Métrica Poética

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A lo largo de la vida, todo hombre siente el impulso de dar rienda suelta a la expresión de sus desbordantes sentimientos y plasmar en negro sobre blanco el complejo mundo interior que le subleva. Es entonces cuando no queda más remedio que dejar paso al primoroso vate que permanece oculto y asombrar al mundo con epatantes creaciones poéticas que conmuevan el espíritu del más gélido funcionario de correos finlandés. Lamentablemente, existe una serie de convenciones estilísticas que hay que tener en cuenta antes de llenar cuartillas y cuartillas con el fruto de nuestras inquietudes líricas. Este pequeño inconveniente se denomina Métrica Poética. Desvelaremos a continuación todo lo que siempre quiso conocer acerca de tan espinoso tema, pero nunca se atrevió a preguntar porque le daba vergüenza.

En tiempos de guerra, la poesía es un arma cargada de futuro

El Verso

Lo sentimos: esto no se vale.

El verso es la unidad esencial del poema. Los versos se reconocen fácilmente porque son una serie de renglones que suelen ir colocados unos encima de otros, y ocupan más o menos el mismo espacio en la hoja (veremos que esto no siempre es así, pero de momento vale como definición). El hecho de que los versos midan más o menos lo mismo se debe a que tienen el mismo número de sílabas, y no a que unos se escriban con letra más pequeña que otros para que ocupen el mismo espacio. Este recurso está muy mal visto por la comunidad poética, y se considera trampa. En cualquier caso, a la hora de adoptar las medidas adecuadas, recuerde que el Universo se expande.

Los versos se suelen clasificar según el número de sílabas de que se compongan. Cuantas más sílabas tengan, mejor. Los versos de dos sílabas (bisílabos) son una cosa muy triste, y sólo los utilizan los poetas más pobres en sus inicios. A medida que se van haciendo ricos y famosos, los poetas van utilizando versos de más y más sílabas. De hecho, a partir de once sílabas, ya se consideran versos de Arte Mayor. Es recomendable no excederse en el número de sílabas, pues se ha dado el caso de insignes poetas que, utilizando versos de seiscientas y setecientas sílabas, han visto cómo nadie parecía darse cuenta del ímprobo esfuerzo realizado, y sus poemas eran tomados como mediocres obras en prosa mal estructuradas. Como dijo el sabio, la virtud está en el término medio.


La Rima

La rima es la repetición de una serie de fonemas o sonidos al final del verso, a partir de la última vocal acentuada. Esto significa que los versos suenan parecido y a veces hacen mucha gracia. Lo más fácil es hacer que todos terminen en "on" (camión, melón, bribón, etc), o en "ar" (matar, sangrar, lapidar...).

Los tipos de rimas son dos: Asonante y Consonante. La primera se caracteriza por el hecho de que es mucho más fácil que la otra, por lo que es utilizada especialmente por los poetas más vagos. Ejemplo:

¡Más vale pata de palo
que silla rodando!
La herramienta indispensable del buen Poeta (El tamaño sí importa).

El lector neófito suele asombrarse, indignado:

- Lector Neófito: -¡Oiga, que esto no rima! ¡No rima!

- Poeta: -¡Es una rima asonante, so ignorante!

- Lector Neófito: -¡Hum…!


En ocasiones, el Poeta se siente especialmente coartado por las tiranías métricas y su creatividad no cabe en tan limitado recipiente, por lo que no tiene más remedio que aplicar el recurso del Verso Libre. Este, además de no tener que rimar, no tiene por qué conllevar el uso del mismo número de sílabas que el anterior. Ejemplo:

¡Fetén! ¡Así sí que es fácil
ser poeta!

- Lector Neófito: -¡Oiga, esto sí que no rima!

- Poeta: -¡Es verso libre, so ignorante!

- Lector Neófito: -¡Hum...!

Estrofas

Cuando colocamos unos cuantos versos encima de otros, al engendro resultante se le denomina estrofa. Hay multitud de opciones a la hora de componer una estrofa, y todo depende de la imaginación y las ganas de estrujarse los sesos del Poeta de turno. Repasaremos las más importantes.

El Pitufo Poeta, buscando palabras que rimen con "Gargamel".

