Usuario:Ricardoxxxlo/Proyectos/Positivismo
El Positivismo es una corriente filosófica que afirma que todo debe ser explicado científicamente (mediante el método científico), de lo contrario es mentira. El nombre de la corriente se debe a que obviamente la ciencia es muy positiva . Esta corriente surgió cuando cierto francés llamado Isidoro Augusto María Javier Comte, aterrado por las posibles consecuencias caóticas de la Revolución Francesa, se autoproclama Sumo Sacerdote de la religión Positivista, religión que él mismo había inventado la pasada noche.
Algunos autores hablan de la posible influencia del británico John Stuart Mill en el desarrollo del concepto, pero Comte adujo al respecto algo parecido a "Nanay del Paraguay". Esta corriente filosófica se opone enconadamente a otra llamada Negativismo, que niega el método científico y lo sustituye por gente que usa poderes mágicos que tienen una historia de trasfondo donde hubo mucha violencia; algo muy negativo. Se considera a Voltaire y a Rousseau como los principales valedores de tan esotérica postura.
Características
Todo lo que no pueda ser científicamente explicado es mentira. ¿Dios, el hombre araña, el hombre del armario, el lechero, el hombre que aparece cuando tu mamá se va a trabajar no son reales? No, todos ellos son ficción; nadie puede comprobar nada sobre su existencia, todos forman parte de la infancia de la Humanidad (especialmente el último). A decir del bueno de Isidoro (no el gato, sino el filósofo positivista), como mandan los cánones de la teoría de la recapitulación, la ontogenia reproduce la filogenia de maravilla, de tal forma que tanto el individuo como la Humanidad en su conjunto atraviesan secuencialmente tres estados sociales que desembocan en el Fin de la Historia de Fukuyama Estado Científico o Positivo, que es el que vale, evidentemente.
- Estado teológico o mágico: corresponde a la infancia de la Humanidad (ya saben: trogloditas, cavernícolas, futbolistas... esas cosas). En esta época, las personas dan explicaciones mágicas de los fenómenos naturales y les echan la culpa a las brujas, las estrellas y los cocineros. Empiezan a surgir hombres que se creen arañas, sujetos con la ropa interior por fuera que salvan el día o borrachos que convierten el agua en vino y usan técnicas mágicas para dominarlo (como Harry Potter).
- Estado metafísico: En esta parte se busca el porqué de las cosas y su esencia fundamental: Por qué esa serpiente me habla, o por qué ese tipo con alas me dice que asesine a mi hijo, por qué la tierra es tan redonda o por qué el vecino siempre me mira desde la ventana con rostro pervertido. Luego de que se formulan las preguntas comienzan a hacer preguntas se sustituyen por entidades todopoderosas como Spiderman o el Pulpo Paul. Por ejemplo: "Mamá, ¿de dónde vengo?" La mamá contestará "Te trajo la cigüeña" (en este caso la entidad todopoderosa es la cigüeña). Y toda pregunta o respuesta desemboca en la inexcusable referencia a la inescrutabilidad de los caminos del Señor (y la cigüeña), que como todo el mundo sabe, son misteriosos.
- Estado científico o positivo (): Es el período que transcurre luego que el humano crece, empieza a dar explicaciones científicas para cada situación, y se cohíbe fácilmente al sexo.
Reacción
Al ser una corriente filosófica originada en la revolución francesa, trajo consigo muchas críticas. Las críticas vinieron especialmente de la Alemania nazi, dónde se oponían a muchas corrientes del método científico. Excepto las que involucraban el estudio de los gases mortíferos. Se podrían decir que no era muy positivistas que se diga
Corrientes positivistas
Positivismo Jurídico
Advertencia: Inciclopedia sí da consejos legales (no como la ladrona), gracias a que nos asesora el ex abogado de Saddam Hussein. |
El positivismo es una corriente usada en el ámbito legal. No puede haber sentencia a menos que el crimen sea comprobado por medio del método científico, a diferencia de la antigua usanza. Así es, si no hay una prueba científica de que el crimen se haya cometido, éste no se castiga. Los testigos no sirven, y que una paloma blanca te lo haya contado, tampoco.