Lady Oscar
Para mí, ella siempre será Ascar, porque la O oprime a la A.
Lady Oscar, también conocida como Versailles no Bara (La Rosa de Versalles) en la Frikiplaza, y como Con travestismo rampante llegué a Comandante en Gallegolandia, es un anime japonés emitido originalmente en 1979, ambientado en la Francia pre-revolucionaria, y considerado por algunos descarriados como una épica histórica, y por otros como un tutorial involuntario sobre disforia de género, cosplay aristocrático y la superioridad de mear de pie.
La protagonista es una figura legendaria de la historia europea reinterpretada por la animación japonesa en una serie educativa-histórica-bishōjo-dramática. El resultado fue mucha confusión en los televidentes menores de 12 años; quienes asumían la idea, tan perturbadora como obscena, de que Francia huele a rosas.
Orígenes y trauma de nacimiento
La protagonista, Oscar François de Jarjayes, es asignada varón por su padre, un noble militar cuya mayor aspiración era tener un hijo con espadín incorporado y útero opcional. Como buen patriarca emocionalmente ausente, decide que el nombre de “Oscar” es unisex si lo repites lo suficiente con lágrimas masculinas. Aunque Oscar se identifica como mujer, vive bajo el peso de una masculinidad impuesta, convirtiéndose así en uno de los primeros personajes pre-queerizados del anime. Su padre, al negarle sus pronombres y entregarle un sable, es hoy interpretado como el primer caso documentado de “disforia paterna”.
Oscar, desde temprana edad, aprende habilidades típicamente viriles: montar a caballo con las piernas abiertas, esgrima, estrategia, jugar FIFA, y el arte de mirar melancólicamente por una ventana. Para hacer feliz a su padre, también aprendió a mear de pie con precisión balística, al tiempo que escribe “Robespierre me la suda” en cursiva dorada mientras sostiene una rosa entre los dientes, dramáticamente.
Ojo que no ve, corazón que medio siente
La confusión romántica no se hace esperar. Oscar se enamora de André, su fiel soldado, jardinero, y probablemente optometrista amateur, quien la ama desde siempre. Aunque nunca está claro si sabe que Oscar es una mujer, un hombre, o un caballo bien peinado.
Revolución contra el matriarcado
A lo largo de la serie, Oscar atraviesa una transformación ideológica: de leal guardia de la reina María Antonieta (opresora profesional y adicta a los cupcakes) a aliada de las fuerzas revolucionarias, quienes no luchaban por igualdad ni libertad, sino por ponerle fin a la opresión matriarcal de Maria Antonieta.
Oscar, por tanto, se convierte en un ícono: una mujer oprimida por el patriarcado que la obliga a empoderarse, para luego rebelarse contra el estado feminista que oprimía al pueblo por sus ovarios morenos.
Personajes
Oscar François de Jarjayes
Protagonista absoluta de la telenovela, es una mujer criada como varón por decisión unilateral de su padre con probable Aperger. Desde niña viste uniforme de soldado, empuña la espada y cabalga como los héroes de las epopeyas viriles, todo mientras mantiene un peinado más perfecto que cualquier doncella de la corte. Aunque es mujer, se identifica como mujer. Su existencia es una coreografía trágica entre el deber militar y el deseo de ser una mujer que se identifica como mujer. Símbolo accidental del feminismo, el género fluido y el shampoo con queratina, su historia atraviesa lealtades, desamores y revolución, muriendo con elegancia bajo un sol ideológico confuso, mientras Freud fuma en la esquina sin entender nada. Su historia se resumen en ser una mujer que nació mujer, la obligan a cambiar de equipo, se hace pasar por hombre, sirve a la reina, descubre que los pobres en realidad no quieren ser pobres, se cambia de equipo, y muere sin haberse reproducido. Algunos dicen que, tras su muerte, ascendió a la constelación de Andrómeda para fusionarse espiritualmente con Shun.
