Hannibal Lecter
Nacimiento Defunción | Lituania ¿? |
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Origen | La mente enferma de Thomas Harris |
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Sobrenombres | Hannibal Lecktor, Hannibal el Caníbal, Dr. Zito |
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Lugar de residencia | En la casa de <inserta tu nombre aquí> |
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Se dedica a | Devorar carne humana escuchando a Bach |
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Estado actual | Prófugo |
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Hazañas logradas | Hacer que Jodie Foster se volviera lesbiana, huir del FBI como quien va al baño para no seguir hablando con alguien demasiado pesado |
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Relaciones | Clarice Starling, Will Graham |
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Enemigos | Clarice Starling, Will Graham (es complicado) |
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Poderes especiales | Ser considerado un prestigioso autor de libros de |
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Objetos | Habas y una botella de Chianti |
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El Dr. Hannibal Lecter (alias "Hannibal el Caníbal" y "El rapero de Chesapeake") es un eminente psiquiatra y chef internacional, famoso por interpretar a Anthony Hopkins en el musical El Silencio de los Corderos. Actualmente es el criminal más buscado del mundo pero, a pesar de la jugosa recompensa por su captura, nadie se atreve a acercársele, y mucho menos a denunciarle con las autoridades incompetentes.
Historia
El origen del mal
Hannibal vivía feliz en el castillo de la familia Lecter en Lituania, donde su madre lo disfrazaba de mujer y su padre alcohólico le brindaba amorosas palizas que lo dejaban medio muerto. Un día sus padres murieron durante una lluvia de aviones y los nazis se comieron a su hermanita Mischa. Entonces, antes de darse cuenta, acabó en un orfanato (que era el mismo castillo Lecter, ahora convertido en internado por los rusos), donde terminaba constantemente con la cabeza en el inodoro a manos de los demás huérfanos. Para evitar que su historia se volviera un plagio de Oliver Twist, Hannibal huyó del Bloque del Este (lo cual era tan fácil que hasta un niño de 11 años lo podía hacer) y terminó en París, en casa de una MILF china que se creía japonesa y que además era su tía... o sea, estaba casada con su fallecido tío, un pintor demente. Lady Murasaki, que así se llamaba la china japonesa, le enseñó a Hannibal las típicas cosas que los maestros orientales enseñan a los blanquitos, como el honor, el culto a los antepasados, el uso de la katana y a cómo preparar arreglos florales.
Un día mientras compraban cosas en el mercado, un carnicero racista, que había colaborado con los nazis durante la Ocupación, se burló de la cara de china de Lady Murasaki en frente de Hannibal. Como los lituanos no tienen sentido del humor, Hannibal rastreó al carnicero mientras pescaba, le exigió una disculpa y, ante la negativa de éste, aplicó el método Tarantino y lo descuartizó con su katana. Hannibal fue acusado del homicidio y llevado a la comisaría. Tras el interrogatorio, el inspector Popil de la policía francesa llegó a una sola conclusión: "Es un monstruo". Acto seguido, lo dejó libre.
Hannibal ingresó en la Escuela de Medicina. Allí se hizo amigo del Jefe de Radiofarmacia, quien le regaló un suero de la verdad. Hannibal se inyectó el suero con el propósito de recordar lo que pasó la noche (o el día, ni siquiera de eso estaba seguro) en que las SS se comieron a su hermana. Mediante el flashback provocado por el suero, Hannibal pudo recordar la causa de su amnesia y lo que todo el mundo ya suponía: él mismo le dió una probadita al cadáver de Mischa para no morirse de hambre mientras estaba encerrado en el castillo Lecter con los nazis. También pudo recordar que en el castillo estaban ocultas las identificaciones de los susodichos nazis, así que volvió a cruzar la Cortina de Hierro y llegó a su natal Lituania, desenterró las identificaciones y de paso se reencontró con uno de los asesinos. Tras una amistosa charla en la que recordaron viejos tiempos, Hannibal pudo averiguar la ubicación de los demás nazis.
Pues da la casualidad de que éstos se encontraban justamente en Francia, en París para más remate, así que Hannibal entró en modo Simon Wiesenthal/Punisher, asesinándolos a todos de maneras cada cual más bizarra que la anterior. Como sabía que la policía no entendería sus métodos poco ortodoxos de aplicar justicia contra criminales de guerra, Lecter hizo estallar un barco para fingir su muerte, y luego huyó a los Estados Unidos para trabajar en el Hospital Johns Hopkins de Baltimora.
