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El horror de Dunwich
El horror de Dunwich es un horrible tierno y conmovedor cuento de temática rural y campestre escrito por Hewlett Packard Lovecraft. Trata la historia de una mujer sencilla del campo que tiene un hijo muy precoz en todos los aspectos. Este joven campesino, llamado Wilbur Whateley, es un soñador que busca, contra todos los obstáculos que presenta haberse criado en un entorno aislado, realizar sus anhelos de traer al mundo dolor y la locura para, finalmente, arrasar con todo.
Argumento
La historia está ambientada en Dunwich, un pueblecito de Nueva Inglaterra. El viajero que se adentra en estas regiones puede disfrutar de un bucólico paisaje que oculta una realidad menos alentadora. Debido al difícil acceso a la zona por lo accidentado del terreno y lo rudimentario de las vías que la comunican los habitantes de estas tierras son, mayormente, unos paletos medio tarados de aspecto tosco y corta inteligencia fruto de la acumulación incestos durante múltiples generaciones. Esto revierte tanto en la cutre arquitectura de la zona (básicamente unos chamizos hechos de tablones mal clavados) como en las embrutecidas costumbres de las gentes, que por menos de nada van y tiran a los forasteros al pilón.
Una familia particular
El pequeño Wilbur se había criado con su madre medio subnormal y con su abuelo, un viejo chiflado con fama de brujo. La educación que había recibido de los mismos desde luego dejaba mucho que desear. Incluía desde pasarse las noches por ahí corriendo desnudo junto a su madre como leer de textos relacionados con la nigromancia antes de ir a dormir, lo cual había hecho de Wilbur una persona muy, muy especial. Pero no eran las excéntricas costumbres de su familia las que hacían murmurar a los vecinos, pues al fin y al cabo en ese pueblo quien más quien menos era un tanto rarito, sino la precocidad con la que el crío se desarrollaba y su aspecto de chivo, que hacía sospechar que el desconocido padre del muchacho tal vez fuera algún infortunado macho cabrío al que su depravada madre se hubiera beneficiado. Y no es que otros habitantes de la zona no se aliviaran con el ganado, pero evitaban incurrir en ese escándalo metiéndola siempre por el culo. No obstante, el viejo Whateley, el abuelo, siempre presumía delante de los lugareños diciendo que el día que vieran quién era el que le había preñado a la hija, se iban a cagar por la pata abajo, pero lo cierto es que nadie le creía.
A los diez años Wilbur ya tenía la madurez de un adulto (en ese pueblo la edad mental del más listo era la de un niño de nueve años) y también su contextura. Es en este momento cuando el abuelo Whateley muere de un cólico, que le entran unas cagarrinas que casi se voltea como un calcetín, cosa que a nadie le importa demasiado, y cuando la madre retrasada desaparece misteriosamente (se cree que su hijo la mandó a La Chingada, Veracruz, donde tal vez hoy todavía viva). La muerte del abuelo sucede simultáneamente a una concentración de grajos en el cielo de Dunwich, cosa que aprovecha Wilbur, escopeta en mano. Ya se sabe, pájaro que no vuela a la cazuela, y aunque se muera el yayo, la cena es la cena, que el muerto al hoyo y el vivo al bollo.
Wilbur y la cosa
Desde entonces Wilbur se irá haciendo cargo de la hacienda, si así se le podía llamar a la chabola desvencijada en que vivían los Whateley. Si bien hasta entonces nadie había reparado es en que en esa propiedad no solo vivían el anciano, la retrasada y el deforme de Wilbur, sino que también habitaba en el granero una criatura gigante, extraña e invisible. Los curiosos achacaban los gestos que los Whateley dirigían al vacío a la esquizofrenia que, daban por supuesto, padecían. Pronto se darían cuenta que las cosas eran muy diferentes...
Wilbur siguió llevando una vida tranquila, dedicándose únicamente a la nigromancia y la hechicería, así como a alimentar a la bestia del granero, que lo cierto es que la jodía comía como un regimiento. Buscando un día en los libros de su abuelo un hechizo que le permitiera meter un poco en vereda a la bestia, que en ocasiones se le remontaba demasiado y hasta se iba a la cama sin lavar los dientes, descubrió que la hoja en la que tal hechizo figuraba había sido ya utilizada por su abuelo, pero como papel de water, por lo que tuvo que informarse de donde podía encontrar otro ejemplar del hechizo, que figura en el mundialmente famoso Necronomicón, del cual tenían un ejemplar en la biblioteca de la Universidad Miskatonic en Arkham.
Drama en la biblioteca
Allí se dirigió, pero, menuda contrariedad, resulta que el bibliotecario le informó de que su abuelo había sacado varios libros de artes oscuras (y un par de revistas porno) décadas antes y no los había devuelto. Con su óbito, la multa se le traspasaba a Wilbur, quien así se veía privado de poder sacar libros lo menos hasta el año del pulpo. Wilbur intentó convencer al bibliotecario de que obviase el temilla de la multa primero con buenas palabras, y, más adelante, con sobornos, pero no hubo manera. Así que hubo de marcharse decepcionado y frustrado y cagándose en los muertos del bibliotecario. Pero...
... no iba a darse tan fácilmente por vencido. Por la noche, pertrechado de una palanqueta, se presentó en la biblioteca dispuesto a sustraer el libro del árabe loco. Eso sí, entró tan torpemente que hizo más ruido que un elefante en una cacharrería y el bibliotecario le sorprendió con las manos en la masa. Cuando trataba de huir, el caniche que hacía las funciones de mascota de la Universidad saltó sobre él y le hizo pedazos, mostrando el cadáver resultante la verdadera naturaleza de Wilbur: un ser híbrido entre humano y monstruo espacial, con tres anos, múltiples penes partiendo de su bajo vientre y patas de macho cabrío. En lugar de sangre, tenía sopa de marisco. Un adefesio, en definitiva.
