Novena sinfonía de Beethoven
Atención: Este artículo se disfruta mucho más si mientras lo lees escuchas |
La novena sinfonía de Beethoven es una sinfonía (¿a que no te lo esperabas?) escrita por Beethoven (¡sí, a mí también me sorprendió!). Según el consenso de los musicólogos, se trata de la novena obra del susodicho, si bien existen disidentes que indican que es la octava o incluso la décima, y como prueba no aportan absolutamente nada, por lo cual descreemos de su versión. En fin, la novena sinfonía (u octava o décima, realmente no importa) es considerada la obra más importante de la historia del rock de la música universal; la razón es que la escribió un tipo sordo, así que debemos aplaudir sus esfuerzos con los pies si es necesario. En realidad es una obra terrible, pero nadie quiere quedar mal con los sordos, vaya uno a saber si están escuchando, así que hay que decir que es la octava maravilla del mundo y ya. O la novena, qué va.
Historia
Hacia el año 1800 o por ahí, Ludwig van Beethoven, o «el Beto» para los amigos, se había consagrado como el músico más famoso de todos, por encima de los anticuados Mozart y Frank Sinatra, gracias a sus ocho sinfonías. No obstante, él estaba convencido de que le faltaba algo para coronar su enorme carrera (eso o no tenía nada mejor que hacer), así que empezó a trabajar en una novena. Las personas cercanas a él intentaron convencerlo de que ocho ya eran suficientes, pues juntas constituían doscientas quince horas de tortura música, pero él no los escuchó, literalmente, y puso manos a la obra.
El trabajo le demoró tres días y veintidós noches, pues como dicen por ahí una obra maestra es un 1% de inspiración y un 99% de eyaculación. Al finalizar la sinfonía, se dice que Beethoven se quitó la ropa y corrió por las calles de su ciudad natal gritando «Eureka», para indignación de los transeúntes. Esta parte no se menciona a menudo porque la Walt Disney Company™ retiene los derechos de autor sobre esa frase, desde que Arquímedes la vendió a cambio de una corona falsa para engañar a algún rey.
Estructura
La novena sinfonía se divide en cuatro partes. Las tres primeras son un copipega de las ocho sinfonías anteriores, pero nadie lo descubrió jamás porque, siendo sinceros, prácticamente todos se durmieron a los cinco minutos. La cuarta parte, sin embargo, merece un artículo propio. Pero como ninguna persona en su sano juicio le daría click a un artículo llamado «Análisis metafórico de la cuarta parte de la Novena Sinfonía de Ludwig van Beethoven», es mejor hacerlo aquí.
La cuarta parte, más conocida como «Ode to Joy» o Himno al Onanismo (hablaremos de esto después), inicia como las demás: más lenta que la burocracia y el doble de fastidiosa. El ritmo llega tarde, mal y a rastras, pero finalmente llega. Entonces el director de la orquesta empieza a sufrir síntomas de su fatídico síndrome de la mano extraña, y los músicos lo malinterpretan como una orden de tocar el himno de los Estados Unidos de América. Cuando el director se recompone, se asusta con lo ocurrido, y les ordena que se detengan. La orquesta se niega, creando una melodía más y más atrapante representando su rebeldía. El director, enfurecido, invade el escenario y empieza a dar golpes a los violinistas, pero entonces aparece un hombre con capa (que no es Batman, o al menos no lo mencionan en el folleto) y empieza a cantar. El director mira azorado. No entiende lo que está recitando, principalmente porque es una mezcla de alemán, esperanto y tuvaliense, pero sabe que le fascina. Entonces aparece una señora gorda que acompaña al hombre anteriormente mencionado en su canto. El director, entrando en razón, les pregunta a los violinistas qué es lo que sucede. Ellos no le contestan, están engatuzados, y todavía un poco aturdidos por los golpes. Nada tiene sentido. De repente, las luces bajan. Un ejército de hombres y mujeres con togas romanas se une al coro. El director se desmaya, entra en coma, y fallece en medio de un orgasmo múltiple. Los violinistas no lo entienden, y el resto mucho menos, pero el coro, victorioso, proclama la reunificación de Alemania, en contra de los deseos expresos del Reino Unido y del Imperio Ruso, quienes entonces amenazan con la intervención militar. Todo esto ocurre muy rápido (o muy lento, dependiendo del tempo), así que el público no tiene NPI de lo que ocurre. Entonces, Beethoven aparece, encapuchado. Pocos lo notan, pero está llorando. Se arrodilla, besa el suelo. Dice algo, ininteligiblemente. «¿Qué ocurre?», le preguntan. «No lo sé, no escucho nada» es su respuesta. «Pero esto, esto es música».
