Santo Tomé y Príncipe

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‘’‘República Democrática de Santo Tomé y Príncipe’‘’
‘‘Jotiongo Chocolatungo Islongo
BanderaSanto Tomé y Príncipe.png
Escudo de Santo Tomé y Príncipe.png
(Bandera) (Escudo)
Lema Con cacao se vive mejor, Santo Tomé para ver y creer, Príncipe de mis sueños
Himno “Independencia total”
Sao Tome and Principe in its region.png
Capital Santo Tomé/Cacao Tomé
Mayor ciudad La capital (¿No sabes cuál es? ¡Pues lee encima de esto, chocolater@!)
Lenguas oficiales El Portuñol, Forró, Angolar, Principense
Gobierno Cacaolat
Líder Carlos Vila Nova
‘’‘Gran jefe Cacao Cacao’’’
Área es pequeño
Población Vas y te los cuentas
Moneda El cacao, el chocolate,
el bombón, el trufa, etc.
Gentilicio
Zona horaria No les importa el tiempo como para eso
Dominio de internet .st
Código telefónico tam tam
Hoy de comer hay chocolate con chocolate.

Santo Tomé y Príncipe es un país africano formado por dos islas y un montón de islotes que nadie sabe cómo se llaman ni dónde están. Es el segundo país más pequeño de África, después de las Seychelles, pero no tan bonito ni tan rico. Su nombre se debe a que los portugueses que lo descubrieron eran muy originales y le pusieron el nombre de dos santos muy populares. Santo Tomé y Príncipe fue una colonia portuguesa hasta 1975, cuando se independizó y empezó a sufrir una grave crisis económica, política y social. Desde entonces, su principal fuente de ingresos es el cacao, que produce un chocolate muy amargo, como la vida de sus habitantes.

Historia

De la exploración al siglo XIX

Imagínate ser un portugués colonialista y decir que vives en el edificio más alto del país y que sea una roca.

Santo Tomé y Príncipe son dos islas que fueron descubiertas por los portugueses en el siglo XV. Como no había nadie viviendo allí, decidieron que sería un buen lugar para plantar caña de azúcar y traer esclavos. Pero resulta que los esclavos no estaban muy contentos con la idea y se rebelaron varias veces. Una de las más famosas fue la de Rei Amador, un esclavo que se proclamó rey de las islas y gobernó durante un año hasta que los portugueses lo capturaron y lo mataron. Luego le hicieron una estatua y lo nombraron héroe. Pero volverían a matarlo si pudieran.

El cultivo de azúcar fue muy rentable durante un tiempo, hasta que los portugueses se dieron cuenta de que había otros lugares más baratos y mejores para hacerlo, como Brasil o Cuba. Entonces se olvidaron un poco de las islas y las dejaron en manos de unos administradores corruptos y unos colonos indeseables.

En el siglo XIX, los portugueses volvieron a interesarse por las islas cuando descubrieron que podían cultivar cacao, un producto muy demandado en Europa. Así que convirtieron las islas en una gran plantación de cacao, donde trabajaban miles de esclavos y contratados, que eran casi lo mismo. El cacao era tan importante que incluso se usaba como moneda. Los portugueses se hicieron muy ricos y construyeron palacios y mansiones en las islas. También trajeron algunas costumbres europeas, como el fútbol o el carnaval. Pero no todo era diversión: también hubo epidemias, hambrunas, conflictos sociales y políticos, lo de siempre en África. Y así termina el siglo XIX.

Siglo XX

Los habitantes de Santo Tomé y Príncipe, que sufrían explotación y pobreza, no estaban muy contentos con los portugueses, así que se unieron al movimiento de liberación nacional para mandarlos a freír espárragos, sin ningún agradecimiento.

