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Edward D. Wood Jr.
Edward Davis Wood, Jr. fue un escritor de novelas, productor de cine, actor, guionista, travesti y director. Tiene el honor de ser considerado el peor director de cine de toda la historia. Honor que ha sido buscado con ahínco por otros muchos directores de todas las décadas, aunque de momento el único que se ha asomado por debajo de su suela ha sido Uwe Boll.
Vida
Nació en el año 1924 en Nueva York con el nombre de John Christopher Depp. Participó en la Segunda Guerra Mundial, donde siguiendo una vieja superstición india, se pasó tres campañas, dos incursiones en terreno enemigo y un viaje en globo aerostático llevando unas bragas de mujer. Nadie sabe cómo, pero tras finalizar la guerra acabó en el mundo del cine y, tras hacer una apuesta con Juan Orol para ver quien hacía la peór película, reunió a un grupo de lo más variopinto que incluía frikis, fracasados, transexuales a medio camino y malos actores (y a veces ni siquiera eso) que lo seguían a todas partes en su afán de filmar películas, gracias a su vida disoluta sus poderes de convencimiento y habilidades de persuasión.
Más tarde conoció a Bela Lugosi, y abusando totalmente de su senilidad y de su adicción a la droga le convenció para que apareciera en una película de travestidos a cambio de un día de trabajo y mil dólares.
Fué visto por última vez el 10 de diciempre de 1978, en el lugar fueron encontradas unas sexys pantimedias rosas, se sospecha de una abducción por parte de extraterrestres.
Obras más destacadas
Advertencia: Esta sección contiene detalles de la trama y el argumento; si eres tan rarito que prefieres leer el libro o ver la película antes, no te recomiendo que leas esto.
Glen o Glenda
Es esta una película que trata la temática del travestismo y que en principio debería ser una biografía de Christine Jorgensen pero se convirtió en una cosa extrañísima sin pies ni cabeza. En realidad, la mayoría de los críticos están de acuerdo en que esta película le sirvió a Ed Wood para poder vestirse de mujer en público sin que lo encarcelaran por escándalo público. Míticas son las escenas que se suceden de hombres leyendo el periódico en casa travestidos justo en el momento en que sus esposas llegan de trabajar. George Weiss, al ver el pedazo de truño que le acababa de rodar Ed Wood, lo amenazó de muerte y le obligó a que al menos metiera alguna escena tórrida para que pasara de los sesenta minutos. Así lo hizo e incluyó escenas bondage bizarras que representaban los sueños de Ed.
Mención aparte merecen las actuaciones magistrales de Bela Lugosi y de los ñúes. El primero se pasa media película hablando pendejadas cosas sin sentido y colas de cachorros. Los segundos están correctos quitando algunas escenas sobreactuadas.
La Novia del Monstruo
Un científico loco e inmigrante ilegal llamado Víctor Frankenstein Eric Vornoff vive en una mansión alquilada en medio de un pantano.
Misteriosas desapariciones se van sucediendo, mientras Frankenstein Vornoff trata de aplacar el hambre en el mundo creando un pulpo gigantesco.
El problema es que el pulpo se gasta una mala leche nada comprensible y se dedica a devorar a los visitantes de dicho pantano. Una periodista entrometida intrépida se dedicará a investigar los extraños sucesos.
Diez minutos más tarde, se encuentra tumbada en la fría mesa de operaciones de Frankenstein Vornoff.
Diez minutos más tarde, aparece el novio de la chica (un policía) y lucha contra el criado de Frankenstein Vornoff, Igor. Otros diez minutos más y el pulpo se come a Frankenstein Vornoff y usted cree haber desperdiciado una hora y pico de su vida.
Seguimos esperando la secuela.
