María Pita
Este artículo tiene un alto contenido de humor gallego. Si no eres de esta santa región, es probable que no entiendas algunas cosas. |
María Pita fue una destacada heroína de la ciudad de A Curuña, donde se hizo famosa por matar a un inglés que trataba de robarle su corsé de los domingos.
Para los interesados en la versión menos seria y verídica, Wikipedia tiene un artículo sobre: María Pita |
Un poco de historia
A finales del siglo XVI, el Reino de Gondwana y Protugal del noroeste sufría graves problemas. Para empezar, todavía no se había inventado el tractor, por lo que el rendimiento de las plantaciones agrícolas era escaso. Además, el insigne monarca Fragaurus I practicaba el deporte de la caza intensiva por los montes gallegos, dejando a sus pobres súbditos sin un mal conejo o corzo del que echar mano.
La situación todavía empeoraba más si se tienen en cuenta que los piratas Ingleses comenzaban a escoger las costas gallegas como destino preferido en verano. Sin embargo, en vez de hacer turismo como hoy en día, se dedicaban a plantarse en las villas portuarias al estilo Jack Sparrow, rapiñando todo objeto de valor que se les ponía por delante. Según los historiadores británicos actuales, en realidad lo hacían para convertir a los habitantes del lugar en mejores cristianos, por eso de que el que menos tiene va antes al cielo. Desafortunadamente, los paisanos de aquel entonces no estaban del todo convencidos.
Sucesos del 4 de Mayo
Tras salir pitando de Gran Bretaña perseguido por el fisco, el almirante inglés Francis Drake y su flota de temibles piratas decidieron darse una vueltecilla por el litoral gallego, a ver si podían echarle el guante a unas cuántas rubias. Tras pasar sin pena ni gloria por Ortigueira y Ferrol, pues no había nada que robar, a comienzos de Mayo del 1589 avistaron la Torre de Hércules. Y al igual que el petrolero Mar Egeo unos cuántos años más tarde, el primer barco de la expedición se confundió de ría, viró a estribor y alcanzó la costa encallando en los acogedores arrecifes de la ciudad.
Pese a este contratiempo, A Coruña se encontraba indefensa, debido fundamentalmente a que casi toda la población masculina se amontonaba en el estadio municipal de Riazor, presenciando el partido de liga entre el Dépor y el Real Huesca F.C. Por lo tanto, cuándo Drake y compañía pusieron sus pies sobre tierra firme, creyeron encontrarse ante un día de trabajo fácil.
Los planes británicos comenzaron a torcerse cuándo María Pita, que pescaba sardinas desde las murallas al tiempo que se probaba su corsé nuevo, vio venir a los piratas. Sabiendo que los hombres estaban todos en el fútbol, sacó de móvil y llamó a todas sus amigas para echar una mano, con lo cual acudieron ingentes cantidades de jessis y pijas de los aledaños.
Todo estaba listo para la batalla, que fue breve. El primer inglés que puso un pie en la muralla se llevó un buen escobazo en la cabeza por parte de la señora Pita, y los demás huyeron despavoridos al ver la avalancha de amas de casa que se les venían encima. Así, al vivo grito de ¡Achanta neno!, los curuñeses lograron devoler a los atacantes al mar.
Con posterioridad
Tras alcanzar fama internacional, María Pita fue condecorada con la Orden al mérito por la defensa de la ciudad de la Curuña, impuesta por iniciativa del alcalde Sir Pacus Vascus Máximus.
Además, se le otorgó un asiento en la RAK (Real Academia del Koruño) a perpetuidad y se le concedió por medio de una cédula real el permiso de transportar mulas desde Portugal, lo que aprovechó para traer tabaco de contrabando inaugurando una de nuestras tradiciones más hermosas.
A día de hoy, todavía permanece sobre un pedestal, en su plaza de honor, dispuesta a acabar con los ingleses que invaden la ciudad desde sus trasatlánticos de lujo en el puerto.
Teoría alternativa
Existe una teoría alternativa que se ha ido germinando desde el siglo XVIII entre algunos historiadores, pero que sin embargo no ha tenido el apoyo de los más conservadores. Esta versión descarta el uso de tecnología avanzada entre los defensores, como la telefonía.
Supuestamente, la señora María Pita se hallaba fregando las baldosas de la entrada de su casa cuando unos piratas ingleses pasaron por allí a toda carrera persiguiendo a algunos focos de resistencia de la ciudad. Uno de ellos acababa de pisar un charco lleno de barro y le dejó el suelo que acababa de dejar como los chorros del oro lleno de mierda. La mujer agarró la fregona y tal fue el cabreo que pilló que al grito de «¡Ingleses hijos de puta os voy a matar!» y a fregonazos consiguió echarlos de allí. Por su parte, los pobres piratas volvieron a su isla bastante limpios, aunque llenos de cardenales.