André Grandier
André es el Sancho Panza de Oscar, jardinero oficial de sentimientos reprimidos, y el hombre que la amó incluso cuando no estaba del todo seguro de si ella era un comandante, una visión celestial, o un corcel de crines sedosas. De salud visual precaria pero amor incondicional desbordado, André representa la devoción silenciosa del que observa desde la sombra. Aunque en su caso, lo de observar es un decir y lo de la sombra... literal. Su trágico romance con Oscar es el único vínculo emocional estable del anime, lo cual dice mucho de la estabilidad argumental de la serie en general. Tenía los ojos deteriorados, el autoestima encogido, y era team sangre.
María Antonieta
La reina descocada de Francia, símbolo de la opulencia, la frivolidad, y del algoritmo de TikTok antes de que existiera. María Antonieta vive entre pasteles, pelucas y decisiones políticas nefastas, pero siempre con estilo. Amada y odiada con igual pasión, algunas corrientes feministas actuales la reivindican como una proto-influencer que, no despilfarraba en vestidos y fiestas, sino que en realidad estaba cobrando siglos de deuda histórica patriarcal. Cada collar de diamantes era una reparación simbólica, como cree que merece toda mujer de alto mantenimiento valor. Resistencia anticapitalista, le llaman ahora. Aunque en los libros de economía aquello figura como "gastar a lo pendejo".
General Jarjayes
Padre de Oscar y responsable directo del plot twist al inicio de la serie. Al no tener hijos varones, decidió que su hija sería macho "y punto". Figura clásica del militar traumatizado por guerras pasadas y con cero contacto emocional, su legado es el inicio de todos los conflictos internos de Oscar. Y también de los de André. Hoy sería visto como un boomer de ultraderecha con cuenta de Twitter, y una obsesión con los memes sobre estoicismo.
Duquesa de Polignac
La amiga tóxica de María Antonieta, la Duquesa es una aristócrata que gasta, manipula y juega cual navaja suiza forrada en terciopelo. Figura influyente y sin cargo oficial, es vista como una especie de Kardashian pre-revolucionaria, aunque con menos nalgas. Algunos historiadores alternativos la consideran lesbiana pasiva-agresiva, aunque la evidencia es más estética que empírica. Su rol en la decadencia del reino es proporcional a la cantidad de perfume que usaba al día para disimular que no se bañaba.
Maximilien Robespierre
El revolucionario fashion del cameo. Robespierre aparece poco pero actúa mucho: es el activista que trae el guillotinado con estilo, la justicia social con retórica inflamable, y la muerte institucionalizada como solución política. Representa el cambio de era, el colapso del viejo régimen y la belleza de la revolución hasta que se convierte en su propia víctima. Oscar lo tolera más como símbolo que como ser humano, según el diario apócrifo de André. Su presencia es tan intensa que basta una escena para hacer un recorte de personal en el elenco, literal y metafóricamente.
Influencia cultural y legado
Lady Oscar no solo dejó una huella en el anime histórico, sino también un gigantesco y lubricado surco en la psique de millones de espectadores que descubrieron, gracias a ella, que los uniformes militares, los caballos blancos y la ambigüedad sexual podían coexistir en la misma escena. Y coquetearte, metafóricamente hablando. Así, la serie desató una fiebre de doujinshi (mangas eróticos autoeditados), mayormente dibujados por quinceañeras con desórdenes de identidad, dedos húmedos, y cero autocensura.
- Doujinshis Yaoi: Esgrima sin pantalones: En el universo del yaoi, Oscar es varón, y junto a André aparecen practicando esgrima al desnudo, sudando mientras chocan sus sables metafóricos sobre la cama de su autoritario padre, el General Jarjayes, que en estos relatos suele tener un cameo como espectador impotente, llorando en la esquina.
- Doujinshis Yuri: Rosas y fluidos reales: En esta vertiente, Oscar es mujer y junto a María Antonieta se enredan en pasiones sáficas mientras se visten y afilan las tijeras con encajes revolucionarios. En estas versiones, la frase “que coman pastel” es cambiada por "que coman empanadas".
