Usuario:Julc Jogan/Taller
El empezar es el comienzo del acabar
Saber refranes poco cuesta y mucho vale. De refranes y cantares tiene el pueblo mil millares, porque refranes y consejos todos son buenos. Y es que hay más refranes que panes, y ya se sabe que no hay mejor refrán que buen vino y buen pan.
Cada día tiene su refrán y su afán, porque decir refranes es decir verdades. Y es que desde antiguo es bien conocido que los refranes no engañan a nadie. Refrán viejo nunca miente, y los refranes de los viejos siempre son verdaderos. En cada refrán tienes una verdad, y cien refranes cien verdades. Ya lo dice el dicho: hombre refranero, medido y certero; mujer de lengua certera, mujer refranera. Además, lo que dice el panadero siempre es verdadero, aunque más alimenta el pan casero que el que vende el panadero. Pan ajeno, caro cuesta y poco engorda.
Así que quien habla por refranes es un saco de verdades. O un saco de panes, y no por mucho pan es peor el año. Ya se sabe que más vale pan duro que ninguno, aunque pan con pan comida de tontos. Y el que tonto nace tonto muere, porque pan para hoy hambre para mañana, y quien mal anda mal acaba. Ir de mal en peor no hay cosa peor, y mal de muchos consuelo de tontos, aunque no hay mal que por bien no venga, así que dame pan y dime tonto.
Del dicho al hecho hay un buen trecho
No solo de pan vive el hombre, y donde dije digo digo Diego. A lo pasado no hay consejo ninguno, porque a toro pasado todos somos Manolete. Por todos es sabido que el que de refranes se fía no llega bien al mediodía, así que refranes y consejos pocos y de lejos. Ya lo dice el dicho: hombre refranero, hombre majadero; mujer refranera, mujer puñetera.
Y es que refrán antiguo mentira vieja, de una mentira ciento se derivan, y quien mucho miente le huye la gente. Gente popular a donde la llevan va, porque ¿adonde va la gente? a donde va Vicente, y todos los caminos llevan a Roma. Pero más vale camino viejo que sendero nuevo. Camino malo pásalo pronto, aunque mientras vas y vienes no falta gente por el camino.
Cuando el gallocojon canta la gente se levanta, aunque gallo que no canta algo tiene en la garganta. Y hablando se entiende la gente, pero quien mucho habla mucho yerra, y en boca cerrada no entran moscas. Y es que las palabras se las lleva el viento, aunque más vale una palabra a tiempo que cien a destiempo, y más vale morir bien hablando que vivir mal callando.