Rezar
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Rezar es el acto de pedirle a tu amigo imaginario superior favorito, por medio de una oración, algún tipo de favor o milagro, aunque también sirve para hablar con alguien cuando se está solo y no hay nadie conectado al Messenger.
Orígenes
Al principio de los tiempos de la humanidad, si se tenía hambre no se podía bajar al McDonald a por un Happy Meal, de hecho la comida y un lugar protegido donde descansar no estaba asegurado para nadie. Asombrados por las fuerzas de la naturaleza, los seres humanos comenzaron a desarrollar unas creencias de corte religiosa para protegerse de los espíritus de los animales que sacrificaban para alimentarse. Más tarde se dieron cuenta de que al hacer esas peticiones les servía para asegurarse que ningún espíritu de un mamut cazado vendría después de la sobremesa a castigarles. También servía, por medio de una serie de ritos y oraciones, para impedir que las lluvias torrenciales acabaran inundando sus cuevas. De este modo se inventó el rezo, una forma personal de pedirle a los espíritus que esa noche no apareciese un tigre dientes de sable o que en la siguiente estación la caza fuese abundantes para así no tener que cazar a esos semihumanos de frente huidiza y mentón pequeño.
Al pasar los siglos, el hombre se civilizó y se institucionalizó la religión, y con ellos los rezos. De hecho, los griegos y romanos conocían una serie de fórmulas que recitaban y si se equivocaban en alguna palabra Zeus les tiraba un rayo. Hoy en día es fácil ver a grupos de personas que se reúnen los domingos para rezar en los templos, también llamados estadios de fútbol.
Según la religión
Catolicismo
Los católicos son tan flojos que pagan dinero a las monjas para que recen por ellos. Y las mismas se toman el asunto como si de un deporte extremo se tratara. Se arrodillan sobre chapitas, se azotan, se echan limón en los ojos, se arrancan los pelos, y hasta hacen maratones. En tanto, los feligreses se rascan la panza. Durante los periodos de fiestas religiosas suele ser normal verlos rondando las iglesias y poniéndoles velas a los santos y vírgenes a modo de sobornos. Una vez pasadas, y gracias a los rezos acumulados, se dedican a pecar, así hasta las siguientes fiestas donde volverán a rellenar el saldo negativo de su pecadómetro. Esta regla no se cumple durante las navidades, donde todo está permitido, hasta el paganismo encubierto. Al contrario de otras religiones, los católicos no consideran un privilegio dirigirse a su dios, sino más bien un castigo. Penitencia lo llaman. Esto es debido a que su dios no es otro que Satanás.
Islam
El Dios de los musulmanes está harto. No tiene ni un segundo para descansar o echar la siesta de tantas oraciones que tiene que atender. Por desgracia, Alá no es una trinidad como ocurre en la religión cristiana, éstos al menos pueden repartirse el trabajo entre tres. En mal momento se le ocurrió darles el mandato a sus fieles de que rezaran cinco veces al día. El rezo en el islam se realiza una postura erótica conocida por los infieles como "pollito tomando agua", con la cabeza orientada a La Meca y las armas químicas apuntando al cielo. Esto de orientarse hacia la Meca resulta un problema para los musulmanes de las antípodas, lo que genera terribles discusiones cuando terminan dándose un cabezazo con otro, o peor. Y nadie hace nada para ayudarlos.
Judaísmo
La oración se hace tres veces al día; al levantarse, al mediodía, y al atardecer. En fechas específicas o algunos grupos sociales el itinerario pude cambiar, como algunos que oran antes de cada comida; costumbre arraigada desde la época en que las mamás perdieron los recetarios. Las oraciones siempre deben incluir frases de lambisconería para quedar bien con el jefe y caerle en gracia. Si vives en Israel puedes también escribir unas plegarias para dejarlas en el Muro de los Lamentos. Si vives muy lejos puedes escribir gratuitamente a murodeloslamentos@jews.il. En el judaísmo es preferible rezar en grupos de por lo menos 10 varones mayores de 13 años, porque que Dios está muy lejos allá en lo alto, y se cree que si gritan todos juntos tal vez llegue a escuchar. El ejercicio de esta práctica erecta incluye movimientos peristálticos de cuerpo completo no recomendables de hacer en el transporte público a menos que se tenga delante a una dama de confianza. En la mañana se recomienda como calistenia matutina a falta de una rutina de aeróbics. Las mujeres están exoneradas, no tienen obligación de rezar, aprovechan mejor su tiempo buscando recetarios perdidos.
Fetichismo
Los fetichistas tienen un modo particular de rezar. Consiste en hacer siempre peticiones materiales, como por ejemplo diez pares de zapatos femeninos usados del pie izquierdo con tacón alto o "por favor Señor permítidme que encuentre una oferta de ligueros rosas de mujer cuarentona en el Ebay, si me concedes este deseo te prometo que nunca más volveré a hacer cosas malas. Amen.". Para las personas practicantes de esta religión, el cielo es una zapatería llena de filas infinitas de estanterías.
Ateísmo
Aunque ellos lo nieguen denodadamente en realidad también tienen fe de que Dios no existe, aunque no tengan pruebas empíricas. En caso de peligro inminente verá que es cierto que nunca piden ayuda a Santo Hawking o a San Enrico Fermi. Ni tan siquiera se molestan en mentar al buen Modelo electrodébil por la salvación de sus vidas. Puede que su forma de rezar no sea muy ortodoxa, dirán simplemente «¡Fuerza de la naturaleza de cuya existencia dudo, sálvame!», pero la finalidad es la misma, no acabar siendo devorado por esa rata mutante que ha emergido del retrete.
Modos de rezar
No hay un método único ya que cada religión, e incluso dentro de éstas, cada fiel tienen sus preferencias. Lo más normal es juntar las palmas de las manos sobre el pecho, agachar la cabeza y cerrar los ojos. Cuando se reza siempre se hace por una buena causa como por ejemplo para conseguir una cita con alguien, para aprobar un examen, para que le toque la lotería o para que los miembros de otra religión perezcan bajo las llamas del infierno y sufran la condenación eterna.
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