española. Pero entonces se puso de moda la llamada Movida Madrileña y la obra ya no interesó al público que consideró el tema caduco y pasado de moda, si bien los propios artistas de la Movida la veían como una obra de culto.
Los derechos de autor de Müller-López y Von Streber caducaron en 2015. Tras la pandemia de 2020, Netflix ha anunciado la producción de una serie musical basada en la obra original con el concurso del dúo Ojete Calor interpretando a los dos personajes principales. Por motivos que se desconocen el proyecto ha sido postergado sin llegar a ver la luz hasta la fecha.
Personajes
- Adolf Hitler (barítono bufo)
- Francisco Franco (contratenor)
- Ramón Serrano Súñer (tenor ligero)
- Traductor (tenor cómico)
- Camarera Vasca (soprano coloratura)
- Coro de Estación (viajeros, niños, vendedores de periódicos)
- Corifeos (séquitos de Hitler y Franco)
Argumento
Acto I: "La Llegada de los Dos Únicos"
Escenario: La estación de Hendaya, octubre de 1940. Las banderas nazis y falangistas cuelgan del techo enredadas formando un nudo grotesco que hace de lámpara. Un reloj de andén marca las 16:00; su campana suena fa sostenido y se queda muda.
Preludio coral
Por las vías laterales entran viajeros, niños con tijeras de juguete, vendedores de periódicos. Pequeña orquestilla dentro de la propia estación.
Coro de Estación:
¡Llegan, llegan los que son Uno!
Uno más uno… ¡dos!
(do-re-mi… ¡fa!)
Pero el fa se queda mudo: ¡plas!
Solo el eco responde:… ¡plas!
Los niños cortan tiras de papel ondeando “¡Uno!”; los periódicos gritan titulares:
Periódicos (en coro hablado):
¡Hitler y Franco se citan hoy!
¡Gibraltar pende de un hilo!
¡Trigo o acero, ¿qué será?
El coro vuelve a cantar el leitmotiv “Uno” que falla en el último compás; los músicos se quedan en silencio anticipado.
Escena 1 – Aria de la expectación
Interior del vagón especial de Hitler. Espejos, águilas doradas, alfombra roja. Hitler, solo, se contempla.
Hitler (aria, estilo wagneriano-bufón):
El himno del Uno
Verso: “La flecha que no se bifurca,
el sol que es un solo ojo en el cielo,
el núcleo compacto del acero…”
Culmina en un do agudo sostenido; la orquesta responde con el leitmotiv “Uno” que se queda cojo.
Desde fuera, el Coro de Estación susurra el mismo leitmotiv, como eco distorsionado.
Escena 2 – Escena y arietta del cuidado
Andén. Franco aparece en la puerta del vagón; Serrano Súñer le sostiene el codo. Un ayudante coloca un escalón de tres peldaños perfectamente equilibrado.
Serrano Súñer (arietta, tempo de marcha chica, nerviosa):
Cuidado con el desnivel,
que el pie vacile y el poder se derrame.
Cuidado con el desnivel,
que todo gran poder reposa…
¡sobre base estable!
Cada vez que canta “estable”, el Coro de niños repite “¡Uno!” y da un paso al vacío; el último “¡Uno!” queda sin respuesta musical.
Escena 3 – Dúo de los saludos
Hitler baja; se miran. Fagot bufón marca compás de vals que nunca arranca.
Hitler:
Mi poder es Uno, como mi Reich milenario será.
Franco:
Mi España Una, también siendo Uno la gobernaré.
Se estrechan la mano; creen entenderse. El fagot suelta una nota que falla; ambos dudan un instante.
Acto II: "La Negociación del Equilibrio"
Escenario: Vagón-restaurador: dos sillas majestuosas enfrentadas, una mesa redonda.
Escena 1 – Brindis de la unidad
Sirven vino. Corifeos de cada bando aguardan detrás.
Hitler:
Brindo por la fuerza que nace de ser un bloque compacto.
Franco:
Y yo por la ventaja de no tener flancos débiles… ni divisiones internas.
Corifeos (en coro, estilo coriambo):
¡Uno! ¡Uno! ¡Uno!
El último “¡Uno!” se desafina; las copas vibran y se derrama el vino en forma de… una sola gota que parte el mantel.
Escena 1½ – Cuarteto de las partituras secretas
Descubren sendos rollos bajo la mesa. Al desplegarlos: plantillas de sillas de tijera con medidas.
Cuarteto fugato (Hitler, Franco, Serrano, Traductor):
Hitler: 40 cm de ancho, 44 de fondo…
Franco: Altura 90, respaldo recto…
Serrano: Patas cruzadas, sin flaquear…
Traductor: ¿Cómo traduzco este compás de carpintería?
Los rollos se enredan formando un nudo que cuelga de la lámpara; nadie logra deshacerlo.
Escena 2 – Dúo de las sillas
Negociación geopolítica convertida en ergonomía.
Franco:
Para pensar en grande, el soporte físico es clave.
Una postura… desequilibrada, puede nublar el juicio.
Hitler:
¡Exacto! La simetría es una debilidad.
El verdadero poder emana de un punto focal, único e inamovible.
Se levantan ambos, examinan asientos, cojines, ángulos. El dúo se acelera hasta convertirse en un patter común:
Ambos:
¡Silla firme, asiento único, columna recta, voluntad erecta!
Los traductores y ministros se miran perplejos; el nudo de los rollos se aprieta solo.
Escena 2½ – Interludio de la Camarera Vasca
Entra con bandeja de café; se detiene, escucha, canturrea.
