Reinos del Caos

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Hordas infernales y Reinos Reunidos en el Caos de las Cuatro Divinidades
Banderacaos.jpg
Escudocaos.jpg
(Bandera) (Escudo)
Lema Todo sea por destruir
Himno El ruido de la espada hundiéndose en la carne
Mapacaos.jpg
Mapa de las tierras del Norte según Games Workshop
Capital Circulo Polar
Mayor ciudad Alaska
Lenguas oficiales Lengua del Caos, Alemán, Africano y Incalificable Chopenhague ,Sanscrito , Enoquiano
Gobierno Régimen Militar Ultraderecha Satanico
Líder Guyver Cernunnos (Acranom Teologia)
Tribu Carne de Perros
Área circulo Polo Norte Noroccidental y Alaska estados unidos
Población Bajas constantes pero rápida reproducción con Hienas y Hembras
Moneda La Cabeza Humana Coleccionable
Gentilicio
Zona horaria Atemporalidad Lineal
Dominio de internet nido.org
Código telefónico Que Te Calles Coño
Cita3.pngTemedme, mortales, pues soy el Ungido...Cita4.png
Archaon sobre sí mismo y los ejércitos que acaudilla.
Cita3.pngAsí eran los herejes anglicanos en mi época, créanme.Cita4.png
Miguel de Cervantes reconociendo a un monje de Nurgle.
Cita3.pngCreo que este pueblo entendió mal las ideas que yo predicaba...Cita4.png
Gandhi sobre el militarismo del Caos.
Cita3.pngEs un noble pueblo de naturaleza ecologista y gran desarrollo, lo que no me gusta es que estén en un lugar tan lejano como Florida.Cita4.png
George Bush sobre el intelectualismo.

Los Reinos del Caos, también conocidos como Hordas del Caos o "Caos" para abreviar, son un conjunto de tribus de régimen militar que ocupan el Polo Norte según Games Workshop. Su origen se remonta desde los primeros vestigios de maldad en la mente humana hasta la actualidad.

Historia

La historia del Caos se remonta a tiempos de la Antigüedad. Desatendiendo el Monesvol a la Humanidad para perfeccionar nuevas ramas del divergente grupo Pokémon, olvidó el Polo Norte completamente. No es de extrañar, pues, que en un determinado siglo anterior a la fundación de Mesopotamia, Dios inspirase una flatulencia divina que fue a parar al Polo Norte, creando el Agujero del Caos.

Así pues, el Polo Norte se vió atestado por la terrible influencia maligna de lo contradivino. El Agujero del Caos, portal a una dimensión alternativa muy tenebrosa, despiadada, negra, oscura, etc. (con decir que es mala ya basta), transformó el Polo Norte en un desierto helado arrasado por la magia.

Las migraciones humanas llegaban cada vez más lejos en sus colonizaciones, y no es de extrañar que un grupo llegase a este lugar: los primeros esquimales. Antes de poder darse cuenta de la naturaleza maligna del Polo Norte, fueron sometidos a su influencia. Cada vez les gustaba mas robar caramelos a los niños, les crecía más pelo, les salían más caries y olían peor.

Pronto empezaron a surgir dogmas de creencias satánicas. Entre las distintas tribus, comenzaron a surgir cuatro nombres: Khorne, Tzeentch, Nurgle, Slaanesh. Los rituales no tardarían en comenzar, así como la alineación propia de un solo ejército dominado por la sed de hacer la maldad y comer pescado crudo. El Caos como unidad había llegado.

Nunca les convino revelar su identidad, por lo que cogieron a un grupo de esquimales no corruptos y, a punta de laza manchada de sangre, les hicieron sonreír para los documentales de National Geographic. Mientras tanto, el Caos preparaba su estrategia de Dominación Mundial para acabar con los repelentes humanos y otros seres competentes.

Esta es la famosa imagen que prueba la existencia del Agujero del Caos.

Se dice que en una época indeterminada, cuando los humanos lanzaron su primer satélite al espacio, descubrieron el Agujero del Caos. Sin embargo, para su propia desgracia lo atribuyeron a un simple reflejo o fallo en la fotografía, y el imbécil que se lo creyó creó una conspiranoia paranoide sobre un mundo subterráneo.

