Asiria
Asiria fue una de las academias mas pedoras militares más famosas de Mesopotamia y probablemente de toda la antigüedad. Concretamente, estaba especializada en la formación y adiestramiento de psicópatas y fanáticos asesinos. Su éxito alcanzó tal calibre que los pueblos y naciones vecinos se sometían pacíficamente a Asiria como prueba de buena voluntad. De hecho, las simpatías que despertaba el pueblo asirio en sus contemporáneos llegan al extremo de que la Biblia menciona cariñosamente a su capital Nínive como una madriguera de leones, en referencia a los lindos y adorables "gatitos" que la habitaban.
Los asirios vivian en lugares horribles,algunos en caca y otros a veces dormian en un animal.Cuenta una historia que un hombre, un dia fue a dormir y se acosto en caca tan blanda que al otro dia se le habia secado en la boca.Ellos vivian miserablemente,exepto los de clase alta, como los nobles o reyes, ellos dormian en camas de pluma, perfumadas con aromas de cualquier olor.
Historia de Lucio El Rey Papasin Con Agustin su ayudante olo
Poco se sabe de los inicios de la civilización asiria. Las teorías más aceptadas hacen referencia a que fue fundada por un numeroso grupo de peligrosos criminales y delincuentes escapados de las cárceles de la ramera de Babilonia, y que como pago a sus antiguos opresores conciudadanos decidieron hacerle la puñeta a toda la región durante más de mil años.
Mucha gente moria porque el rey, alejandro magno, los obligaba a comerse a sus hijo, pero no de manera comun, sino sacandoles los ojos y comiendoselos de a partes, crudos, algunos como no querian,el rey les hacia lo mismo pero a ellos.
Durante la época antigua, se denominaba cariñosamente a Asiria como estado ascensor. El motivo era el cambiante poderío internacional del reino, que más o menos cada 50 o 60 años pasaba de ser una turba de mendigos a una potencia militar imparable. Aproximadamente otros diez lustros después, las sanas costumbres endogámicas de la clase dominante motivaban la caída de la realeza y la entrada del país en un cúmulo de guerras civiles, que así mismo durarían otros 50 años hasta el surgimiento de un nuevo líder carismático que volviese a colocar a Asiria en un primer plano de la escena política mundial. El hecho de que, en casi 2000 años de historia, ningún gobernante tuviese la idea de modificar el sistema sucesorio, da una idea de la gran capacidad de liderazgo de las clases dirigentes.
Por cierto, alrededor del 600 a.C., una confederación de Babilonios, Medos y Escitas cayó sobre los asirios de forma repentina y los chafó como un gusano maloliente. Y como no sobrevivió ninguno, pues no se pudieron volver a levantar. Ese fue su brillante epílogo.
Social-política
La sociedad asiria estaba fuertemente jerarquizada. En el lugar más bajo de la pirámide social se encontraban los aprendices, dedicados a cultivar los campos y barrer los suelos de las ciudades. Acudían a la guerra armados con letales piedras de combate, capaces de causar una herida en la frente a enemigos situados hasta a dos metros de distancia (y por ende, cabrearlos de una manera inaudita). Su tasa de supervivencia era sorprendentemente alta, en torno al 6%.
Cuándo un aprendiz se destacaba en el campo de batalla gracias a sus cualidades matando gente atléticas, era ascendido a ciudadano. Estos vivían en las ciudades y su mayor obligación era afilar sus armas en los periodos de entreguerras.
Por encima de los ciudadanos se situaban los sacerdotes. Para alcanzar este status social era necesario haber sufrido varias revelaciones divinas a manos de otros sacerdotes de mayor rango (si, en aquellos tiempos también se daba), o en su defecto donar una importante cantidad de ofrendas al templo local. A diferencia del resto de la población, los sacerdotes eran calvos. Su misión, lógicamente, era dirigir las festividades religiosas y mantener contentos a los ciudadanos a base de espectáculos públicos festivales de poesía y lapidaciones de esclavos otros espectáculos algo mas movidos.
Más arriba aún se encontraban los nobles, entregados a las honorables tareas de engordar y conspirar en palacio. Y sobre todos ellos, el Rey, jefazo máximo del pueblo asirio. Para elegirlo, sencillamente hacían un concurso de chistes, y el elegido como más gracioso era coronado inmediatamente. No solamente había ganado el que contaba mejores chistes, sino el que tenia mas dinero, oro y petróleo en la zona. Generalmente se llamaba "CACHI" al rey por sus formas de gobernar, generalmente si gobernaba de buena forma. Algunas investigaciones recientes señalan que si todos los participantes morían de repente y de manera espontánea, el único concursante restante sería proclamado vencedor, sin importar que estuviese accidentalmente cubierto de sangre.
Su lengua era una forma del acadio, una lengua semítica. Era de tipo flexiva, muy parecida a la babilonia, hablada en tierras caldeas. También la escritura asiria era muy parecida a la escritura cuneiforme de Babilonia. Escribían sobre tablillas de arcilla, muy similares a las usadas en Babilonia, las que eran colocadas sobre troncos de arboles. Cortaban troncos con la motosierra, pero los babilonios preferían la motoabre.
Por otra parte, la vida pública en Asiria estaba llena de festejos y diversiones. Una vez al año se celebraban las célebres competiciones atléticas, entre las que destacaba la carrera de cien metros lisos. Los participantes eran y voluntarios, que debían corretear a lo largo de cien metros de distancia para no ser devorados por la manada de leones que corría detrás. Si alguno de ellos se salvaba, se le concedía el gran honor de estrenar la nueva y flamante horca pública, inaugurada por lo general al día siguiente. Como se puede comprobar, los asirios eran una gente de lo más distendida y despreocupada. El propio nombre Asiria hace referencia al inicio del ancestral poema Así reía el dios Assur cuándo decapitaba gente”... como mierda con mocos en mi pene podrido
Referencias literarias
putas
Breve fragmento del Libro de Viajes del emperador Assurbanipal, donde se hace referencia a los gustos pictóricos del soberano:
... en aquella época, los súbditos egipcios se quejaban de la monotonía del desierto. Soy un padre compasivo. Yo teñí los ríos del color de la sangre y saqueé todo el país (...) Como recompensa a mi buena voluntad, no recibí más quejas ni peticiones de similar índole. He de entender, por lo tanto, haber obrado con magnánima mano y divina sabiduría...
Por su parte, Sargón II relata sus paradisíacas vacaciones en Fenicia:
... destruí siete plazas fuertes en las que no dejé piedra sobre piedra. Quemé las vigas de sus tejados hasta convertirlas en llamas. Abrí sus graneros y repartí el alimento entre mis tropas. Quemé en una pira la cosecha que iba a ser el sustento de su pueblo, y el forraje que aseguraba la vida de sus ganados. Talé todos sus bosques...
Como último apunte, Senaquerib expone así sus meditaciones sobre el destino de Babilonia:
... estimo sobremanera la santa ciudad de Babilonia y a todos sus habitantes. Sin embargo, he de entender que se encuentran descontentos, pues de lo contrario no se habrían alzado en armas contra mí ocho veces en los últimos tres meses (...) He oído decir a un sacerdote urarteo que si la cabeza de un hombre es seccionada, su alma se siente calmada. Dudo de la fiabilidad del método, así que voy a probarlo...