Calexit
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El Calexit es un experimento político en el que California, ese estado feo, decide que ya no quiere ser el "Estado Dorado" de Estados Unidos, sino más bien el estado descarado que se lleva los aguacates y se va a hacer su propia República Woke. Desde que alguien en 1846 pensó que sería buena idea izar una bandera con un oso (que, por cierto, ni siquiera era autóctono), California lleva dos siglos jugando a la Independencia. La trama se repite cada vez que un presidente republicano llega al poder, especialmente si se llama Donald Trump, y los californianos, entre sorbos de kombucha y selfies en Venice Beach, murmuran: "¿Y si nos convertimos en una república bananera... pero con tecnología 5G?" .
Historia
La obsesión de California con la independencia es más antigua que el primer iPhone. Todo empezó en 1846, cuando un grupo de colonos, aburridos de pertenecer a México, alzaron una bandera con un oso y una estrella, declararon la República de California, y luego, como quien cambia de opinión en un brunch, decidieron unirse a Estados Unidos... después de solo 25 días. La revuelta de la "Bandera del Oso" quedó para los libros de historia como el primer "intento" que duró menos que un meme de internet .
En los años 40, California volvió a la carga con el Estado de Jefferson, un proyecto que pretendía dividir el norte del estado y parte de Oregón para crear una nueva entidad. La idea colapsó tan rápido como un flan en un terremoto, principalmente porque nadie supo explicar por qué demonios necesitaban otro estado llamado Jefferson, aparte de para vender camisetas .
El siglo XXI trajo consigo el movimiento Yes California, que surgió en 2016 cuando Donald Trump ganó las elecciones. Los californianos, horrorizados ante la idea de que su cafetería vegana favorita tuviera que convivir con políticas conservadoras, lanzaron una campaña para independizarse. Recolectaron firmas, hablaron de convertirse en una utopía progresista y hasta diseñaron una bandera con un oso… otra vez. Pero el esfuerzo fracasó más rápido que un influencer intentando hacer pan de masa madre durante la pandemia. Resulta que reunir el 50% de los votos es complicado cuando la mitad de la población está demasiado ocupada subiendo fotos del Golden Gate a Instagram .
Para 2025, con Trump de vuelta en la Casa Blanca, el Calexit resucitó como el villano de una película de terror con demasiadas secuelas. Esta vez, los independentistas prometen un referéndum en 2028, aunque la Constitución estadounidense sigue sin incluir un botón de "divorcio amistoso" para los estados. Pero, ¿quién necesita leyes cuando tienes a Silicon Valley, Hollywood y la certeza de que Texas te odiará por ser el hermano cool? .