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Inciclibros/Manual del conductor novel

¡Por fin ha llegado el gran día!. Ha invertido mucho tiempo en el estudio del libro de la autoescuela. Ha pasado horas de auténtico terror sentado en la parte trasera de un vehículo pilotado por ineptos que, a diferencia de usted, necesitan constante supervisión por parte de su profesor. Ha soportado estoicamente las burlas de sus amigos y las de sus compañeros sexuales tras suspender repetidas veces el examen práctico, a pesar de que siempre le ha tocado el examinador más estricto y ha tenido que examinarse justo los días en los que los peatones más malvados se han conchabado para hacer de las suyas por la ciudad. Ha contado a diario, con los ojos llenos de lágrimas de esperanza, los coches que con una hermosa "L" en su parte trasera pasaban por su calle a no más de 80 Km/h. Ha llevado ajos en los bolsillos durante meses por recomendación de su supersticiosa abuela, perdiendo con ello las pocas posibilidades de tener sepso que en un principio tenía. Usted ha sufrido más que nadie en este mundo. Pero ha llegado por fin su momento. ¡Felicidades! ¡Ya es usted un conductor novel! Y lo más importante: es usted el poseedor del mejor manual para conductores noveles del universo conocido.

Sus primeros pasos como conductor novel

Lo primero que ha de saber -y créame, es preferible que se lo contemos nosotros a que la cruda realidad golpee su rostro- es que conducir en el mundo real apenas guarda similitud con conducir en una autoescuela. Durante todo el periodo de formación nuestros profesores nos mienten despiadadamente a fin de sacarse unos durillos más a nuestra costa, dándonos instrucciones erróneas en base a las cuales los examinadores de tráfico -que se llevan un 50% del botín- nos califican. Es decir, examinadores y profesores nos mienten sobre las formas óptimas de conducción. Con el paso de los años y el ejercicio de la conducción los más avispados van aprendiendo a conducir de verdad, olvidan todas aquellas mentiras y se convierten en los dueños de las carreteras. Usted, aún más avispado que ellos, ha accedido al manual que le muestra la verdad, y nada más que la verdad, y podrá ser el rey de la carretera desde su primer día como conductor novel.

Paso 1: "Abróchense los cinturones" (nunca mejor dicho)

PESADILLA ANTES DE NAVIDAD

De qué va la película

Pesadilla antes de Navidad es sin duda la obra más conocida del célebre director Tim Burton a pesar de que ni uno solo de los fotogramas de la película ha sido dirigido por él.

Este film, conocido en hispanoamérica como El Extraño Mundo de Jack y dirigido por Henry Selick (¡qué no, coño, que ya te he dicho que no es de Tim Burton!) narra las peripecias de Jack Skellington -un hombre esqueleto que ostenta el título de Rey del Mal- en su afán de apoderarse de la fiesta más terrorífica y oscura de todos los tiempos:la Navidad. Para ello, el pobre difunto se ve obligado a enfrentarse al violento y obeso Santa Clavos en una bacanal de sangre y destrucción que pasa totalmente desapercibida gracias a la ocurrencia de Selick de disfrazarlo todo con unos cuantos acordes a modo de musical.

¿Aún no la has visto?... No te preocupes, la Incilopedia te la canta.

Si eres uno de los afortunados poseedores de un video beta y vives en un pueblo sin cine ni carretera transitable ¡no importa!, tú también vas a poder disfrutar Pesadilla antes de Navidad porque la Inciclopedia te quiere tanto que está dispuesta a contarte la historia y amenizártela con dulces melodías.

Así empieza todo

Advertencia: Esta sección contiene detalles de la trama y el argumento; si eres tan rarito que prefieres leer el libro o ver la película antes, no te recomiendo que leas esto.

En la luminosa y resplandeciente ciudad de Halloween unas criaturas horrorosas, como Mickey Mouse pero en versión gore, cantan cuán felices son haciendo el mal y celebran la noche de difuntos con crueles bromas y regalos escatológicos.

Para que te puedas hacer una primera imagen mental, has de saber que las criaturas son -entre otras- vampiros elegantes, personas deformes, familias disfuncionales y sexys muñecas de trapo con muy pocos trapos encima; y la canción es más o menos: "Esto es Hallowing, esto es Hallowing / y a quien pueda dudarlo a un pozo lo tiramos /esto es Hallowing, esto es Hallowing /de la mente de Burton, que enferma está, saltamos / la la la...