De entre las asiduas generaciones militaristas surgió un joven aspirante a ser malo, malo, pero malo malo. Su nombre era Be´lakor. Este individuo pronto se transformó en un semidemonio y, ocupando el Imperio, lo llevó a teorías de odio contra la humanidad como parte de un intrincado plan para provocar una guerra civil a escala multicultural. Sin embargo, Be´lakor moriría atragantado por un espagueti antes de ver su misión cumplida.

El contundente ejército del Caos estaba formado por unidades sanguinarias y crueles.

Tras esta terrible tragedia, el Caos sufrió décadas de desesperanza. La depresión se apodero de los bárbaros malignos, que tenían cara triste y desgana por hacer el mal, ya no se mataban entre ellos por diversión ni sacrificaban gatitos a los cuatro dioses. Mientras tanto, en Naggaroth, un grupo de humanos descubrió la oscura existencia de los Reinos del Caos y sus malvadas intenciones para con la Tierra. Sabiendo esto, intentaron revelarlo al mundo en su tablero Ouija conocido como Warhammer. Nadie los creyó, solo un grupo de frikis que en vez de actuar con contundencia se puso a jugar al dichoso jueguecito.

Actualmente ha surgido un nuevo caudillo, Archaon un malvado con estilo que pretende dominar el mundo haciéndose pasar por Emperador de Naggaroth.

Cultura y Creencias

El Caos es malo por naturaleza. Los bárbaros del Caos y los demonios que los acompañan se retroalimentan de las cosas malas que hacen, sintiendo una creciente sed de maldad en su interior que deriva en estridentes carcajadas cuando llegan al orgasmo al matar gatitos, inocentes focas o esquimales.

Siendo su idiosincracia la aspiración a ser un poquito más malo que ayer, no debe sorprender a nadie que sus dioses sean muy malos y sedientes de sangre. Estas son las deidades malas malas malas por naturaleza:

Khorne

Khorne era un dios despiadado y sanguinario de horrible apariencia física.

Es el Dios de la Violencia Gratuita, el Señor de los Huesos Rotos y el Gran Destripahumanos, además del más sangriento y sadomasoquista de los Dioses del Caos, le encanta la lucha libre. Se trata de un dios que se pasa el día con cara de querer matarte, aunque en realidad es entrañablemente amigable, y solo mata porque para él eso es una prueba de su amor.

Posee una fuerza bruta que es la causante de que el Casquete Polar se resquebraje, debido a sus berrinches. Suele representárseLe como un enorme individuo, a veces con cabeza de cabra loca, sentado sobre un modesto balancín, situado este sobre una montaña de cráneos de antiguos competidores de Pressing Catch, en medio de un mar de sangre de sus amigas víctimas que mató por error.

Los sirvientes de las demás deidades aprecian (aunque nunca lo admitirían) las habilidades para dar buenas hostias que enseña en su academia privada de Boxeo. Khorne siempre tiene un Paladín al que concede el poder del Torpe Destructor. Dicho paladín puede considerarse afortunado por la atención que Khorne le presta, pero es un arma de doble filo: si en algún momento el paladín se muestra débil o hace el bien, Khorne le derretirá el cerebro de una patada.

Khorne detesta a Tzeentch, pues no considera los efectos especiales como una forma de adornar los combates honorable, teniendo a los especialistas por farsantes. Pero a quien más odio profesa es a Slaanesh, el más joven de los cuatro grandes dioses, que personifica todo lo contrario al orgullo marcial.

Tzeentch

Aquí está el rostro de La Manipulación personificada, Tzeentch.

Es El Que Cambia las Películas, y la manipulación digital forma parte de la mismísima naturaleza del Caos, conocida por los más ignorantes como Magia. En todas partes se le conoce como El Gran Conspirador, un manipulador muy sutil que posee una potencia informática insospechada.

Todos sus proyectos cinematográficos son rebuscados y a un plazo larguísimo, pues se extienden a través de un número inimaginable de eones y resultan incomprensibles y contradictorios para la mente mortal, que sólo los comprende a corto plazo y, por tanto, de forma incompleta (véase: Star Wars). Él es el Maestro Manipulador, el que mueve los hilos del guión y el que rige la suerte tanto de los protagonistas como de los enemigos.

