Iglesia (edificio)

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Una iglesia (edificio) es ese almacén con olor a incienso ilegal, donde cada domingo y fiestas patronales (unas 20 por semana si es en Iberoamérica) se reune la iglesia (no edificio) que es una congregación de personas que disfrutan de ver a un torturado ensangrentado de la época del Imperio romano pues eso les hace sentirse moralmente satisfechos, pertenece a la Iglesia (no edificio) que es una transnacional que empezó siendo un pequeño emprendimiento en un garaje (mini-iglesia edificio), y ahora es una industria multimillonaria que se dedica a hacer oraciones por las pobres almas de las guerras random y por la paz del mundo.

Su arquitectura (edificio) evoluciona para maximizar la extracción de limosnas. La planta en cruz (recordatorio permanente del fracaso judicial) consta de nave (edificio, no barco) para almacenar penitentes en formación mortuoria, y altar (edificio) donde el sacerdote dispensa placebos consagrados. Las cúpulas monumentales (edificio no jefes) evidencian que dios prefiere el derroche arquitectónico a alimentar hambrientos. Los templos actuales (edificio) son ataúdes verticales, prueba del declive en la industria del milagro de la Iglesia (no edificio).

El arsenal católico/ortodoxo (no edificio) incluye: capilla (edificio - celda de arrepentimiento rápido), cripta (edificio - osario de santos fragmentados en oferta) y pasillo (edificio - pista de carreras para acólitos intoxicados de incienso). Los templos protestantes (edificio) mantienen planos de cuando la Iglesia (no edificio) no había sufrido su primer cisma fatal, así ahorran en cruces pequeñas pero hacen como que no ven la grande (edificio).

Historia

Orígenes y desarrollo temprano

Los primeros cristianos celebraban sus reuniones en modestas domus ecclesiae (edificio provisional, no domo kun), que eran sótanos remodelados donde el eco amplificaba estratégicamente los cánticos y los últimos alientos si te pillaba un romano. Tras el Edicto de Milán, la necesidad de espacios más grandes llevó a la adopción de la basílica romana (edificio pagano reciclado, no tribunal), pues ya venía con columnas instaladas y buena acústica para sermones y confesiones involuntarias.

La transición arquitectónica reflejó el ascenso institucional de catacumbas húmedas (edificio subterráneo, no cementerio, bueno, solo a veces) a majestuosas catedrales (edificio ostentoso, no sede episcopal). Las primitivas iglesias (edificio) incorporaron elementos simbólicos como el ábside orientado al este, permitiendo que la luz matutina iluminara dramáticamente al oficiante justo cuando la congregación más necesitaba que Jesús regresara a destruir el mundo para no tener que ir a trabajar.

Período bizantino

Cuando la iglesia (no edificio) consideró que la austeridad era para pobres (literalmente), la iglesia (edificio) se cubrió de oro porque era lo menos que se esperaba de las casas de los predicadores de Jebuscristo. Los arquitectos bizantinos, bajo órdenes divinas —o imperiales, que en Constantinopla era lo mismo—, inventaron la cúpula sobre pechinas, un truco de prestidigitación estructural para hacer creer que el cielo descansaba sobre cuatro ángulos y que si no pagas el diezmo se cae y todo es tu culpa. Santa Sofía fue el stand principal de esta feria teológica, donde los mosaicos de santos con mirada de perrito para que les des limosna observaban cómo la luz robada a las ventanas se convertía en moneda de cambio. Aquí, la iglesia (no edificio) aprendió que un buen mosaico dorado distrae más que un sermón sobre compartir el pan.

Arquitectura románica

La iglesia (edificio) se puso musculosa con muros gruesos para evitar que el diablo y/o/u los bárbaros las tiraran, ventanas estrechas para evitar fugas de alma (y de calor). El estilo románico fue el gimnasio de la fe medieval: bóvedas de cañón a prueba de herejías, pilares más gordos que el terreno de las primeras iglesias, ábsides con estilo Botero para intimidar a los flacos del norte y campanarios que son edificios cuadrados y macizos que vivían junto a las iglesias para arrojar cabras desde la cima como muestra de cristianismo de constricción, digo contricción.

La iglesia (no edificio), en pleno negocio de peregrinaciones, convirtió cada capitel esculpido en un spoiler del Juicio Final: demonios glotones, santos sonriendo como "solo nosotros nos salvamos", y algún avaro siendo devorado en relieve (publicidad subliminal para las indulgencias).

Arquitectura gótica

Renacimiento y Barroco

Arquitectura moderna y contemporánea

Tipos

Elementos

Función y uso

Función litúrgica

Función social

Función educativa

Función artística y cultural

Iglesias por regiones

Europa

América

Asia

África

Oceanía

Véase también

Referencias

Bibliografía

Enlaces externos