Tragedia de Valley Parade

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Este artículo utiliza humor británico, así que es posible que te aburras. Pero si te atreves a leerlo, es mejor que hagas una copia, lo analices con atención y te prometemos que en unos dos años lo vas a entender, te lo juramos.

¡Atención! Este artículo trata temas políticamente sensibles por lo que su lectura puede producir llantos y ataques de rabia. Al reírse de estos temas te expones al riesgo de que algún ofendido te denuncie o te mande una bomba por correo.

Si esto le hizo una sola colilla de cigarro a todo un estadio, imagina lo que hará en tus pulmones. NO FUMES.

Ay, que no me vea mi mujer fumando. Mejor tiro el cigarrillo al suelo.

— Un fanático inglés a punto de cometer el peor error de su vida.

¡Oigan! ¿Tan buena parrillada y no invitan?

— Hannibal Lecter tras sentir el aroma a gente asada en el estadio y no poder pasar a falta de boleto.

Imagino que no van a hacer otra estupidez como esta, ¿verdad?

— João Havelange hablando con los dirigentes del fútbol inglés sobre el incidente de Valley Parade un día antes de la final de la Copa De Europa 1985 entre Juventus y Liverpool.

La Tragedia de Valley Parade fue un suceso desastroso en el fútbol inglés del siglo XX, o sea, algo típico y previsible, en el cual un estadio de madera se incendió a mitad de un partido entre dos equipos de la tercera división, el Bradford y el Lincoln. Al parecer, no hubo que lamentar muchas víctimas, sólo 56 muertos, más de 200 heridos, un estadio carcomido, muchas termitas sin hogar y un olor a carne quemada en las inmediaciones.

A día de hoy, se lo recuerda prácticamente de forma nula fuera de Gran Bretaña, ya que la de Heysel, ocurrida semanas después, cobró más víctimas mortales, fue en una final y el partido sí importaba para algo. Eso sí, es uno de los más emblemáticos desastres del peligroso fútbol inglés del siglo XX, tan lleno de muertes y desastres constantes gracias a su estúpida costumbre de no remodelar los putos estadios ni cuando se los comían los hongos y las termitas. Tuvo que pasar otro incidente aún peor en el '89 en Hillsborough para que se pusieran las pilas y dejaran de jugar en estadios hechos de madera del año 1500 A. C., y sólo porque los dirigentes de la federación inglesa ya no querían perder a sus cracks por no poder competir en torneos de UEFA por sus canchas de pacotilla.

¿Cómo sucedió esta atrocidad?

¡La puta madre! ¿En serio tengo que limpiar esto yo?

Todo iba bastante tranquilo... y aburrido. El partido iba 0-0 y estaban por el minuto 42, cuando alguien siente olor a quemado. Al percatarse éste que lo quemado es su pantalón, sale corriendo y alerta a todos que se está quemando el estadio. Algunos usan el sentido común y bajan cuidadosamente al terreno de juego, donde el césped está bien regado y no puede caer presa del fuego, pero otros ineptos que bajaron a pedir reembolsos por la mierda de partido que estaban viendo e ignoraron al hombre al que se le quemaron las posaderas, acabaron encerrados intentando romper la puerta a patadas, golpes y cabezazos, ya que los encargados de la seguridad del estadio habían cerrado la única puerta de emergencia con candado para que no entraran de colados quienes no tenían boleto. Esto propició la cantidad de 56 muertos, más de 250 heridos, el derrumbe de la tribuna del estadio del Bradford City y miles de termitas sin hogar.

Tras lograr apagar de una vez el fuego, limpiar los destrozos e identificar (en la medida de lo posible) los cuerpos, se descubrió que el incendio fue provocado por el cigarrillo mal apagado de un subnormal, el cual cayó encima de una pila de basura acumulada desde hace años, llegando a encontrar restos de periódicos del 1567, algunos pergaminos aztecas que pronosticaban el fin del mundo hace como 15 años atrás y la primera dentadura postiza de Chabelo, entre otras reliquias antiguas en medio de semejante pila de porquería quemada. Esto se debía a que el eficiente y detallista servicio de limpieza del Bradford City tiraba la mugre desde hacía ya décadas por un hueco en vez de sacarla afuera porque querían evitar la fatiga. Evidentemente, Isabel II ordenó que los empleados de limpieza del Bradford fueran condenados a mil patadas en las bolas por día durante 50 años y algunas más de parte de Satán en el infierno.

Consecuencias

Si lo ves en retrospectiva, 56 churrascos humanos y unos cuantos quemados por ahí son un precio bastante barato a cambio de un estadio tan bonito.

Tras este desastre y el que le siguió en Bélgica, este último culpa de los hinchas del Liverpool, la UEFA decidió castigar a la federación inglesa y a todas sus ligas y mandarlas al rincón hasta que aprendan a cuidar sus canchas y dejar de hacer idioteces. Hartos ya de que los castiguen, los dirigentes máximos de la federación inglesa pensaron en imponer unas cuantas reglas para regular el estado de los estadios, la distribución de los hinchas, la limpieza del escenario, la condena a muerte por solos de gaitas escocesas de 6 horas a cualquier hooligan que ose siquiera pegarle un escupitajo al árbitro y otras medidas... que ni siquiera se molestaron en aplicar por vagos, hasta que otra cagada monumental en Hillsborough obligó a Margarita Tachuela a tirar abajo a la federación y rehacer el fútbol inglés desde cero, creando y estrenando en 1992 la Barclays Premier League, bajo la cual no podías jugar como equipo profesional si tu estadio no era mínimo de 30000 de aforo, hecho de cemento y limpiado más seguido que el trasero de un bebé. Los hooligans serían reducidos a solamente la hinchada del Leeds United y el Millwall, porque no hay fuerza suficiente ni siquiera en el ejército inglés para lidiar con esos 2, y los pequeños reductos de neonazis estilo Doomentio en las hinchadas de cualquier equipo inglés para que todos tengan alguien de quién burlarse. Esto trajo por fin la paz al fútbol en Inglaterra y ya no tienen que preocuparse por estos detalles.

En cuanto a los familiares de los difuntos, algunos quedaron asombrados con lo deliciosos que eran sus restos cocidos, pero otros quedaron con secuelas de por vida, tras perder uno o varios seres queridos. Uno de ellos fue el pequeño Martin, quién perdió a su padre, su abuelo, su hermano, su primo y su Gameboy en el brutal incendio, descargando tales traumas en un libro llamado 56: La historia del incidente de Valley Parade, donde relata la situación.

Sobre los equipos, pues... Ni idea, sólo sé que al Bradford City le hicieron otro estadio más bonito que el anterior y ya.

¿Sabías que...?

Para los interesados en la versión menos seria y verídica, Wikipedia tiene un artículo sobre: Tragedia de Valley Parade

• ...si esto no te convence que el cigarrillo mata, ya no tienes solución?
• ...al Bradford City sólo lo conocen por este hecho?
• ...sin embargo, tiene más títulos que los Spurs sin siquiera pisar la primera división? (No, en serio, tiene más títulos)
• ...hasta jugaron la Intertoto?
• ...lo del pequeño Martin era en serio? (Excepto lo del Gameboy)
• ...los de la federación inglesa recién hicieron algo al respecto sobre esta clase de desastres cuando le empezaron a pasar al Liverpool F.C.?
• ... tuvieron que dejarlos sin la dichosa Copa De Europa para que siquiera remodelaran un estadio?
• ...entre este desastre, el de Heysel y el de Hillsborough, los ingleses están relacionados con más de 150 muertos y muchos chistes sin gracia?