Estrofas de dos versos

Son las más fáciles, porque hay que escribir poco. Suelen entonarse en los patios de los colegios, escribirse en las puertas de los lavabos de los bares y corearse en las gradas de los estadios de fútbol. También abundan en los eslóganes publicitarios. Se trata del archiconocido pareado, y su número de sílabas puede variar. En el primero de los siguientes ejemplos, el astuto lector apreciará el uso de la artimaña de hacer que todo acabe en "on".

Pareado octosílabo:
Con el jabón Espumón,
estoy limpio cual muflón
Pareado endecasílabo:
Preciándome de honrar a la Comedia,
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Estrofas de tres versos

Generalmente, vienen a conformar un terceto. Es habitual hacer que rimen el primero y el tercero, y así uno se puede olvidar del segundo y poner ahí cualquier cosa de relleno. Lo mejor es coger un pareado y rellenarlo con algún desvarío de los que a buen seguro pueblan su pequeña cabecita. Veamos, veamos:

Terceto endecasílabo:
Preciándome de honrar a la Comedia,
(las tripas me retumban; tengo hambre)
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Una famosa estrofa de tres versos es el Haiku, de estructura 5,7,5, sin rima, y que trata de captar la esencia de una situación determinada. Fue inventado por un japonés borracho mientras miraba por la ventanilla del metro aplastado por sus ciento catorce compañeros de vagón. Se conserva aquella primigénea obra que dio origen al género.

Haiku:
Oplesión total,
hedol nauseabundo,
mañana taxi

Estrofas de cuatro versos

Las musas, en la actualidad: Una estrofa, 20€; Dos, 30€; Un soneto, 50€.

La cosa se complica. Cuatro versos pueden rimar de muchas maneras, e incluso es posible que alguna de ellas suene bien. Volviendo a nuestro ejemplo anterior, podemos utilizar la rima consonante ABBA (nada que ver con el famoso grupo sueco), o la ABAB. Obsérvese que, una vez más, podemos echar mano del recurso de compartimentalizar diversos temas en apariencia incompatibles dentro de una misma estrofa, lo que facilita enormemente nuestra labor.

Cuarteto (A,B,B,A)
Preciándome de honrar a la Comedia,
(las tripas me retumban, tengo hambre,
¿Se habrá acabado mi mujer todo el fiambre?),
edito con fervor la Inciclopedia


Serventesio (A,B,A,B)
Preciándome de honrar a la Comedia,
(las tripas me retumban, tengo hambre)
edito con fervor la Inciclopedia
para contrarrestar tanta cochambre

Nota: No huyan, en lo sucesivo, prometemos no volver a utilizar el mismo ejemplo para ilustrar las distintas estrofas de nuestra rica tradición lírica.

Estrofas de cinco versos

Estas casi nadie las hace, porque las estrofas con un número impar de versos son demoníacas y pueden llevar a la locura a su autor o a sus lectores. Si se sustituyen los versos por líneas rectas, al resultado se le denomina "Pentagrama".

Quintilla (a,b,a,b,a)
No es preciso que me cuentes
que estoy algo enajenado
pues, aunque sé lo que sientes,
lo siento: estoy ocupado
viendo los Cambios Recientes
(Inspirada composición de un inciclopedista mientras su mujer hacía las maletas para irse de casa, harta de hablar con la pared).


Lira (a7, B11, a7, b7, B11)
A fuer de no indignarme
ante tamaña gala de incivismo,
tendré que encomendarme
al Santo Catecismo
del buen revertidor del vandalismo
(Inspirada composición de un inciclopedista, tras contemplar cómo una legión de IP´s alevosas acababa de blanquear todos los artículos de la Categoría:Sexo).

Estrofas de más de cinco versos

No existen. Todo lo que sea añadir más versos al asunto no es más que el triste resultado de las pobres dotes de concisión de poetas poco virtuosos enemigos del punto y aparte. Si siente deseos irrefrenables de ampliar sus estrofas más allá de lo literariamente razonable, puede hacer uso de su libre albedrío y combinar algunas de las opciones ya descritas como mejor le convenga. Harina de otro costal es la divina gestalt que emerge del caótico conglomerado que puede llegar a producirse en tales circunstancias, y que comúnmente ha venido denominándose Poema. De ello hablaremos (¡Oh, casualidad!) en el apartado que sigue a continuación.

El Poema

¡AAARRGGHHH! ¡Verso endecasílabo! ¡Rima consonántica! ¡La muerte desovando en mi cabeza! Ja, Ja, ¡¡¡JAJAJAJAAAAAA!!!

