Carles Puigdemont

De Inciclopedia
(Redirigido desde «Puigdemont»)
Ir a la navegación Ir a la búsqueda
Banderacat.gif Este artículo contiene altas dosis de humor catalán.

Si no lo entiendes es que eres menos catalán que un restaurante chino.

REMEMBER, CATALONIA IS NOT SLOVAKIA!!!

¡Viva Puigdemont! ¡Viva Puigdemont! ¡Viva Puigdemont!
Carlitos Puigdemonio y Casa Mayor
BanderaEspaña.png
Puigdipotter.jpg
Pertrechado con un ejemplar de la Llei de Transitorietat Jurídica i Fundacional de la República y del instrumento del que se sirvió para aprobarla en el Parlament.
Escudocatalán.png
Molt Risible President
de la República Imaginaria Catalana
Mandato 2016 - 2017 (oficial)

2017 - ∞ (en el otro plano de la realidad)

Residencia Desconocida (en busca y captura).
Segundo Oriol Junqueras alias El Tuerto
Hechos Proclamar la República más breve de la historia. Durar haciendo el acto todavía menos que esta república.
Anterior Siguiente
Artur Mas Turbado
Quim Torra
Personal
Nacimiento Defunción Cataluña
Waterloo
Afiliación CiU, CDC, PDeCAT, JxCat, Junts, Crida Nacional, como se llame su partido esta semana.
Estado actual Presidiendo desde twitter algo que no existe.
Relaciones Oriol Junqueras, Artur Mas, Jordi Pujol, la Magia, la CUP, la rumana esa.
Enemigos Mariano Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría, España, la realidad.
Cita3.pngAixí no!Cita4.png
Carles Puigdemont después de anular la independencia

Carles Puigdemont i Casamajó (Amer, 29 de diciembre de 1962), Puigdi o Puchi para los amigos, es un político y periodista español catalán español, proveniente del Colegio Hogwarts de Magia, que desempeñó como cargos más relevantes la alcaldía de Girona, la presidencia de la Generalitat de Cataluña, la presidencia de la República de Cataluña (durante 8 segundos), nuevamente la presidencia de la Generalitat de Cataluña hasta su destitución a golpe de artículo 155, y finalmente la presidencia de la República Imaginaria de Cataluña en el exilio, cargo que ha ejercido a traves de twitter desde una habitación en un hotel en Bruselas. Ha sido el líder espiritual que ha tomado el testigo de Artur Mas para guiar los destinos de la Cataluña Eterna a... a ninguna parte, en realidad.

Biografía

La vida de Carles Puigdemont antes de pasar a la primera línea de la política puede calificarse de sosa e insustancial, pero si hacemos un artículo sobre él, será que habrá que contarla.

Inicios

Hijo de pastelero, el pequeño Carles siempre se caracterizó por escaquearse del trabajo en el negocio familiar, que no ha heredado. A él le gustaba otro tipo de pasteleo -aparte de cuando iba al baño-, de ahí que se haya metido en eso de la política. Desde su más tierna infancia tenía ese aspecto muy, pero muy Nerd entre pusilánime y atontado que le caracteriza, a medio camino entre Harry Potter y Manolito Gafotas, y que le ha servido para despistar a sus rivales políticos que le quieren hacer daño, fuera y dentro de su partido, quienes a menudo le han minusvalorado considerándole un hombre de temperamento gris y de escasas luces. ¡Ay, qué equivocados estaban!: tras ese flequillo informe se escondía un estadista firme y determinado en sus convicciones al respecto de salvar su culo.

Carles Puigdemont, junto a otros niños diabolicos del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.

