Siberia

De Inciclopedia
Ir a la navegación Ir a la búsqueda
Cita3.pngAl vodka no había que echarle cubitosCita4.png
Fiódor Dostoyevski sobre las delicias (y el frío) de Siberia.
Cita3.pngAtravesarla me costó tres pares de suelas de zapatos, ocho herraduras, tres repuestos de ruedas, una chica, una madre y dos ojos ¡cuánto mejor se viaja por Siberia!Cita4.png
Miguel Stroggoff sobre Siberia.
Cita3.pngNo sé... yo iba de viaje en avión a Tombuctú, seguí un cartel que decía a Iberia y seguí y seguí y seguí, y este agente de viajes no deja de gritarme y ni me quiere vender un abrigo de piel blanco como ese que lleva él. ¡Eh, oiga, guarda, amonéstelo! Que uniformes más raros lleva aquí la policía, parecen fracs...Cita4.png
Rompetechos en Siberia, mientras intenta negociar con un oso polar y le chilla a un pingüino.
Cita3.pngMe dijeron <<es un terreno espacioso, diáfano, muchos kilómetros cuadrados y nieve, todo ventajas...>> Cuando llegué y vi el solar que me habían malvendido, se largaron riéndose con el dinero... entonces pegué una patada de rabia en el suelo, empezó a salir un aceite negro, y...¡voilà! Ahora ¿quién se ríe?Cita4.png
El Zar Nicolás sobre la adquisición de Siberia y sus reservas petrolíferas y de gas natural.

Siberia es un estado del centro de Rusia que limita al norte con Rusia, al este con la nueva unión soviética, al sur con el país más grande que se escindió de la URSS y al Oeste con Bilbao (ya sabemos que es muuuy grande).[1]

Origen

Los padres de Beria.¡Maldición! No mires ahora, pero acaban de entrar los agentes soviéticos. ¡Disimula, sigue bailando!.

Cuentan que había un príncipe ruso llamado Beria Ivanov, nacido de una noble familia rusa pocos años antes de la Revolución. Como al resto de familias nobles, el gran camarada les concedió unos años para replantearse su vida en unos gulag resorts de lujo, amplios, espaciosos (sólo había una habitación) aireados (no había techo) y protegidos (por una alambrada metálica). Pero en el camino ocurrió un incidente que quedó reflejado en las crónicas de guerra de un prisionero ruso, que iba en el mismo carromato que la familia de Beria hacia el gulag. Beria, como tantos tiernos infantes de su edad, era aficionado a las frases del tipo coñazo de los chiquitines; en concreto, la favorita de Beria era el famoso y nunca bien ponderado ¿hemos llegado ya?. Pues bien, cada determinado espacio de trayecto, Beria soltaba la frasecita; la soltó al pasar Moscú; la soltó al pasar Nijni Novgórod; la soltó al pasar la barca me dijo el barquero muchas otras poblaciones, hasta que en un arrebato de lúcida razón, los ocupantes del carro le respondieron con un sonrisa en la cara sí, Beria y le propinaron un empujón, cayendo de bruces en tierra y quedando abandonado en medio de la fría estepa rusa. Beria, valiente como era, decidió levantarse y preguntar al próximo que pasara si había llegado ya fundar en el mismo sitio donde aterrizaron sus posaderas un gran país, bajo el nombre formado por las últimas palabras que había oído: Siberia.

Historia ( o algo que se le parece)

Osito congestionado, harto de escuchar ¿hemos llegado ya?

Tan pronto como Beria tuvo la idea de crear un país, se le apareció un funcionario burocrático de Moscú (esos tenían esos poderes de aparecer dondequiera que había que mantener un papeleo típico de rojos) y tras largas negociaciones se decidió que se podía dar a ese territorio helado y antipático llamado Siberia la independencia, (total, eran cuatro gatos... digo osos). Aún así, se mantuvieron largas y agotadoras conversaciones, pues las palabras en ruso son muy largas (por ejemplo, donde ellos dicen komitet gosudárstveno behzopásnosti nosotros decimos kagebé). Beria consiguió salirse con la suya, gracias a su astucia (¡no contaron con ella!) y a lo absurdo del tema, y se libró tanto de una parte importante de la cantidad de firmas que debía hacer, así como del funcionario, gracias a su ¿hemos llegado ya? (refiriéndose al final del papeleo). Fue ahí donde empezó a tomarle cariño a su frase.

