George R. R. Martin

George R. R. Martin

Ya hace años descartó seguir utilizando cinturón.

Personal

Nacimiento Defunción	1948 d.C. (después de la Conquista de Aegon) - actualidad.

Estado actual	Procrastinando en lugar de escribir Vientos de Invierno.

Lugar de residencia	En una casa que está justo al lado de la otra a donde va a escribir. Camina poco.

Sobrenombres	El Tolkien Americano. El Gordo Procrastinador GRRR! Martín

Su obra

Se dedica a	Escritor, guionista, productor, catador de pierna de cordero y pizza.

Origen	Más allá del muro (visto desde Berlín oriental).

Hazañas logradas	Crear una saga como la de Tolkien pero más larga y más perversa.

Relaciones	Pocas, solo va del estudio a casa y de casa al estudio, hasta la pizza se la ponen a domicilio.

Enemigos	Sus exigentes y ansiosos fans. La báscula.

Obras	Canción de Hielo y Fuego y muchas otras

Poderes	Crear carismáticos personajes para luego matárselos a las primeras de cambio, cómo se lo pasa.

Gandalf le patearía el culo a Dumbledore

— George R. R. Martin expresando discretamente su opinión sobre la calidad literaria de la saga Harry Potter

Empecé haciendo una trilogía, y me lié, me lié, y...

— George R. R. Martin sincerándose

Vientos de Invierno tampoco saldrá este año, da igual cuando leas esto

— George R. R. Martin tranquilizando a sus fans

Mi posición sobre la llamada "fan fiction" es bien conocida. Estoy en contra, por varias razones que he explicado más de una vez. No las repetiré aquí.

— George R. R. Martin sobre las últimas temporadas de Juego de Tronos

George Raymond Richard Tolkien Martin (nacido como George Raymond Martin, a los 13 años se añadió otro nombre que empezara por "R" para que su nombre se pareciera más al de cierto escritor del que era fanboy), también conocido como GRRRRR! Martin es un escritor norteamericano que destaca por dedicarse a la fantasía sanguinaria, a la ciencia ficción prostibularia y al terror absoluto en sus novelas, cuentos y guiones televisivos en los que acostumbra a no dejar títere con cabeza. Se ha hecho muy famoso a partir de que unos tipos llamados Weiss y Benioff (que es el mismo que Benion, pero cuando está apagado, jaja) se han dedicado a destrozar adaptar su obra Canción de Hielo y Fuego en un show televisivo lleno de tetas y violencia llamado Juego de Tronos. En lo que a tetas y violencia se refiere han sido en general bastante fieles al original, las cosas como son.

En 2005, la revista Time denominó a Martin "el Tolkien Americano", con lo que se le hizo el culo pesicola. Pero quizás no debiera subírsele mucho el apelativo porque esa misma revista fue la que otrora denominara a Hitler hombre del año. Ahí lo dejo.

Primeros capítulos

George en su más tierna infancia. Igualico que Jon Nieve.

Martín nació en un pueblecito de Nueva Jersey en el seno de una familia trabajadora y de lo más normal, sus ancestros no eran señores de dragones ni nobles señores que siempre pagan sus deudas sino irlandeses, franceses, ingleses, alemanes y demás muertos de hambre gentes que emigraron desde los países libres al old far Westeros.

El pequeño George tenía un mundo de dimensiones reducidas: de casa al colegio y del colegio a casa. Se aburría como una ostra y se imaginaba mundos inventados, en los cuales las tortuguitas que tenía como mascotas gobernaban reinos míticos y se mataban unas a otras tras urdir sangrientos complots. Sospechosamente también morían en la vida real.

Los padres le llevaron al colegio de los Maristas, al pobre, así debió seguir evadiéndose convirtiéndose en el típico friki gordito de camiseta negra aficionado a los cómics de Marvel. Es en este tiempo cuando empieza a despertarse su talento como escritor al comenzar a escribir fanfics eróticos de Spiderman, ya que admiraba mucho a Stan Lee y a sus héroes y heroínas vestidos en ajustadas mallas.

Es por esto por lo que decide hacerse reportero como Peter Parker y estudia Periodismo en la Universidad. Cuando recibió la llamada del tío Sam Tarly para participar en la guerra de Vietnam se hizo objetor de conciencia, lo cual fue aceptado por las autoridades no tanto porque les preocuparan sus melindres morales sino porque como ya era un mantecas en la guerra iba a ser más un lastre que otra cosa.

Tras este episodio Martin decidió dedicarse a escribir sus frikadas y a poner su salud en orden haciendo deporte. Lástima que nadie le avisara de que el ajedrez no es el tipo de ejercicio más eficaz para aliviar problemas de sobrepeso. Como de lo que sacaba de publicar cuentos extraños en revistas underground y de ganar premios descabezando alfiles en torneos de ajedrez no le daba para vivir, un amiguete consiguió enchufarle de profe en una universidad, lo cual le resultó un coñazo mayor que si hubiera entrado en la Guardia de la Noche.

En estas estaba cuando uno de sus amigos frikis murió repentinamente de un chungo, lo cual llevó a Martin a replantearse su vida ¿decidió por fin ponerse a comer sano y a hacer ejercicio? No. Renunció a su empleo como docente y se propuso dedicarse a ser escritor full time. Sus venas estaban cada vez más tupidas por el colesterol y los triglicéridos y corría el riesgo de que su vida fuera breve, pero al menos la viviría a tope. Valar morghulis, valar dohaeris.

La trama cobra interés

Martin viendo las últimas temporadas de Juego de Tronos.

Fue entonces cuando se lanzó a escribir. Lanzó así su primera novela, Muerte de la Luz, una historia de ciencia ficción en la cual aparecía una sociedad de guerreros espaciales de ambigua sexualidad que eran muy fieles a su compromiso y a la palabra dada. Y ese es el verdadero tema de la historia: aunque seas más basto que bajarse las bragas a pedos y seas desabrido y con malas pulgas, el mantener tus promesas es lo que te hace humano y no una bestia inmunda. El título de la obra no obstante hace referencia a las dificultades que tenía Martin para pagar sus facturas en aquellos momentos, que hasta le cortaban la luz, dificultades que desaparecieron cuando empezó a llegar el dinero de las ventas, pues ese mismo año había salido la primera de Star Wars y el género se había puesto de moda, con lo cual la gente se compraba cualquier cosa relacionada, por mas que tuviera tramas complejas y desasosegantes por completo alejada del mundo naïf, maniqueo y ablandengado de Lucas. Por fin un golpe de suerte.

Siguiendo con su afan provocador de poner géneros clásicos patas arriba y con el culo mirando a Cuenca, Martín se lanzó a escribir una novela de vampiros, llamada El Sueño del Fevre. En esta novela en un instituto una chica se enamora de un vampiro y un hombre lobo... ah, no, espera, que esa es otra. No, esta no tiene nada que ver con eso. Martín te escribe una novela de vampiros cuyo tema central es la amistad ¿cómo te quedas?. Pues así es él, que lo mismo un día para hablar de amor va y te escribe una historia de vendedores de seguros, si alguien es capaz de eso es Martín.

Muy envalentonado, se lanzó a escribir su siguiente novela, The Armaggedon Rag, una atrabiliaria y experimental historia de misterio en la cual todos los personajes tienen nombres copiados tomados de Tolkien y en la cual se dan unos misteriosos asesinatos (este tipo metería muertes sangrientas hasta en el guión de un anuncio de lavadoras) en el seno de una banda de rock ficticia. El libro fue muy alabado por los críticos más excéntricos y snobs, pero lo cierto es que constituyó un tremendo fracaso de público. Quizás el hecho de que Martin prometiera componer una a una las canciones de esta ficticia banda de rock si el libro tenía éxito sea la explicación más verosimil que hay tras su batacazo en términos comerciales.

De nuevo en la puta miseria, tras verter copiosas lágrimas, decidió abandonar temporalmente su carrera como novelista y prostituirse dedicarse a escribir guiones para shows televisivos en ocasiones de gusto muy cuestionable.

Los fans no le dejarán descansar en paz hasta que acabe Canción de Hielo y Fuego, aunque tenga que volver de entre los muertos

Tras unos años dedicándose a estas labores y comprobando cómo uno puede llenar mucho mejor las alforjas en la arena (cuando no en el fango) del trabajo industrial que en el pedestal de marfil de la novela experimental, Martin decidió mandar todo a la mierda y volver a lanzarse de nuevo a esta última (a la novela experimental, no a la mierda) realizando de una vez por todas todas sus fantasías juveniles: crear una ficción de fantasía épica como la de Tolkien, pero mucho más sangrienta y prostibularia. Y esta vez los protagonistas no serían tortugas.

Así es como nació Canción de Hielo y Fuego, fantasía inspirada en los hechos históricos más turbios de la antigüedad y el medievo a los que añadió zombis, dragones y cuatro cosas mas. El libro originalmente iba a ser una trilogía, tomando como ejemplo El Señor de los Anillos, que NO iba a ser una trilogía, y, de nuevo tomando como ejemplo El Señor de los Anillos la cosa se le empezó a ir, se le fue yendo... pero que se le fue yendo del todo de las manos, y lleva cinco libros tochos, que dice que planea hacer siete, y eso si no son ocho... o trece (que lejos de cerrar tramas la cosa cada vez se complica mas, que hasta él mismo se pierde ya entre personajes y líneas narrativas). Y eso sin contar spin-offs y precuelas.

Su relación con los fans: Canción de Amor y Odio

La HBO ofreció a Martin unos buenos billes a cambio de adaptar su Canción de Hielo y Fuego en formato televisivo. Tras cuatro años trabajando en el episodio piloto la productora decidió que era una basura (quizá no fue buena idea incluir a las Mamachicho) y los showrunners volvieron a hacerlo otra vez, hasta que les salió bien. Entonces el programa se aprobó con el nombre de Juego de Tronos (en referencia al trono en el que se planificaban las escenas). Y se lanzó la serie que terminó por ser un auténtico fenómeno de masas.

Martin se involucró activamente en el desarrollo de las tramas con ánimo de que los guionistas no le destrozaran su creación tuvieran soporte y aprobación por parte del mismo autor de este maravilloso universo, lo cual hizo que no pudiera dedicar a la elaboración de los libros tanto tiempo como hubieran deseado sus cada vez más demandantes fans.

"Así que este es el manuscrito que estáis deseando leer ¿eh?"

Llegó un momento en que la cosa se hizo insostenible y el hombre no daba a basto, que de tanto andar atendiendo a la serie cada vez se le hacía más cuesta arriba escribir los libros, y llegó un punto en que la manga era más larga que el brazo, que no había ya libros que adaptar porque la serie iba más rápido y tenía que seguir. Ahí donde Martín decidió mandar ya todo a la mierda, pasar de la serie y dedicarse a sus novelas, que por otra parte, cada vez se le hacían más bola.

Esto se tradujo en el progresivo descontento de sus malcriados y enfervorecidos fans, a quienes les parece mal todo. Si los guiones de la serie son cada vez más flojos y parecen fanfics del malo porque Martin no está para revisarlos, mal. Si Martin saca un libro rápido y estiman que no es lo suficientemente bueno, mal. Si Martin no saca un libro ni a tiros porque quiere que sea tan bueno como sus fans merecen, mal. Si está atascado con el sexto libro pero a cambio saca una precuela de 800 páginas para ir matando la gusa, también mal, que le llaman procrastinador, y así. De la misma manera dicen preocuparse por la salud de su adorado creador de mundos de fantasía pero realmente lo único que les inquieta es la posibilidad de que el gordo se muera antes de acabar los libros. Martin está hasta los cojones de sus fans, y tal vez no saca los libros ya solo por que se jodan. Puede que hasta los tenga acabados y haya decidido dejarlos inéditos en un cajón. O pegarles fuego: ¡Dracarys, dracarys! Muahahahahaha.

Íntimo y personal

Pues un tipo corriente. Es fan de los distintos equipos de Nueva York, tuvo una novia que también era escritora, se ha casado un par de veces, es de muy buen comer y de poco caminar. Políticamente es más bien rojeras, sólo hay que ver cómo pone a reyes y reinas en sus libros: tal como son realmente.

Famoso contemporáneo (+) ^☀️

English (Fork)