Rincewind

Por favor, no se extrañe si algún dato que aparece aquí llega a hacerse real. ¡Es magia!

En un lugar del Mundodisco, el cual no puedo precisar... en un lugar... algún lugar... ese Rincewind... en algún lugar tiene que estar...

— Miguel de Cervantes preocupado por el paradero de Rincewind.

"Suerte es mi tercer nombre", dijo Rincewind. "Eso sí, mi segundo nombre es Mala".

— Rincewind sobre sí mismo

Se habló de poner una estatua a Rincewind pero, por la curiosa química que tiende a aplicarse en estos asuntos tan delicados, enseguida se convirtió en una placa, después en una anotación en el Libro de Honor, y finalmente en una moción de censura por ir vestido incorrectamente.

— Narrador sobre la política de la Universidad Invisible.

Escucho voces... ¡No puede ser! ¡Un humano que habla!

— Árbol.

Rincewind es un mago frustrado, pero mago a fin de cuentas. No sabe hacer trucos con cartas a menos que las cartas le hagan los trucos a él. He ahí el secreto de su magia. Desde que leyó El Octavo, un libro prohibido para los magos por sus grabados explícitamente "mágicos", lo olvidó todo y en su mente sólo hay un hechizo que se niega a pronunciar porque no se sabe si desencadenará el fin del mundo o convertirá a todos los hombres en almejas.

Un enemigo mortal de Rincewind. Él lo conoce como «Aquel cuyo nombre no debe ser pronuchiado».

Normalmente vive sobre el Mundodisco, un lugar mágico que viene a ser como una enorme discoteca soportada por cuatro elefantes marinos y una tortuga ninja llamada A´Tuin. Su vivienda habitual está en Ankh-Morpork, una ciudad pestilente donde el aire no sólo tiene olor, sino también peso y consistencia, y donde la gente dedica la mayor parte de su tiempo a suicidarse mediante métodos tan tradicionales como tirar de la barba a un enano, escupir a un troll en la cara u organizar una actuación mímica.

Pero volviendo a nuestro personaje, Rincewind se mantiene con vida a fuerza de estamina, y a pesar de todas la invitaciones que la Muerte le ha hecho para conocer su casa, él siempre recuerda los consejos de su madre de nunca acompañar a desconocidos así como no recibir dulces de tipos con cara de enfermo. Así se la pasa huyendo de la muerte cuando no está viajando a alguna otra dimensión o a través del tiempo, aunque siempre de manera involuntaria y sin pasar por la aduana.

Sirve muy poco ser profesional

Estudiante de la facultad de ciencia ocultas de la Universidad Invisible, jamás superó el nivel 0 de magia con el que nace todo hijo de frutero, así que hizo lo que hace todo el mundo en su lugar: salvó el mundo varias veces de la destrucción absoluta, para lo cual volvió a la ciudad y entre otros trabajos aceptó el de ayudante de un mono... no... no... ¡NOOOOOOOOOOOOOO!

... ... ... ay... bueno, como decía, aceptó el trabajo de ayudante del Bibliotecario de la Universidad, con el honroso cargo de Intendente de logística alimentaria de simios antropoides bibliotecarios. Cada vez que el orangután para el que trabaja quiere banana, él se la pela.

La pinta es lo de menos

Papa Noel disfrazado de Rincewind.

Aquel que puede ser descrito como una versión hambreada de Gandalf... no, no eso sería demasiado. Vayamos por partes: imaginemos la complexión de un anoréxico, la mirada de David Copperfield, la barba de un semilampiño poco aseado, atuendo de mago de caricatura, con lunetas, estrellitas y esas chucherías, las axilas sin rasurar, y un sombrero que aunque no esté boca arriba parece implorar unas monedas. Todo un héroe arquetípico.

Cualidades, o algo parecido

Ágil, mordaz, con habilidades de supervivencia que son la envidia de las cucarachas fumigadas y una destreza para las esquivadas mayor a la de Sailor Moon. Cada vez que algún instrumento o ser arrojadizo vaya en su dirección logrará torearlo un rato para luego salir huyendo motivándose con la genial idea de "hay un baño más allá, en alguna parte", al tiempo que intenta aguantar la meada consecuente del miedo. Su grito de guerra es algo así como "¡voyamorir voyamorir voyamorir!".

Rincewind es también todo un políglota, sabe decir "Por favor no me mates" en ochenta idiomas incluyendo el cetáceo, el lenguaje morse y código binario, y gritar en sordomudo, talento que también le permite entender a sus enemigos cuando le describen de qué forma horrenda piensan matarle. Modestia aparte es el único héroe de la historia capaz de salvar al mundo usando un trozo de tabique metido en un fragante calcetín. Cuando sea grande quiero ser como él.

Obras en las que aparece

• El color de la varita.- En el papel de Harry Rincepota hace las veces de un mago novato que se la pasa meditabundo preguntándose por qué se le oscureció la varita entrada la adolescencia. Un dilema existencial imprescindible.

La luz aquella nunca respetaba las señales de tránsito.

• La luz fantástica.- Encarna a Michael Rinceknight viajando por el espacio sobre un haz de luz por encima de la velocidad permitida. La luz le habla, pero él cree que escuchar voces de luces que hablan no es buen síntoma, y no le hace caso.
• Re-Lechucero.- Hace el papel del hijo de un amante de las lechuzas que recibe el legado de predicar el amor a las lechuzas. Para su mala suerte su predica nocturna no suele tener efecto en la gente que a esas horas duerme. Para aprovechar su vida nocturna se dedica al voyeurismo junto con un grupo de amigos igual de frikis que él y un doctor de color exótico que resulta ser el hijo negado de Gigantón y Pitufina.
• Eric.- Rincewind es invocado por un muchacho que es objeto de las fantasías no tan privadas de algunos de sus amigos. Su papel es de guardaespaldas del mismo, aunque más que guardar las espaldas tendría que cuidar un poquito más abajo. Al final Rincewind le pide ayuda al baúl asesino para... terminar más rápido.
• Tiempos interesantes.- Rincewind se dedica a intentar tener sexo con un pastel de papa, luego de su experiencia escribe el libro "Dilema capital"; un ensayo sobre la desigualdad mórfica y por qué las papas proletarias no tienen tetas. Hablando de lo mal distribuidas que están las tetas en el mundo, unas con más, otras con menos, y las papas nada. Su experiencia inspira una revolución social en todo el mundo y la hechura de la película pícara "Peruvian Pie".
• El país del fin del mundo.- En esta aventura Rincewind se interesa en conocer el lugar de nacimiento de <inserta tu nombre aquí> llevándose la decepción de su vida al probar su mortífera comida regional. Pero lo peor fue el lío mental que le planteaba intentar asimilar esos horrendos localismos que ahí usan.
• El último héroe.- Rincewind salta desde la Luna al hogar de los dioses. Le acompañan Zanahoria y un inventor loco. Para no aburrirse durante el viaje, se llevan consigo a doscientos dragones explosivos. Su objetivo es salvar el mundo y hacerle sombra a Arnold Swartcen... Schuarze... Stuarche... Arnold Muchasletras, y hacerse su amigo.
• Dave el Bárbaro.- Hace del tío Os... bah, olvídenlo.

¿Sabías que...

Para los interesados en la versión menos seria y verídica, Wikipedia tiene un artículo sobre: Rincewind

• ... este artículo no menciona a su creador porque Rincewind es ateo?

Enlaces relacionados

• Voy a tener suerte. <--¡Este link te envía a cualquier parte! <--Favor de ignorar esta advertencia.
• Factor Rincewind.

Personaje ficticio (ver todos aquí).