Plan 9 del Espacio Exterior
Innovadora y atrevida película de ciencia ficción adelantada a su tiempo. El argumento es estúpido sencillo: unos extraterrestres llegan a la Tierra a lomos de unos platillos volantes sospechosamente similares a los tapacubos de un Cadillac (mas bien eran de Buick)
Parece ser que pasear por encima de las capitales de los países más importantes del mundo no les llegaba para llamar la atención de sus gobiernos, y eso que como explica un general terráqueo, «tratamos de contactar con ellos pero no respondieron», más tarde un extraterrestre dice exactamente lo mismo, es lo que tiene cuando tratas de usar una radio FM para contactar con un sofisticado sistema de microondas.
Independientemente de la posibilidad de un encuentro en persona, los extraterrestres se sienten muy ofendidos porque los periódicos los ignoran, y despechados, dan vía libre al Plan 9.
¿En qué consiste? Asómbrese, en resucitar a los muertos (tres en total) por medio de potentes descargas en su sistema límbico (originalmente iba a ser en su sistema linfático, pero se optó por el límbico por ser mas coherente a nivel científico... No, mentira, fue porque sonaba mejor).
Entre los afortunados resucitados se encuentran Bela Lugosi, Vampirella (una versión retro de Elvira) y el novio de La Novia Del Monstruo el luchador Tor Johnson, dando tumbos por un cementerio consiguen matar a unos cuantos policías dándoles golpes.
Lo peor el clímax llega cuando un piloto y dos agentes de la ley tienen un encuentro con dos extraterrestres (que sólo dicen las palabras: Klaatu Barada Nikto), ofendidos por su mensaje de pacifismo provocador y anti-nuclear, les meten una paliza y le prenden fuego al platillo volante en el que llegaron.
La película se cierra con una predicción desalentadora por parte de Walter Mercado un tío con un peinado raro, en la vida real dicho personaje predijo la muerte de Kennedy, así que algo de razón tendrá, aunque de todas formas predecirle a alguien que va a morir sin concretar la fecha no tiene demasiado mérito.
Como anécdota hay que señalar que Bela Lugosi murió antes de que la película fuera terminada y se usó como doble al quiropráctico de Dolores Fuller que, dicho sea de paso, no se parecía en absolutamente nada al actor húngaro.
Le propusieron a Wood que usara tecnología informática para pegar planos en las escenas que faltaban, pero se negó en redondo y mencionó algo como «mira la nueva trilogía de Star Wars, todo pantallazo azul, no me extraña que sea una cagada».
Otro dato curioso es que Orson Wells realizó una versión radiofónica de esta película que provocó el pánico entre los radioescuchas que creyeron que todo era verdad.
Etapa porno-erótica
Con la muerte de Bela Lugosi, Ed Wood se encontró de repente sin su mayor estrella y única baza para poder seguir haciendo películas de alto presupuesto (por encima de los doce dólares). Ya no colaba eso de buscar financiación con la cantinela de que era la película póstuma de Bela Lugosi. Por lo que se dedicó al único género donde el guión importa tres pimientos: el porno-erótico.
Acabado, sin dinero, se dedicó a beber whisky de la marca Imperial a tiempo completo. Sin embargo derivó a la izquierda y se cambió al vodka de la marca Popov, su favorita. Finalmente falleció de un ataque al corazón mientras veía un partido de fútbol, y encima americano.
Incursión literaria
Ed Wood, cuando no dirigía películas, se dedicaba a escribir novelas con travestis como protagonistas. Famosa es su novela Muerte de un travesti, donde Glenda (el travesti) nos cuenta sus confesiones desde el corredor de la muerte. Como no podía ser de otra forma, resulta que Glenda es un asesino a sueldo. No fuera a ser que al señor Wood le diera por crear una historia convencional.
Legado
Contemplad sus películas y no le juzguéis. Ed Wood sólo quiso hacer realidad su sueño, el sueño de un niño de once años que con su cámara nueva grabó a sus padres a hurtadillas mientras practicaban el acto para luego vender las cintas a sus vecinos más pervertidos. Su sueño era conseguir dinero para realizar una adaptación de Drácula. Su sueño era poder vestirse de mujer en público.
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Distinciones
Artículo destacado Este artículo ha sido destacado en la Portada por decisión popular. Los rumores sugieren que sus autores fueron instruidos |