Lograron su independencia por revolución, buscando libertad y justicia. Se encontraron con unas islas llenas de cacao y problemas. Les pareció una maravilla, así que se dedicaron a nacionalizar las plantaciones, construir una república socialista y reformar la sociedad. También se llevaron algunos amigos como aliados, que seguro que les apoyarían en todo. Los portugueses, que habían perdido su colonia y su orgullo, no estaban muy contentos con Santo Tomé y Príncipe, así que intentaron boicotear su desarrollo, sin ningún rencor.

Los habitantes cambiaron su sistema político por democracia, buscando progreso y estabilidad. Se encontraron con unas islas llenas de cacao y crisis. Les pareció una ganga, así que se dedicaron a liberalizar la economía, celebrar elecciones multipartidistas y cooperar con la comunidad internacional. También se llevaron algunos créditos como deudores. Los portugueses, que habían recuperado su relación y su negocio, estaban más contentos con Santo Tomé y Príncipe, así que intentaron ayudar a su crecimiento (sin ningún interés oculto).

Gobierno y política

Palacio de Cacao, hogar del presidente.

Es una república democrática semipresidencialista, lo que significa que tiene un presidente que se dedica a cortar cintas y dar discursos, un primer ministro que se encarga de los asuntos serios y un parlamento que se pasa el día discutiendo y votando. El presidente es elegido por el pueblo cada cinco años, siempre que no haya ningún golpe de estado o fraude electoral, el primer ministro es nombrado por el presidente según los resultados electorales o según su conveniencia y el parlamento está formado por 55 diputados que se reparten entre varios partidos políticos que cambian de nombre y de siglas cada dos por tres.

Los partidos políticos tienen nombres muy originales como Movimiento de Liberación de Santo Tomé y Príncipe - Partido Social Demócrata (MLSTP-PSD), Acción Democrática Independiente (ADI) o Movimiento Democrático Fuerza de Cambio (MDFM-PCD), que suenan a grupos de música o a marcas de detergente. El sistema político funciona más o menos bien, salvo cuando hay golpes de estado, crisis institucionales o conflictos entre las dos islas, que son como el perro y el gato.

La Constitución es la ley suprema del país y garantiza los derechos y libertades de los ciudadanos, siempre que no se contradigan con las costumbres y tradiciones locales, que son sagradas e intocables y a menudo malas y crueles. El poder judicial es independiente del poder ejecutivo y legislativo, pero depende de los recursos y la formación de los jueces, que a veces son escasos o inexistentes. El país es miembro de varias organizaciones internacionales como la ONU, la Unión Africana o la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa, donde intenta hacerse notar y conseguir algún beneficio, aunque sea una palmadita en la espalda o un caramelo.

Naturaleza

Si vienes de paseo, puedes disfrutar de muchas palmeritas.

Este país es como una tortilla de patatas con cebolla y pimiento: tiene dos partes principales y varios trocitos, que se hicieron por el fuego hace mucho tiempo, cuando la Tierra se aburrió de ser redonda y quiso probar formas nuevas. Las islas tienen un clima tropical húmedo, lo que significa que hace calor y llueve mucho, pero no te preocupes, que el sol sale cada dos por tres y te seca el sudor. El país tiene una superficie de 1001 km2, de los cuales el 70% está lleno de árboles, el 20% de plantas comestibles y el 10% de cosas de humanos.

Los bosques son el hogar de muchos bichos raros, que solo viven aquí y en ningún otro sitio, porque son tan especiales o tan feos o las dos cosas a la vez. Algunos de estos bichos son el ibis gigante, que es un pájaro tan enorme que puede llevar a una persona en su pico, pero no lo hace porque le da asco; el mono narigudo, que es un mono con una nariz tan grande que puede oler lo que comes, lo que piensas y lo que sueñas; la cobra real, que es una serpiente tan venenosa que puede matar a un elefante con una sola mordida, pero no lo hace porque le da pena; o el pez volador, que es un pez que salta del agua y parece que vuela, pero en realidad solo se cae y se hace pupa. Los bosques también son el hogar de muchas plantas que sirven para todo, como para curar el dolor de cabeza, el dolor de barriga o el dolor de amor, o para hacer cosas mágicas, como hablar con los fantasmas o enamorar a alguien o ganar la lotería o las tres cosas a la vez.

