Perestroika en Mordor
La perestroika en Mordor fueron una serie de procesos economico-político-linguisticos que tuvieron lugar en Mordor con los cuales Sauron trató de restaurar la confianza en el gobierno oculista imperante en este estado entre los orcos que habitaban en él. Dichas reformas acabaron trayendo consigo la disolución del propio estado de Mordor en una serie de repúblicas autónomas y el fin de la dependencia de los antiguos estados satélites de este, como es el caso de Isengard y Harad, cuyos partidos obedecían ordenes directas de la Saurintern. Con este proceso se permitieron además la participación en la vida política, la instauración sin apenas trabas de empresas y el que los orcos de mordor pudieran llevar ropa provocativa como, por ejemplo, minifaldas y escotes.
Antecedentes
El gobierno anterior a la Perestroika era de un cariz conservador que no permitia en exceso cualquier muestra de liberación política. Prueba de ello es, por ejemplo, la llamada Primavera de Moria, en la cual el gobierno de Balrog intentó llevar a cabo una serie de reformas políticas para crear un "Reino del Caos de rostro humano", hecho que hubiera resultado prácticamente imposible por el hecho de que el Balrog era terriblemente feo. El anuncio de estas políticas por parte del gobierno de Moria hizo que Sauron iniciara una terrible represión del pueblo de Moria. El Balrog solo volvió a aparecer en la vida pública para dar algún discurso de fin de año, para encender una hoguera gigante o para detener a algún mago que quiere impedir el correcto fluir del tráfico mediante la ruptura de puentes.
Al descontento por la represión se unía además el descontento por la corrupción. En todo Mordor estallaban escándalos como por ejemplo, que el Rey Brujo se había gastado fondos públicos en una bestia alada con incrustaciones de diamantes o cuando se desvelaron los detalles más obscenos de las fiestas bunga-bunga de Gollum.
Mientras todo esto sucedía, las relaciones de hostilidad entre el bloque de Sauron y el bloque de los Pueblos Libres, compuesto por Estados Gondorianos y la Unión Rohirrim, llegaban a su punto cumbre. Gondor pedía explicaciones a Sauron por haber agredido militarmente las ciudades de Osgiliath y Minas Tirith, ataque por el cual la ONU impuso al estado de Mordor sanciones económicas bastante fuerte, aparte del establecimiento por parte de esta de una zona de exclusión aérea que impidiera a las bestias aladas de los Nazgul alzarse en vuelo. Sauron justificó su ataque acusando a Gondor de conspiración debido a que estos estaban ayudando a dos hobbits de indefinida sexualidad a destruir el anillo que tanto le había costado crear. Además, sus fieles aliados de Rhun estaban sometidos a un embargo económico debido a que numerosas catapultas de Mordor se habían asentado en este país, cuyos proyectiles apuntaban directamente a ciudades de alta importancia geoestratégica como Osgiliath, Pelargir o la propia Minas Tirith.
Con la destrucción del anillo, y por lo tanto, el hundimiento de importantes zonas cultivables y con recursos minerales, el estado de Mordor entró en una profunda crisis económica. El poder de Sauron se debilitó considerablemente, llegando su ojo a perder numeroso campo visual. Sus países aliados no estaban en mejor situación: Isengard, por ejemplo, tenía numerosos problemas ecológicos que causaron que unos árboles que habían mutado por una fuga en una central nuclear destruyeran una importante presa que generaba la mayoría de energía hidroeléctrica, lo que causo numerosos aplausos entre la gente de Greenpeace.
El proceso
Sauron, convencido de que debía cambiar su régimen por uno más agradable al público, decidió lanzar entonces la Perestroika (Nombre dado en honor a su impulsor, Manuel Perez Estroica). En un principio, las ideas de la Perestroika resultaron ser inadecuadas, como por ejemplo la de pintar Barad-dur de verde fosforito con lunares rosas para dar una imagen de informalidad.
Pero pronto hubo otras ideas que cuajaron, como la de igualdad jurídico-legal entre orcos y trolls y la descentralización del estado mediante la construcción de numerosas torres en las diferentes regiones de Mordor. El nuevo estado estaba abierto a la innovación, y Sauron utilizo numerosos nuevos métodos basados en la tecnología para mejorar su gobierno, como monóculos, catalejos, telescopios,... Además, Sauron decidió dejar su voyeurismo absoluto y concentrarse tan solo en la observación de algunas pocas hembras humanas en los probadores de ropa de las tiendas.
En materia económica, Sauron decidió dar origen a un proceso de industrialización, decidiendo aumentar la producción de Uruk-hai que serían puestos en el mercado extranjero. Los productos extranjeros empezaron también a hacer su aparición en los mercados de Mordor, y de repente, todo orco quería un caballo de Rohan que pudiera ponerse a 180 por hora en la autopista. Todo ello fue posible gracias a la reducción de las cargas que debían soportar las importaciones traídas de otros países, para lo cual se quitaron arañas asesinas, puertas negras, ciudades fantasmagóricas con ejércitos inmensos y demás cargas impuestas al comerciante extranjero.
Las tropas orcas, además, se retiraron de una vez por todas de Harad Cercano, pero aun así no cesaron los problemas en la zona, en la cual se expandieron los grupos talibanes, que fueron los causantes del atentado terrorista en el cual se lanzaron dos mumakil sobre la ciudadela de Gondor.
Consecuencias
Tras la inserción de todas estas medidas, los orcos empezaron a manifestarse a favor de la disolución del estado sauroniano en varios fragmentos. La pérdida de influencia de Mordor sobre sus satélites era palpable, y eso tampoco parecía importarle mucho a Sauron.
Este pronto dio luz verde para la ruptura de las murallas de Isengard y la unión de este con el bosque de Fangorn, que quedó en manos de un gobierno misto de Ents y magos malvados. Y pronto, el antiguo estado de Mordor quedó fragmentado en una serie de estados independientes gobernados por su propio ojo.
Sauron acabó dejando el poder y se eligió como presidente al Rey Brujo, que acabó desarroyando una fuerte adicción a las aguas alcoholizadas del mar de Nurn al enterarse de que el ya estaba muerto pues acabaron con el en la tercera entrega de la saga.