El Anillo del Nibelungo
Der Ring des Nibelungen (El anillo del nibelungo, en alemán, aunque incorrectamente traducido al español como El anillo de los Nibelungos o de los Enanos Esos), es un ciclo de óperas que constituyen un gran drama, compuestas por Richard Wagner y basadas en figuras y elementos de la mitología germánica, particularmente las Sagas islandesas que el autor tergiversaba a su voluntad, así como del cantar de los nibelungos medieval, pero a diferencia de éste, aquí sí que se canta. Tanto el texto como la música fueron escritos por Richard Wagner, cosa que le llevó al zagal la friolera de veintiséis años, aunque bien es verdad que tampoco es que estuviera todo el tiempo a piñón ahí componiendo y escribiendo, que de vez en cuando paraba para hacer otras óperas diferentes o para fornicar con la mujer de alguno de sus benefactores o colaboradores. Sea como fuere, a pesar de que la obra es larga, garantizamos que no fue compuesta en tiempo real, esto es, que la representación dura, concretamente lo que dura dura, pero no veintiséis años.
En cuanto a su estructura, la obra consta de un prólogo (ligerito, para entrar en materia, dos horas y media que se pasan volando) y tres jornadas (cuatro horitas de nada cada una, que también son un pispás). A continuación haremos un fino análisis de los contenidos de esta magna obra
Argumento
La obra, como decimos, se divide en cuatro óperas, porque escucharse todo el chorongo de un tirón es infumable hasta para más entregados de los wagnerianos y a todo punto una tortura (se dice, de hecho, que el Doctor Mengele se planteó estudiar los efectos que la escucha ininterrumpida de "el Anillo" producía sobre el ser humano, pero que abandonó la idea por considerarla demasiado espeluznante). Bueno, la cosa va de lo siguiente.
El Oro del Ruin. Este es el prólogo. Tres ninfas putonas guardan el oro del río Ruin, un enano asqueroso se lo roba y se hace con él un Anillo para dominarlos a todos. Wotan el dios supremo se ha hecho un nuevo chamizo para él y los otros dioses pero no tiene con qué pagarlo y deja en prenda a los acromegálicos operarios a la diosa del amor que tiene buenas tetas mientras va con su lugarteniente Loge a atracar a los enanos. El enano de antes -Gruñón- gracias al anillo se ha hecho el rey del mambo, tiene sometidos a los otros enanos en una dictadura orwelliana y sodomiza a su hermano -Mocoso-. Wotan y Loge engañan a Gruñón como a un chino y le roban el oro, el Anillo, y un casco con el que se puede uno convertir en drag queen (entre otras cosas). Tras acudir al Management Consulting de una zombie que vive bajo tierra optan por pagar a los acromegálicos y darles el Anillo. Uno de estos mata al otro y los dioses suben a su chamizo celebrando el día del orgullo gay. Loge siente ansias de matarlos a todos, así un poco porque sí.
La Walkiria Neumática. ¿Te pareció ladrillo y enrevesado lo de antes? Pues era solo el aperitivo, ahora empieza la cosa de verdad. Una noche de tormenta un tipo entra en una cabaña, y coincide que es la de su enemigo mortal, que ya es tener mala suerte. Éste le da cobijo esa noche (esta gente es muy suya con la hospitalidad) pero le dice que al día siguiente le va a ensartar como un pincho moruno. El fugitivo ni corto ni perezoso se cepilla a la mujer del de la cabaña, que resulta ser su propia hermana (la suya, no la del de la cabaña) cosa que, nuevamente, ya es casualidad. Lo de que sea su propia hermana poco parece importarle al ver que prepara buenos batidos de plátano, así que se fuga con ella tras agarrar una espada que un mendigo había dejado clavada a un poste. Cambiamos de escena. Wotan, dios de dioses, está de cháchara con una rubia de impresión, que resulta que es hija suya (pero no de su mujer, sino de la