Usuario:Haltera
Si te caes aquí te puedes coger un cáncer.
Perfil
Nombre: Leovigildo.
Alias: Haltera.
Sexo: más bien poco.
Inclinación sexual: me inclino hacia las mujeres pero ellas no acostumbran a inclinarse hacia mí.
Fecha de nacimiento: 13/6/82.
Horóscopo: habitualmente desfortunado.
Raza: blanca y en invierno más.
Estudios: analfabeto.
Trabajo: traficante.
Dirección: Penamoa; A Coruña; Galicia; España.
Idioma materno: el berrido.
Presentación
Me llamo Leovigildo y vivo con mi gata pero la relación no tiene futuro porque no me dirige la palabra. Además, tengo un trauma infantil: había una mujer que cuando era un bebé se pasaba la vida metiéndome las tetas en la boca y aún no me he recuperado de ello. Si alguien entiende del tema por favor que me ayude. Soy medalla de oro en las olimpiadas de 2006 de sillonbol del barrio. El entrenamiento fue durísimo. Tuve que acoplarle unas ruedecillas al sofá y como el teléfono móvil me quedaba lejos para pedir las pizzas tenía que gritar por la ventana hasta que alguien me escuchaba. También me gusta hacerme prospecciones arqueológicas en el ombligo. Con este método ya he recuperado varios juguetes que tenía de niño y no sabía donde los había metido. Mis preferidos son un dinosaurio azul con el que tengo alucinaciones cada vez que me drogo y una barbie que le robé a mi prima Julia.
Biografía
Nací a la corta edad de ningún año y mi madre pensó que sería buena idea ponerme un nombre. Así podría gritarme e insultarme andado el tiempo y yo no me podría hacer el sueco. Mi abuela, mujer religiosa ella, se dio cuenta que nací el día de S. Leovigildo mártir, patrón de los gilipollas y exclamó en gallego cerrado:
- “¡Nació el día S. Leovigildo nuestro patrón! ¡Dios quiere que se llame como su santo!”
¿Qué Dios lo quiere? ¡Joder! ¡Pues vaya hijo de puta! Tengo el santo y el cumpleaños el mismo día así que me tocaron siempre la mitad de regalos. Por si fuera poco el nombre es feo de cojones y S. Leovigildo mártir también es el patrón de sexo sin fronteras. A ver, con lo poco que follo todo el santoral se debe estar descojonando de mí por la ironía. Estuve pensando en suicidarme todos los días desde septiembre del año pasado pero no lo hice porque seguro que me abren las puertas del cielo sólo para señalarme y reírse en mi cara. Todo el mundo le pide algo a Dios… yo le pido el libro de reclamaciones.
A medida que pasó el tiempo se me dio por crecer, pero no mucho. Me quedé a medio palmo de la estatura recomendable para un hombre. Soy experto en alpinismo, salto de altura y acoso y derribo porque no tenía otro medio de conseguir besar a una mujer en la boca. Ya en mi infancia se me notaba un poco díscolo porque mi predilección consistía en jugar con las niñas y las niñas se negaban. En mi adolescencia me operaron de un tumor en el cerebro que me fabricaba demasiada testosterona pero el neurocirujano no miró bien el mapa: respetó el tumor y eliminó la inteligencia. Ya de adulto la tonta del pueblo me dijo:
-“Oye, ven y acuéstate conmigo”.
-“¿Y eso qué es?”
-“Desnúdate que yo te explico. Mete… saca… mete… saca…”
-“¡A ver! ¡O la meto o la saco pero decídete de una puta vez! ¡Joder!”
A las mujeres no hay quien las entienda. Por alguna razón la tonta del pueblo se lo tomó a mal y me hice una cuenta en la inciclopedia tratando de investigar su modo de empleo. No descarto ninguna posibilidad.
Otros enlaces relacionados
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Para los interesados en la versión menos seria y verídica, Wikipedia tiene un artículo sobre: Penamoa |