Raya de canela
No confundir con la "raya de cocaina", pues la mencionada es de color blanco, y esta se esnifa por la nariz y no por otra parte
La "rayita de canela" o churrete (aunque también se le conoce con el nombre de "la anchoa") es un fenómeno extendido por todo el globo y del universo. Consiste en la aparición de unas extrañas manchas de color marrón en la ropa interior de las personas, y surgen habitualmente tras cagar hacer una cierta actividad fisiológica y no limpiarse bien. En los casos extremos, surge incluso después de haberse limpiado, debido al tamaño del mojón o a la inexperiencia del sujeto en cuanto a tareas limpiativas.
La denominación de raya de canela proviene del enorme parecido entre el color y forma de las manchas, y el posible resultado de aplicar una ráfaga de esta especia sobre nuestra lencería. Cabe destacar que sólo se presenta en hombres, y si se presenta en las mujeres saben disimularlo bastante bien.
En Chile también se le conoce como "Chantada/Frenada de camión" y en México como "Derrapón", aunque a nadie le importa claro está.
Detonantes de la raya de canela
Esta circunstancia requiere de una serie de pasos previos o ritos que describiremos a continuación. Si es usted tan perverso como para querer provocar este acontecimiento sobre un tercero, siga estos pasos:
- Localizar un baño cercano para evitar que el tamaño de la raya alcance un tamaño inesperado.
- Comer algún tipo de judías y/o/u sustancia semejante, que pueda desencadenar en ingentes cantidades de sana mierda. En caso de no encontrar ninguna, preguntar en la farmacia por laxantes y tomar de tres a doce pastillas de lo que te den. Si te dan laxante en jarabe no seas tonto y no busques las pastillas dentro del bote, que no van a estar.
- Entrar en el baño, dirigirse hacia el wáter y sentarse sobre él. En caso de estar averiado, buscar una ducha o lavabo que pueda cumplir su función.
- Si queremos retardar la llegada de la raya de canela, bajarnos los pantalones y calzoncillos antes de realizar el noble acto.
- Defecar con elegancia.
- Sorprendernos al no encontrar papel higiénico en nuestras cercanías, y buscar alternativas al inminente problema. La más común es sacrificar el calzoncillo para limpiarnos y salir a la calle sin él. Otra opción es utilizar un boleto de autobús mediante manipulación nanotecnológica, tarea la mayoría de las veces insuficiente, sobre todo si andamos de piscolas y el pulso no nos acompaña.
- Si no hemos sacrificado el calzoncillo (probable) y nos hemos limpiado mal y pronto, ya tenemos el resultado esperado: una enorme malformación
benignacolor tierra que nos acompañará el resto del día, provocándonos picores, y obligándonos a ajustar constantemente la altura de los gayumbos, para que no roce demasiado el churrete.
Variedades de churretes
Existe un amplio abanico de tonalidades y formas que puede tomar una de estas rayitas, aquí están las más habituales. ¡Hazte con todas!:
- Rayita acuosa: Surge tras realizar una fechoría en forma de diarrea. Sabemos que es acuosa porque al retirar el calzoncillo, éste gotea ostensiblemente, manchando todo a su paso.
- Rayita laguna: Similar a la anterior, sólo que esta vez hay tal cantidad de líquido apestoso almacenado, que al andar se produce un sonido en la cavidad del calzoncillo similar al de un pato chapoteando en un lago.
- Rayita lunar: La que presenta pequeñas erupciones o cráteres en su superficie. Es la única raya en tres dimensiones. Algún que otro
gamberroniño la ha presentado alguna vez como trabajo de tecnología.
- Rayita degradado: Este tipo de churrete tiene varios niveles de color, como resultado del contacto con ciertas partes de nuestro organismo con mayor o menor roce. Va desde el tono ocre claro hasta el negro chamuscado.
- Rayita camuflada: La que se ha pegado tanto al calzoncillo que es imposible sacarla ni con una espátula.
- Rayita amarilla: Va por la parte delantera, y en esta interviene otro miembro dándole una tonalidad distinta.
- Rayita sorpresa: Es cuando guardas un calzoncillo en el cajón sin limpiar, y al día siguiente lo abres y te lo encuentras allí, al tío, mirándote fijamente y haciéndote sentir culpable a la vez.
- Rayita marrón rubí: De autoría frecuentemente femenina, y en el caso masculino mediante fuertes cuadros de hemorroides, esta modalidad, como su nombre lo indica, es una verdadera joya. Café estándar con dosis áureas de furioso rojo sangre presentan un perfecto equilibrio estético.
Excusas para justificar la presencia de una raya de canela
Para algunas personas es desagradable que les sorprendan en público siendo poseedores de alguna de estas maravillas (hay gente muy rara). Para estos especímenes descatalogados, es frecuente dar algún tipo de excusa y sentirse algo mejor. La mayoría optan por culpar a la mujer/pareja, atribuyendo el hecho a una quemadura con la plancha. A pesar de ser malísima, ésta es la opción más creíble.
Después están los atrevidos y emprendedores, que se empeñan por todos los medios en pregonar que sus calzoncillos son de lo más moderno, y que ese color tostado del ecuador de la prenda se debe al diseño propio de ésta. La excusa pierde toda su validez si aproximamos el churrete hacia el aparato olfativo de algún peatón, quien calificará como mentiroso al individuo y como mierda a la sustancia.
Por último, los hay con creencias enfermas, que aseguran que éstas manchas son en realidad caras de algún tipo de santo o vírgen que se les ha aparecido y quiere indicarles un acontecimiento. Lo único que realmente quieren decirles estos pobres santos, es que vayan al Mercadona, se compren un buen rollo de papel, y se limpien el culo so guarros.