zombie del Management Consulting de antes, que hay que tener estómago). En estas entra la parienta de Wotan con un cabreo de aquí te espero y la rubia se da el piro. Resulta que los hermanos estos incestuosos de antes son hijos de Wotan, que no de la parienta (el muy golfo salía de noche del Walhalla a pescar, y no precisamente peces, y en una de estas había preñado a una aldeana). y que el mendigo que había dejado la espada así encontradiza en el poste era él, todo era parte de su maléfico plan para recuperar el Anillo, que su hijo pelele lo recupere para él (muahahaha). Como vemos Wotan era un tanto... traviesillo. En este contexto la cornuda parienta ya debería estar curada de espantos, pero la cosa es que la paisana debe ser de Acción Católica y está muy enfadada porque los hermanos estos sean incestuosos (y unos guarros como su padre) y le hace prometer a su marido que les va a dar matarile, así se las trae la buena señora. Éste accede y le encarga el trabajo sucio a la rubia despampanante de antes, que no lo acaba de ver claro. La rubia se apiada y al final el trabajo sucio lo tiene que hacer el propio Wotan, lo que pasa es que la hermana incestuosa se le escapa y está preñada. Tras la Cabalgata de las Walkirias, que es muy bonica, Wotan se enfada con la rubia y la castiga a dormirse hasta que llegue alguien y la despierte para ponerla a veinte uñas y hacerle una escarbada en la entrepierna. La rubia le pide que al menos su desvirgador no sea un cualquiera: qué menos que un Brad Pitt o alguien así. Wotan accede y para ello pide a Loge que se convierta en aro de fuego y la rodee: sólo podrá entrar quien no conozca el miedo o lleve un traje ignífugo. Y de paso Loge se está ahí quietecito también una temporada.
Sufrido. Seguimos la historia. Mocoso se fue a vivir al bosque y allí vio parir a la hermana incestuosa. Como ella se murió en el parto él se hizo cargo del zagal. El muchacho crece sano y fuerte bajo la tutela y los abusos sexuales de Mocoso, y como sus padres eran hermanos, le adornan multitud de virtudes: es bruto como un arao y medio tonto perdido, tanto que un día se trajo a un oso de invitado a comer a casa, para espanto de Mocoso. Mocoso y Sufrido (que así se llama el mozo, porque hay que aguantarle) mantienen una cordial relación de odio mutuo: Mocoso quiere que Sufrido mate al operario que se quedó el Anillo y el casco ese de transformista, que ahora se ha transformado en dragón -o bien ha engordado mucho porque se pasa el día sesteando- y luego envenenarle para quedárselos él. Sufrido quiere simplemente arrancar la cabeza a mocoso. Un día que Sufrido no está en casa, sino por ahí con su amigo el oso, Wotan se aparece vestido como Gandalf y él y Mocoso juegan a las adivinanzas. Cuando vuelve Sufrido se forja una espada con los restos de la de su padre (sutil metáfora del pene) y se marcha a matar al dragón, pues le espanta a los osos del bosque con los que, como vemos, tiene una tierna relación. Cuando Sufrido le mata el Dragón se está media hora cantando hasta que por fin se muere y le da el Anillo y el casco mágico transformista, al final no parecía tan mal tipo. Mocoso ofrece a Sigfrido un Red Bull envenenado (mas que un Red Bull normal, si cabe) para que se refresque y Sufrido en un mal pronto le corta la cabeza. Un pájaro (argot) guía a sufrido donde está dormida la rubia, donde se le planta delante Wotan, tienen un rifirrafe y Sufrido le rompe la lanza a Wotan, que se va mohíno a su casa y dice que nunca mas va a salir de ella. Como Sufrido es tonto y no sabe que el fuego quema no tiene miedo del aro de fuego, entra y no le pasa nada. Despierta a la rubia, pero se piensa que es un tío. El caso es que la convence de las múltiples ventajas de perder la virginidad, y hala, al lío.
El Desfaso de los Adioses. El final es bastante lioso. Sufrido harto de picachar se va en busca de nuevas aventuras, cae en malas compañías de tal manera que -como es tonto- le convencen para que un pagafantas le levante la novia ofreciéndole a cambio a la hermana del pagafantas, que es tirando a fea. El caso es que la rubia no ve claro el asunto pero la obligan con engaños y con fuerza bruta. El pagafantas y la fea tienen un hermano por parte de madre que resulta que por parte de padre es hijo de Gruñón, y que es un capullo de cuidado. El capullo éste, con la conformidad del pagafantas y la rubia, se lleva a Sufrido de cacería para tenderle una trampa y matarlo, y así en la que se descuida se la clava por detrás. Todos se enfadan, hasta el pagafantas y el capullo le mata (al pagafantas) también para alivio de todos, porque cosa más cansina y llorona de tío nunca se vio. Sufrido herido de muerte está cantando media hora (como hiciera el dragón en la ópera anterior) y luego estira la pata, que aquí hay una marcha fúnebre muy épica y sulibeyante. La rubia canta otra media hora, pega fuego a todo, al punto que se incendia hasta el chamizo de los dioses con Wotan dentro, y se tira al río Ruin con el cadaver de Sufrido y el Anillo. Las ninfas putonas lo recuperan, se ponen muy contentas y el capullo se ahoga. Así es como llega la fin del mundo, al menos para los dioses y ahora son los hombres los que habrán de construir su propio destino. Este final queda un tanto abierto, esperanzador para algunos, deprimente para otros.
Música
La música de El Anillo del Nibelungo ha sido descrita por la crítica como imponente, acojonante, descacharrante y desorbitante. Muchos son sus hallazgos y también muy grande ha sido su influencia en la música posterior. En líneas generales sus principales rasgos son los siguientes.
- Chorongos largos y sin interrupciones. Desde que se levanta el telón hasta que se baja no para de fluir el torrente -a la par que atorrante- musical, lejos quedan los números cerrados y los recitativos que Wagner consideraba pura decadencia burguesa amén de cursis mariconadas. Esto se lleva a cabo gracias a lo que el autor denominó melodía infinita, porque se hace más larga que un día sin pan y uno se pregunta cuándo acabará este penar que parece que no tiene fin.
- Invenciones armónicas espeluznantes. La fantasía en este campo es un no parar. Desde el comienzo que son casi cuatro minutos sobre un único acorde sobre el cual el autor diría "No me apetecía ponerme a pensar acordes, así que dejé una base sobre Eb y me puse a tirar notas a ver qué pasaba". De ahí hasta la compleja armonía de El Desfaso de los Adioses que Schönberg describiría en su Tratado de Armonía como plena de acordes erráticos que no se sabe a dónde pertenecen.
- El Leitmotiv. Esta técnica consiste en pegar trozos de música a un personaje o situación como si de un moco se tratara, de manera que el público despistado sepa siempre de qué personaje se trata por la música. A partir de aquí se pueden ramificar creando auténticos árboles genealógicos musicales y que todo quede en casa, también se pueden hacer floripondios musicales así, de esta manera el Leitmotiv del Anillo tiene, por ejemplo, forma de ojete según la disposición de las notas que lo conforman. Con esta técnica, también, puede viajarse tanto al pasado como al futuro, según aseguran expertos como Ristikan Nesneve o Emett Brown. Ha sido muy copiada y plagiada desde entonces por autores como John Williams y Daddy Yankee,
aunque, a decir verdad Wagner también la copió.
- La orquestación apelmazante. Es también de gran imponencia. Hay multitud de instrumentos y al ser la orquesta tan grande que impediría oir a los cantantes Wagner tuvo la genial idea de meter la orquesta en un pozo para que se oyera menos, también dispuso unas pantallas para que nadie viera a los músicos de tal manera que aunque en el pozo meten mucho ruido luego el sonido sale bastante aflojado y subsumido. Este asunto ocasionó a Wagner ciertos problemas con el sindicato (cuyo presidente era el padre de Richard Strauss) cuando se olvidó de facilitar a los músicos la escalerilla para que pudieran salir del pozo. También para esta obra Wagner inventó nuevos instrumentos como la tuba wagneriana, que a diferencia de lo que su nombre parece indicar no es una tuba, sino una cañería a la que se le ha puesto (a martillazos) la boquilla de un silbato. El instrumento tiene un sonido de gran estridencia germánica.
- El tratamiento de la voz. Los cantantes son maltratados hasta los límites extremos de lo humanamente soportable, lo cual da lugar a momentos espectaculares cuando las cuerdas vocales se rompen en vivo y en directo y de la garganta del infortunado cantor sale sangre en chorros que semejan una fuente veneciana. "Ah, los efectos especiales" refirió el autor cuando fue interrogado por este hecho.
