Vodka
¡En la Rusia Soviética, el vodka te bebe a TI!
¿Cómo? ¿Que no puedo escribir una novela en tres días? ¡Dame una botella de esas!Desde eeeste momento ...in-nauguramos la Союз Советских Социалистических Республик [1]....ajjj...berggAtendiendo a la definición aportada por la RAE: podemos decir que es el Vodka una Bebida alcohólica espirituosa procedente del tratamiento de ciertas legumbres. Desglosando adecuadamente esta definición, nos encontramos con los siguientes vocablos:
- Bebida: significa que se bebe. No se come ni tampoco se introduce en la oreja.
- Alcohólica: Esto quiere decir que es de esas bebidas que, si se toman más de la cuenta, no se recuerda haberlas tomado... Bueno: ni eso, ni dónde dejaste el coche, ni quién eres, ni dónde estás, ni quién demonios es ese esperpento que yace en tu cama...
- Espirituosa: Significa que es tan fuerte que levanta a los muertos de sus tumbas.
- Legumbres: Pues lentejas, patatas... ¡Maldita sea! ¿Es que eres idiota? ¿Tengo que explicártelo todo?
Otras definiciones más licenciosas y desinhibidas definen vodka así: 'Dícese de brebaje ruso a vase de colonia nenuco y fluidos misteriosos de Rasputín, con facultades mágicas para alcanzar, bien el estado de Nirvana, bien un coma etílico como la copa de un pino siberiano. En este artículo les intentaremos contar la verdad acerca del origen, composición y maravillas de este licor divino.
Una historia del Vodka
Vodka. En ruso, Agüita. Qué graciosos los rusos. Cuántos rusos en Rusia. Qué frío en Rusia, y por esto llegamos a la razón de la existencia del vodka. Allá en las heladas estepas de Siberia, en la tundra seca de Mongolia, en los puertos del mar Blanco o en los Monegros de Aragón, ¡qué bien calienta el vodka!
Hace mucho tiempo, en algún lugar de Rusia, un señor pasaba sed. Hace mucho tiempo, en algún lugar de Rusia, un señor pasaba hambre. Hace mucho tiempo, en algún lugar de Rusia, un señor pasaba frío. Hace mucho tiempo, en algún lugar de Rusia, un señor lo pasaba mal, por culpa de los capitalistas.
Ahora que os he incitado convenientemente a la rebelión comunista, pasaré ya a explicaros el origen del vodka.
La cosa comenzó como sigue: un posadero polaco que pasaba sed que regentaba un local de hostelería y servicios del sector hedonista, se topó de bruces, un sábado a las tres de la mañana (la hora de la cena en Rusia), con cuatro cosacos borrachos como cosacos, armados con rifles y piolets, que le amenazaron con hacerle bailar la Kalinka al son del Kalashnikov si no les traía algo para beber.
Es necesario aclarar que, por aquella época, Rusia, al igual que el Universo, se estaba expandiendo, y las cogorzas que el Ejército se agarraba para armarse de valor y vencer al enemigo (o al menos esa era la principal justificación que se lanzaba desde los cuarteles cuando se les pedía explicaciones al respecto) eran moneda corriente en la sociedad de la época.
Así las cosas, viéndose por tanto en este brete el posadero, y con la amenaza de que los irascibles cosacos le practicaran a su debóchka un par de ombligos más de la cuenta, decidió salir a buscar un bebedizo adecuado para los camaradas Iranov, Bulchanov y Kopalski (porque así se llamaban los sedientos soldados). Desesperado, salió al patio, y no halló más que patatas. Rascándose la calva, el posadero temió por sus posaderas, y asentándose en sus partes blandas, caviló sobre cómo salvar el culo ante tan peliaguda posición.
Entonces lo recordó: su abuela era capaz de hacer mermelada con cualquier fruta del bosque ¿por qué no podía él? Pero pronto se dio cuenta del fallo en el razonamiento: la mermelada no era una bebida alcohólica, y por tanto no aplacaría a los cosacos. Así que siguió pensando, y fue entonces cuando vislumbró la solución. Lo que sí podría hacer era un licor de cualquier cosa. Pero ¿de qué? Rápidamente echó un vistazo alrededor. Pasó los ojos sobre los barriles de vinagre, desechó la idea del zumo de ratón on the rocks, y casi estaba a punto de decidirse por el destilado de sal y madera congelada, cuando su vista se posó en las patatas.
Las patatas eran la solución. Las cogió, las peló, y empezó a tratarlas: las hirvió, las condimentó, las chafó, las puso al sol (y eran las tres de la mañana, tanto más mérito...), las metió en agua, las agitó, les echó alcohol en diferentes cantidades cada vez... Al final de la quinta hora del día, había obtenido agua corriente con sabor a patata, alcohol con sabor a tierra, néctar olímpico, Coca Cola, alquimia, y una sustancia viscosa y rosa que le decía papá. Pero la última mezcla fue distinta; tenía un brillo translúcido, un aroma que hacía pensar en tardes de invierno en el teatro Bolshoi, y un sabor que remitía a los veranos de San Petersburgo.
Feliz, el posadero tomó la barrica y se dirigió a los cosacos, que estaban un tanto impacientes por las cinco horas de espera ante la puerta, y ya estaban a punto de olvidar sus buenos modales, ponerse el gorrito y sentarse en el bordillo. Con avidez, le arrebataron de las manos el cubo, escanciándolo en sus vasos y echándoselo al coleto. Horrorizado, el posadero se dio cuenta de repente de que, con las prisas, les había dado el agua sucia y estancada del cubo donde había tirado las mondas de las patatas. Levantó la vista hacia los cosacos esperando la Muerte, y se sorprendió al verlos caídos de culo e inconscientes.
Cuando se despertaron, le felicitaron por el combinado: Esta agüita está genial, camarada. Vodka jarashó, tovarich. Y decideron llevarse varias barricas al regimiento.
Ese mismo año, Rusia avanzó la frontera varios miles de kilómetros como queda reflejado en el artículo Rusia, y el vodka quedó consagrado como bebida nacional rusa, siendo causa y solución de todas las revoluciones, represiones y alegrías de este maravilloso país.
Enlaces
Referencias alcohólicas
- ↑ Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas