Hombre paloma
¡El Hombre rata del aire!
El Hombre paloma es un ser indeterminado a medio camino entre hombre, paloma, ser mitológico, superhéroe y vagabundo de mala muerte del que se dice que realiza su actividad en plazas, calles, iglesias, zigurats, pirámides, estatuas y casas de ancianos a los que según la leyenda bombardea con sus excrementos corrosivos. Existen numerosos relatos y leyendas urbanas sobre el terrible hombre paloma que a menudo ocupan los tabloides y revistas que pueden encontrarse en establecimientos tales como peluquerías o letrinas de gasolineras.
Teorías sobre el origen del mito
Los hombres paloma aparecen en mitologías de numerosos pueblos de la antigüedad. Los asirios pensaban que cuando morían su alma se transformaba en paloma de tal manera que el hombre paloma sería una especie de fantasma aborrecible que, en vistas de haberse quedado a medio camino entre dos mundos, atormentaría a los vivos lanzándoles una y otra vez sus heces y transmitiéndoles espantosas enfermedades. Según los griegos la diosa del amor, Venus, de cuando en cuando se transformaba en paloma, de tal manera que los primeros hombres paloma serían pervertidos violadores que querrían atraer a la diosa para yacer con ella. Según la Biblia, cuando Jesucristo fue a bautizarse se abrió el cielo y bajó una paloma que soltó una tremenda deposición sobre Jesús mientras en el cielo se oía una voz que decía "Este es mi hijo amado, mi predilecto, y a él le impregno así de mierda, así que imaginaos lo que os espera a los demás...".
Una de las teorías más aceptadas sobre el Hombre Paloma es que se trata de una persona tan afecta a la colombofilia que ha llegado a identificarse demasiado con estos animales al punto de adoptar la imagen de la paloma para hacerse un mamarracho disfraz e ir así vestido en mallas y emplumado por el mundo cometiendo combatiendo el crimen. Se dice que su sede secreta es un complejo dotado de la más avanzada tecnología que estaría situado en lo alto de un poste y que recibiría el nombre de Hombre-Palomar en el cual nuestro Hombre paloma almacenaría diversos medios de locomoción como el Palomamóvil, el Palomaplano o la Palomamoto, que utilizaría durante sus correrías.
Otra teoría recurrente en ambientes conspiranoicos pretende que es realmente un ser vivo híbrido entre hombre y paloma. Según los partidarios de la misma su origen se encontraría en la Segunda Guerra Mundial. Adolf Hitler habría ordenado a sus asesores científicos obtener un cuerpo de übermensch especializados en transmitir mensajes entre las unidades de su ejército. Y por lo visto al Dr. Mengele y compañía no se les ocurrió otra cosa mejor que la fusión en un solo ser de soldado cartero y paloma mensajera, resultando del fallido experimento el Hombre paloma.
Lo más probale es que, de existir, el Hombre paloma se trate simplemente un excéntrico o un perturbado que gusta de frotarse en heces y plumón de paloma, de tal manera que al hacerlo se forma un mejunje que queda adherido a su cuerpo (otorgándole también un característico olor) y que de esta guisa se conduce por el entorno urbano causando un gran espanto a todos aquellos infortunados que se cruzan con él por las calles.
Comportamiento
Basándonos en los testimonios de las personas que dicen haberle visto el Hombre paloma sale principalmente durante el día para alimentarse, lo cual realiza a base de kikos (nos referimos a frutos secos, así que si algún neocatecumenal está leyendo esto, puede seguir yendo a misa tranquilo y sin temer por su vida), cacahuetes (pelados) y revueltos varios de los anteriores con pipas, galletitas saladas y demás, por lo cual si nadie le arroja ninguno de estos alimentos no sería extraño encontrarlo en los kioskos tratando de adquirirlos. Estos manjares suele regarlos bebiendo agua de lluvia situada en charcos y canalones. Su completa insociabilidad con los humanos se torna en campechanía y afabilidad cuando se ve roedado de palomas y sería relativamente frecuente verle integrado en una bandada de estos bichos con los que su coexistencia sería pacífica, excepto si se les arrojan pan o frutos secos, momento en que se batiría con ellos -a muerte- por hacerse con el bocado.
Otras veces aparece colgado de cornisas de edificios tales como iglesias o bien posado sobre los cables del tendido eléctrico, lugares desde los cuales vigila a sus próximas víctimas en vista de realizar la consabida defecación o, si acaso, de sustraerles todo tipo de objetos brillantes que más tarde almacenará en su Hombre palomar y de los que, según las más aceptadas teorías, se serviría para financiar el mantenimiento del mismo.
El Hombre paloma, al igual que estas aves, es monógamo y hasta donde se sabe un caballero soltero y sin compromiso que en sus citas con seres del sexo opuesto siempre hace protestas de formalidad y seriedad, esto y su singular aspecto y presencia han sido causa de que hasta el momento se mantenga más virgen que el aceite de oliva extra. Quién sabe si algún día encontrará su media naranja, una mujer paloma que le de un palomar feliz y le colme de huevos que incubar que, más tarde, se conviertan en pichones a los que criar. Quienes dicen haber sido testigos de un encuentro presencial con él afirman que utiliza un característico arrullo para intentar atraer hembras: versionea canciones de Julio Iglesias con un gutural canto que da grima oírlo y que causa en los que se ven sometidos a él episodios periódicos de ansiedad y, a la postre, envejecimiento prematuro.
Por la noche, se oculta de sus enemigos naturales, los criptozoólogos y Catwoman.
¿Plan de dominación mundial?
Si bien es posible que el Hombre paloma no tenga ningún plan en particular -ni quizá tampoco muchas luces como para concebirlo-, algunas voces advierten de que podría intentar la dominación mundial por medio de la organización de una quinta columna de palomas que utilice como tropas de asalto para acojonar al personal hasta que los principales líderes mundiales expresen su rendición incondicional y acepten postrarse ante el Hombre paloma. Querido lector, no diga que no se le advirtió.