Así es. Un peligroso asesino y terrorista requerido por las autoridades francesas logró ingresar a los EE.UU. y ser admitido en el hospital universitario más prestigioso del mundo sin problemas y sin tener que cambiarse el nombre o disfrazarse. Con razón ocurrió lo del 11-S.
El loco del Dragón Rojo tatuado
Tras decidir que la sangre y las disecciones no eran lo suyo, Hannibal abandonó la medicina y se especializó en psiquiatría, para tomar notas sobre sujetos casi tan chiflados como él. Con el tiempo se convirtió en un respetado criminólogo, pues nadie más que él podía entender la mente de los asesinos en serie. Bueno, casi nadie: en la misma ciudad vivía un psicópata reprimido y agente federal llamado Will Graham, especialista en dibujar perfiles de criminales para el FBI y el Museo de Arte Moderno.
Mientras investigaba el caso de un asesino serial que canibalizaba a sus víctimas, Graham fue a la oficina de Lecter para pedirle su opinión profesional. Graham, debido a su particular capacidad de introducirse en la mente de los criminales, había llegado a la conclusión de que el asesino debía ser un médico de origen lituano, culto, sofisticado, aficionado a la haute cuisine, fingiendo llevar una vida normal y exitosa, tal vez como psiquiatra. Lecter, impresionado por la sagacidad de Graham, se excusó un momento para planchar a su perro; mientras esperaba, Graham examinó la oficina de Lecter, y le pareció raro que en la estantería de un psiquiatra hubiera más libros de cocina que de psiquiatría. Especialmente si tenían nombres como La alegría de cocinar carne humana. Mientras intentaba atar cabos, Graham fue atacado sorpresivamente por Lecter, pero logró sobreponerse y se enfrentó a su agresor en una sangrienta pelea, en la que ambos hombres se dieron de balazos, flechazos, puñaladas y con cuanta arma casera encontraron, pero ninguno de los dos murió, ya que Graham era el protagonista de la historia y Hannibal aún tenía contrato para una precuela y dos secuelas más.
Este pequeño incidente fue usado en un juicio contra Lecter, en el que se dictaminó que él era el asesino que buscaba Graham. Fue condenado a cadena perpetua en un hospital psiquiátrico, ya que nadie hubiera dudado de su palabra si alegaba demencia. Mientras tanto, Will Graham debió pasar por un largo proceso de recuperación, en el que los médicos lograron rearmar exitosamente el rompecabezas que él llamaba "cuerpo", y después se retiró del FBI. Sin embargo, algunos años después llegó a visitarlo Jack Crawford, jefe de alguna de las tantas oficinas de perfilación criminal del FBI, para pedirle ayuda con un nuevo caso, el de un asesino en serie que atacaba cada 28 días y además mordía a sus víctimas. Los del FBI, gracias a esa mente enferma que les lleva a cerrar sitios como Megaupload, apodaron al asesino "El Hada de los Dientes".
El Hada era en realidad Francis Dolarhyde (Paco Esconde-dólar), un nudista furry con complejo de Norman Bates que llevaba un enorme tatuaje de dragón. Dolarhyde creía que cada asesinato le permitiría digievolucionar más rápido en su verdadera personalidad: el Dragón Rojo que aparece mencionado en la Biblia (sí, ese inofensivo libro de cuentos que nos hace mejores personas que los apestosos musulmanes).
Graham, a pesar de haber sobrevivido por un pelo a la furia de un psicópata desquiciado, aceptó. Pero el caso era tan complicado que se vio obligado a pedirle ayuda a su viejo amigo Lecter, quien le seguía escribiendo macabras tarjetas de Navidad desde prisión, buscando inútilmente recomponer la relación. Hannibal parecía inofensivo al principio, como todos los psicópatas caníbales, pero sus intenciones no eran nada benévolas.
Hannibal se dedicó a formularle acertijos a Graham "para hallar al asesino" y mientras Graham se rompía la cabeza pensando y pensando quién podría ser, el FBI se la pasaba todos los weekends de putas, jugando farmville, haciendo piques y formulando estúpidos planes. Uno de ellos fue publicar una "entrevista" sobre la "investigación" (entre comillas, porque no habían averiguado any fucking shit), en donde cuestionaban la habilidad sexual del asesino.