- Doujinshis Zoo: Ecuestre y profundo: Los doujinshi zooeróticos (que la ley y la lógica prefieren ignorar) transforman a Oscar en una yegua blanca de rubias crines sedosas, y a André en su fiel jinete, que la “monta” con amor y creatividad sobre pastizales oníricos. El simbolismo narrativo alcanza niveles de interpretación caballística avanzada. PETA no se ha pronunciado, pero Freud está echando espuma por la boca.
- Doujinshis Gore: Revolución y necrofilia consentida: La línea más oscura de doujinshis presenta escenarios donde Oscar y André, al pie de una trabajadora guillotina, mantienen un ménage à trois con la cabeza decapitada de María Antonieta, que aún les susurra frases sensuales en francés durante los siente minutos de consciencia que le quedan tras la separación de su cuerpo.
- Doujinshis Progre: El tributo más degenerado: Uno de los homenajes más extremos y simbólicamente saturados a Lady Oscar fue una historia donde María Antonieta es una mujer negra que representa los deseos más oscuros. Allí Oscar tiene el pelo rosa, debido a un complejo de Chibimoon vengadora, y una espada tan larga como sus problemas con los varones, con los que entra en disputas fálicas —literalmente sacan sus espadas para ver quién domina a quién— por el control erótico de la Maria Antonieta de chocolate. En el clímax, una de las dos decide que su género es autobot, se convierte en un automóvil místico, y la otra la monta sobre carreteras mojadas en plena noche, mientras suenan coros gregorianos en latín invertido. Esta parodia/tributo/adaptación sin sentido del tiempo ni de la lógica fue llevada al anime bajo el título Shojo Kakumei Utena, considerada por muchos como la reencarnación lisérgica, simbólica y sintética de Lady Oscar, principalmente porque nadie entendió nada.
- Live Action: el caso de Oscar Vergara: Por último, Lady Oscar dejó su huella en carne viva en la historia local del barrio de un servidor. Mi vecino Oscar Vergara, un albañil de huesos duros y manos de cemento, al ver la serie una noche de insomnio y cerveza tibia, declaró haber “sentido el llamado de la peluca”. A la semana siguiente, se convirtió en travesti bajo el nombre de Lady Oscar, y abrió una peluquería homónima. Donde se especializa en alisados revolucionarios y uñas estilo “guillotina francesa”. En el barrio, es respetada, temida y deseada en silencio por los camioneros confundidos que tiene por clientela.
Lady Oscar en el cine de acción real
No es que haya sucedido, pero ante la falta de ideas originales, no debería sorprender algún nuevo remake, para no perder la costumbre.
- Lady Oscar: Destino Oculto – Dirigida por James Cameron: En una Francia postapocalíptica sumergida por el calentamiento global, Oscar es una cyborg de peinado feo enviada desde el futuro para proteger a Daniela Antonieta, y evitar que la decapiten. Oscar cree que Daniela Antonieta liderará la rebelión contra el patriarcado. Y André se dedica a la decoración de interiores, y a colocar cortinas, a pesar de ser ciego, y muere tras recibir una patada envenenada. Al final deben huir en una balsa, y Oscar se sacrifica bajando al agua para que Daniela Antonieta sobreviva y viva en opulencia mientras la cyborg se hunde.
- Lady Oscar: el retorno de la reina – Dirigida por Peter Jackson: Una épica película de 5 horas, donde Oscar, interpretada por una actriz de Nueva Zelanda con mandíbula cuadrada, debe atravesar el Reino de Versalles, las Llanuras del Rococó y la Fortaleza de la Frivolidad para destruir la Peluca de Poder que domina la mente de María Antonieta. Con ayuda de André, un jardinero proletario, y su caballo parlante, Oscar descubrirá que la verdadera revolución está en participar en épicas batallas con muchos, muchos extras.