El espeluznante final
No obstante, ahí no acaba la historia. A falta de Wilbur, la criatura salió del granero para probar la comida del pueblo (humano en salsa verde) y de paso conocer el lugar, que le habían tenido toda la vida guardado igual que los gallegos tienen a los hijos que les salen deficientes. El bibliotecario y dos amigos suyos, mientras tanto, habían descubierto un conjuro para devolver al bicho a otra dimensión, así que van para allá y, apoyados en la logística por los rústicos lugareños, lo espolvorean con un extintor con lo que pueden ver su forma en todo su horror: es grande como una casa de tres pisos y tiene ocho coños, seis patas, veinte tentáculos y una cara que recuerda vagamente a la de Leticia Sabater. El espanto que se apodera de ellos es grande, pero logran sobre ponerse y... ¡Abracadabra!: recitan el hechizo y vencen al engendro. Demasiado tarde como para haber evitado cientos de muertes, eso sí, pero nada es perfecto.
A modo de epílogo, el bibliotecario y sus coleguis nos cuentan la verdad del caso: Wilbur y el monstruo eran hermanos mellizos que Yog-Sothoth, un alienígena de otra dimensión, primo feo de Monesvol, había tenido en la retrasada Whateley. La idea era que Wilbur (más parecido a la madre) fuera abriendo camino a la otra cosa (más parecido al padre) para que éste acabara con toda vida en la tierra, que hay que tener mala leche. En definitiva, puede decirse que el celo y rigor del bibliotecario con las multas, gracias al cual que Wilbur no pudo llevarse de buenas el Necronomicon, salvó colateralmente a la humanidad. Eso y que Wilbur fuera menos consistente que un blandiblue y no tuviera ni media hostia, que hasta esa mierda de perro fue capaz de hacerle trizas.
Personajes
- Wilbur Whateley: Protagonista de la historia. Hijo de un Dios exterior (en realidad un alienígena) y de una humana, chico muy desarrollado para su edad, tanto así que a los 10 años ya tenía barba y pelos y jugaba con Manuela. Cortejaba a las medio taradas chicas de Dunwich ofreciéndoles puestos de poder en su nuevo orden mundial. Su objetivo vital era cumplir el deseo de su padre y del viejo chiflado de su abuelo de destruir a la humanidad y dominar al universo a través de hechizos prohibidos y magia negra. Cuando trata de llevarse el Necronomicón pidiéndolo prestado un perro lo descuartiza (el tipo no aguanta nada). Es el equivalente lovecraftiano de Jesús, sólo que esta vez no resucitó... bueno, el otro tal vez tampoco.
- El abuelo Whateley: Cuando un viejo está gagá, no es buena idea permitirle que se dedique a la nigromancia, que luego pasa lo que pasa. Estaba muy orgulloso de que su hija hubiera tenido relaciones con un engendro de otra dimensión, y dado cómo eran los demás del pueblo, la verdad es que era lo mejor a lo que ella podía aspirar.
- Lavinia Whateley: Trasunto de la Virgen María, pero sin ser virgen. Tiene menos luces que la bicicleta de un gitano.
- Yog-Sothoth: Padre biológico de Wilbur y la otra cosa. Buscaba al igual que Dios, llevar sus enseñanzas al mundo a través de su(s) hijo(s).
- El hermano de Wilbur: Un ser invisible, hermano mellizo de Wilbur, que debido a comer de más engordaba mucho, tanto que ni cabía en su casa. Cuando su hermano muere, decide buscar comida por otros lados, como pasteles de chocolate hechos por los aldeanos, y de paso a los mismos aldeanos, por lo que unos trabajadores de una escuela deciden detenerlo, ya que no quieren que se coma todos los pasteles. Es un engendro monstruoso y suerte que es invisible, porque es más feo que Ronaldinho cuando se lesiona.
- Dr. Henry Armitage: Bibliotecario de la Universidad de Miskatonic en Arkham. Con otros doctores vence al hermano de Wilbur, recibiendo una dotación vitalicia de pasteles de chocolate como premio por los servicios prestados, aunque tuvieron que esperarse un poco ya que todos los aldeanos se fueron a descansar por un rato.
Curiosidades
- Yog-Sothoth demandó a la Universidad por homicidio, pero no logró pagar a su abogado el viaje desde la otra dimensión, así que no pasó nada.
- El abuelo de Wilbur era un viejo verde que además de hacer magia negra gustaba de mirar obras, como casi todos los jubilados.
- Wilbur siempre odió a los perros, y ellos a él. La cosa ya venía de lejos.
- Lovecraft se identificaba con Wilbur, no queremos saber qué tenía bajo la blusa.
- El creador de Inuyasha se baso en éste cuento y de ahí sacó la idea de los seres híbridos y las relaciones íntimas entre un demonio y un humano.
- Se considera a este cuento el primer Hentai en la historia, al aportar el aspecto de mujeres violadas por monstruos con tentáculos (si no me creen vean la foto del padre de Wilbur), lástima que no incluía imágenes.
Vease también
- Lovecraft
- Perro:asesino de Wilbur
- Cthulhu: Tio de Wilbur
- Inuyasha (¿Tengo que explicarlo otra vez?)
- Necronomicón
- Los sueños en la casa de la bruja