Ya a la temprana edad de cuatro años ingreso al Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería y allí mostró cuáles serían las señas de identidad que guiarían en lo sucesivo su pensamiento político. Un día se perdió y sus padres, desesperados, avisaron a los municipales e, ironías del destino, a la Guardia Civil, para que procedieran a su búsqueda y captura. Le encontraron, en completa soledad, subido a un tiovivo dando vueltas, y vueltas, y más vueltas. Y allí sigue, al menos en espíritu. Impresionado tras la llegada de Neil Armstrong a la luna, el siguiente objetivo e nuestro protagonista fue convertirse en astronauta, y si bien de manera corpórea no ha logrado llegar al espacio, es indudable que su mente lleva mucho tiempo en órbita. En el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería el sombrero parlante lo envió directo a Hufflepuff, la casa de la Ignorancia y de los Perdedores.

Hufflepuff, la casa a la que fue enviado Carles Puigdemont del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.

La pasión que siempre demostró por su las letras y la cultura de su tierra le llevaron a estudiar Filología Catalana... bueno, a matricularse, porque digamos que de natural no es demasiado aplicado y eso de estudiar se le hacía muy cuesta arriba. Igual de apto para el trabajo que para el estudio, pronto abandonó la carrera para ponerse a escribir cosas como crónicas de fútbol para periodicuchos locales, lo cual le llevó a creerse periodista y presentarse en público como tal (como vemos lo de presentarse con títulos y cargos que solo existen en su mente le viene de lejos).

De joven era un tipo corriente que imitaba a Chiquito de la Calzada como todo el mundo por aquellos años.

En estas estaba cuando se echa su primera novia, una periodista (pero de verdad, no como él). Puigdemont está muy enamorado de ella y le manifiesta sus deseos de proponele matrimonio, suspendiendo inmediatamente y de forma indefinida la propuesta de matrimonio. La buena moza, no saliendo de su estupefacción por la indefinición del personaje, le deja plantado y pone tierra de por medio, ante lo cual Puigdemont se deprime mucho y empieza a viajar para curar el mal de amores.

Su viaje iniciático

Dicen que el nacionalismo se cura viajando, pero para todo hay excepciones. Puigdemont, que era independentista desde antes de saber hablar, se dedicó a viajar por todas las regiones en los que existían movimientos separatistas, con el fin de aprender estrategias que le llevaran a perfeccionar su activismo en este tipo de cuestiones. No aprendió nada de particular interés y se volvió a casa igual que había salido, pero con menos dinero.

A su vuelta

A su vuelta siguió juntando letras. Conoció a la que a la postre se convirtió en su mujer, a la que sedujo gracias a su pelo de playmobil, a su encanto, a su personalidad y a que ella no hablaba el mismo idioma que él, pues es rumana. Posteriormente fundó la publicación mensual Catalonia Today, que se ha convertido en una especie de trasunto catalán de El Mundo Today, si bien esto no ha sido de forma intencional, simplemente el punto de vista de Puigdemont sobre la actualidad conduce a quien lee esas páginas al más irremediable descojonamiento.

Actividad política

Puigdemont es un independentista catalán de toda la vida, pero de los de derechas, nada que ver con esos rojos. Es por ello que pronto se afilió a CiU, partido que en aquellos momentos era nacionalista pero no independentista. De esta manera Puigdemont hizo ademán de declarar públicamente su independentismo para, inmediatamente, suspenderlo de forma indefinida. Más adelante Convergencia será refundada como PDeCAT que es la misma mierda el mismo partido con otro nombre.

Como alcalde de Girona

Para cualquier persona es un orgullo ser elegido como alcalde de la ciudad que le ha visto crecer. De esta manera Puigdemont fue elegido como alcalde de Girona en plena crisis económica. Su actuación más destacada se produjo en el momento en que fue lamentablemente agredido tras anunciar que realizaría duros recortes en el sector sanitario. Una turba de unas doscientas personas se abalanzó sobre él y los primeros golpes cayeron antes incluso de que el pobre Puigdemont no tuviera ocasión de explicarles que pensaba suspender con inmediatez y de forma indefinida los recortes que acababa de anunciar. Entre los agresores había más de un miembro de la CUP, partido desde el que se empezaría a coger cierto gustillo a eso de hacerle bullying a Puigdemont, de ahí en adelante.

Como diputado en el Parlament

Simultáneamente a este puesto ha ocupado el de diputado en el Parlament de Catalunya. Su actuación allí, fiel a lo que había sido su trayectoria anterior, fue bastante gris y solo destaca el hecho de que junto a su partido votase en contra del referéndum de autodeterminación del Kurdistán, del Sáhara Occidental y de Palestina. Puigdemont, preguntado recientemente por estos asuntos por el periodista Jordi Évole, ha querido significar, de manera no del todo convincente, que lo que él en realidad hizo fue manifestar su deseo de votar a favor de las tres resoluciones para de manera inmediata suspender este deseo de forma indefinida, hecho que explicaría su sorprendente voto en contra. Esto, lógicamente, es difícil de hacer constar en el acta de una sesión parlamentaria...

Como Presidente de la Generalitat

A resultas de las Elecciones Autonómicas de Cataluña de 2015 hubo río revuelto en el bloque independentista, vencedor de las mismas. Artur Mas deseaba repetir presidencia al frente de la Generalitat de Catalunya, pero sabedor de lo desgastado de su imagen entre propios y extraños, ladino, había ocupado el cuarto en la lista electoral de la coalición por la que se presentaba. La CUP se negó a investir a Mas, tan señalado por sus recortes, y en su lugar aceptó investir a Puigdemont, número tres de la lista, a quien previamente, como vimos, miembros del partido habían embestido en alguna que otra ocasión. La principal razón por la que desde la CUP se aceptó a Puigdemont como president fue por su conocida trayectoria independentista, no por parecer bobo y manipulable, no sean mal pensados. Pocos podían entrever que, como President, el insustancial Puigdi se iba a convertir en todo un showman...

Al frente de la República Indeclarada de Cataluña

Artículo principal: Independencia de Cataluña de 2017

Ambas imágenes corresponden al día en que Puigdemont amagó por primera vez con la Declaración Unilateral de Independencia. La primera imagen corresponde al momento previo a retrasar su comparecencia una hora, la segunda corresponde al momento previo a ¿realizar? la DUI (para inmediatamente después suspenderla).

El caso es que siguiendo el programa independentista de su coalición bajo su presidencia se organiza un referéndum sobre la independencia de Cataluña de lo más original y folclórico. Original por realizarse al margen de la ley, porque las votaciones se hacían en un tupperware en lugar de en una urna (quedaba más campechano), porque el recuento se hacía entre amigos y porque si eras independentista te dejaban votar hasta cinco veces. El Gobierno de España contribuyó a la celebración con un magnífico programa de entretenimiento, enviando a la Policía Nacional en un barco en un convenio firmado con la Warner Bros. y encargando tanto a éstos como a la Guardia Civil la realización de servicios de cátering entre los participantes en el referéndum, en el que se aplicaron repartiendo por doquier porras y galletas.

Sintiéndose obligado a ello por los resultados del referéndum (abrumadora mayoría en favor del "sí", ya que los partidarios del "no" habían optado también abrumadoramente por no participar en la farsa bufonesca) Puigdemont, en sesión del Parlament se disponía a proclamar la independencia de Cataluña cuando... decidió retrasar una hora su comparecencia por las presiones que estaba sufriendo. A saber:

  • Sus abogados le decían que si estaba loco o qué, que podía terminar en la cárcel de llevar eso a cabo.
  • Oriol Junqueras, su fiel lugarteniente, le decía que debía seguir con el guión trazado hasta el final, pero si eso que pasara Puigdemont delante, pues a él le daba la risa.
  • Los de la CUP le decían que era un traidor, un botifler y un arrastrado, y que como se echara atrás ahora le iban a caer más hostias que aquella vez en Girona.
  • Su mujer le llamó en medio de la negociación y le dijo que si era imbécil o qué, y que ya decía ella que esos amigotes que se había echado no le gustaban nada.