- La Rosa Hermafrodita – Dirigida por Pedro Almodóvar: Oscar es una joven criada como varón en un hogar barroco lleno de secretos, muebles rojos y figuritas que lloran. Su padre es un ex actor porno que ahora vende pelucas. María Antonieta es una diva del teatro local, caprichosa y bisexual que quiere a Oscar como guardaespaldas... y como juguete emocional. André es un ciego que ve más que nadie, porque se la pasa manoseando a la gente. El soundtrack es todo Chavela Vargas y Flor Amargo. Todo explota en un clímax donde Oscar descubre que su género verdadero es “espada del augurio”, mientras se maquilla con sangre ajena frente a un espejo roto.
- El baño de sangre de Versailles – Dirigida por Quentin Tarantino: Oscar, interpretada por Uma Thurman con peluca rubia y sable, regresa a Versalles para vengarse de la nobleza que mató su infancia y le negó sus tetas. Con capítulos titulados como "La Guillotina del Amor", “La masacre de Versalles” y "Esgrima de la rosa: Volumen II", la película mezcla sangre en slow motion, diálogo hiperviolento, y una secuencia animada donde André es asesinado por unos aristócratas montados en miriñaques. María Antonieta muere de una sobredosis de tarta mientras Oscar le susurra: “Que coman acero.”
- Lady Oscar Recargada – Dirigida por los Hermanos Wachowski: Oscar vive en una simulación barroca generada por la IA patriarcal. Al descubrir su código, se desconecta y despierta en 2199, donde los humanos viven conectados a pelucas artificiales que controlan sus géneros. María Antonieta es una entidad no binaria que manipula la matrix emocional de Europa. André es una IA defectuosa enamorada del error que es Oscar. Esgrima digital, disforia convertida en armas láser, y un discurso final sobre la identidad como construcción cuántica: "No eres hombre, no eres mujer. Eres un glitch".
- Lady Oscar: Honor y dolor – Dirigida por Uwe Boll: Oscar es interpretada por una actriz porno rusa que habla francés con un fuerte acento, María Antonieta por una influencer alemana con bronceado de espray, y André por un luchador de la WWE con peluca. Escenas sui generis, y diálogos memorables como “¡Por mis pelucas, morirás!”, y un caballo CGI que habla como youtuber. A mitad del segundo acto, se opta por usar recursos prácticos y la revolución francesa se resuelve en una pelea a puño limpio en un pasillo, entre Robespierre y un delfín.
- La Rosa de la Desigualdad – Dirigida por Jordan Peele: Oscar, mujer negra del Congo criada como un varón blanco de la aristocracia francesa, vive atrapada entre dos mundos: el palacio donde es vista como “la mascota de la Reina”, y el gueto parisino donde vivió su madre, ejecutada por robar pelucas. La revolución es una metáfora racial, André es un “white ally” que no entiende nada, y María Antonieta es una supremacista que compra la justicia con postres. Hay escenas de terror simbólico: maquillaje que se derrite, pelucas se convierten en gusanos, y rosas que susurran frases en sentido colonial.
- Lady Oscar: Tinta y Lucha – Dirigida por el Grupo Chaski: Oscar es una mujer de clase alta limeña, venida a menos, del siglo XIX obligada a vestirse de varón para heredar la hacienda. Se enamora de Andrés, un jornalero indígena tuerto que sabe leer el futuro en hojas de coca. María Antonieta es llamada Doña María Antonieta de los Dolores de Castañeda; una criolla corrupta que esclaviza al pueblo con discursos floridos y soborna con empanadas. Oscar es su guardaespaldas, pero el sueldo no le alcanza y trabaja de lustrabotas en sus tiempos libres. La revolución se da con machete y canto quechua en una plantación de quinua. Al final en la Plaza Mayor la revolución se va al garete a causa de un discurso político que dura 13 minutos. Mientras, en una playa perdida, Oscar come muymuy para sobrevivir.
Oscar fue votada “La Mujer Más Varón del Siglo XVIII” en una encuesta de la NHK en 1984.