¿Quién era el hombre de capa? ¿Por qué la gente usa togas? ¿Cómo Beethoven escuchó la pregunta? Preguntas para otro día, quizá...
Letra
A pesar de que fue una decisión muy polémica, Beethoven decidió incluir letra en su sinfonía. La misma viene de un poema llamado Himno al Onanismo, escrito por una persona que absolutamente nadie conoce, y que pasó el resto de su vida intentando denunciar a Beethoven por violar sus derechos de autor. Pero como todos han muerto desde hace muchos más años de los que exige Mickey Mouse, podemos transcribir la letra aquí a nuestro antojo, MWAHAHAHA.
Texto original en ¿alemán?
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Traducción
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La única versión aprobada por la Iglesia Católica y por Wikia reemplaza cada aparición de «sexo» por «alegría», pero queda mucho menos interesante.
En la cultura popular
- La Novena Sinfonía es a menudo citada como la mayor creación en la historia de la música universal y también de la de otros universos conocidos o desconocidos. Como tal, aparece en multitud de películas, series, obras de teatro, libros, audiolibros, publicidades y hasta en otras sinfonías.[4] Me encantaría hacer un listado exhaustivo aquí, pero tendrá que comprender que tengo una vida, no como usted, <inserta tu nombre aquí>. Si quiere ponerse a trabajar, haga click aquí.
- El coro se considera símbolo de la alegría y de la libertad en todas sus formas, pero particularmente en lo que refiere a lo sexual. Por eso se puso de moda en los sesentas, sobre todo en 1860.
- La Novena Sinfonía fue el himno oficial de la Copa Libertadores hasta que la CONMEBOL descubrió que era alemana y no argentina como se creía en un principio.
- La Novena Sinfonía es el himno oficial de la Unión Europea, y lo seguirá siendo hasta que descubran que es alemana y no francesa como creían en un principio.
¿Sabías que...
- ...hay ocho sinfonías antes que esta? Lo investigamos y todo.
- ...la novena sinfonía encabeza las listas de reproducciones de Spotify desde hace dos siglos?
- ...Mozart odiaba a Beethoven?
- ...al igual que Tchaikovsky?
- ...y Bach?
- ...en realidad todos odiaban a Beethoven, pero no lo decían para ser invitados a las fiestas?
Véase también
Para los interesados en la versión menos seria y verídica, Wikipedia tiene un artículo sobre: Sinfonía n.º 9 (Beethoven) |
Las demás sinfonías:
- Primera sinfonía de Beethoven
- Segunda sinfonía de Beethoven
- Tercera sinfonía de Beethoven
- Cuarta sinfonía de Beethoven
- Quinta sinfonía de Beethoven
- Sexta sinfonía de Beethoven
- Séptima sinfonía de Beethoven
- Octava sinfonía de Beethoven
Si ninguna página existe, es definitivamente por la falta de cultura y refinamiento por parte de los usuarios de Inciclopedia, NO porque sean aburridas. Si me disculpan plebeyos, voy a asistir a una representación de la magnífica obra de Antonio Vivaldi, adiós.
Uff, hora de echar mano a ese porno... Oh vaya, dejé el micrófono encendido, un minuto...
Referencias
- ↑ No, el tenedor no salió en la imagen, so ignorante
- ↑ Dios romano del sexo, hermano gemelo (y amante) de Venus. Sus hijos son sus sobrinos y sus nietos son abuelos de sí mismos.
- ↑ Sí, tú sabes a qué se refiere esta parte
- ↑ Lo cual NO constituye una forma de plagio, sino más bien una refinada inspiración.