Don Quijote de la Mancha

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Don Quijote
El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha
PortadaQuijote.gif
Portada del manuscrito original del libro de Cervantes donde podemos observar lo único importante que ocurre en la historia. Visto esto leído todo.

Autor
Cide Hamete Benengeli

Idioma Original
Español

País
España y parte de Andalucía

Traducción
Miguel de Cervantes

Editorial
Una imprenta ahí

Fecha de Publicación
1605 y 1615

Género
Libro de caballería sacado de quicio

Calificación
Te tienes que leer hasta los créditos, nada de pasar páginas, o si no, SUSPENSO.

Premios
Premio Cervantes

Páginas
Las necesarias para tener el grosor de un ladrillo


Cita3.pngCervantes, cuando escribió el Quijote, aún no lo había leídoCita4.png
Miguel Delibes obviando la posibilidad de que Cervantes viajara en el tiempo.
Cita3.pngBebo cuando tengo gana, y cuando no la tengo y cuando me lo dan, por no parecer o melindroso o malcriado.Cita4.png
Miguel de Cervantes hablando a través de Sancho panza.
Cita3.pngCasamientos de parientes tienen mil inconvenientesCita4.png
Sancho Panza sobre el Rey Felipe III.
Cita3.pngDon Quijote soy, y mi profesión la de andante caballería. Son mis leyes, el deshacer entuertos, prodigar el bien y evitar el mal. Huyo de la vida regalada, de la ambición y la hipocresía, y busco para mi propia gloria la senda más angosta y difícil. ¿Es eso, de tonto y mentecato?.Cita4.png
Don Quijote a punto de recobrar la cordura.

Don Quijote de la Mancha​ es considerada una novela moderna, y eso que tiene más de cuatros siglos. También se consdiera una novela polifónica, pero no como los madrigales italianos que habitualmente cantan los labriegos, ya que esto es una novela y aquí, cantar, no canta nadie, sino porque sale más de un personaje y cada uno dice una cosa diferente en lugar de decir todos lo mismo. Normalmente se atribuye la autoría a Miguel de Cervantes aunque este dice haberla copiado de un moro llamado Cide Hamete Benengeli, autor también del Necronomicón. Cervantes publicó la primera parte para burlarse de un antiguo compañero de armas que iba por ahí fardando de sus hazañas de guerra y mujeres (las cuales en realidad había realizado Cervantes, esto siempre según Cervantes). El tal tipejo, para vengarse, publicó una segunda parte apócrifa, Quijote de Avellaneda (titulado así por el gusto de su autor por los frutos secos). Esto hizo que Cervantes publicara una segunda parte canónica en la que incluyó nuevas burlas e invectivas contra la segunda parte apócrifa y su autor. Sí, como ves la motivación de este libro fue un pique entre dos baladrones. Don Quijote está considerada la segunda obra literaria más importante, no solo en lengua castellana, sino universal, tan sólo por detrás de Mortadelo y Filemón.

Es muy común que en España te obliguen a leerlo entero en Bachillerato, aun y cuando no se lo lee nadie. Los estudiantes escaquean la lectura viendo la serie de dibujos animados, y así les cuelan el gol a sus profesores de literatura, quienes habitualmente tampoco lo han leído y lo conocen por las mismas referencias que utilizan sus estudiantes.

El libro es famoso por su utilidad para ser atado a los pies de los reos que se condenaban a morir ahogados en alta mar, y también por ser la segunda obra más importante de Cervantes, después de la Inciclopedia.

El Título

Mucha gente cree que el título del libro es simplemente Don Quijote de La Mancha, pero en realidad es más largo, como casi todo en este libro. Miguel de Cervantes inicialmente lo tituló Las Desventuras y Venturas de un Caballero Andante de Pie en Polvorosa y Caballo Pregonante, Bebedor de vino, Conquistador de Castilla y Vengador de Gigantes pero el editor le desaconsejó que lo publicara con tal título, puesto que es aconsejable que el título de un libro quepa en una sola página. Por ello se llamó El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, aunque todo el mundo le llama simplemente El Quijote, que para ese viaje no hacen falta alforjas (de rucio).

Génesis

Miguel de Cervantes había escrito unas cuantas noveluchas breves y se dijo ¿y por qué no escribir una que sea larga como un día sin pan?. De esta manera nació El Quijote. Hay quien postula que El Quijote que conocemos pudo partir de un protoQuijote que constituiría lo que en la versión actual es la primera salida de Don Quijote, y no nos referimos con ello al personaje de Maritornes. Para esta primera salida Cervantes habría copiado se habría inspirado en un anónimo Entremés de los romances en el que un tal Bartolo se cree los romances que lee y se toca la flauta de un solo agujero.