Furioso y frustrado porque ya no podía ligar en algún antro presumiendo de ser el gran asesino serial, decidió matar fuera del cronograma. Para ello, secuestró a un tal Freddie Lounds, un buitre pseudo-periodista que se vendió al FBI para publicar la historia a cambio de que borraran sus multas de tránsito. Luego de amarrar a Freddie a una silla le hizo un streap tease y le mostró que le funcionaba la máquina. Para remate, le dio un besito con lengua y de pasada se la arrancó de un mordizco.
Después de una noche loca, al día siguiente la policía encuentró a Freddie en silla de ruedas (no, no por eso que estas pensando) y en llamas. Por supuesto, antes de morir, Dolarhyde filmó a Freddie desmintiendo las falsas afirmaciones del FBI, resaltando su "grandeza y esplendor" y me refiero allí abajo y revelando el nombre artístico que usaba Dolarhyde en el cabaret del barrio "El Dragg Queen Dragón Rojo". Cabe destacar que antes de morir, Freddie le echó la culpa de todo a Graham.
Mientras despegaban los pedazos de Freddie de la silla, como una broma práctica, Lecter le envió a Dolarhyde una carta escrita en código con la dirección de Graham para que le haga una visita cordial a él y su familia, y así pudieran discutir el caso con una tacita de té. A los del FBI no les gustó esto y como castigo tomaron la drástica medida de quitarle el asiento del inodoro de la celda.
Felizmente la esposa e hijo de Will Graham fueron secuestrados a tiempo por el FBI y llevados a comer panquequitos a la casa de la mamá de Jack Crawford. Allí, la Sra. Crawford le enseñó a Molly a usar la quinta enmienda. Durante ese tiempo, Will se obsesionó con el caso, no dormía ni comía ni cogía, empeorando su ya psicótico estado.
Mientras tanto, Dolarhyde paseaba un día por un estudio fotográfico cuando vió a una belleza llamada Reba, pero ella no lo vio a él. Le dio un aventón y ella lo invitó a comer pie. La muchachita invidente quería comer algo más, pero como Dolarhyde era tan tímido, se fue corriendo del lugar para llegar a escribir muy emocionado en su diario que por fin había podido hablar con una mujer que no era su abuela y sin tener que maniatarla primero.
Poco a poco las cosas subieron de temperatura, y cierta noche en la que estaban los dos solitos en la casa de Dolarhyde, Reba tomó el toro por el asta y lo besó mientras él se emocionaba viendo un videito de su siguiente víctima. Después de que Reba lo drogara y se aprovechara de él, al día siguiente Dolarhyde despierta totalmente desnudo entre las arremolinadas sábanas escuchando voces que le decían "¡Mátala!". Como buen esquizofrénico, fue a rogarle a una imagen inanimada (no confundir con catolicismo) que le permitiera conservarla para que lo siguera ultrajando noche tras noche. La imagen le dijo que no, así que Dolarhyde decidió tomar cartas en el asunto. Sacó de su camioneta y de su vida a Reba a escobazos como se hace con un perro en una carnicería. Luego viajó al museo donde se encontraba la pintura original, la enrolló y se la fumó.
Mientras Dolarhyde hacía todas estas guarradas, a Graham se le prendió el foco y se dio cuenta que había una cosa que conectaba a todas las víctimas: en cada caso el esposo y la esposa habían grabado sus momentos íntimos y memorables y los habían mandado al mismo estudio profesional de edición de video. Lo demás fue pan comido. Graham fue al estudio y consiguió el nombre del sospechoso.
Dolarhyde, a diferencia de Quicksilver, los había visto venir, así que fue a buscar a Reba para que lo defienda. Pero al llegar a su casa la encontró ligando con otro sujeto. Fuiroso, mató al tipo y secuestró a Reba. La llevó a su mansión y le dijo que la pintura que vivía en su ático la quería muerta, así que él la iba a ayudar matándola primero y luego matándose a sí mismo. Le apuntó con el arma a Reba pero el muy cobarde y maleducado no le disparó. Prefería la salida fácil, así que después de tirar del gatillo dejó a Reba salpicada de sangre ajena, con un cadáver a su lado y dentro de una casa en llamas. ¡Eso sí que soluciona los problemas, pinche pirómano!
