Gregorio Magno

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Gregorio Magno
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Gregorio Magno "el guapo" y su loro blanco
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69° Papa de la Iglesia Católica
Religión Catolicismo dominante
Mandato divino Entre el siglo Uve y Uve Palito
Residencia Catacumbas
Hechos Instalar al Catolicismo en las islas del Rey Arturo
Predecesor Sucesor
Pelagio
Sabiniano
Crucifijo.png Doctor sin Título de la Iglesia
Abogado de las almas del Purgatorio pagado por el Estado
Venerado en Nada más en la Iglesia Católica
Su vida
Nombre de verdad Mango Gregorio
Estado actual Maduro
Nacimiento Defunción Roma
Ramo
Relaciones Los Ingleses
Enemigos Los Lombardos


Gregorio Mango, Goyo 1 o también Sangre Gorio (Roma, 540-Ramo, 604) fue el 69 papalote de la Iglesia católica.​ Es uno de los cuatro grandes Padres de la Iglesia latina o de Occidente, junto con Jerónimo el feo, Agustín el espantoso y Ambrosio el horrible.​ Fue proclamado doctor de la Iglesia porque hacía cirugías únicamente con el permiso de Dios sin antes haber estudiado medicina, se le considera Santo también porque era un milagro que sus pacientes sobrevivieran algunos días. Se le considera la figura definitoria de la posición medieval del papado como poder separado del Imperio romano, tomando en cuenta que el Imperio romano estaba más ocupado en intentar no morir que en controlar la religión.

Biografía

Gregorio nació en Roma, en el seno de una pobre familia acaudalada cuyo padre se llamaba Patricio y su madre Patricia, así que era una familia de patricios. Su familia era de larga tradición de Papas, aunque no deberían, pero bueno, su bisabuelo era el papa Félix III,​ también fue pariente suyo el papa Agapito I​ y dos de sus tías paternas también fueron Papas. Sus padres, ambos venerados como santos, eran San Patricio y Santa Patricia, le educaron para seguir con el negocio familiar.

Dilapidó la herencia familiar en hacer iglesias de sus casas, cosa que le gustó al Papa en turno que decidió quedarse con ellas y para que Gregorio no opusiera resistencia lo mandó a vivir a Constantinopla donde se volvió amigo del emperador y amigo de todas las familias italianas que habían ido a instalarse ahí, gracias a la habilidad de Gregorio de preparar la mejor pasta italiana de la región. Durante este tiempo tuvo un encuentro de lucha libre con el patriarca Eutiquio de Constantinopla para determinar quién tenía razón sobre la resurrección, si había sido corpóreamente o de espíritu, el patriarca ganó porque descalificaron a Gregorio por un golpe bajo y tuvo que volver a Roma.

Ya en Roma de nuevo quiso ir a Inglaterra porque escuchó que ahí se podía sacar una espada de una piedra y volverse rey, pero le prometieron que pronto sería el nuevo Papa ya que al de ese momento le gustaba coleccionar ratas durante las pestes y no duraría mucho en el cargo.

Pontificado

Gregorio salvando a unos pobres esclavos anglos mientras un afroamericano (?) los mira antes de ser vendido.

Al acceder al papado en 590,​ Gregorio se vio obligado a enfrentar las arduas responsabilidades como decidir qué nombre ponerse, diseñar un escudo papal bonito que hiciera juego con sus ojos y gobernar de facto a Roma que no tenía hacienda para mantenerse ni ejército para defenderse, así que él tenía que usar las limosnas para alimentar a la ciudad y a los monaguillos para repeler la invasión de los ostrogodos.

En el año 592, la ciudad fue atacada por el rey lombardo Pitulfo Agilulfo. En vano se esperó la ayuda imperial; los Bizantinos estaban ocupados haciendo mosaicos con piezas chiquitas y no tenían tiempo, ganas ni beneficio en ir a defender Roma, por lo que el Papa Gregorio tuvo que negociar una tregua, asustando a los lombardos con levantar al zombie de San Pedro para que los mordiera a todos, Agilulfo prometió dejar en paz Roma con tal de obtener un cacho de la Toscana y poder hacerse rico con las cadenas de su comida.

En una oportunidad, Gregorio fijó su atención en un grupo de cautivos en el mercado de Roma para ser vendidos como esclavos. Los cautivos eran altos, bellos de rostro y todos rubios, Gregorio preguntó de dónde provenían. «Son anglos», respondió alguien, «No son anglos sino ángeles» y los liberó, dejando a los negros y asiáticos amarrados para ser vendidos porque ellos no eran ni anglos y menos ángeles.

Este episodio de racismo motivó a Gregorio a enviar misioneros al norte, a ver si le conseguían cierta espada, para eso envió a su propio caballero de su mesita redonda Agustín de Canterbury a Inglaterra para que convenciera a esa bella gente de convertirse al catolicismo. Esta vez no destruyeron sus santuarios paganos como al resto de las culturas sí nos hicieron, sino que los "limpiaron" y los dejaron para poner personas sangrantes y crucificadas para agradar a Dios, lo contrario a los sacrificios humanos que se hacían antes. Gregorio nunca imaginó que mil años después Agustín de Canterbury lo traicionaría haciéndose santo de la iglesia Anglicana.

Gregorio falleció el 12 de marzo del año 604; cuando Dios lo llamó para pedirle explicaciones por qué nada más salvaba rubios, se representó a sí mismo en el purgatorio ganando al decir que en la Biblia también dice que los ángeles son rubios, por lo que fue contratado como abogado para las almas del purgatorio, pero sólo para las que pueden pagarlo.

Obras

Canto gregoriano

Artículo principal: Canto gregoriano
Los cantos gregorianos se transmitían de boca a boca porque nadie le entendía a las partituras.

Al final del Imperio romano la religión católica decidió obtener el monopolio del canto romano, tal como lo había hecho con las almas y con el dinero de los súbditos del Imperio. El papa Gregorio I se dio a la tarea de recopilar todos los cantos religiosos existentes, adaptó las letras a la liturgia cristiana, los encuadernó en libros y los vendió a precios caros a todos los feligreses que sabían leer. Para poder cobrar regalías por el uso del canto religioso, el papa Gregorio I lo rebautizó como canto gregoriano. Y para poder asegurar las ventas de los libros de cantos ordenó mediante un edicto que el canto gregoriano sería la única melodía permitida en las celebraciones de la Iglesia Católica y todo aquel creyente que no se supiese las canciones sería quemado en la hoguera y su alma sería condenada a arder en el infierno.

El canto gregoriano comenzó a transmitirse de viva voz, ya que la mayor parte de los católicos no sabía leer. Las personas letradas, que eran bien pocas, se encargaban de enseñar las letras de los cantos gregorianos a los demás feligreses para que estos pudiesen cantarlo con devoción en las misas y no fuesen condenados por el clero católico a morir asados como corderos.

Moralia, sive Expositio in Job

Es el título arrogante del comentario de san Gregorio al libro bíblico de Job, ese al que maltrataron hasta la muerte de sus seres queridos por una apuesta de Dios con el Diablo. Abarca unos 35 volúmenes, defendiendo las obras malvadas de Dios sobre la gente buena para hacer perder 5 dólares a Satanás.

San Gregorio plantea una lectura casi literal del Libro de Job, centrado en la gracia divina donde el Todopoderoso hace lol cada que Job sufre sin motivo ni razón.

Véase también

  • Aristóteles ícono.png Personaje histórico (ver todos aquí). ☠️