No obstante había otra motivación para empezar a escribir la que sería la más famosa novela de todos los tiempos ¿El querer parodiar el género de los libros de caballerías? No: la venganza. Un tal Jerónimo de Pasamonte iba por ahí arrogándose las hazañas de armas (y amoríos) que a su vez Cervantes decía haber realizado. Cervantes escribió su novela para hacerle aparecer a este Pasamonte como un personaje secundario vil, mezquino, cutre y bellaco.

Estructura

El libro en realidad son dos libros, siendo el segundo la segunda parte del primero, que a su vez tiene cuatro partes, imitando así las del Amadís de Gaula, obra de la que el autor se quiere burlar. De esta manera la segunda parte en realidad sería la quinta, pero ésta ya no tiene cuatro partes, sino solo una, pues el autor mandó la imitación a tomar vientos, siendo no obstante el segundo libro, segunda parte del primero o quinta de las cuatro partes, mucho más largo que el primero en lo referente a capítulos, porque tiene más. De gordos, son por un estilo, como la panza de Sancho.

Don Quijote visto por un tio más loco que él. En realidad se parecía más a George Clooney que a Fernando Rey.

Resumen resumido del libro


El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, parte I

Dos gigantes ¿Que no?.

En un lugar de la Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme vivía un tal Alonso Quijano que era un intenso de los libros de caballerías y, dado que cuando los leía se divertía más si además se los creía, pues se los terminó por creer. Y pasó a la acción. Salió de su pueblo haciéndose llamar Don Quijote de la Mancha, vestido con la armadura de su abuelo con la que tenía pinta de mamarracho. Buscó también una doncella de la que enamorarse aunque ella no sabía ni quién era él, como si fuera un vulgar incel. Tras pasar por una venta de putas que él tomó por un castillo logra que el ventero, con tal de que le deje en paz, simule armarle caballero. Tras esto va a deshacer agravios y correr aventuras por el mundo, cifrándose su éxito en que terminaron llevándole a su pueblo molido a palos, tras encontrarle tirado en una cuneta. Una vez en casa, sus amigos el cura y el barbero le queman la mayor parte de los libros (los malos, porque los buenos se los mangan) y Don Quijote, recalcitrante como era, decide volver a ponerse en marcha. Pone una oferta de empleo que reza así: "Se busca escudero pusilánime y de cortas luces para servir a caballero andante. Se le pagará algún día con una ínsula. Mientras se obtiene la ínsula, los gastos corren a cuenta del escudero". Solo respondió a la oferta Sancho Panza, un bruto gañán de esas tierras, que fue de inmediato contratado. Ambos se ponen en camino y Sancho pronto ve que su amo no tiene todos los patitos en fila. En esta segunda salida viven muchas aventuras, atacan a gigantes como si fueran molinos (¿o era al revés?) atacan a penitentes que parecen fantasmas y vencen en un duelo a un vasco, que eso sí que tiene su mérito. Tras liberar a unos galeotes deciden poner pies en polvorosa porque se han convertido, así a lo tonto, en forajidos que persigue la Inquisición. Pasan más aventuras como que a Sancho un tal Ginés de Pasamonte -alterego del enemigo de Cervantes- le roba el burro, aunque Sancho luego lo recupera a pedrada limpia, y que Don Quijote se pone a hacer parkour en unas peñas para impresionar a esa dama que no le conoce. Entremedias de esto Cervantes intercala algunas historias más que no interesan a nadie y no tienen nada que ver con Don Quijote, pero si Tolkien metió a Tom Bombadil pues Cervantes no iba a ser menos. La cosa termina en que el cura y el barbero pactan con la Inquisición llevarse a Don Quijote en una jaula a su pueblo a cambio de que la autoridad deje de perseguirle. La mujer de Sancho se pone contenta porque éste aparece con unas monedas de oro que había robado encontrado por ahí en una maleta. Y aquí se acaba el primer cuento.

El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, parte II

Rocinante era un caballo fuertemente sujeto a las bajas pasiones.