La policía llegó al lugar cuando la casa de Dolarhyde no era más que un montón de escombros y encontraron a Reba traumatizada en el jardín. Le hicieron un par de preguntas, le dieron una paletita, Graham le recomiendó que cambie de estilista y la mandaron a su casa. Entre los escombros encontraron el cadaver y declararon que Dolarhyde había muerto.
Parecía que todo había acabado, Will estaba feliz en su casa en la playa, esperando que su hijo se vaya a dormir para arrancarle la blusa a su esposa, cuando de repente Dolarhyde (que no estaba muerto, andaba de parranda) apareció en su casa y lo amenazó colocando una navaja sobre el cuello de su hijo. Will le recuerdó a Dolarhyde los traumáticos y dolorosos episodios de su infancia cuando mojaba la cama, provocando que se ponga a llorar como niña. Graham aprovechó la situación y liberó a su hijo. Se enfrentaron por un buen rato hasta que Molly apareció en la habitación y acribilló a Dolarhyde. Después le pide el divorcio a Graham por inútil.
Luego de un tiempo, Hannibal será nuevamente visitado en búsqueda de asesoría.
El silencio de los corderos
Hay un nuevo bicho raro matando gente por allí. Lo apodan Buffalo Bill porque las mujeres que mata tienen cuerpo de búfalo.
Jack Crawford ya no contaba con Will, así que decidió conseguirse un nuevo conejillo de indias. Ojeaba los archivos cuando se topó con el expediente de una sexy novata pelirroja de pueblo y se le ocurrió un plan. El nombre de la novata es Clarice My Darling Starling, y estaba de muy buen ver. La mandó llamar y le exigió que fuera a entrevistar a Hannibal y que asegure su colaboración en el caso.
Clarice aceptó para que no la botaran del FBI, así que fue a buscar a Lecter en el Manicomio de Baltimore. Allí la recibió el Dr. Chilton, el psiquiatra ambicioso y bueno para nada que dirigía el lugar. ¡Por fin una mujer! Y al igual que sucedería con una mujer entrando en minifalda a la facultad de ingeniería, Clarice recibió todo tipo de improperios, agravios y violaciones mentales por parte de esos jeropas mientras caminaba por los pasillos. Hannibal la vio y no perdió el tiempo. Con su legendaria habilidad, jugó con la mente de Clarice en un intercambio de miradas, palabras y mensajes eróticos subliminales. Clarice le expresó que su propósito era lograr que colabore con la captura del asesino serial de moda. Y aunque al principio le dijo que no, finalmente, como no tenía nada mejor que hacer ya que las enfermeras no se dejaban despellejar ultimamente, Hannibal le da unas cuantas pistas para pasar el rato.
Mientras tanto, en la autopsia de una de las víctimas, encontraron una crisálida de mariposa en su garganta. Clarice, intrigada y tan inocente que no pudo entender el mensaje de transexualidad detrás de la mariposa, decidió buscar la ayuda de Hannibal una vez más. Le dijo que Crawford ofrecía sacarlo de ese basurero donde lo tenían y encerrarlo en una lujosa prisión con vista al mar. Hannibal aceptó colaborar siempre y cuando jueguen al "Yo te enseño si tú me enseñas". Después de aquella 'entrevista", Clarice siguió con la investigación.
Mientras tanto, la antipática, mimada y redondeada hija de una senadora es secuestrada en una van en medio de la noche por Buffalo Bill.
El Dr. Chilton vio en esto una buena oportunidad, asi que le reveló a Hannibal que las propuestas de Crawford de trasladarlo y las de Clarice de hacerle visitas conyugales eran solo mentiras y le ofreció el ansioso traslado si le daba el nombre del asesino a la senadora. Hannibal accedió a ello si le dejaban decírselo en persona a la susodicha. Antes de ser llevado a verla, se las ingenió para esconder la hebilla de un bolígrafo bajo la piel de la palma de su mano. Con la prensa filmando todo, le pregunta si amamantó a su hija y le da el nombre, que en realidad era solo una pista.
Hannibal es trasladado y en medio de sus mutuas colaboraciones, Clarice le revela que cuando era pequeña vio a un rebaño de corderos en el matadero y, torpe e ingenuamente, intentó salvar a uno. Es entonces que Hannibal se da cuenta de que Clarice es una niña vegetariana ingenua que no comprende la naturaleza del mundo y que piensa que salvando a una miserable muchachita no más virtuosa ni importante que el resto hará la diferencia. ¡Despierta, Clarice! ¡El hombre es el lobo del hombre! Sea como sea, la idiotez de Clarice despierta el deseo en Hannibal.