Finalmente un tembloroso Puigdemont apareció en el Parlament declarando lo siguiente:

Cita1.pngAsumo el mandato del pueblo de que Cataluña se convierta en un Estado independiente en forma de república... propongo que el Parlament suspenda los efectos de la declaración de independencia para que en las próximas semanas emprendamos el diálogoCita2.png

Ante la decepción manifiesta de las personas congregadas frente al Parlament (y el miedo a que les dieran de hostias a Puigdi y los suyos) la jornada terminó con una bonita performance en la cual todos los diputados independentistas firmaron un documento en el que manifestaban su adhesión inquebrantable hacia la futura República Catalana, documento que, al no pasar por el registro, apenas sirvió para que alguien se limpiara el culo con él.

Ante esta situación, Mariano Rajoy, presidente del Gobierno de España decide enviarle la siguiente carta:

Cita1.pngQuerido Sheñor Puigdemont:

¿Ha declarado ushted la independencia de Cataluña? porque la verdad esh que no me he enterado muy bien. Lo cual por otra parte me pasha a menudo, oiga.

Shuyo afectíshimo.

Mariano Rajoy BreyCita2.png

La contestación no se hizo esperar:

Cita1.pngQuerido Señor Rajoy:

No le digo ni que sí, ni que no, ni todo lo contrario. Sea como sea la declaración -o no- de independencia -o no- ha sido suspendida para que usted y yo nos reunamos y dialoguemos en base a las condiciones que yo imponga.

En la firme esperanza de que todavía podamos ser amigos.

Carles Puigdemont i CasamajóCita2.png

Rajoy y su Gobierno, ahora sí enterados, pusieron en marcha los trámites para aprobar el artículo 155 de la Constitución Española, según el cual si en una autonomía se pasan de autónomos se puede proceder a descabezar su Gobierno, intervenir sus cuentas y, en el caso de Cataluña, incluso intervenir las butifarras, tan típicas de la gastronomía local.

Tras la votación para constituir -algún día- la República Catalana. Él, tan de derechas como es, rodeado de los de la CUP puño en alto, parece un punto en una fiesta de asteriscos. Su expresión denota pavor.

La reacción de Puigdemont y los suyos no se hizo esperar, y también tuvo forma de butifarra. En primer lugar Puigdemont propuso comparecer en el Parlament y se rumoreaba que para convocar elecciones y dar un paso atrás. La comparecencia se suspendió una hora por las presiones que Puigdemont estaba sufriendo, a saber:

  • Sus abogados le instaban a que convocara elecciones. También una parte de los rajaos de su partido.
  • Oriol Junqueras, su fiel lugarteniente, le decía que si que quería convocar elecciones, él mismo, pero que él -Junqueras- y los suyos, no querían tener nada que ver con esa decisión.
  • Los de la CUP le volvieron a acusar de ser un traidor, un botifler y un arrastrado, con la consiguiente promesa de hostias.
  • Su mujer le llamó en medio de la negociación y le dijo que si no convocaba elecciones iba a enviar en su lugar a los bis a bis carcelarios a Carmen de Mairena.

Finalmente Puigdemont -otra vez- cedió a las presiones -otra vez- y convocar una votación en la que se aprobara la intención de constituir -algún día- se constituiría una República Catalana.

El Gobierno central, desesperado por tanta indefinición y tontería (y mira que el Gobierno central estaba presidido por un personaje tan indefinido y desesperante como Rajoy) procedió sin más a la destitución de Puigdemont y todos sus adláteres así como a la disolución del Parlament y convocatoria de elecciones (porque para chulos, ellos). Como la cosa cayó de fin de semana, Puigdemont y los suyos se pasaron el sábado y el domingo baladroneando muy farrucos que ellos no acatarían esa destitución y que a ver qué iba a pasar aquí. Esto les ocasionó los vítores de sus más acérrimos partidarios. Hasta que llegó el lunes...

Lunes, primer día laborable tras la destitución. ¿Iría Puigdemont como un macho a la Generalitat a presidir? Para decepción de sus seguidores se limitó a poner una foto en Twitter de la Generalitat dando a entender que se encontraba en ella, mientras había salido por piernas y con nocturnidad hacia Bruselas, concretamente dentro de un maletero.