Tzeentch no tiene forma concreta, aunque se le manifiesta como un hombre nebuloso que cambia de color. Suele bendecir a los demonios que le sirven con espeluznantes pelos de oso, baja estatura y armaduras negras. Su piel y su ropa resultan un flujo constante que cambia de aspecto y color y que forman rostros que miran de soslayo y no paran de descojonarse, repitiendo siempre palabras inquietantes.

No le agrada Khorne, con su perfección salvaje, su mayor rival es Nurgle, cuyas enfermedades y cánones matan a miles de seres. Sin vida, no hay películas, por lo tanto no hay efectos especiales, y muchas veces los planes de Tzeentch se han visto perdidos por la putrefacción de Nurgle, así que ambos dioses se odian a muerte.

Nurgle

Es apreciable que el rostro de Nurgle inspira asco y ganas de vomitar.

Dios de la Descomposición y el Canon, la Pestilencia y los Derechos de Autor, simboliza los males del mundo y sus seguidores muestran enfermedad y deformidades tanto corporales como mentales, pero, se cuentan entre los guerreros más resistentes, ya que por mucho que llueva siguen cantando.

Es un dios enorme, de cuerpo hinchado y abotargado, plagado de enfermedades y de lepra, órganos en descomposición y cubierto de ronchas y forúnculos de los que nacen sus demonios, todo en una orgía de mocos y fluidos que repugna y hace vomitar, siendo el vómito otra parte fundamental de su pestilente cuerpo que se retroalimenta en el asco ajeno.

Esta deidad del Caos tiene un carácter afable y hasta paternalista con sus seguidores, que son de los pocos capaces de tolerar su horrenda presencia e inmundo olor. Su poder es inconstante: cuando no hay enfermedades, P2P y plagios, su poder disminuye. Pero cuando sus manos leprosas se extienden por el mundo, su poder alcanza el nivel de epidemia, siendo necesarios los poderes de los otros dioses para frenarle.

Sus guerreros arrastran armas oxidadas cubiertas de un limo venenoso que Nurgle les otorga, conocido como Canon. Este dios les bendice con innumerables enfermedades, y aquellos que sobreviven se convierten en seres cuyos cuerpos ya no sienten dolor ni caen enfermos, pues se han vuelto Gilipollas. Los ejércitos de Nurgle van siempre acompañados de una densa nube de moscas y clones de Ramoncín y el hedor de la descomposición, y todos sus demonios son réplica de su desagradable forma. Su símbolo suele ser cuatro círculos formando las letras "S", "G", "A" y "E".

Tzeentch es su principal enemigo, pues sus efectos especiales se repiten en muchas películas y todo parecido que incite a plagio es herejía. Ambos dioses se profesan un odio mutuo, ya que algunos de los mejores trabajos de epidemia y demandas de Nurgle han sido arruinados por Tzeentch y sus seguidores.

Slaanesh

Se sabe que Slaanesh es el vivo retrato del placer y la perfección, pero además posee un lado culto que pocos conocen.

Dios de la Depravación y el Sepso Fácil, la Lujuria y los Placeres Prohibidos, es el dios más joven. Esta deidad es perfecta en todas sus formas, ya sea como hombre, mujer o hasta hermafrodita. Los bamboleos de sus pechos y su voz suave hechizan a los desprevenidos, instándolos a tener relaciones sexuales con él, y algunos hasta le ruegan ser sus esclavos sexuales. Sus servidores hacen el amor de forma elegante y su carisma innegable les hace irresistibles sin remedio, con lo cual llegan a rodearse de ejércitos de guerreros hábiles y sin piedad.

A Slaanesh le gusta el vicio, el placer, las sensaciones desenfrenadas y jugar con sus presas antes de volveras a violar, y esa misma afición la han heredado sus demonios de colores y tres alas (ese es otro problema de Slaanesh), que se representan como bellas y letales Drag-Queens disfrazadas de diablillas para hacer un streptease, o abominables demonios que exudan un perfume somnífero capaz de dormir a sus enemigos... hasta que son atravesados por sus garras inferiores.

Aunque la manifestación usual de Slaanesh es humana, todos sus demonios suelen compartir sus medidas perfectas, pero siempre tienen algo que les identifica como seres el Caos (normalmente apéndices mutantes, mandíbulas peludas y otras mutaciones inflamatorias). Su peor enemigo es Khorne, que a su parecer es demasiado bestia e imbécil.