Prosiguiendo con la investigación, mientras allanaba la casa de la primera víctima, que había sido costurera, Clarice se da cuenta de que Buffalo Bill era un travesti misógino que envidiaba a las mujeres y que quería convertirse en mujer mediante un traje hecho de piel de mujeres. Irónico pero cierto.
Por otra parte, Hannibal, para cerrar con broche de oro, terminó asesinando a los guardias que lo custodiaban con la ayuda del pedazo de bolígrafo que tenía en la mano. Inspirado en Buffalo Bill, le arrancó la piel del rostro a uno de los guardias para ponérsela como máscara, usó su ropa y ocultó el cadaver para lograr ser llevado del lugar rumbo al hospital fingiendo ser el malherido guardia. En el camino mató a todos en la ambulancia, les robó las billeteras y escapó.
Mientras tanto, las pistas llevaron a la inocente Clarice a la casa del mismísimo asesino y, después de un aburrido enfrentamiento en la oscuridad, Clarice le disparó. Encuentran a la hija de la senadora en un pozo, semidesnuda y malhumorada, a punto de comerse a un perro por la inhanición.
Clarice fue condecorada y recibió una llamada de felicitación de parte de Hannibal, aclarándole que no se la iba a comer por el momento, pues tenía que comerse al Dr. Chilton.
El ruido de los cerdos
Hannibal Lecter, aprovechando que la gente siempre ha sido estúpida, se estableció en Italia durante una década trabajando como restaurador de arte, esta vez sí bajo un nombre falso, pero sin tener que hacerse cirugía plástica o pegarse un bigote de Groucho Marx. Esto a pesar de encabezar la lista de los 10 fugitivos más buscados del FBI, muy por encima de Osama bin Laden, Carmen Sandiego y Wally. De vez en cuando le gustaba trollear a su amiga Clarice enviándole postales de bellos parajes europeos con obscenidades en código que ni los del FBI pudieron descifrar.
Pero no todos eran unos completos imbéciles, pues tras sus pasos se encontraba el inspector Rinaldo Pazzi, descendiente de Francesco de Pazzi, el mismo que había sido asesinado, destripado y colgado del balcón de una catedral por Ezio Auditore de Firenze en 1478 tras el fracaso de la conspiración contra los Médici. El único interés de Pazzi era cobrar el dinero de la recompensa para poder mantener a su novia, un pivón que bien podría ser su hija.
No obstante, había otro personaje interesado también en encontrar a Lecter, un millonario pedófilo de rostro deforme llamado Michael Jackson Mason Verger, la única víctima de Hannibal, junto con Will Graham, que vivió para contarlo... aunque no había sido referenciado ni mencionado por nadie hasta este momento. Qué curioso, ¿no? Verger estaba completamente desfigurado porque hace muchos años se le ocurrió invitar a Hannibal a su casa para jugar al doctor; Hannibal lo retó a que primero se pelara la piel de la cara como si fuera una naranja y se la diera de comer a los perros, y como Verger estaba hasta el culo en drogas, lo hizo. Después Hannibal le dio una horca y le pidió que imitara a David Carradine. El truco salió mal y Verger sobrevivió al ahorcamiento, pero terminó paralítico, sin rostro y con sed de venganza. Para ello, le pagó a un grupo de inútiles mercenarios para que capturasen a Hannibal y después lo lanzaran a un corral de cerdos entrenados para comer carne humana, un método que le había enseñado su amigo Idi Amin.
Paul Krendler, el malvado fiscal general adjunto del Departamento de Injusticia, aceptó una generosa donación de Verger para asignar a Clarice Starling a la investigación sobre el paradero de Lecter. El plan de Krendler era usarla como carnada para atraer y capturar a Lecter, quedarse con la recompensa que ofrecía Verger y de paso lograr que expulsaran a Clarice del FBI por mantener una relación poco profesional con un asesino caníbal.