Se supone que ha pasado un tiempo y ha salido un libro (que es el que se resume en el anterior apartado) con las aventuras de Don Quijote ¡Ahora él y Sancho son famosos!. El bachiller Sansón Carrasco se lo hace saber y esto les envalentona y se deciden ir a correr nuevas aventuras. Lo de que el libro les pone a uno de loco y al otro de mentecato el tal bachiller se lo calla. Don Quijote quiere ir al Toboso a conocer por fin a su dama Dulcinea y Sancho, que está celosuelo, se inventa que la tal dama está encantada y que ahora tiene forma de fea labradora. Tras algunas aventuras más en las que nuevamente son molidos a palos se encuentran con el Caballero de los Espejos, que no es otro que el bachiller disfrazado a quien los amigos de Alonso Quijano le han dicho que haga el favor, que por su culpa su querido hidalgo ha salido de nuevo a hacer majaderías por ahí. Sansón Carrasco pretende vencer a Don Quijote en duelo e imponerle que, como penitencia por ser vencido, ha de volver a su casa. Pero hete aquí que quien gana es Don Quijote que estaba despistado y golpea a Carrasco en las pelotas con la lanza sin darse cuenta. Carrasco se va dolido en lo más íntimo y jurando vengarse. Tras algunas aventuras más Don Quijote entra en la cueva de Montesinos, donde cree ver al mago Merlín y fabulosas doncellas desnudas y caballeros encantados (en realidad se ha quedado traspuesto nada más entrar en la cueva). Poco después, Don Quijote y Sancho son recibidos en el castillo de unos duques, grandes de España y grandes hijos de puta, que deciden hacer diversión a su costa. Así estos nobles convencen a don Quijote -y hasta a Sancho, que se había inventado el encantamiento- que la forma de desencantar a Dulcinea es que Sancho se azote. Igualmente pretenden que una bella doncella que tienen ahí se enamora de Don Quijote (quien lamenta tener que estar quitándose a las mozas que conoce de encima como si fueran moscas, mientras que la que a él le gusta no le conoce a él y viceversa). Los duques por fin le dan a Sancho el gobierno de una ínsula, que en realidad es un pueblo que tienen bajo sus dominios. Sorprendemente para todos Sancho resulta ser un buen gobernador, ya que aunque cateto es juicioso, y los duques son tan imbéciles que aun así le hacen varias bromas pesadas para quitarle las ganas de seguir gobernando. O imbéciles o es que en el pueblo ese desfalcaban cosa mala y la honradez y el buen juicio de Sancho resultaban un obstáculo para seguir con su latrocinio, que también puede ser. Finalmente Don Quijote y Sancho se van de ahí y cuando van camino de Zaragoza unos tipos les enseñan el Quijote de Avellaneda. Don Quijote hojea el libro apócrifo y dice que es más malo que la carne de pescuezo. Así que, sólo para llevar la contraria a Avellaneda, deciden ir a Barcelona en lugar de a Zaragoza. En Barcelona un señor rico les hace nuevas bromas y Don Quijote y Sancho declaran la independencia de Cataluña para suspenderla ocho segundos después. Finalmente se van a la playa a tomar unos mojitos. Allí se encuentran con el Caballero de la Blanca Luna (Sansón Carrasco con otro disfraz más queer) que vuelve a retar a Don Quijote y ésta vez le vence. Le impone como penitencia pasar un año en su pueblo y Don Quijote se imagina a sí mismo haciéndose gañán y pastor de ovejas, para pasar la penitencia más entretenida. Por el camino de vuelta va cada vez más deprimido y eso que Sancho le engaña diciéndole que ya se ha azotado aunque en realidad ha azotado unos árboles (sin que, por fortuna, le pillen los de ICONA). Una vez en su pueblo Don Quijote se pone malito, deja de creerse caballero y hace testamento. Deja todo a su ama, su sobrina y a Sancho, quienes lloran mucho pero lo del dinero les pone un poco menos tristes. Y luego, tate tate folloncicos, se muere entre imprecaciones del autor contra Avellaneda. Cervantes confiesa haber matado a Don Quijote para que no se lo roben más y se caga en la puta madre de los fan fic no autorizados. Vale.

Personajes

Don Quijote

El héroe de estas aventuras. Es un señor entrado en edad bastante chiflado que durante todo el primer libro sufre alucinaciones y tiene delirios de grandeza. No le gusta el mundo en el que vive y quiere reinstaurar una Arcadia perdida que en realidad nunca existió, y en esto tiene otros émulos literarios como Ignatius Reilly o Juan Manuel de Prada, solo que estos dos son gordos cebones y nuestro hidalgo es flaco y enjuto, si bien él se considera irresistible y cree que todas las doncellas se enamoran perdidamente de él. Va vestido con una armadura de carnaval y cuanto más grande es la hazaña que se propone acometer, más palos recibe. En el segundo libro va bien pagado de sí mismo por ser famoso y por derrotar al de los Espejos, pero poco a poco va maliciándose que la gente se ríe de él en lugar de con él. Tras su derrota con el de la Blanca Luna se le quitan del todo las alucinaciones y también cae en una profunda depresión, estando mohíno y taciturno en todo el camino de regreso a su pueblo. Al final recupera su cordura y es generoso con su testamento, pues en vez de dejárselo todo al Opus Dei (cosa que hacen todos los que quieren hacer daño a sus familiares) se lo deja a su ama, su sobrina y Sancho.