Artillería pesada de Ogareff.

Beria se tomó unas vacaciones para descansar de su ardua tarea de gobernador y viajó durante un tiempo con un anónimo correo del Zar, un tal Miguel Strogoff, al cual llegó a desesperar de tal modo, que Miguel pidió al primer tártaro que encontró que le cortara las orejas, para no oír más su ¿hemos llegado ya?. Lamentablemente, Strogoff no dominaba demasiado el tártaro, y le acabaron dejando ciego con un sable a rojo vivo en vez de cortarle las orejas. El responsable de ello fue el tártaro Iván Ogareff, el cual cayó en gracia a Beria, que le contrató para General de las Fuerzas Armadas de Siberia (formadas por osos en su mayor parte).

Beria creció y se aburría en su nuevo país, cuando un día ocurrió un suceso que conmocionaría a los habitantes de Siberia...

Evento de Tunguska

El evento de Tunguska fue una explosión de gran fuerza ocurrida en Siberia en los años de reinado de Beria I (diota).

Se cuenta que Beria, aburrido de su país, decidió un día montar un concurso que generaría a los de OT en la actualidad; fueron sometidos a casting todos los habitantes de Siberia (humanos incluidos) y se les hizo pasar por unas pruebas de canto (y de frente), con el resultado sorprendente de que, como todos cantaban igual (mal) todos fueron seleccionados para participar.

Se les metió en un gulag tremendamente fortificado y se les dio instrucción musical. Viendo que la cosa ya no era divertida si todos ganaban, Beria resolvió ir eliminando uno a uno a los participantes por pruebas eliminatorias consistentes en hacer carreras desde el alambrado del Gulag hasta la libertad, bajo los tiros de los guardas y centinelas. De aqueste modo, Beria logró deshacerse (get rid) de varios participantes.

Sin embargo, no contaron con los que harían los que habían sobrevivido a las pruebas, es decir, los que no habían sido sacados aún cuando los vigías se cansaron de descargar su ansiedad en los participantes corrientes (¡corrientes! ¡en los dos sentidos!, muajaja...). Estos consiguieron salir del gulag con el premio (vodka) y pudieron volver con sus familias, para continuar bebiendo (vodka). Este hubiera sido el comportamiento natural hasta de los osos; ¡pero no!: de golpe y porrazo, Beria se encontró con que sus participantes exigían reconocimiento, concedían entrevistas, se comportaban como estrellitas, salían en el Siberviú y se tiraban de los pelos por ir a una reunión de brujas, o aquelarre, llamado Peurovisión.

No viendo otra solución (después de gasearlos, patearlos, insultarlos, ignorarlos y recetarles fuego en grandes cantidades) Beria decidió rezar. Dispúsose en un altar y comenzó a hacer sus plegarias. Quiso la fortuna que por el cielo Dios estuviera en otro sitio, canonizando a Luis Tezza, y en su lugar estuviera de guardia Baldomero Espartero (no-españoles: para más información, lean: Baldomero Espartero).

Espartero escuchó atentamente sus plegarias y decidió que el tema le interesaba, por ello, puso de su parte para ayudar a Beria, con lo mejor que sabía hacer.

A las 17:55 del 23 de septiembre, los siberianos escucharon un horrísono sonido, como un objeto que se acercaba a toda velocidad. Miraron hacia arriba (algún subnormal miró hacia abajo), y comentaron:

HOMBRE: ¿Es un pájaro? ¿es un papel? ¿es un avión?

HOMBRE(otro , so tonto): ¡No tenemos aviones aún,estúpido!, y ¿qué cojones haces ahí mirando? ¡¡CORREEEEE !!

OSO: Roaaaaaarrr.(Qué gran verdad ha dicho).

Dicho y hecho.