Atraído también por la recompensa ofrecida por Verger, Rinaldo Pazzi se decidió estúpidamente a encarar a Hannibal mientras éste se encontraba trabajando en el Museo dei Ragazzi de las Artes Muy Bonitas del Palazzo Vecchio de Florencia, pero Hannibal fue más listo y, después de anestesiarlo, le dio una lección didáctica sobre la Italia del Renacimiento, en particular sobre cómo le arrancaron las vísceras a Francesco de Pazzi. El cadáver destripado del inspector Pazzi aún sigue colgado en el frontis del museo, ya que se le consideró una obra de arte exquisita.
Hannibal dedujo que Pazzi trabajaba para Verger porque... bueno, porque sí. Después de despachar a otro de los incompetentes hombres de Verger, Hannibal volvió a Estados Unidos para seguir stalkeando a su amada Clarice. Ella terminó siendo suspendida del caso al ser acusada de esconder notitas escritas por Lecter para leerlas a solas con una sola mano, pero en realidad las cartas eran falsas y todo era una trampa de Krendler para sacarse de encima a Clarice.
Hannibal fue capturado y llevado a la granja de Verger para servir como comida de cerdos, pero Clarice, como todo agente de la ley después de recibir una suspensión, se pasó por el arco del triunfo las órdenes de sus superiores y partió a rescatar a Lecter, matando a los inoperantes hombres de Verger, pero como es mujer, no pudo evitar recibir un plomazo.
Margot Verger, antigua paciente de Hannibal y hermana fisicoculturista de Mason Verger que se había vuelto lesbiana después de ver a su hermano desnudo, se vengó de él por todo el bullying que durante años le había causado y le metió un taser por el ano, lo que le provocó un intenso placer. Margot recogió el isótopo orgásmico de su querido hermano, para poder embarazar a su novia y así tener un heredero para quedarse con la fortuna Verger, y después lo mató haciéndole tragar una anguila. Como esto era ridículo incluso para los estándares de la saga Hannibal, en la película es el Dr. Cordell Doemling (médico personal, chef y esclavo de Verger) quien lo asesina, arrojándolo a los cerdos, después de que Hannibal se lo pidiera por favor.
Hannibal se llevó a Clarice a casa de Krendler, a quien drogó e hizo comer su propio cerebro (Krendler sobrevivió al ataque y ahora se le conoce como George W. Bush). Después drogó e hipnotizó también a Clarice para intentar convertirla en su hermanita Mischa. Clarice recuperó la cordura por un momento y se esposó a Hannibal. Éste se dejó poner las esposas creyendo que era parte de un juego sexual, pero cuando descubrió que Clarice pensaba arrestarlo, tomó un hacha y mató a Clar... nah, se cortó la mano y volvió a desaparecer mágicamente, reapareciendo en un avión con destino a Paradero Desconocido.
Otras fuentes indican que Hannibal logró seducir a Clarice gracias a su sex appeal canibalístico y se fueron juntos de luna de miel a Argentina. Años después, Barney, el antiguo carcelero de Hannibal en Baltimore y que casualmente también estaba en Buenos Aires, vio a la adorable pareja saliendo de la manito del Luna Park al final de un concierto de Los Piojos.
Hannibal
Después de estos acontecimientos, una alteración del espacio-tiempo provocada por el apocalipsis del 21 de diciembre de 2012 transportó a Hannibal de regreso a cuando trabajaba con Will Graham en los 80, pero con la tecnología actual y en el cuerpo de un señor que se parece a Vladimir Putin con flequillo. Ah, y su psicoanalista es la mismísima Dana Scully (se ve que su debilidad son las pelirrojas de carácter fuerte).
Las travesuras de Will y Grace Hannibal se han convertido rápidamente en una serie de culto y en el refugio y modelo a seguir de millones de sociópatas ocultos. Y por si fuera poco el fandom ha sido invadido por fangirls y de algunas locas que shipean Hannigram.
Primera Temporada
Will Graham (Hugh "Abrázame" Dancy) es un tipo introvertido y poco comunicativo que dicta cátedras sobre perfiles criminales y que pasa sus ratos libres pescando y fumando hierba en su apartada casa. Pero en la escena del crimen es una estrella. Con la increible habilidad que tiene para meterse en la mente del asesino y prácticamente perpretar el crimen en su imaginación, es capaz de reconstruir las fantasías y pensamientos de los homicidas más violentos. Y aunque debería estar en un manicomio bajo siete llaves, les sirve de mucho al FBI.
Jack Crawford (Laurence "Morpheus" Fishburne) ve que Will le resulta útil, pero sospecha que uno de estos días Graham comezará a decapitar como deporte, por lo que le sugiere al Dr. Hannibal Lecter (Mads "Loquillo" Mikkelsen) como su psiquiatra para asegurar su estabilidad mental y además colaborar con sus ideas en la búsqueda y descubrimiento de los criminales. Ambos comienzan una extraña relación amorosa amical.
Secretamente, Will vive enamorado de la colega de Hannibal, la joven y bella doctora Alana Bloom, que luce siempre tan sensual en esos vestidos cruzados.
Una serie de desapariciones sin resolver se convirtó en un caso de asesinato serial. Muchachitas de 16 a 18 años, todas con características físicas similares, fueron asesinadas y sus órganos fueron removidos. Will intentaba infructuosamente adentrarse en la mente del asesino, pero ni Doña Maria Juanita le ayudaba a alucinar.
Y como Hannibal es tan considerado y solidario, decidió darle una mano asesinando a otra muchachita, robándose su hígado para preparar la cena de Jack y dejando clavado el cadáver en unas astas de ciervo. ¡Y funcionó! En tal homicidio imitativo, Will encontró ciertas características que no encajaban con el patron de los crímenes, y de la nada se da cuenta de que tienen una profunda connotación emocional para el asesino. Así se da cuenta de que el homicida es un padre sobreprotector enfermo que no acepta que su hija dejará el nido y decide matar muchachas iguales a ella para demostrarle cuánto la quiere. (?)
Will rápidamente elabora un perfil psicológico y al identificar al asesino como Garret Jacob Hobbs, van en su búsqueda. Y todo habría ido bien sino fuera porque a Hannibal se le antojó advertirle a Hobbs que iban por él solo para hacer más interesantes las cosas.
Al llegar a la casa, encuentran a la esposa de Hobbs muerta y a Garret a punto de degollar a su hija, Abigail. Will le dispara a Garret hasta que cae muerto mientra Abigail nada en su propia sangre sobre el piso de la cocina.
Eso solo fue el primer capítulo. Y dicho incidente marcará el resto de la historia.
Luego descubrimos que Freddie Lounds se hizo la liposucción, se pintó el cabello, se hizo la permanente y se cambió de sexo, siendo ahora la periodista Freddie Lounds, una zorra manipuladora a la que todos quieren matar.
Durante el transcurso de la serie, Will se siente culpable por la muerte de Lounds, aunque lo disfrutó mucho, y desarrolla un insano interés por Abigail Hobbs. Además lo veremos sonámbulo vagando por la carretera a media noche o sobre su tejado en ropa interior. También descubrimos que Hannibal detecta el cáncer con tan solo olfatearte.
Hannibal comienza a desarrollar un extraño vínculo con Will. ¡Al fin ha encontrado un tipo tan loco como él! Cierta noche Will estaba en su despacho y Hannibal percibe en él cierto aroma en particular, diagnosticándole Encefalitis Autoinmune solo usando su olfato más inverosímil imposible, lo cual es causante de diversos episodios disociativos y alucinatorios que ha presentado Will. Auque sabe que Will puede morir si no soluciona el problema, prefiere dejarlo como está, porque un juguete roto como Will es un juguete más interesante.
¡Y no les daré más spoilers! Vean la serie.
Segunda Temporada
Terminamos la primera temporada con Will, en un psiquiátrico para criminales, luego de ver como Hannibal lo había estado manipulando todo el tiempo. Hannibal, obviamente, quedo impune de todo acto, viviendo su vida de come-personas en el hermoso exterior. De tal modo que la segunda temporada comienza con Will en el psiquiátrico, intentando rearmar su mente luego de los juegos de Hannibal, para dilucidar que entre todo lo ocurrido es verdad y que es simple ilusión, y nuestro chico de acento afuera haciendo de las suyas.
Tercera Temporada
Hannibal sale desnudo.
El fandom de esta serie fue conmocionado ante la noticia de que NBC cancelaría la tercera temporada de Hannibal. Es entonces que los fans de esta masacre pública comenzaron un movimiento llamado #SaveHannibal.
Twitter está plagado con este hashtag y hasta Mads y Hugh se sumaron a la campaña (claro que a ellos les conviene para que de esa manera les sigan pagando).