Joselito
Este artículo contiene una alta dosis de humor español. Si no eres de esta casta tierra, probablemente pierdas el tiempo leyendo esto. |
Nota:Léase con voz de NO-DO
Joselito, cuyo nombre real era Jose Menguano Zutano, fue un actor y cantante precoz de la España de los años 60. Luego se le perdió la pista en el corazón de las tinieblas.
El origen de Joselito
Grandes cantantes ha dado la noble y leal tierra ejpañola, pero de todos ellos sobresale extraordinariamente el sin par Joselito, niño prodigio donde los haya, que con su melodiosa voz llenó de alegría e ilusión los corazones de los ejpañoles en los tristes años de la posguerra. Poco se sabe del nacimiento de Joselito; hay quien dice que fue encontrado bajo el árbol donde se apareció la virgen de Fátima y que probablemente sería el segundo hijo incorrupto de Nuestra Señora, Hermano por tanto del niño Jesús y bendito por siempre entre los hombres.
Vida y obra
A la tierna edad de 3 años, Joselito ya había terminado en el Conservatorio de Badajoz todos los estudios musicales que se ofrecían; En lugar del berrinche habitual en los mocosos de su edad, Joselito entonaba arias enteras de los más grandes compositores operísticos, haciendo el solo todas las voces y los coros.
Sin embargo, no habría de ser fácil la infancia de nuestro pobre niño. Queda huerfano por orden de la santa inquisición al cumplir los 5 años, y para ganarse el pan se ve obligado a esquilar ovejas merinas en la serranía de Cuenca. Joselito canta mientras trabaja, con llagas en las manos, lleno de piojos y garrapatas, canta para sobrellevar las penas.
Cuando ya llevaba esquiladas más de 3 ovejas, se le aparece Fray Secundino de Córdoba con un mensaje de la Santísima Trinidad encarnada en el Espíritu Santo: Se le ordena peregrinar a Santiago de Compostela donde al parecer habrían de estarle reservados eventos de gran importancia para su carrera músical.
Joselito se echa al hombro sus escasas posesiones: su piano de cola, su oveja Lucera y su extensa colección de rocas metamórficas. Emprende el camino con alegría entonando el himno de la legión, recorre Andalucía, Segovia, León, Tarragona, Suiza, Manchuria sin perder por un momento la sonrisa, antes de darse cuenta que no tiene ni idea de por donde se va a Santiago.
Sin embargo, el Señor Misericordioso pone en su camino a un comerciante de marmotas disecadas que, atraído por la hermosa voz del niño lo convence para subir a su carro ya que va en la misma dirección. Llegan así después de grandes aventuras a Santiago, donde el propio Apostol sale a recibirlo para alegría y maravilla de las buenas gentes. Llevado por la intensidad del momento, Joselito canta la Canción del Colacao; El público enloquece, se abren los cielos y un coro de ángeles metrosexuales desciende con palmas y trompetas; Se aparece la Virgen de los Dolores dando alaridos de sufrimiento y emoción.
El suelo se parte por obra del maligno y de las profundidades surge la bestia de siete cabezas, con siete cuernos en cada cabeza, con siete ojos en cada cuerno, con siete legañas en cada ojo, con siete dioptrías en cada cornea. Y al fín la bestia, aplacada por la belleza del canto del niño sacrosanto, reposa sus siete cabezas a los pies de Joselito, que asciende a los cielos en loor de multitudes llevado por un halo bendito de santidad eterna.
Y al final...
Durante los siguientes años a la ascensión de Joselito, en la ciudad del vaticano fueron recibiendo regularmente una serie de rollos de película de procedencia desconocida.
Eran bellas historias de un niño cantor que recorría los campos y ciudades de Ejpaña haciendo el bien y sirviendo de modelo de temor de Dios y obediencia cristiana. Estas películas eran entregadas siempre al hermano portero por un personaje alado que al parecer refulgía como el sol de la mañana, y que decía venir de algún sitio en las alturas donde Joselito, ahora y siempre, alegra las almas inmortales con su voz pura e inocente.
Joselito fue canonizado por el difunto Papa Juan Pablo II el 3 de octubre de 1977. Se ha publicado la siguiente oración para pedir su gracia e intercesión:
Oración a Joselito
Bendito San Joselito en el nombre del Gran Poder de Dios, hacedor de toda cosa viviente en el Universo, te pido que veles por mí. Me postro a tus pies para presentarte mis necesidades. Espero, San Joselito, tu bendición para conseguir lo que aquí te pido. En tus manos deposito mis necesidades y en particular esta que te pongo bajo tu protección. Alcánzame, oh, San Joselito, esta petición.
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