"Exilio" y detención de Puigdemont

Los cinco meses de "exilio" de Puigdemont fueron un no parar de emociones, intensa vida social, vino y rosas. Tuvieron como hechos más notorios los siguientes:

  • Huye con nocturnidad y alevosía el 30 de octubre. Una vez en Bruselas, busca infructuosamente asilo político y realiza una pseudodeclaración institucional desde una habitación cutre de un hotel de tres estrellas. Anima a los catalanes a seguir luchando por la República en las calles, que si eso él ya "lucha" desde el hotel.
  • El 2 de noviembre, mientras él degusta cervezas de abadía y patatas fritas su exvicepresidente, Oriol Junqueras, y otros siete de sus consejeros son encarcelados por "rebelión y sedición". Jaja, qué pringados, se dice así mismo.
  • El 13 de noviembre afirma en Le Soir que la independencia no es el único camino, que otra solución es posible. Será blandengue.
  • El 30 de noviembre prosigue su lucha contra el Estado Español acudiendo a una ópera de Donizetti. Un acto cargado de simbolismo, dice.
  • El 4 de diciembre, tras haberse hecho mucho el gallo demuestra no tener ni media hostia: se entrega a las autoridades belgas y declara ante la jueza que le convoca en Bélgica por la Euroorden. El juez español no obstante retira la Euroorden al día siguiente, que no se fía de las autoridades belgas a las que ve ablandengadas en lo referente a estas cuestiones. Así que aquí no ha pasado nada.
  • El 21 de diciembre se celebran elecciones en Cataluña. Tras declarar que estas elecciones son ilegítimas al estar convocadas por el malvado Estado Español todos los grupos independentistas se presentan. Y oye, aunque las gana la pavisosa de la Arrimadas entre todos los indepes hacen mayoría absoluta, así que mucho 155, pero al final quedamos como estábamos: chúpate esa Rajoy. Puigdemont se postula para presidir Cataluña desde Bélgica, que las ciencias avanzan que es una barbaridad y hoy gracias al twitter y al guasap se puede hacer esto y mas.
  • El 22 enero participa en un coloquio en la Universidad de Copenhague, que hay que conocer mundo. Demuestra una vez más sus pésimas dotes para el debate en el turno de preguntas.
Aquí parecía que se acababa el periplo ¡pero no!.
  • El 27 enero el Tribunal Constitucional rechaza la investidura a distancia de Puigdemont calificándola de bufonada.
  • El 2 de febrero trasciende la casa donde Puigdemont habita en Waterloo. ¡Menudo casoplón! Luchar contra el Estado Español no impide disfrutar de todo confort, a lo que se ve.
  • El 1 marzo Puigdemont renuncia "de manera provisional" a su investidura a distancia, pero el muy cachondo propone en su lugar a Jordi Sànchez, que está en prisión preventiva. Menudas caras se les van a quedar a Rajoy y compañía, jaja.
  • El 20 marzo participa en un coloquio en Ginebra donde va a defender lo suyo. Entre el público hay personas de origen español y casi llegan a las manos.
  • El 21 marzo la policía belga desaloja a dos individuos de corte fascista que entran en casa de Puigdemont vestidos de guardias civiles para atemorizarle. Él, como está bebiendo en Ginebra ni se entera.
  • El 22 de marzo viaja a Finlandia a hacer más coloquios y cosas.
  • El 23 de marzo el juez reactiva la Euroorden, aprovechando que Puigdemont transita por países algo menos laxos que Bélgica.
  • El 25 de marzo va a Alemania en un Renault. Allí es detenido cuando para a echar gasofa. En una gasolinera decorada con un voluminoso pato, lo cual hace el acto más pintoresco.
  • El 6 de abril la justicia alemana decide suspender con carácter inmediato los efectos de la detención de Puigdemont ¡volvemos a empezar!

Regreso temporal a España

Artículo principal: Elecciones al Parlamento de Cataluña de 2024

Precedentes históricos de Puigdemont y su República

  • 29 de diciembre Líder contemporáneo (+) ☀️ BanderaEspaña.png