Sancho Panza

Sancho Panza es el arquetipo del español universal.

Escudero de Don Quijote, que a pesar de ello termina siendo su amigo. Sancho es abultado de vientre, afecto al buen comer y buen beber, cateto como él solo y, sin embargo, más listo de lo que parece. En sus diálogos con Don Quijote, éste último suele irritarse porque Sancho trae a colación refranes que empalma unos con otros sin ningún sentido, como hace Rajoy en sus crónicas deportivas, lo cual hace que el hilo de la argumentación sea difícil de seguir. Su principal figura de apego, antes de conocer a don Quijote, es su burro, del que no se separa jamás. No tiene tanto problema en dejar en el pueblo a su mujer e hijos por seguir a Don Quijote en sus aventuras por los caminos y las gasolineras, que se ve que lo de la vida familiar no lo lleva muy vocacional. Aunque Don Quijote le lía y termina por hacerle partícipe de sus delirios, a Sancho no se le oculta que a su amo le falta un tornillo, y no precisamente de la armadura. Sin embargo, tanto la promesa de una ínsula, el haberse encariñado con el chiflado así como el tener la excusa para huir de su mujer e hijos (no nos engañemos) le hacen seguir con Don Quijote contra toda racionalidad. Buen gobernador y político honrado, debido a lo cual su gobierno, el verdadero sanchismo, dura solo diez días. Cuando Don Quijote ha recuperado su cordura, Sancho intenta volverle loco de nuevo para volver a salir fuera de su hogar, pero la cosa ya no le funciona.

Aldonza Lorenzo (Dulcinea del Toboso)

Dulcinea convertida por encantamiento en una labriega fea según los cánones del siglo XVII.

En la vida real es una moza de baja extracción y más basta que unas bragas de esparto, pero eso da igual, porque Aldonza Lorenzo solo es la anécdota sobre la que Don Quijote se construye su enamorada imaginaria, la cual nunca le ha de defraudar por no existir.

Teresa Panza

Es la esposa de Sancho Panza, según él ni demasiado buena ni demasiado mala (en otras palabras, que le trae más derecho que una vela). Aunque Sancho se va a comprar tabaco y no fuma, cada vez que vuelve Teresa le recibe bastante bien, tras un primer calentón en el que le persigue con el rodillo. Esto es sobre todo porque Sancho se aparece con dinero que ha ganado no del todo honradamente en sus aventuas con Don Quijote. Junto con Sancho Teresa tiene dos hijos, Sanchica y Sanchico (muy imaginativos con los nombres no son). A Sanchica sus padres aspiran a casarla bien. De Sanchico no dicen nada, se ve que lo dan por imposible.

El cura y el barbero

Con amigos como estos no hacen falta enemigos. Dicen que procuran el bien de Don Quijote, pero le tapian una habitación, le queman muchos de sus libros y los que no le queman, porque les gustan a ellos, se los roban, los muy hideputas. Dicen procurar traer a Don Quijote de vuelta a su pueblo para que no le pase nada malo, pero le traen en una jaula donde se va cagando encima porque no le dejan salir y esto no parece importarles demasiado.

Rocinante

Según Don Quijote, el mejor de los corceles, aunque cuando uno lo ve dan ganas de darle un bocadillo, al pobre animal. Es causante de algunas de las derrotas más sonadas de su amo y ahí donde lo ves, todo un semental aficionado a montar yeguas, para disgusto de los yangüesas y de Don Quijote y Sancho, quienes por defenderle reciben una paliza, otra más.

Rucio

Es el burro de Sancho, y el ser a quien más ama Sancho en este mundo. Gruesas lágrimas vienen a los ojos de Sancho cuando le recupera. Algunos comentaristas han sugerido que tal vez le ama demasiado.

Ginés de Pasamonte

Más conocido como Alonso Fernández de Avellaneda. En la primera parte del libro es un galeote liberado por Don Quijote que, como agradecimiento, roba el burro a Sancho. Está inspirado en un viejo compañero de armas de Cervantes que había escrito una autobiografía baladroneando adjudicándose las conquistas de este último. Y también las hazañas militares. Como no le gustó cómo se vio retratado, escribió el Quijote apócrifo, el cual es objeto de burlas por parte de Cervantes en la segunda parte. Al final todo queda en casa.