También puedes disfrutar de su variada fauna.

El país tiene una costa de 209 km, donde hay playas de arena blanca, que son muy bonitas pero muy calientes; arrecifes de coral, que son muy coloridos pero muy pinchudos; y manglares, que son muy verdes pero muy fangosos. La costa es el hogar de muchos bichos que viven en el agua, como tortugas, que son muy lentas pero muy simpáticas; delfines, que son muy inteligentes pero muy ruidosos; ballenas, que son muy grandes pero muy pacíficas; o tiburones, que son muy rápidos pero muy malos. La costa también es el lugar donde se practican actividades económicas como la pesca, el turismo o el contrabando. La pesca consiste en capturar peces para comer o vender; el turismo consiste en recibir visitantes que quieren ver las maravillas naturales del país o tomar el sol o ambas cosas; y el contrabando consiste en llevar mercancías ilegales de un lado a otro del mar sin que te pillen o sin que te coman los tiburones o ambas cosas. El país tiene una gran riqueza natural, que se debe proteger y conservar para las generaciones futuras, o al menos para venderla a los extranjeros a buen precio o para hacerse famoso en las redes sociales o ambas cosas.

Economía

La economía de Santo Tomé y Príncipe es una montaña rusa de emociones. Antes se dedicaba al cacao, que es lo que hace feliz a la gente cuando come chocolate, pero ahora quiere dedicarse al petróleo, que es lo que hace feliz a la gente cuando conduce un coche. El problema es que el petróleo está escondido en el fondo del mar y no se deja atrapar. Por eso, el país se ha hecho amigo de Nigeria, que sabe cómo pescar el oro negro. El gobierno sueña con ganar una fortuna con el petróleo, pero todavía no ha encontrado ni para llenar una botella de Coca-Cola.

Mientras tanto, el país sigue viviendo de la agricultura, que es lo de sembrar semillas y rezar para que llueva. El cacao sigue siendo el jefe de los cultivos, pero también hay otros como el café, la copra o el palmiste. Estos productos se venden a otros países, que los pagan con euros o dólares. El país tiene una moneda propia que se llama dobra, pero no sirve de mucho. Con un dobra puedes comprar un chicle, pero con un euro puedes comprar una tienda de golosinas.

La economía de Santo Tomé y Príncipe tiene más problemas que una novela. Hay pobreza, deuda y corrupción. El país recibe ayuda de otros países y de organizaciones internacionales, como el FMI, que le dan dinero pero le exigen cosas. El gobierno tiene que hacer cambios para mejorar la situación, pero no es fácil mover el barco cuando ya está hundido. El país necesita más inversión, más trabajo y más variedad. También necesita más turismo, porque tiene unas playas muy hermosas y unos bichos muy curiosos.

Demografía

Presidente de Santo Tomé viendo a sus ciudadanos.

El país tiene unos 223.000 habitantes, que no son muchos, pero tampoco pocos. La mayoría vive en Santo Tomé, que es la isla grande, y el resto en Príncipe, que es la isla pequeña. Todos son descendientes de diferentes grupos étnicos que llegaron a las islas desde hace mucho tiempo. El 70% son negros, el 30% son mestizos y el 0% son blancos. Bueno, quizás haya algún blanco por ahí, pero se le debe haber perdido el barco.

En Santo Tomé y Príncipe se habla portugués, que es el idioma que les enseñaron los colonizadores, y también otras lenguas que se inventaron ellos mismos, como el forro, el angolar o el principense. Estas lenguas son una ensalada de portugués con otras lenguas que trajeron los esclavos, y tienen palabras que parecen trabalenguas y sonidos que parecen estornudos. La religión más común es el cristianismo, sobre todo el catolicismo, pero también hay otras que son más divertidas, como el animismo o el candomblé. Estas religiones son una fusión de cristianismo con otras que practicaban los antepasados, y tienen ritos que parecen fiestas y dioses que parecen animales.

