Misiones jesuíticas de Bolivia
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Las Misiones jesuíticas de Bolivia, fundada hace mucho tiempo en el 1540 ADTB (Antes de The Beatles), en Bolivia, por misioneros de la Santa iglesia Pastafarista, Creyentes del pastafarismo la única y verdadera religión que el hombre lleva profesando desde hace milenios, con el motivo de convertir en fieles Creyentes del Monesvol a los indios de la zona, enseñarles las costumbre, y hacer respetar las sagradas oraciones y los 10 condimentos.
Ubicadas exactamente en la zona oriental del país en las Regiones de Chiquitos al Norte del Departamento de Santa Cruz y en Moxos ubicado en el territorio del departamento del Beni.
Historia
Poco después de haber descubierto América, fueron llegando los sacerdotes de distintas órdenes religiosas, entre ellos los sacerdotes de la Sagrada Iglesia Pastafarista, en la denominada compañía de Jesús, que tenían como misión hacer misiones en Bolivia.
Fundada por San Ignacio de Loyola, la Compañía de Jesús, bajo el mando de Francisco Javier y por mandato Supremo del papa NOLORECUERDANISUMADRE XI y el Rey Español de turno, emprende para marzo de 1540 la misión de fundar y robar reducciones y evangelizar pueblos, en tierras del nuevo mundo o así también la incursión y descubrimiento de nuevos dominios para poder saquear y robar el recurso natural. Muchos se preguntan del porque se eligió Bolivia, como centro de la religión pastafarista en los comienzos, muchos aseguran que es por la gran cantidad de oro que se encontraba adentro, eso explicaría porque el interior de las iglesias están bañadas en oro.
Primero se funda la Misión de San Francisco Xavier en 1691 por el Jesuita José de Arce. Seguidamente se crea la Misión de San Rafael en 1696 hecha por los Jesuitas Zea y Herbas; posteriormente en 1698 el Jesuita Felipe Suárez funda la Misión de San José. Luego se crean 5 misiones más donde llevan el nombre de algún santo que nadie recuerda ni conoce.
En 1767 como era previsto los Jesuitas fueron expulsados y echados patada de España y de América, debido a una tropa de herejes, fieles de una nueva religión que adoraba a los Rabioles, posteriormente su labor quedo a merced de los saqueadores y profanos; la decadencia fue inmediata en muchas misiones de Argentina, Paraguay y Brasil; en Bolivia sin embargo esa obra se mantuvo y se desarrolló por generaciones hasta la actualidad. Merced a ello la zona fue declarada en 1991 Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad y la Pasta.
Arquitectura
La arquitectura de las iglesias de la Misiones jesuíticas de Bolivia son algo así como los bocetos de Hana Barbara, donde solo muestran paisajes repetidos una y otra vez, donde en los paisaje solo salen iglesias talladas de madera con diversos dibujitos, unos cuantos árboles y 3 casas, esta imagen se va repitiendo en cada pueblo, lo único que las diferencia es su interior, y el nombre.
Lo sorprendente de estas iglesias es las grandes cantidades de oro que hay adentro la antigüedad que tienen y lo bien conservadas que están, la madera tallada por los mismo indios que antes habitaban la zona, donde muestran un tallado perfecto, en las columnas que sostiene la iglesia, combinado a los dibujos que se puede asemejar al egipcio o al tibetano.
Como se dijo antes las iglesias de las misiones son todas parecidas, todo lo que tienen estas iglesias son las siguientes características: Dos pilares grandes, una gran puerta tallada con cara de ángeles y demás, una campanario, y pinturas que parecieran haber sido pintados por un niño de 5 años.
Turismo
El centro de atención para los turistas interesados en el tema del Turismo en Bolivia, son la iglesias donde la gente va a hacer lo que no hacen en la ciudad, ir a misa un domingo con el pretexto de conocer la iglesia y admirar el interior bañado en oro, también uno de los atractivo es la música barroca que en este lugar se toca, donde pequeños oompa lumpa nos deleitan con sus bellas melodías con violines, y sus lindas Voces.
Las misiones son también reconocidas por sus lindas camisas chiquitanas, y sus hamacas hechos con un bordado especial y característico de las zona, donde por milagro que parezca no son prendas hechas de llama como la gente piensa.