Camarera (soprano coloratura):
¡En mi pueblo decimos
que quien solo tiene uno…
se agarra bien al mástil!
¡Pero dos… dos es un lujo
que no se perdona!
Deja caer una cucharilla que gira sobre la mesa y se detiene partida por la mitad.
Escena 3 – Aria de la desesperación del Traductor
Solo, bajo un foco, patter-song vertiginoso.
Traductor:
¡Hablan de tanques y hablan de sillas!
¡De fronteras, de cojines, de acero y almohadillas!
¿Cómo he de traducir este disparate sin par?
¡Que un testículo ausente los pueda unir de tal manera!
¡Dios mío, el mundo pende de este hilo de locura!
¡Y yo aquí, en el medio, en esta noche oscura…
…con mis dos!
(Se toca la bragueta; la orquesta suelta un acorde que se parte en dos sonidos.)
Acto III: "El Fracaso de la Unión"
Escenario: Mismo vagón, ahora desordenado: papeles por el suelo, sillas ladeadas, el nudo de rollos sigue colgando.
Escena 1 – Vals de las concesiones
Hitler, Franco, Serrano. Pequeña orquesta de cámara dentro del vagón.
Vals en 5/4 que se desincopa cada vez que se nombran nuevas demandas.
Hitler: ¡Gibraltar!
Franco: ¡Más trigo!
Serrano (ajustando cojín): ¡Y una base estable!
El vals nunca fluye; terminan pisándose mutuamente los pies.
Escena 1½ – Quinteto del equilibrio
La camarera entra, observa, coloca una bandeja. Se retira el cojín de Franco: su silla se inclina 3º. Hitler, para compensar, se quita una bota: ahora ambos están ladeados.
Quinteto (Hitler, Franco, Serrano, Traductor, Camarera):
Entre los dos hacemos… ¡equilibrio!
Pero equilibrio es ja-ja-ja… ¡imposible!
El nudo de rollos se descuelga sobre la mesa como una serpiente muerta.
Escena 2 – Dúo Final: "Entre los dos hicimos dos"
Conversación se desinfla; se oyen trenes pitando fuera.
Hitler:
Mi Reich permanecerá… Uno.
Franco:
Y España… también Una.
Ambos se estrechan la mano con esfuerzo: cada uno se apoya en la silla del otro para no caer.
Traductor (aparte, al público):
Entre los dos… hicieron dos.
Dos mitades que no cierran,
dos mitades que se niegan,
dos mitades que… se desploman.
Se apaga la luz del vagón; queda solo un spot sobre el Traductor. Se baja la bragueta y saca dos pelotas de ping-pong; las deja rodar sobre la mesa. Se detienen justo en los bordes opuestos.
Traductor (susurro):
Por si algún día se las encuentran…
ya sabrán lo que es ser dos.
Black-out.
Epílogo
Cortinilla se abre de nuevo. Sobre el proscenio, proyección de la fotografía real de la reunión de Hendaya (23-X-1940).
Camarera (voz en off, sobre un fa6 que se apaga):
La historia cuenta que no firmaron nada.
Nosotros hemos comprobado que, efectivamente,
entre los dos… hicieron dos.
El fagot suelta el leitmotiv “Uno” que se queda a medias.
Silencio.
Telón.
Curiosidades
- La partitura autógrafa de Hans Jürgen von Streber se conserva (parcialmente) en un archivo privado de Múnich. Faltan exactamente las páginas donde aparecía el célebre «Patter-song del Traductor» con la estrofa de los testículos y las almohadillas. Se sospecha que las arrancó el propio Mengele durante la “revisión médica” en Auschwitz, pues revelaba información muy sensible sobre el Führer.
- En los años 80, durante los ensayos del frustrado reestreno en el Teatro de la Zarzuela, Alaska, Nacho Canut y Pedro Almodóvar acudieron a un pase privado. Nacho Canut tomó apuntes sobre la escena de las sillas, pues le "moló cantidubi", y Almodóvar intentó comprar los derechos para adaptarla con el título de «Mujeres que parten un Eje» (y contar la historia desde el punto de vista de Carmen Polo de Franco y Eva Braun), pero la familia del coronel Müller-López (que aún vive en Pozuelo y guarda rencor eterno) se negó.
- Existe una grabación pirata del estreno de 1942, hecha con un Magnetophon K4 que von Streber había ocultado en el proscenio y fue rescatada por un técnico del teatro, también falangista desencantado. La grabación permaneció perdida hasta 1993, cuando el musicólogo Hernán Gran Besada la adquirió en un puesto del Rastro de Madrid por 2.000 pesetas, entre un lote de 'cintas viejas de zarzuelas, chulapas y chulapones'. La bobina fue identificada por una etiqueta manuscrita: 'S/E. Hendaya. 1942. No reproducir sin autorización del Jefe del Proscenio'. Gran Besada la digitalizó en 1995, confirmando que, efectivamente, en el momento del black-out final se oye perfectamente cómo alguien del público (presuntamente el embajador japonés) grita «¡Banzai!», mientras se escucha lo que parece ser un susurro intestinal, y otro (voz identificada como la de Dionisio Ridruejo) responde «¡Arriba!» creando un instante de confusión ideológica absoluta.
- El leitmotiv «Uno» que nunca llega a resolverse resuelve sobre un acorde en el que la orquesta siempre se parte en dos, de tal manera que una parte de la misma juega con la afinación natural y la otra con el temperamento. Es literalmente imposible terminar la frase musical con la correcta afinación unitaria. Von Streber lo consideraba su mayor logro teórico.