Sansón Carrasco

Bachiller y supuesto amigo que comunica a Don Quijote su fama y que gusta también de disfrazarse de caballero andante. Es el causante de la profunda depresión en la que cae Don Quijote al final del libro. Una vez más, ten amigos para esto.

Los duques

Son los típicos bullyies de instituto que gustan de reírse de los frikis como Don Quijote y Sancho, y además tienen medios para engañarlos, martirizarlos y ridiculizarlos. Unos auténticos hijos de puta, en definitiva. Cervantes nos termina diciendo que montando tantas farsas para engañar a Don Quijote y Sancho ellos mismos terminan pareciendo tontos, que se ve que no tienen cosa mejor que hacer. Gente como esta, mejor tenerla lejos.

Maritornes

Moza bruta y más fea que un demonio que en una venta hace ganancia de su coño. Hasta esta tiparraca vacila al pobre Don Quijote.

Interpretaciones de El Quijote

La universalidad e intemporalidad de la obra se ha traducido en todo tipo de adaptaciones a los más diversos formatos.

La obra está tan manoseada que pueden caber ya todas las que se te ocurran. Presentamos algunas más o menos ridículas.

El Quijote es un liberal

Don Quijote quiere recuperar una tradición caballeresca que ya no existe y por eso se pone a desafacer entuertos, pero preferentemente ayudando a damas ricas ya que los pobres mejor que se ayuden solos, que si les ayudas tú no espabilan.

El Quijote es un comunista

Contradiciendo la interpretación anterior, otros dicen que es un comunista ya que sí que ayuda a algunos pobres. Además en algún pasaje habla de una Arcadia feliz en la que no había posesiones y la gente iba por ahí con el culo al aire, así que es un tanto hippie también.

El Quijote es un idealista

Esto dicen quienes defienden simplemente el idealismo del Quijote, pero dicen no ser ni de izquierdas ni de derechas. Es raro de entender un idealismo que no pretenda nada concreto ya que protestar porque sí, pero hoy día ya hemos visto de todo.

El Quijote es una biografía secreta de Cervantes

Según esta interpretación. Cervantes es el Quijote y el Quijote es Cervantes. Así que aquí el alcalaíno lo que en realidad nos está contando es la historia de sus fracasos vitales y que gustaba de ir por ahí vestido como un caricato. En definitiva, su fallido intento de dedicarse al teatro.

El Quijote es una parodia de Carlos V

Quijote es quijada y Carlos V tenía las quijadas tan grandes que no podía ni cerrar la boca. Además en algunos retratos como el de Tiziano sale en armadura. Y al final de su vida nadie puede negar que terminó un tanto cucú. Según esta interpretación Don Quijote es una gruesa sátira política, como El Jueves, de un político ya caduco en aquel momento.

El Quijote es una alegoría de España

¿Es la historia de España la de un país que quiere recuperar unas viejas glorias que en parte son inventadas y que está condenado a fracasar en todo lo que emprende mientras es el hazmerreír de todos? Lo dice esta interpretación, no nosotros.

El Quijote en la sociedad

El Quijote es un libro que todas las personas que quieren pasar por cultas, como José Luis Rodríguez Zapatero, dicen haber leído, aunque en realidad es mentira. Sin embargo es probablemente que sí lo tengan en sus casas, dándole los más variados usos, como calzo para que no cojee la lavadora, el televisor o la mesita de noche. Igualmente muchas de estas personas suelen citar frases célebres del libro para dotar de autoridad a sus imbéciles reflexiones, sin caer en la cuenta de que muchas de ellas ("¡Ladran luego cabalgamos!" o "con la iglesia hemos topado", por ejemplo) bien no aparecen en absoluto en el libro, o no lo hacen de esa manera. Esta forma de empatar frases pseudoquijotiles así como caen recuerda mucho a lo que Sancho hace con los refranes y sin duda irritaría en gran manera a Don Quijote.

Aunque la historia de Don Quijote es tragicómica y con un final un tanto triste, no deja de ser irónico que finalmente éste haya terminado por ser el más famoso caballero andante de la literatura, superando con mucho al Amadís de Gaula y otros galopines de este tipo, con lo que nuestro hidalgo, finalmente, puede decirse que consiguió el objetivo con el que salió de su aldea.


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Por lo tanto, se trata de un artículo de Pata Negra, rico rico, y con fundamento.