Cultura

El baile del cacao, después de usar sus trajes se los pueden comer.

Tiene una gran variedad de expresiones artísticas, como la pintura, la música y la literatura. Los pintores como Nezo, Ismael Sequeiro y Protasio Pina retratan la vida cotidiana de las islas con mucho talento y mucha pintura, y a veces también con mucho cacao. La música es una mezcla de ritmos africanos y portugueses, que hacen bailar a todo el mundo, y a veces también cantar canciones sobre el cacao. Los ritmos más famosos son el ússua y el socopé en Santo Tomé, y el déxa en Príncipe. La literatura es una forma de contar la historia y la identidad del país, con escritores como Olinda Beja, Conceição Lima o Alda do Espírito Santo, que escriben sobre el amor, la política y el cacao.

La cultura de Santo Tomé y Príncipe también tiene un lado científico y folclórico, y también chocolatero. El país ha sido escenario de importantes acontecimientos científicos, como la erradicación de la enfermedad del sueño en 1914, gracias al uso de un medicamento hecho con cacao. O la comprobación de la teoría de la relatividad de Einstein en 1919, gracias a la observación de un eclipse solar que se vio mejor con unas gafas hechas con cacao. El país también tiene unas fiestas tradicionales muy originales, como el Tchiloli y el danço-congo, que combinan música, baile y teatro. El Tchiloli es una representación de una tragedia renacentista sobre el marqués de Mantua y el príncipe Carlomagno, que se resuelve con una degustación de chocolate. El danço-congo es una celebración del santo patrón San Lorenzo, que se festeja con una procesión de cacaoteros. Ambas fiestas son muy antiguas y muy divertidas.

Patrimonio

El patrimonio de Santo Tomé y Príncipe es una muestra de su historia y su cultura, y también de su adicción al cacao. El país tiene varios monumentos y lugares de interés, que reflejan su pasado colonial y su presente independiente. Algunos de estos son:

  • La arquitectura religiosa, que incluye iglesias, capillas y conventos. Estos edificios son de estilo barroco y neoclásico, y están decorados con imágenes religiosas y cacao. Aquí se puede rezar, confesar o comer chocolate.
  • La arquitectura militar, que incluye fortalezas, castillos y cuarteles. Estos edificios son de estilo renacentista y manuelino, y están construidos con piedra y cacao. Aquí se puede defender, atacar o lanzar chocolate.
  • Los edificios del siglo XX, que incluyen palacios, museos y teatros. Algunos ejemplos son el Palacio Presidencial, el Museo Nacional o el Teatro Nacional. Estos edificios son de estilo modernista y art déco, y están pintados con colores vivos y cacao. Aquí se puede gobernar, aprender o disfrutar del chocolate.
  • El patrimonio de origen portugués, que incluye las plantaciones o roças, donde se cultivaba el cacao. Algunos ejemplos son la Roça Agostinho Neto, la Roça Monte Café o la Roça São João dos Angolares. Estas plantaciones son un testimonio de la historia económica y social del país, y están rodeadas de naturaleza y cacao. Aquí se puede trabajar, pasear o probar el chocolate.
  • El patrimonio científico, que incluye los lugares donde se realizaron importantes descubrimientos o experimentos. Algunos ejemplos son la isla de Príncipe, donde se erradicó la enfermedad del sueño en 1914 con un medicamento hecho con cacao; o la misma isla, donde se comprobó la teoría de la relatividad de Einstein en 1919 con unas gafas hechas con cacao. Estos lugares son un testimonio de la contribución del país a la ciencia mundial, y están iluminados por el sol y el cacao. Aquí se puede curar, observar o ver el chocolate.

Véase también