Vacaciones
Las vacaciones son un periodo de tiempo en el que no se trabaja ni se va al colegio y la tierra se para en su órbita por que no tiene quién la mueva. Los seres humanos, masoquistas por naturaleza, no soportan tanto placer como produce el no tener que trabajar y por ello se lanzan a hacer turismo como lemmings por un terraplén.
Preparación y viaje
Para irse de viaje es imprescindible hacer primero las maletas y llevar todo lo necesario: Cepillo de dientes plegable, plancha de viaje, algún libro de bolsillo, el iPod nano, la mini pantalla gigante de home cinema, el jacuzzi olímpico portátil y eso si olvídate del despertador por que nadie quisiera levantarse de su dulce y acogedor sueño sin razón alguna en vagaciones... en fin, esas cosas imprescindibles para tu supervivencia.
También hay que tener reservado el medio de transporte, bien en una agencia de viajes o bien de forma directa en la estación de tren, el aeropuerto o la zapatería. Si en el país dónde vives es legal el overbooking, los billetes se sortearán entre todos los que los compraron. Si no te toca, siempre puedes quedarte en casa viendo la tele, mejor suerte la próxima vez.
Medios de transporte
Barco
Es demasiado seguro, cómodo y permite contemplar el paisaje. No lo usa nadie porque bajo estas condiciones podrían incluso disfrutar del viaje Dios no lo permita.
El titanic se hizo famoso por ser el primero que, cuando se acababa el hielo de las bebidas, desvíaba su curso hacia el iceberg más cercano para que siguiera la fiesta. Además ofrecía unas increíbles vistas del suelo submarino.
Una variante interesante es la patera o cayuco. Un medio de transporte marítimo muy usado por los africanos debido a su seguridad y a su gran capacidad de transporte. Tanto es así que hasta el mafiosos dueño del barco cede amablemente su puesto para que haya más sitio por la borda a bordo.
Coche
El coche es el medio de transporte utilizado por el grueso de la plebe. Permite viajar al ritmo del conductor y al de la vejiga de sus hijos o abuelos. También evita las aglomeraciones de los transportes públicos y fomenta las relaciones entre conductores.
Por si fuera poco, no depende de la ubicación de estaciones o puertos, ya que puede aparcar dónde quiera.
Avión
El avión es el medio de transporte más rápido y el que tiene más posibilidades de matarle a usted y a su familia. Ya sea por las turbulancias, por las serpientes de abordo o por los gremlins que destrozan el motor con un martillo y permanecen invisibles a todos los viajeros menos usted.
Además, las compañías aéreas incluyen todo tipo de ventajas en su paquete de viaje, cómo la pérdida automática de maletas o los retrasos de dos horas para que no le den la lata con los bailes y los collares de flores cuando llege a Bora Bora.
Andando
La forma más ecológica y versatil para llegar a su destino, si bien no es la más rápida. Además, el límite en la cantidad de equipaje que puede llevar lo pone usted mismo y su reumatismo. Acuérdese de llevar siempre un cayado, una cantimplora y un chaleco reflectante. De este modo, aquellos que prefirieron viajar en coche le identificarán con mayor fácilidad y podrán proceder a acelerar sobre los charcos cuando pasen a su lado, llenándole así de barro para reírse de usted.
Actividades vacacionales
Las actividades vacacionales son muchas y muy variadas, pero todas son igualmente perjudiciales para la salud.
Deportes de riesgo
Tales como el niloing (consistente en subir el Nilo nadando entre los cocodrilos), simpaing (consistente en huir de los chiringuitos de la playa sin haber abonado la factura) o el patating (consistente en ayudar a tu abuela la del pueblo a recoger la cosecha de patatas).
Estos deportes harán las delicias de los más osados, pero no se olvide de llevar el equipamiento adecuado y de hacer testamento a favor de la iglesia evangélica antes de practicarlos.
Visitar museos
Nadie quiere ir realmente a ver los museos, para empezar por que están llenos de basura antediluviana y además porque la entrada es carísima y la música no es nada bailable. No obstante, lo primero que le preguntará la gente cuando regrese a casa es qué es lo que ha visto en su viaje, y nombrar ocho burdeles, aunque sean los más caros de la ciudad, no le va a valer la admiración de sus familiares.
Una vez dentro del museo, la actitud debe ser de concentrado interés y admiración. Incluso ante una exposición de incomprensible arte abstracto, ésta es la actitud correcta. Una buena forma de lograrla en estos casos es informarse anteriormente del valor en euros de las obras. Así podrá interesarse y admirarse al comprobar que se llegan a pagar cincuenta millones por cuadros que su perro, si lo alimentara con pintura de colores, podría cagar.
Irse de bares
Para qué nos vamos a engañar, ésto es lo que realmente quiere hacer la gente de vacaciones. Puede hacerse en la propia ciudad de residencia, pero debido a la gran cantidad de amigos y familiares, potenciales testigos de sus desmanes, a que los días de vacaciones son tan propensos, lo mejor es irse a Amsterdam, la única ciudad fuera de Aspaña con buen ambiente nocturno.
Además, los turistas masculinos tienen la ventaja de que las hembras autóctonas los considerarán exóticos y no entenderán una palabra de lo que dicen (si lo hicieran, les darían una patá en los cojones después del saludo). En cuanto a las turistas femeninas, tienen vía libre para sacarse el sostén y agitarlo en el aire (algo que, según la MTV, todas quieren hacer) sin que eso repercuta en su reputación.
Incidencia social de las vacaciones
Las vacaciones son imprescindibles en nuestra sociedad para evitar que la histeria se apodere del mundo y la gente se haga a la calle a violar las bocas de incendio y a derribar las farolas a cabezazos.
Duración
La duración de las vacaciones es, por definición, demasiado pequeña y en ningún caso satisfará al trabajador. Aun así, éste ha de olvidar su dignidad y conformarse con lo que le den ya que no en vano es propiedad de la empresa hasta que muera o quede incapacidato (momento en el cual lo depositarán con todos los honores en el vertedero más próximo).
Síndrome post-vacacional
Hace apenas unos años, aquellos trabajadores que bajaban el rendimiento tras las vacaciones (¡incluso concediéndoles el lujo de tener vacaciones!) tenían unos huevos que se los pisaban y podían dárseles libremente latigazos para que se les quitara la tontería. Gracias a la psicología moderna, hoy en día tienen un síndrome. Por tanto deben recibir atención psicológica para que no se pongan tristes. Hay que tratarlos con cariño, darles doble postre y sobretodo no cometer el infame y anticonstitucional acto de presionarlos bajo ningún concepto.
Otros artículos relacionados
El Día de Planificar tus vacaciones es el 11 de enero Celébraro o sufre las consecuencias |