A la hora de enfrentarnos al desafío de componer un poema, contamos con varias posibilidades de actuación. La más sencilla es hilvanar estrofas o versos sin orden y concierto y huyendo del menor grado de sistematicidad o planificación, y que sea lo que Dios quiera. Este método, ámpliamente utilizado por la mayoría de los caraduras de la Generación del 27 y por la totalidad de sus discípulos de ahí en adelante, asegura carcajadas y diversión superlativas en los autores, y una inusitada indignación homicida en el versado lector que sufre horrorizado la explosión de su zona límbica cerebral ante la avalancha de pulsiones canibalísticas que le asaltan al ser agredido por un maremágnum de incompatibilidades rítmicas y métricas de dimensiones bíblicas. Sin embargo, existe otro método más academicista y riguroso basado en la agrupación estrófica (la unión de varias estrofas semejantes o distintas), o en las llamadas series métricas (una única estrofa larga cual cansina lista de hechos de Chuck Norris). Repasemos las más importantes.

Agrupaciones estróficas

También conocidas como "Agrupaciones Catastróficas", por el desastroso resultado final que suele obtenerse en este tipo de composiciones. Hay un montón, pero nosotros sólo nos sabemos uno:

  • Soneto: Agrupación de dos cuartetos y dos tercetos en verso endecasílabo (por ejemplo) y rima consonante (ABBA ABBA CDC DCD) . El método más utilizado para zaherir y vilipendiar a los enemigos entre las clases altas del Siglo XVI. Posteriormente fue sustituído por el bate de béisbol.


Muchas horas de mi vida he malgastado;
me he estrujado las meninges ferozmente,
me esforcé en documentarme sabiamente
por lograr un Incilibro destacado


Me dejé la juventud en el teclado
y perdí todo contacto con la gente;
blandí el Paint como herramienta pertinente
buscando un brillantísimo acabado


Autonominación: ¡Horror, Tragedia!
¡Ubicuidad del punto colorado!
(sólo en verde un servidor y mi fiel media.)


En diez minutos, referendo archivado;
no volveré a editar la Inciclopedia,
tendré que probar suerte en otro lado

Series Métricas

En este caso, el autor deja fluir libremente los versos uno tras otro cual incontenible hemorragia literaria, sin preocuparse de formar cuartetos, tercetos y demás zarandajas. En prosa recibe el nombre de escritura automática. Para muestra, un botón:

  • Romance: Serie indefinida (y ligeramente borrosa) de versos octosílabos donde riman los pares y quedan libres cual políticos corruptos los impares, lo cual es estupendo, porque facilita en gran medida la labor compositora. Surgidos del fraccionamiento de los poemas épicos, como resultado de la mala memoria de los trovadores y juglares, tan dados a los placeres etílicos que acostumbraban a cultivar amplias lagunas de memoria en sus intoxicados cerebros de juerguistas irredentos. De temática variada, destacan entre todos los romances épicos, que glosan las gestas y hazañas de héroes históricos del más diverso pelaje.


Romance Épico del Caballero Incicampeador
Con el Monobook en ristre,
cabalgaba el Caballero
Insigne Incicampeador,
Jimbo Waleson Tercero.
Corrigiendo y revirtiendo,
siempre en busca de la gloria
y desgastando el enlace
de la página aleatoria.
Con su firma espameaba
páginas de votaciones,
bienvenidas, tutoriales,
El juglar Nº 2, posando para la Sota de Bastos ante don Heraclio Fournier
El juglar Nº 1, acercándose disimuladamente al urinario más cercano
y categorizaciones.
Aumentaba sin desmayo
su registro de bloqueos
mientras cuidaba y limpiaba
su vitrina de trofeos.
Mas una tarde, votando
por la Imagen Destacada
leyó el tenebroso aviso:
"Su cuenta está bloqueada"
"¡Ay de mí! ¡Ay, infelice!
¿Cuál ha sido mi delito
para sufrir un bloqueo
de duración: Infinito?"
Lo que al héroe le era ajeno,
para el resto era evidente:
Fue condenado al destierro...
¿Por qué? Por omnipresente.

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Artículo destacado

Este artículo ha sido destacado en la Portada por decisión popular.

Los rumores sugieren que sus autores fueron instruidos
por el mismísimo Miguel de Cervantes.