Una mole deforme oscureció el cielo, se hizo un gran silencio por parte de la población, y, a las 6:00 P(U)M del 30 de junio (tardó por el desfase horario, ya se sabe), en Siberia sonó un golpe seeeco, seeeco, una onda expansiva se expandió (como es su oficio) y 2150 km cuadrados de terreno amenazaron ser sepultados por el gigantesco asteroide que Espartero el Bombardero había mandado, haciendo un gran favor a Beria haciendo un GRANDÍSIMO favor a Beria. Pero en ese momento, Dios volvió de su ronda, y vio el asteroide que Baldomero mandó, y comprendió, y vio que era bueno, y lo bendij-digooooo... que vio que iba a aplastar a los pobres siberianitos, así que... lo hizo desaparecer en el aire. Aún así, el golpe de viento llegó intacto a la Tierra, junto a la mala leche de Espartero, y debido al temblor, la gente cayó de culo al suelo a 400 km de distancia (verídico, miren -sin que sirva de precedente- en la Ladrona: Evento de Tunguska).

Así terminó el período de influencia española en Siberia, y por ello está actualmente tan despoblada, debido a la magnitud de esta catástrofe comparable al hundimiento de Atlántida.

Habitantes y datos interesantes

Cuenta con varios ilustres habitantes, dignos de renombre, laureados y famosos cual ninguno y de ... eh?...no, Cervantes no...[2]

La población cuenta a día de hoy con una población de setecientos veinticuatro osos blancos (pues los rojos están en Moscú), de los cuales seiscientos tres son componentes de su propia familia, y el resto están solteros; gustan de ir al teatro y son cultos e inteligentes. Tiene un PIB medio de 950 $, y un avanzado sistema de Seguridad Social.[3]

Aparte, Siberia también cuenta con una población indeterminada de humanos, de la especie sapiens sapiens (descendientes del sapo) de raza caucásica en libertad, estando algunos núcleos de ellos criados en cautividad y en riesgo de extinción.

Otros habitantes son el tártaro (infierno de la Antigua Grecia campesino que se dedica a molestar a los rusos con sus rebeliones y a enterrar gente dejando al aire la cabeza, para mejor ver los lobos rondando), y la tártara ( compuesta por mayonesa, alcaparras, pepinillos en vinagre y jugo de limón; combina bien con pescados).

Por ello, concluimos que Siberia tiene una densidad de población muy baja, tan sólo del orden de 400g/m cúbico.

Su más reputado escritor es el borracho, digo afamado, no, borracho mejor, Fiodor Dostoyevsky o Dostoiewsky o Tostonieusqui...en fin, eso. Su más reputada eminencia poética es el Doctor Zhivago, que ejercita la medicina en sus ratos libres.

Algunos visitantes temporales (y otros de mar llana) de sus gulag-resort-golf son el mismo Dostooo... Fiodor, Mikhail Kalashnikov, León Tolstoi, muchos otros escritores (con el tiempo, en Rusia, para ser un buen escritor se hizo casi necesaria una temporadita en un GULAG siberiano) y prisioneros políticos.

El deporte más practicado en Siberia es el esquí (tenían que aprovechar la nieve para algo, pobres) seguido de cerca por la carrera de corta distancia, preferiblemente escapando de un Gulag. Lo malo es que suele ser eso, corta.

Económicamente se mantiene un estado de riqueza muy moderada, lo que en Rusia equivale a tener para vodka[4], aunque Siberia se ve periódicamente sacudida por minicrisis causadas por las pequeñas permisiones a métodos capitalistas por parte de Stalin (bah, estos métodos capitalistas...).

A pesar de todo ello, en Siberia, a pesar de las penurias, sigue habiendo un lujo, papel higiénico de doble capa, y es que... sigue habiendo que enviar una copia de todo a Moscú.

¿Sabías que...

  • ...hemos llegado ya?
  • ...los mismos científicos que demostraron que demasiado sexo nubla la vista han dictaminado que los paréntesis son cancerígenos?
  • ...hay unos 34 pares de paréntesis en este artículo?
  • ...renuncias legalmente a tomar cualquier iniciativa legal contra la Inciclopedia y/o sus administradores y/o contra mí por medio efectivo de leer esto?

Referencias

  1. Y también con Rusia al Oeste, ¿o qué te creías?
  2. Al llegar le dieron la bienvenida con dos guantes ,para que no pasara frío. No se sabe porqué ,se fue ,cabreadísimo.
  3. Los osos mismos, ¡malhaya quien se atreva a meterse con ellos!
  4. No me creo que esto estuviera en rojo.

Русский (Fork)

English (Fork)