Estilo poético
Es recurrente, repetitivo y arcaizante. Se cuenta veinte veces lo mismo, aunque sean diferentes personajes quienes lo cuentan, para que no te olvides de lo que está pasando, por si no te has enterado. Está escrito en un alemán antiguo que parece de broma y se abusa de continuo de la aliteración para imitar las Kenningar nórdicas que según Jorge Luis Borges eran unas poesías de mierda. Un ejemplo de aliteración:
Exégesis de la obra
Muchas son las interpretaciones que se le han dado a El Anillo del Nibelungo desde su estreno, aquí nos haremos eco de las principales:
- Interpretación nacionalista alemana. Los cantantes se pasan las cuatro óperas bebiendo cerveza con pantalones bávaros y boina de gañán enroscada hasta el hipotálamo, se incluye a mayores lo siguiente: Deutschland, Deutschland über Aaaalles Mein Dorf! Mein Dorf! Yehaaa, yibaaa (Alemania, Alemania por sobre todos ¡Mi pueblo!¡Mi pueblo! Yehaaa, yibaaa)
- Interpretación nazi. Deriva de la anterior. Los dioses y los héroes son rubios y son los arios, los enanos son los judíos, los gigantes no se sabe quien son. Esta interpretación tiende a considerar la obra imperfecta por no presentar hornos crematorios ni campos de concentración.
- Interpretación comunista. Los dioses son la élite burguesa mientras las demás criaturas son el proletariado oprimido. Sufrido y la rubia son los héroes del pueblo que van a traer la dictadura del proletariado, pena que se mueran al final.
- Interpretación ecologista. Considera a casi todos los personajes de la obra unos agresores a la naturaleza, y a los nibelungos responsables directos del cambio climático. El primo de Rajoy se ha posicionado públicamente en contra de esta visión de la Tetralogía.
- Interpretación postapocalíptica. Igual que lo anterior pero en un páramo en el que los personajes van vestidos a medio camino entre seguidores del Heavy Metal y personajes de Mad Max.
- Interpretación psicoanalítica. Todas las armas que salen en la obra (lanzas, espadas, etc.) son en realidad falos y todos los personajes son homosexuales reprimidos.
- Interpretación feminista. Deriva de la anterior. La falocracia heteropatriarcal es la causa de todos los males del mundo, pero Brünnhilde, una activista de femen no consiente ser cosificada y se empodera, derriba el techo de cristal (representado por el Walhalla) y pone término a la opresión de esa caterva de machirulos inútiles, deconstruyendo su normatividad, denunciando sus privilegios y arrasando con toda y todo, tode y todx. Txdx.
- Interpretación autorreferente posmoderna. El Anillo del Nibelungo es una obra que va en realidad sobre la génesis de El Anillo del Nibelungo que es una obra que va en realidad sobre la génesis de El Anillo del Nibelungo que es una obra que va en realidad sobre...
- Interpretación absurda. A cargo del célebre director de escena Paquito Castor. La obra es en realidad una metáfora del comercio petrolífero y su principal ambientación ha de ser una gasolinera. Paradójicamente esta puesta en escena basada en combustibles fósiles (ver imagen) tuvo una fría acogida entre el público teutón: las damas asistentes a las correspondientes funciones en general no aplaudieron y sus maridos tampoco, por la cuenta que les traía. Para redondear la absurdez recientemente se ha repuesto en Bayreuth La Walkiria de esta puesta en escena, pero sin lo demás y con Flácido Domingo a la batuta. Una muestra, sin duda, del afamado humor germánico.
En la cultura popular...
Aparte del uso de la conocida Cabalgata de las Walkirias en el cine, los videojuegos, los espectáculos de bar de carretera y las funciones escolares destaca la utilización de prácticamente todo su imaginario en las obras de Tolkien y, más recientemente, la versión estilo Bollywood que está preparando el compositor minimalista indio Ramuf Atam. También es de señalar la afición de la Warner por travestir a Bugs Bunny como Walkiria y que George Lucas se ha copiado media mitología de allí para Star Wars.