Y disfrutan de su dolor...¿todos?...¡no!: Jack Skellington, el rey calabaza y héroe de la ciudad, del que podemos decir que es algo anoréxico, que la mayoría de la ropa que usa es talla 0 o menor, y que se jacta de ser el más malo de los malosos y un esqueleto que le habla a una cabeza (como Hamlet pero mejor), se lamenta entre los árboles muertos del oscuro cementerio porque un año más no puede dar rienda suelta a toda su maldad...

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¿Qué le pasa a Jack? ¿Qué le pasa a Jack? Antes era gordo ¿Qué dieta usará?

Nadie puede negar
que me cuesta mucho engordar
vomitando no hay quien me pueda ganar.

En desayunos, ni en comidas ni al cenar,
el mejor sé que soy sin quererlo,
una pizza muy pequeña y me tengo que purgar
lavativas, y laxantes y ¡al rosal!.
Mi esqueleto se vé, no me tomo ni un té
mucho menos las pastas que vienen con él.
 
Pero año tras año nada va a cambiar
y me canso un poco, ¡no puedo aplastar!

Yo, Jack, el rey del mal
Estoy cansado de transparentar
Y es que muy dentro en mi interior
quiero ser un aplastador.

Que sensacion, en mi corazón
¡quiero pesar como un camión!.

Soy un raquítico, casi bidimensional,
la Beckkam me podria envidiar.

Quiero estar muy obeso y tener grasa hasta en los dientes,
¡quiero aplastar a indigentes!.

Como ya estoy muerto, yo me arranco la cabeza
y se la lanzo pero ¡no pesa!
 
No hay hombre ni animal al que pueda aplastar
lo intenté con una pulga y rompí un dedo.

Ni tu me podrias comprender
pues el rey de marfil de esqueleto gris,
se quiere hinchar,si supieran la verdad

Dejaria el reinado pa comemerme un helado.
tengo vacío el congelador
y necesito salchichón.

La fabada me ayudara
con su compango, a engordar.

Un bosque un poco raro

Movido por el ansia de muscular su tísica complexión y la necesidad comprarse varias sustancias ilegales, Jack sale a hacer footing por el extrarradio de Halloween. La búsqueda de estupefaccientes resulta un fracaso y, tras un largo trayecto cada vez más ansiógeno, nuestro héroe decide mirar dentro de un árbol para ver si algún amable narcotraficante le ha dejado algo allí escondido. Es entonces cuando, sin quererlo, se adentra en un nuevo mundo que captará todo su interés haciéndole olvidarse temporalmente de la búsqueda drogas: el terrorífico mundo de la Navidad. Fascinado por tanta maldad, se pone de nuevo a cantar: //aquí debería haber otro boton de música como el de arriba//

¿Qué es? ¿qué es?

unas luces de horror

¿qué es? ¿que es?

un frío del copón

¿qué es? ¿qué es?

no creo lo que veo ¿estoy fumado?

¡no lo sé! ¿qué coño es? ¡joder!

¿que es? ¿qué es?

algo me hace gritar ¿qué es?

no saben entonar? ¿qué es?

las calles están llenas de babosos

todos rien sin cesar ¿es que estoy loco?

debe ser por el napalm ¿qué es?

Los niños tiran hielo prensado en bolitas

y se hacen mucho daño y van llenos de tiritas.

Las gentes se abrazan, muestran su falsedad

ayer se daban de hostias pero hoy ¡feliz Navidad!

Aiba ¿qué es? el muérdago colgó

¿no ves? se besan con horror

Mirad familias reunidas se critican mientras comen el turrón

¡qué horror! ¿qué es? Aquí un árbol puedo ver

¿por qué? tanta decoración

¡fatal! son luces de colores hay adornos relucientes y cositas de colores

me parece una horterada, si señor.

Es un horror es un horror me empieza a dar un estertor ¿qué es?

¿qué es? ¡Joder! es hora de dormir

¿¡por qué me metería speed!?

no me duermo ni queriendo y esto me da asco

no soporto tanta mierda tantas luces ¿qué es?

falsetes, asonacias, desafines sin cesar

no encuentro alguien que cante algo sin desafinar

algunos en el parque se empiezan a emborrachar

y todo huele a wisky, gasolina y a ron-miel.

hedor, sopor, hay a mi alrededor y yo me apunto al botellón

Jamás podría imaginar tanta atrocidad

Te odio, Navidad

no quiero más, no más, no más, tened piedad que acabe ya

quiero beber y olvidar el sentimiento que encontré

oh ¿¡por qué!?