Gobierno

En los Reinos del Caos reina la Anarquía absoluta. La escala social se basa en quién da más miedo o es más malo, de ahí que no haya gobernantes prefijados.

Sin embargo, suele considerarse Ungido o Caudillo al más malvado, que más apabuye, que más cráneos cuelgue de la espalda o que más sofisticada y personalizada tenga la armadura. Siendo este el caso, actualmente el líder indiscutible de la Sociedad del Caos es Archaon.

Economía

La típica moneda de los Reinos del Caos.

El principal recurso monetario del Caos son las cabezas humanas. Las prefieren grandes y sin pelo, para poder dar hostias más contundentes con ellas. Normalmente les sacan los ojos para tener un punto de agarre y no mancharse las manos. La nariz la dejan como está, ya que les encanta oír como se parte. Esta pasión llega a tal punto que muchos pervertidos negocian con cabezas humanas solo para darse el placer de partirles la nariz.

Otro pilar básico de su creciente economía son los cadáveres de gatitos y los esquimales asados y listos para trocear. Con ellos realizan sus fantasías sexuales de maldad infinita.

Por lo demás, la economía de los Reinos del Caos es bastante floja. Peca de depender en exceso de la cantidad de humanos que haya para ahorcar, además de que no tienen un fondo claro para depositarlo, pues no construyen ciudades. Eso sería perder un valioso tiempo que podría aprovecharse en formas productivas de hacer el Mal.

Demografía

La mayor parte son humanos bárbaros sin dientes, de gran masa muscular y pobre higiene personal. Suele vérseles entabiados en sus pieles de oso o de cría de foca recién destripada. Normalmente se comunican a gritos.

Alquien esta fumando combatiendo por el orden en el Polo Norte.

La otra cara son los famosos Demonios, clasificables en individuos feos y diablesas de buen ver. Sin embargo, científicos que estudian la influencia de las drogas en el cerebro afirman que no hay que creerse al pie de las letras el mito popular de los demonios, ya que puede ser causado por algún tipo de aliciente alucinógeno que posee el olor de la carne humana recién quemada.

Idioma

A parte de los balbuceos incomprensibles y el famoso AAAAAAAAA!, la lengua principal de los guerreros del Caos es el euskera. Fue traído este en un capítulo de la historia del Polo Norte que nadie recuerda, cuando un bilbaíno extraviado llegó al Casquete Polar buscando el Guggenheim.

Se sabe que el euskera del Caos ha evolucionado de una forma distinta al del País Vasco, así que es si cabe más incomprensible. El uso de modismos adaptados del AAAAAAAAA!, del alemán y de los balbuceos ha saturado aun más la ya difícil gramática vasca, aportando estos cambios ortográficos:

  • La A se lee como "HUTUZRUMULU", aunque esta pronunciación carece de sentido sin el acento típico del Caos.
  • La trrriple RRR típicamente vasca viene a equivaler como ¡¡¡¡RRRRRUAHAHAHAHAHA!!!!
  • La palabra hostia se ha adaptado como Khorne, por cuestiones teológicas.
  • La pronunciación de la TZ (CH en castellano) ha derivado en la GJRRRRKTZFG.
  • La I se lee ¡¡¡¡HAAAAAAAAAAAAAHAHAHAHAHAHA!!!!
  • La G y la J han derivado en TRFFF.

Así pues y por los limitados conocimientos de euskera caótico de un servidor, Inciclopedia se leería algo así como:

HAHAHAHAHAHAAHAHAHAGGGGGGHKRRRRHAHAHAHAHAHAHAHAKRRRRRRRRAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAUOO

Turismo

Era tal la ilusión por recibir visita, que esta es la comitiva que espero al último turista para darle los buenos días.

Por razones obvias, los Reinos del Caos no reciben una gran cantidad de turistas. Normalmente reciben ecologistas que pueden ser degollados o, convenientemente, engañados haciéndoles creer que están visitando un poblado de esquimales que en realidad son actores sobornados con pescado frito para simular que el Polo Norte es un lugar apacible. Huelga decir que muchas veces el ansia de hacer el Mal de los bárbaros les empuja a abortar la farsa para destripar al turista y comerse sus hígados mientras sigue vivo. Todo sea siempre por la maldad.

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