Leo Maslíah
Leo Maslíah es un escritor, humorista, músico, cantautor y dramaturgo uruguayo. O no. Puede que todo lo dicho anteriormente sea un simple error, o peor aún, una vil mentira por parte de los redactores del presente artículo con el objeto de engañar al lector tan crédulo que se cree cualquier cosa que le narre el narrador, a menos que el narrador mismo le avise que no hay que creerle, cosa que el lector se la cree también. A lo mejor a los redactores se les dio por jugar a romper todos los moldes narrativos hasta que el lector no pueda dar nada por sentado, por parado ni por recostado. Pero dejémonos ya de tanta pavada, lo que sigue a continuación es toda la verdad y nada más que la verdad, recuerde que está bajo juramento y todo lo que diga puede a ser usado en su contra en una corte de la ley.
Leo Maslíah (toda la verdad y nada más que la verdad)
Leo Maslíah. Leo Borges. Leo Kierkegaard y leo Nietzsche. A veces leo la sección del horóscopo del diario o de las revistas para mujeres, descanso intelectual que tengo más que merecido después de cultivar mi espíritu con el existencialismo alemán. Mi horóscopo para hoy dice que es el día ideal para empezar una dieta de bajas calorías con "Reduce Fast-Fast" de los laboratorios "Juanson y Juanson". También dice que hoy es un buen día para leer Maslíah, gracias a una conjunción de fenómenos astronómicos que mandarían a Giordano Bruno de vuelta a la hoguera recitando "no juegues con fuego que lo podés apagar", sino fuera porque en su viaje anterior a las llamas el astrónomo italiano sacó boleto sólo de ida.
Así que le hago caso al horóscopo y leo Maslíah. Aprendo (aprendo es una forma de decir, en realidad no llegó a absorber el conocimiento hasta lo más profundo de mi ser, como para merecer realmente la aplicación de ese verbo), que Leo Maslíah es capaz de encontrarle la quinta pata a cualquier palabra o expresión. O incluso la quinta garra, si dicha palabra o expresión (por lo general no dicha, sino escrita o cantada), pertenece al reino de las aves y no al de los felinos, que son los que habitualmente tienen una pata de repuesto para ser encontrada allí donde se la busca. A veces encuentra también una sexta mano, una séptima oreja o un doceavo pene. Esto último es muy útil para un escritor, ya que una colección de penes extras siempre viene bien para adornar a algún personaje secundario falto de interés en sí mismo, interés propio que el personaje puede recuperar más fácilmente con sus falos adicionales que con veinte años de terapia psicoanalítica.
Leo Maslíah es un maestro de los juegos de palabras: campeón uruguayo de scrabble y subcampeón sudamericano de crucigramas. Maslíah jamás deja de sacar provecho a un doble sentido, por lo que ha causado varios accidentes de tránsito sin victimas fatales. Maslíah domina la lengua como la palma de su mano (la mano de él, no la vuestra), lo cual resulta muy útil para intentar extrañas morisquetas que le combinen con el bigote.
Leo Maslíah (auspicia "Reduce Fast-Fast" de los laboratorios "Juanson y Juanson")
Leo Maslíah se caracteriza físicamente por su bigote chaplinesco y sus anteojos telescópicos. Que no se nos malentienda, cuando decimos anteojos telescópicos no expresamos una hipérbole ni de figura literaria alguna, cuando decimos lentes telescópicos el lector debe entender que Leo Maslíah puede ver los cráteres de el lado iluminado de la luna en las noches sin nubes. Por bigote chaplinesco, entiéndase el bigote del comediante norteamericano Charles Chaplin, que Maslíah adquirió en una subasta pública y lleva cosido en la nuca, no por ese otro que Dios le estampó en la cara.
Generaciones de escritores pervertidos y descarriados han desacostumbrado al lector a no entender las cosas como son. Si les dijiéramos que Leo Maslíah es un pollo rechoncho, deberían entender que el escritor uruguayo no es necesariamente un humano gordo y feo (lo es, pero ese no es el punto, ni siquiera una sola de las infinitas líneas rectas que pasa por el punto), sino que es realmente un gallus domesticus que lleva puesto un disfraz de ser humano. Eso si les dijéramos que es un pollo rechoncho, pero no se lo hemos dicho. Leo Maslíah será feo, pero no es un pollo rechoncho, o al menos las autoridades sanitarias no están al tanto. Si las autoridades sanitarias estuvieran al tanto habrían obedecido las órdenes de informárnoslo, ya que como autores de este artículo somos la autoridad máxima en todo lo que respecta a su contenido y nuestra palabra es la ley.
Por suerte, su prodigiosa fealdad, el aclamado músico la compensa con sus doce penes.
Leo Maslíah. Otros lo escuchan.
Leo Maslíah domina absolutamente todos los géneros y estilos musicales de la A a la Z (en ese orden, empezando por el Asijari hasta llegar al Zouk). Empezó a estudiar guitarra a los seis años. A los siete decidió que seis cuerdas no son suficientes para contener toda su demencia polifónica y se pasó al órgano de iglesia. De la iglesia lo echaron por tocar el ave maría en una mezcla de candombe con chachachá (todavía era joven, aún no había llegado más allá de la C). Al final tuvo que conformarse con un piano común y un órgano eléctrico.
Carta a Leo Maslíah y otros insultos
Estimado Señor Leonardo Maslíah de nuestra mayor consideración,
Por la presente me dirijo a vuestra merced para efectuarle una consulta respecto a su basta obra artística. Una duda que me carcome las entrañas, me quema las pestañas y me inunda la casa los días de lluvia: si usted se encontrara encerrado en una jaula con un león, ¿qué haría?
- ¿Frunciría el ceño y exclamaría: "aquí hay gato encerrado"?
- ¿Lo retaría a una partida de truco, escoba del quince, desconfio, chancho va o rummy canasta?
- ¿Recitaría su canción Zanguango, para consolarse pensando que si el la bestia se lo come, tampoco es tan grave?
- ¿Le lanzaría una caja de cambios instantáneos marca ACME, con la esperanza de que el temible depredador se transforme en un oso polar que se alimente a base de pescado y coca-cola?
- ¿Convencería al león de comenzar una dieta infalible, con el maravilloso Reduce Fast Fast de laboratorios Juanson y Juanson, que en sólo tres semanas te deja en forma para caber en las prendas que soñaba lucir este verano?
- ¿Le explicaría que contraviniendo a las exigencias de los críticos extranjeros, usted se sigue negando a escribir sobre las venas abiertas de América Latina, sus arterias congestionadas por el colesterol y sus hemorroides en el culo (los de A.L, sobre los hemorroides propios ya sabemos que no tiene ningún inconveniente)?. ¿Insistiría en que lo tomen por inglés como a Borges? ¿A las cinco de la tarde, en taza y sin la interferencia de leones ni mascotas de ningún tipo?
Desde ya le quedo profundamente agradecido, cualquiera sea la respuesta que devele el misterio.
Atentamente,
El Autor.
Para terminar
Ha llegado el momento de confesar que todo lo dicho anteriormente es un gran embuste. Leo Maslíah es en realidad un vendedor ambulante de choripanes, contrabandista de agujas para relojes, otorrinolaringólogo anticonstitucionalista y cartógrafo malayo. O no.
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