Arequispeños

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Puneños
Según Google esto es un puneño. No le vamos a discutir eso...
Según Google esto es un puneño. No le vamos a discutir eso...
Clasificación científica
Reino: Animalia
Filo: Homo erectus
Clase: Homo peruanensii
Orden: Homo punaeius
Familia: Homo punaeius migranteia
Género: Masculino o femenino
Especie: Homo punaeius migranteia arequispeña

Los Arequispeños son habitantes de Arequipa que, pese a lo que se pueda pensar, no son Arequipeños, sino puneños e hijos de Puno que habitan Arequipa por su alto contenido proteínico y comercial. Son conocidos por su dejo y forma de hablar como serranos graciosa, haciéndolos diferentes de los arequipeños de verdad, que tienen un dejo igual de gracioso pero diferente. Otra de las principales diferencias es con su color de piel, que en los especímenes de esta raza era notablemente más tirando a color caca oscuro, resaltando a la blancura resplandeciente y/o natural de los elfos silvanos arequipeños de Arequipa. En la actualidad se siguen dedicando a vender mercancía boliviana, productos oficiales, entre otras cosas, en la ciudad blanca, siendo según recientes estudios los únicos habitantes que quedan en la ciudad tras los terremotos.

Etimología y Etiología

La marcha del orgullo puneño en Arequipa.

Los arequispeños (del inglés are: sois, del apellido amerindio Quispe y del sufijo castellano -ano) son los habitantes antropoideos de la Ciudad-Estado de Arequipa, que, a diferencia de los oriundos arequipeños, no tienen ascendencia vasco-catalana, austro-prusiana, anglo-germanórdica, ítalo-vaticanense, blefuscu-liliputiense, númenor-endoriana o umbrelo-pandoriana, sino, un origen mitológico en el Pleistoceno, cuando una horda de altiplanithecus invadió las mesetas, los valles, las laderas, los cerros, los barrancos y las torrenteras de Los Andes del Sur. La leyenda de Manco Cápac y Mama Ocllo explica de manera simbólica este subgénesis posdiluviano.

Aunque algunas ciudades del altiplano como Hollywaka (Juliaca) y Puno York (Puno) eran importantes enclaves para el comercio de los netos arequipeños en su ruta hacia el Atlántico, tras la apertura del Canal de Panamá, fueron perdiendo poco a poco su flujo mercantil de especies como la lana de alpaca, el cuero de bisonte, el arroz cangrejo, el azúcar chuscarapi, el oro de los nibelungos, el rocoto relleno, el ajo y otras plantas antizombies, hasta convertirse en zonas atractivas para las ambiciones expansionistas de los altiplánicos de inframundos más distantes, cuyos índices de promiscuidad y reproducción se incrementaron en progresiones geométricas que probaban las cuestionadas teorías de Malthus así como todas las leyes eugenésicas auspiciadas por el káiser Guillermo II.

Incapaces de mantener poblaciones cada vez más grandes en las tierras casi estériles del Altiplano e incapaces de lanzarse como lemmings al Lago Titicaca por su innata hidrofobia, decidieron invadir el espacio vital de los pueblos germánicos del Oeste, a saber, Arequipa, Moquegua y Tacna, conocidos como las Fuerzas del eje. Los habitantes de estas míticas regiones comenzaron a huir horrorizadas con rumbo a Númenor, Endor, Narnia, Pandora, Oz , Las Hespérides, Tuvalu Citerior y la Estrella de la Muerte, dejando sus campiñas, bosques y florestas a merced de los puneoyorkinos que edificaron infinitesimales condominios siguiendo el modelo israelí en Palestina.

Para concretar la invasión, se reunieron en las Conferencias de Casablanca, Puno York y Yalta con los cosqueños y los ayakuchasnos, a los que se sumarían otros Aliados como los wankavelikasnos y los ansawaylindios, entre otros antropoides, así como mercenarios lemeños y cholacos, sicarios mochicas y chimúes y partisanos uruk-hai, dementores y assholes. Las mutaciones de todos estos especímenes produjeron con el tiempo a la actual raza híbrida de los arequispeños, ampliamente estudiada por criptozóologos como el doctor Frankenstain, sir Ian Wilmut y John F. Queeny.

Antropología eugenésica

Los arequispeños se caracterizan, aparte de su mal olor, su aliento fétido y su excesiva producción de secreciones hormonales, por un tamaño promedio que fluctúa entre 1 y 1,6 metros y una contextura robusta de medidas 90, 90 y 90 centímetros, tanto en ejemplares machos como hembras. De espaldas anchas, cuello corto y tronco largo, resultan imposibles de coincidir con los cánones de proporciones humanas de artistas como Policleto, Leonardo Da Vinci, El Bosco, Parmigianino, Picasso, Kandinsky, Botero y Ken Sugimori, por lo que solo pueden ser retratados siguiendo los parámetros del caricaturista Guamán Poma de Ayala.

Por lo demás, los arequispeños, según Georges Cuvier, pertenecen a la raza mongoloide viringa. Su sangre es magenta tipo B con partículas de CH40, R-C00H y C6H3(OH)2-CH2-CH2-NH2. Su cráneo es hiperbraquicéfalo de careta ancha y plana y de tanas hirsutolítricas de color negro PG-140 con nariz platirrina o mesorrina, labios gruesos y orejas porcinas. Sin embargo, los rasgos físicos más prominentes de estos androides son el color de piel y la forma de ojos. Su pigmentación epidérmica con escasa o nula vellosidad, debajo de una gruesa capa de carca o mugre, va del amarillo fosforescente al rojo cobrizo por lo que se les suele denominar xantodermos, olivodermos o escatodermos. Sus ojos poseen el párpado superior caído en el llamado "pliegue mongólico" que les da una apariencia rasgada a manera de puñaladas en un cuero de chancho.

Psicopatología

Los arequispeños constituyen un rico caldo de cultivo de trastornos mentales que superan la posibilidad de diagnóstico a partir del DSM-V de la APA, el CIE-10 de la OMS, la Escala del mal del profesor Stone, el cuaderno de reclamaciones del hospital del doctor Jigsaw, la agenda telefónica de Light Yagami y todos los Incilibros de automotivación y realización personal.

Epidemiología

Al igual que otros seres de su especie como los korawais, los yahoos, los orcos, los tuvalíes, los chinos, los masones, los gremlins, los daleks, los zombies y los wachiturros, poseen un plan de dominación del mundo para convertirlo en El planeta de los simios remasterizado.

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