Revolución francesa

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Temblad! La guillotina ha llegado y repartirá justicia
Cita3.pngOs meteré un palo por el culoCita4.png
Karlos Arguiñano sobre la Revolución Francesa
Cita3.pngUna buena excusa que tuvieron los franceses para dar de ostias a 5 negros que había en la prisión de la BastillaCita4.png
Señor anti-francés sobre la Revolución francesa
Cita3.pngY en 1789, los franceses se tomaron la PastillaCita4.png
Lo que debes poner si quieres demostrar tu intelecto.
Cita3.pngOhhh...siiii....que rueden más cabezasCita4.png
Enrique VIII en pleno onanismo revolucionario.

La Revolución Francesa fue un experimento social desarrollado en Francia entre 1789 y 1799. Los concursantes fueron todos los franceses y muchos de ellos fueron eliminados a lo largo del experimento. Durante la revolución se gastó mucho dinero en investigación y desarrollo de armas cortantes. En un principio el asunto solo llevaría unos par de semanas y los reyes estaban nominados de antemano pero la audiencia fue muy alta y se ampliaron las fechas.

Las consecuencias de la Revolución fueron:

  • Cambio de sistema político: desde una monarquía que se dedicaba a beber cognac y a retozar en los palacios a una república que se dedicaba a beber vino y retozar en los burdeles.
  • Decapitación de los gobernantes: literalmente rodaron cabezas de los culpables de los abusos prerrevolucionarios.
  • L'Imperateur est arrivé": otra consecuencia fue la llegada de Napoleón Buenaparte.

Junto al mayor invento francés de la historia, la tortilla francesa, hay que mencionar también el segundo invento más importante de Francia: La Revolución Francesa. Precursora del Comunismo Internacional y del Terrorismo (sólo el extremismo islamista, no incluido el islam laicista, etc.)

Introducción

Desde hace mucho hasta hace mucho pero un poco menos, Europa vio cómo Francia se estaba volviendo loca: La caída del Antiguo Régimen de la uva, la declaración de los derechos del hombre, la quema de brujas, la invención de la rueda, la ejecución de los reyes (Fueron asesinados por un error en Windows, dado que se ejecutaron bajo su dominio), la proclamación de la república federal de pepinillos en aceite (después cambiaron el nombre, dado que se puso cuando estaban todos pedos) y los conflictos bélicos que ocasionó el enano parlante llamado Napoleón Buenafuente, fueron algunos de los hechos más destacados en aquella aciaga época (1789 a 1815 a.T.).

Francia deslumbró a Europa con sus ideales revolucionarios de libertad (bueno, con eso y con unas cuantos farolos mal colocaos).

La Revolución Francesa

Ver también: Tortilla francesa

Causas del hijos de la grandisima oraaa

Aunque la causa pueda paracer derrocar la monarquía en realidad no fue así ya que al acabar pusieron un emperador que es más de lo mismo. Por tanto existían otras razones:

  • Económicas: El país estaba endeudado porque los reyes se gastaban todos los mauros en enchufes Dimper (para sus farolos) y café importado de Mongolandia. Como no quedaba dinero para traer trajes de Armani, los pijoteros que había por allí se sublevaron. Tampoco había dinero ni para fotocopias, así que aumentaron los impuestos. Entonces ahí se cabreó aún más la gente.
  • Sociales: Los pijoteros no querían pagar los impuestos, sino ponérselos a los demás. La gente normalita se cabreó y empezo a incinerar a los canis, bacalas y todos los bichos raros que encontraban por ahí.
  • Fecales-ideológicas: Debido a toda la mierda que había por el suelo, tanto chicles pegaos como colillas, los barrenderos se sublevaron. A esto había que sumarles que habían visto Braveheart.
El rey, al enterarse del motín a Bastilla dijo: "¡Pero esto es un botín!" y el duque de Roquefort le dijo: "No, sire, es su zapatilla"

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Las fases de la Revolución

  • Green Hills Zone: En esta fase se convocaron los Estados Generales, que no se habían reunido desde hace 800.000 años. Querían quitar los privilegios a los pijoteros, bacalas y demás, pero no les hicieron ni puñetero caso.
  • Chemical Plant Zone: En esta fase, los Estados Generales se cambiaron el nombre para formar Los Ultrahéroes de Francia, controlada por los Palominos y los Lechuguinos. Se hizo una Constitución a boli y los reyes pasaron de modo "Cabroncete que se cree Dios" a "Soy cabroncete, pero os dejaré libertad".
  • Electric Egg Zone: Aquí se pelearon los Lechuguinos y los Palominos con todo el mundo que iba en contra de la revolución. Se formó una dictadura liderada por un chimpancé llamado Robespierre, al que adoraban y cuidaban. Al poco rato, lo mandaron a tomar por el culo porque se aburrieron de él.
  • Final boss: El Napoleón Buenafuente se hizo famoso y lo nombraron ministro de algo. El caso es que poco después le nombraron Cónsul principal Vitalicio (en francés viene a ser algo así como Prince Porculé Vitalínea). Esto quiere decir que se hizo muy poderoso.

Desarrollo de la Revolución

Origen: La premonición del Vaticano

Para entender cómo transcurrieron los acontecimientos y cómo todo aquello no resultó ser más que un programa de cámara oculta, que terminó en un Gran Hermano, conviene mirar de cerca la historia.

Cuentan los historiadores del santísimo evangelio de todos los santos, que en una ocasión, allá por el siglo XIII, el oráculo del Vaticano vaticinó que el Antiguo Régimen viviría en poco tiempo el Apocalipsis. Fue un hecho que causó un gran revuelo en todas las monarquías europeas, varios anteojos cayeron en las copas, y el barítono que cantaba la sonata, se quedó afónico para siempre. El dubstep iría entrando en Versalles, y las pokeras irían transformándose en chonis.

Pero Luis XIII, entonces monarca de Francia, con una alocada melena negra y un bigote a lo Freddy Mercury, decidió que la monarquía necesitaba ideas jóvenes. Fundó la Agencia General de Inteligencia de los Mosqueteros para evitar esta situación, pero el cardenal Richelieu, en un ataque de celos, acabó con ellos en una sinfonía de disparos que sonaron en todo Versalles. Fue un día que nadie olvidó, según se cuenta, el cuarteto de cámara presentó la dimisión, el embajador alemán realizó una reclamación, y veinte ayudas de cámara murieron de un infarto. Richelieu era un amante muy exigente, pero no se daba cuenta de que con aquel egoísmo tan exacerbado, estaba cavando su propia tumba. "Qué tonto fui entonces..." - Pensaría después, recordando aquel amor tan ingenuo. Sin embargo, a Luis XIV, hijo del monarca, se le ocurriría una idea mejor.

Se calzó sus tacones más bonitos, y subió las escaleras de la Torre Eiffel, para anunciar al pueblo que había descubierto que era el Sol. Todo el mundo se quedó estuperfecto. "¿Ah sí, y dónde están tus rayos de sol, listo?" - Sonó entre el populacho. Al momento, Luis XIV se puso como un pimiento. Pero a pesar de todo, nunca dejó de creer que era un astro celestial. Encerrado en aquella esquizofrenia enfermiza hasta el fin de sus días, murió en un ataque de ansiedad, con los ojos en blanco y escupiendo espuma por la boca.

Llegaría el turno de Luis XVI, que pondría la guinda al pastel de cagadas, casándose con María Antonieta, una frívola muchachita alemana, con el cabello más rubio que el oro del Rhin, que pasaba la vida tragando pasteles y yendo de compras con sus amigas de la corte, con quienes jugaba a peleas de almohadas por las noches, se pintaban las uñas, y comparaban el tamaño de los pezones.

Un día, Luis XVI, durante uno de sus pasatiempos favoritos con su mujer, disparar a los vasallos desde las torretas de Versalles, suspiró con hastío. Se sentía vacío, algo importante faltaba en su vida. Había pasado demasiado tiempo haciendo el ganso, y sentía que su deber en el reino le llamaba. Maria Antonieta le miró preocupada.

- "Ve a la Hacienda, saca pasta, y cómprame más joyas." - Dijo nada más.

Luis XVI fue a la Hacienda, y allí se encontró con un par de amigos suyos. Tras beberse un par de champagnes, uno de ellos, más chisposo que el Vesubio, le dijo que la Hacienda estaba arruinada, que llevaban quinientos años financiando las operaciones de inteligencia de los mosqueteros, enviando soldados a armar jaleo por Europa, y manteniendo al maleducado hijo de Gran Bretaña, que ahora le había dado por emanciparse y llamarse Estados Unidos, aunque ni los franceses mismos sabían qué hacían metidos en el juicio por la custodia. Y encima, para colmo de males, se habían gastado una pastaza en enchufes Dumper y cafés de Mongolandia. Ya no podrían importar más trajes de Armani, no quedaba ni un céntimo. Había que hacer algo, y rápido. Y a Luis XVI se le ocurrió una idea que solo se le podía ocurrir a un monarca absoluto en pleno siglo de las luces: Preguntar al pueblo, a su amado noventa por ciento de campesinos analfabetos.

Aquello solo sería por guardar las apariencias, pensaba darles solo un voto, y así el de los canis, los pijuelos y los believers valdrían más. Las brillantes ideas iban gestándose en aquella cabecita, cubierta por la empolvada peluca y la pesada corona, sin darse cuenta de aquel mismo día creó la Democracia. Luis XVI no podía estar más emocionado. Pero para su desgracia, la reunión de los Estados Generales fue un completo desastre.

Primero pensó en subirles los impuestos a los canis, pero uno, que llevaba un rato atormentándoles con un skranz que sonaba como el mismo demonio, se levantó y le dio un bofetón con un guante. La Santa Iglesia Believer le advirtió de que no volvería a pisar el templo de Justino si cometía semejante blasfemia. Entonces se le ocurrió subírselos a los pobres, pero recibió tantos insultos, que el pobre monarca se llevó las manos a la cabeza. Hiciera lo que hiciera, nadie estaba contento. Y para más Inri, un tal Sieyés, un tipo histriónico de la burguesía, palabra que había oído por primera vez aquel día, se dedicó a hacer los deberes de los campesinos, llenando sus cahiers de doléances (cuadernos de quejas) de propaganda contuberniojudeomasónicomarxista. "Con lo feliz que estaba en Versalles, disparando vasallos con mi Antonieta" - Suspiró Luis.

El Apocalipsis

Y de pronto, sucedió. El histérico Sieyés se dedicó a movilizar al populacho, y como el rey no autorizaba el referéndum por cabeza, decidieron reunirse en un polideportivo abandonado, donde se dedicaron a conspirar contra el rey y sus amigos, presionándoles para que firmaran un papel donde habían escupido todos. "Qué bonito" - Suspiró Luis XVI, al enterarse de la historia. Mandó al ejército, y en un visto y no visto, entre los viejos Dartañán, Portos, Atos y Aramís, que ya caminaban con ayuda de bastones y tacatás, se los quitaron de encima de un plumazo. Los descendientes de los mosqueteros irían uniendo su descendencia hasta mezclarse en Chuck Norris, pero esa es otra historia. El caso fue que con el polideportivo chapado, los alborotadores tenían que hacer algo. Y decidieron asaltar la Bastilla, y liberar a todos los presos que había allí. "¡Pero qué hacéis, loooocos!" - Gritó el alguacil, mientras veía a los presos de galeras huyendo por la montaña. Había comenzado la revolución. De debajo de las piedras, los alborotadores sacaron unas banderas tricolores, se extendió la moda del pecho pa'fuera entre las damas del populacho, y para protegerse del maloliente viento francés, levantaron barricadas para prenderlas fuego. Luis XVI, mientras contemplaba la sentada de los indignados desde la ventana de Versalles, le preguntó a María Antonieta qué hacer a continuación. Ella estaba sellando diamantes en su collar de perlas con piedras de oro y plata, con cuentas de platino y estaño, y bolas con ojos griegos; mientras con la otra mano comía un pastel de cachorritos.

- Hay croissants en la cocina, dales los que quieran y que se vayan a su casa.

Maria Antonieta en un descansillo,tras largas horas de ambiciosas aleaciones de metales preciosos y joyas.

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Qué ingenua era la pobre mujer. Luis XVI la contempló con ternura. Tuvo que tragarse su orgullo, y sacando su libreta de contactos, marcó el número de Carlos IV. "Vaya, vaya, vaya...Mira quién se acuerda ahora de los Borbones españoles" - Dijo éste, mientras mandaba callar a su hijo Fernando, que insistía en ponerse al teléfono - Que sí,hombre. "¡María Luisa, estoy hablando con Luis XVI, dile a Godoy que mande unas tropas a Francia!" Y así, la Primera Coalición entró en Francia. Legiones de soldados a las órdenes del absolutismo, jugaron a papel, piedra y tijeras con los alborotadores, hasta que se les llenaron las manos de agujetas.

Y cuando parecía que todo estaba perdido, unos pirados que iban por ahí sin pantalones, los sans culottes, vinieron para salvar a los indignados. Se formaron dos partidos políticos, el Partido Popular Girondino, o 'Lechuguinos' y el Partido Socialista Jacobino Español, o Palominos. El PPG no hizo mucho por la Revolución, solamente sustituyeron el Derecho Penal sin fisuras y pacífico del Antiguo Régimen, para sustituirlo por el papel que escupieron todos en el polideportivo. Subordinaron a Francia al poder de Alemania, y durante un largo paréntesis de doscientos años, hubo una dictadura merkeliana.

Pero los del PSJE consideradon que los girondinos habían sido muy flojos. Llevaron a cabo políticas de recortes, como serrarles la cabeza a los nobles y sustituir el calendario Gregoriano por otro que tuviera una fotografía de cada noble decapitado en cada mes, una estrategia para recolectar fondos. Así pensaba Robespierre, uno de los pirados sin pantalones de los que hablábamos antes, que lideró el Apocalipsis con mano de hierro durante mucho tiempo. Para él, nada nunca era suficiente. Fue entonces cuando se produjo el error de Windows, y de este modo, la vida del desgraciado Luis XVI terminó para siempre. Cuentan que María Antonieta, antes de morir, consiguió terminar aquella aleación de joyas con la que en realidad, resultó que pretendía hacer un transformer de veinte metros y quinientos quilates, que asoló a Francia durante doscientos años más, en otra dictadura. El chimpancé de Robespierre llevaría a cabo el Reinado del Terror.

El Reino del Terror

Se llamó así al momento en que Robespierre tuvo que abandonar el experimento social. Entonces se nombró como productores a un grupo de carniceros que empezaron a realizar su trabajo con diligencia. Sin embargo, la población ya estaba un poco cansada de tener que ir al supermercado en barco debido a los ríos de sangre que recorrían París con lo que se rerevolucionaron volvieron a revolucionar. Un grupo de personas llamadas los"sans-culottes" que eran unos tios sin culo, tomaron el poder. A pesar de que no tenían culo lo hiceron todo como el culo y más de 10.000 gabachos franceses visitaron el confesionario.


Otras revoluciones

Véase también

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